Sunday, September 28, 2008

El templo de la libertad

A temple of liberty and beacon of hope:
Marquis de Lafayette

Encontré el templo de la libertad.
Y lo hallé lleno de mercaderes y de fieras.
Allí estaba la esperanza: andrajosa,
cubierta de gargajos, apaleada
por adoradores de insignificancias.

Aquel fue el templo, altar que tú, Pueblo,
propusíste para el mundo como regocijo futuro
de naciones. Y me preguntaron quién soy
(¿cómo que el pueblo no me reconoce?.
¿Por qué pregunta quién yo soy?
¿Qué no seré yo sino uno de ellos?


2.


Entró a la iglesia, a la bella y santa catedral.
El vio la puerta ancha. La entrada es gratis.
Y quienes lo observaron, alegan:
ante el altar está y ante la talla magestuosa
de Jesús crucificado, murmura cosas
después que se ha clavado de rodillas.

Entró él, sucio y flaco, el pordiosero.
Entró y ninguno duda, todos ven
lo que es, por maloliente. O adivinan,
o interpretan que el individuo está en la inopia,
que es la miseria viva, quizás el vicio,
una epidemia andante, una piltrafa.

¿Qué podrá decir a Dios un hombre como ése?
Y después, al verlo de salida, un sacristán
o un guardia, alguno que es veedor de las piedades,
le pregunta: ¿Qué le dijíste a Dios?
«Nada. Dios no existe».

De Cuaderno de amor a Haití

No comments: