Wednesday, August 18, 2010

De Trece en Trece: En torno a tus poemas, Fanny (2)


Previo / 1.

4. En este apartado cuarto, sacaré inferencias de un grupo de poemas («D'ejad», «Inverdadero», «Que te sacará», «Carnesí», «Caballo de-amar» y «El lecho»). De los primeros poemas comentados, me interesó la actitud de humildad, separación atencional y dulzura con que escribes, cómo te despides del torbellino o ruido del mundo y recoges lo sagrado, cómo recibes la irrupción del mensajero, cómo avanzas-hacia la altura del frío, hacia lejanías, en aras de la calidez y la «cura».

Me gusta el giro que das a un.adagio popular. En el mundo de la profanidad, «el que a hierro mata, a hierro muere». En tu ascenso de «Fredor»: «Si a hielo matas a hielo he de curarme». El viaje hacia el «D'ejad», o la unicidad de Dios, único cielo, el viaje que nos aparta de las antojadizas jerarquías de los incrédulos, es uno de recapacitación. De transformación: Arcano 13. Se querrá un conocimiento seminal («del bien sepultar por la semilla / que mira lo material por debajo del alma»). Buscar la raíz del Alma, en lo recóndito, es también recibir luz secreta. Sub-divo, de bajo del Cielo, en el ahora del alma.

Esta dinámica metafórica de lo que separa y oculta está presente en todos los poemas. En lo que es Uno (como integración de todos los componentes), algunas cosas aparecerán como ocultas y separadas. No todos son capaces de percibirlas. El incrédulo de lo oculto vive de la cintura para abajo, no mira hacia las alturas ni hacia otras perspectivas; pero, el buen sepultador y sembrador sabe lo mismo que el incrédulo que mira hacia lo abajo (lo material); pero también, muy acuciosa y curiosamente, distinto al incrédulo, mirar debajo / arriba / dentro / del alma.

Y, ¿qué es el alma sino una chispa / porción de luz / de la unicidad ('d'ejad'), energía que proviene de algo menos obvio que la semilla. Esta sabiduría primordial del alma fluye de una fuente escondida.

D' ÈJAD

En la Tierra de nadie existen reclamos
de los que todo quieren.
Garrapiña para ese Hommo, creyente
de la incredulidad de los que viven
de la cintura para abajo.
AH! del bien sepultar por la semilla
que mira lo material por debajo del alma.

Cada dios crea su propia Jerarquía
sin querer saber que el cielo es del Uno.

[* Ejad= Uno]

Este conocimiento (sobre el «buen sepultar» / sembrar la semilla) es también sobre el «Misterio del Amor» que nada excluye. El amor, así descrito, incluye dolor y placer, apetencia y cura (satisfacción de la necesidad), puertas de salida y entrada, procesos de ascenso y descenso. Nuestras puertas de entrada y salida a este conocimiento son lo sentidos (Olfato, Vista, Oír, Gusto / Sabor, Tacto). Después de la Caída, el conocimiento a buscarse, el que ha de ser necesario, llevará a la calidez, la exaltación del amor y la cura de cuanto concierna a la vida.

El Cuidado / Cura / «Sorge», diría Heidegger, de la vasija de nuestras esencias, puede ser comparado, como sugieres, con un invernadero. O un hospital:

He recorrido el pasillo frío del hospital
de punta a punta.


Tras la caída, somos como pequeñas y frágiles criaturas en un hospital de plantas. El amor es como la metáfora de una flor de invernadero. El paisaje es frío. Falta la vehemencia de una plenitud de vida («calor que todo lo puede»).

Fanny, cuando juegas sonoramente con los significados de «inverdadero» e «invernadero» (metátesis de una «n» por una «d»), logras que se cuaje un comentario en el que yo contextualizaría lo que ocurre en el paisaje afectivo y moral, de la humanidad de hoy. Su percepción de amor está herida, endeblecida de muerte, próxima a una misa de extrema unción. Pero, con el texto Inverdadero, nos informas además que, por fortuna, se está bajo el cuidado de aquellos que brindan por la vida. Estos son los que bien saben sepultar y sembrar. Son quienes entienden el sufrimiento: «También desde el dolor recogeré / al misterio del amor».

INVERDADERO

He recorrido el pasillo frío del hospital
de punta a punta.
ExtremeSer mi filo animal sobre lo humano.
El olfato es la razón que encuentra
la puerta celestial de la Salida.
Amarte con paisaje apasionado
bajo el calor que todo lo puede
es dilatar el Baso de este brindis
por Lejaim / vives sin tanta palabraqueja.

Que al pulmón le insuflamos el Arte;
parados ante esa maravilla
ascendemos por la escalera que nos alza en deseo.

Porque el amor nada excluye.
También desde el dolor recogeré
al misterio del amor.

[Fanny Jaretón

Nos recuerdas, Fanny, un ritual de la tradición judía, el Lejaim. o «brindis que llama por la Vida». Quienes estimulan las condiciones por la vidas compartidas, los que brindan con su «Lejaim», son los mejores curadores o médicos de estos quejosos agonizantes que se hallan en el hospital / como en el invierno de sus existencias / o los fríos pasillos, sin amor saludable y sin deseo. El deseo de amor y el deseo de vida son inseparables.

En este poema Inverdadero presentas, por primera vez, en la secuencia de la colección, la noción de la función del arte en este proceso interno de cura y de adquisición de conocimiento esencial, o Sabiduría. El Arte ayuda a respirar a los agonizantes e incentiva los deseos.

Que al pulmón le insuflamos el Arte;
parados ante esa maravilla
ascendemos por la escalera que nos alza en deseo.

Además el poema presenta a un ser amado, sin nombrarlo por su nombre. Lo va vinculando a la necesidad de cura. En el poema subsiguiente, Que te sacará, vas agregando más informes sobre el sujeto de ese amor. Ese amor, en cuanto símbolo, se relaciona «con la sabiduría primordial (negra u oculta, inconsciente) que fluye de la fuente escondida». [5]

Que te sacará

Un cuervo que te comerá los ojos
alzando el hambre por lo alto nos arrima
a la apetencia que se lleva desde tierra
cuando se baja más allá de lo bajado.
Golpe de arteria mal herida.
La cura es subir por lo burlado.

Todos los cuervos y palomas negras está relacionadas con tal Sabiduría. Como enamorados concretos, si algo tienen en común, es ese amor («hambre por lo alto»), apetencia por la altura, por el «Subir», cuando ya se ha bajado a la tierra y se conoce lo que la tierra ofrece. La tierra que contiene dolor y desafío es descrita como «lo bajado», espacio donde se puede experimentar «lo burlado» y el «golpe de arteria / mal herida». Tan breve poema atrae por el movimiento de lo ascencional y descensional. También reenfatiza el motivo de los ojos,

Como dijimos al leer sobre el motivo de la Sirena que se menciona en el texto Impermanencia, todo Oir mienta o implicita una presencia, una voz de Jashmal o Eterna Melodía como la mencionada en el texto:

Escuché su canto de sirena.
Pude sirenarme en su eternal melodía.


[Impermanencia]

En Carnesí se reiteran estas presencias del agua, del sonido, el barro, lo cavernario. Se mientan los sentidos: oreja, mano, gusto y sus necesidades, a fin de formar la ideografía / memoria de lo amado, inclusive más allá de la sustancialidad.

CARNESÍ

Van Gogh cruzó su oreja
Y yo corté mi mano.
Sin oído y sin acción
Invento la memoria.
Cavernarios aun sin fuego
Ideografía para inscribirte.
Formarte desde el barro
Áh! de ese cántaro para saciar mi Sed.

[Fanny Jaretón]

Carnesí es un poema de añoranza de un amor. Un ser que se tiene en la memoria y que existe como vasija de barro, un ser encarnado. Está en la memoria y no es asible ni audible en lo inmediato («corté mi mano / sin oído y sin acción»); pero esta mención de la mano es consolante. «La mano expresa lo que la mente piensa y lo que el hombre siente, siendo capaz de reflejar la interioridad psíquica», dice Mónica Cerrada Macías en su estudio La Mano a través del Arte: Simbología y Gesto de un Lenguaje No Verbal. [6] Como miembro corporal altamente comunicativo, comporta en sí significados muy concretos. En el texto Piedra y camino, la Mano es más comunicante. Se abre, muestra, señala hacia la sangre trasquilada.

PIEDRA Y CAMINO

Rasgo mi corazón para mostrar
el Absoluto que aquí persiste.
Mi mano abierta dice:
miren la sangre trasquilada.
Seca de mi querido
no hace falta otro porqué
ni enojarse por su resistencia.
Hielo que gotea al amor
arroja hacia Dios
los pedregales que me hicieron dura
en cuesta Arriba.

El poema vuelve a enfatizar imágenes y recursos previamente ensayados en los textos ya discutidos: lo seco, lo húmedo, el frío, el calor, lo que «arroja hacia Dios», lo que resiste abajo y lo que empuja Cuesta Arriba, lo dentro / interno y lo afuera / externalidad perceptible. Es también interesante la imagen reiterada del Hielo que gotea que concatena con el texto Fredor («Si a hielo matas a hielo he de curarme». Hermenéuticamente, lo que concierne a frío / humedad / agua / goteo revelan la cualidad de lo femenino de tu hablante, Fanny.

El texto Caballo de A-Mar es uno de los más hermosos y recursivos en este tema elaborado sobre la Cura y el Amor. Técnicamente, nos enlaza con los simbolismos del 13 ya discutidos: la sirena, el Ojo de Piscis y Mem. Aquí nos has metido en simulacro-mitológico-astrológico del Génesis. Utilizas el pretexto de Neptuno, dios de los mares. Hijo mayor de los dioses Saturno y Ops, gobierna todas las aguas y mares. Cabalga las olas sobre caballos blancos. Neptuno suele ser representado con un tridente, hecho que índica su relación a las tres capas del espíritu del hombre y, en términos genésicos, portador o insuflador de un hálito de vida en las semillas bajo tierra. El Agua de Piscis las nutre para que estén listas para germinar bajo el signo de Aries. Lo neptuniano en el poema es la referencia a las aguas infinitas. Este Padre Oceánico contiene en sí todas las formas vitales, considerándose un caldo de cultivo primordial del que nace la vida.

Cuando tu hablante lo nombra: «PadreSer» se percibe este aspecto cosmogónico de lo neptuniano y cuando puntualiza, con el verso «perteneSer a tu pecho de Caballito», la alusión se concentra en el vehículo mitológico del dios griego: una criatura mitad caballo, mitad criatura marina. Sin embargo, en una nota final al pie del poema, la revelación significativa del poema es mucho más iluminadora.

De la imaginería neptuniana, que la autora interesa, la que concierne son los «hipocampos: caballos marinos que en la antigua Grecia se utilizaban para curar el cáncer». Otro indicio que nos das sobre lo que la imagen de esta criatura mixta de la mitología, en su rica totalidad, te dice y, al parecer no se agota en el mito, es mediante la manipulación léxica o transliterada del título: Caballo de A-Mar, en vez de caballo de mar; o aún, más audazmente, hippocampus, hippos = caballo, y kampos = el monstruo.

Para mejor comprender lo que, en la esfera psíquica, nos dice un Caballito neptuniano y quimérico, contrapuesto a la estructura anatómico que a la hablante de Fanny se le asemeja «Caballo, mono, canguro, insecto», leeamos el texto completo:

CABALLO DE A-MAR

Me asfixian las horas cuando te vas
mi Neptuno haciendo Egeo.
Caballo, mono, canguro, insecto
pero sin branquia sana para lo profundo.
Espinas de los amores que me hincan los ojos
tuyos con ojos tuyos.
PadreSer y perteneSer a tu pecho de Caballito.
Paríme así me enseñas a quererte
hasta aprender que hay una última vez.

[Fanny Jaretón]

La esfera psíquica-simbólica de este Padre-Ser mienta la posibilidad de un conocimiento profundo de la realidad. El Ser es el azul profundo de los mares, no la superficie de la olas. Cuando lo pienso poéticamente, el Cuerpo de Añil de la metáfora de Fanny en el texto Fredor es el que corresponde a este ser. Cuando se le piensa, científicamente, a este ser, conrdado y vertegrado, familia de los los syngnátidos, discierno las características que sobre éste la poeta codifica. «Sin branquia sana para lo profundo», dice el poema, tal vez una referencia a que el pecesillo tiene una estructura pectoral y dorsal muy tenue y unos diminutos sacos o vejigas natatorias en que el escaso volumen de aire le son necesarios para el desplazamiento vertical. Nadador lento, el caballito para su desplazamento vibra ondulantemente su aleta dorsal y mantiene una posición erecta. [7]

No es precisamente velocidad y transporte lo que hay que buscar en él. Ni en el macho ni en la hembra. Tu hablante, Fanny, dice que es amor. Sus danzas nupciales. Los ojos del Caballito de Mar llaman la atención por otro tipo de danzas, las colectivas, y además se hace inquietante su forma de mover los ojos, «independientemente uno del otro», su habilidad de camuflaje y vigilanacia, ya que «al mover su cabeza puede vigilar perfectamente entre las hierbas en las que vive y trepar por entre las algas, descolgándose de unas a otras. Es capaz de ostentar notables cambios de color para acomodarlo al del medio que le rodea» (Gema Domínguez, loc. cit.)

Espinas de los amores que me hincan los ojos
tuyos con ojos tuyos.


Hay, además, un misterio sexual en este semental marino. «Un macho puede ser visitado por cierto número de hembras que le dejan huevos. Un macho de buen tamaño puede dar a luz a más de 400 jóvenes, que son la perfecta réplica del adulto»: pero él mismo es un padre-coparidor, ya que «después de una danza nupcial, en esta posición, entrelazados con la cola, la hembra traspasa de su cloaca, con ayuda de una papila genital de unos 3mm. de largo, sus huevos a la bolsa ventral (incubatriz) de los machos, que está recubierta de suave tejido y dispuesta en compartimentos, para mantener cada huevo separado, como en células esponjosas» (Gema Domínguez, loc. cit.)

Paríme, así me enseñas a quererte
hasta aprender que hay una última vez.


5. Antes de discutir los poemas «E / lecho», «Contrito», «Enredado en Zarza» y «En Voz Alta», los cuatro poema finales de este conjunto de los primeros 13 poemas, hay mucho revelado en la esfera neptuniana de Caballo de A-mar. Donde realmente navega el caballito marino, metafóricamente dicho, en los flujos de la memoria y la interioridad psíquica. El hábitat físico-externo de esta criatura es el fondo de algas submarinas. Coincidentalmente, en el componente semántico que nombra a este ser acuático una lo designa 'monstruo'. Es caballo-monstruoso, habitante del cultivo primordial, en que todo parece en un estado indiferenciado: sedimento, algas, que son formas elementales de lo vegetal, líquenes, helecho, conchas... Podrías coincidir con el pensamiento de que el caballito se las agencias y se proyecta dentro de un extraño lecho marino, donde no cabalga. El nada.

Para la lógica humana, su dimensión en lo existencial es fantástica, mas, en la interpretación mitopoética, el simbolismo es genésico. La espuma del mar es el origen de la Vida, semen de Urano castrado (del que nacen los apetitos venéreos y lo que será hermoso: Venus).

La Sicología Arquetipal asocia la conducta neptuniana al individuo que tiene «la capacidad y posibilidad de despegarse de lo cotidiano y vivir, por lo tanto, en una dimensión totalmente fantástica». En el Budismo, todo pez, incluyendo al caballito de mar, «simboliza la liberación de los deseos y de las ataduras». En ocasiones, los dioses Brahma y Visnú se representan en foma de pez. Como símbolo las conchas y caracoles, se asocian a la Voz de Buda. Otros animales marinos, con muchos tentáculos y protuberante centro, son los despliegue simbólicos de la Creación [8]

En este mundo seminal marino del hipocampo, tu hablante Fanny pregunta por las voces, el Rostro, los amores trasanlánticos y las transferencias entre Dios y nosotros. La inmersión en ese mundo marino / neptuniano / está indiciada como « E(l) lecho». Con un poco de malicia perceptiva. podríamos entendertal ' lecho' como tálamo, cama para el amor y, como entre caballitos de mar, macho y hembra enlazan sus colas y se transfieren huevos, en posición vertical, el lecho realmente se ubica entre algas y helechos submarinos.

E/LECHO

Qué haría yo sin tu rostro que me pregunta.
Cuántas noches suman las miles de noches
sin el Uno único a quien amo.
Quisiera que mi amor muera
para conocer como aman
los amores trasatlánticos.
Agua que por tierra bregan.
Vasija de piel y sal que guardan
el llanto de esta creyente.
Si es verdad que tu amor es transferencia
entre Dios y nosotros
hacéme ver del milagro:
abrazáme cada noche con vos entre las voces.

Mas, en el texto, hay una transferencia de ese amor (o esencia del «Uno único»), que es como Agua / Semen uránico / a la Vasija de Piel y Sal, que representa la hablante que atestigua desde una orilla terrenal. Ella es quien espera, observa y oye, o está en la expectativa de un Milagro. Fanny llama a este hablante suyo, «La Creyente».

Ahora bien, ¿qué es «ver el milagro»?

... hacéme ver del milagro:
abrázame cada noche con vos entre las voces.


¿Y cómo ha de ser visto? El amor es una verdad posible en la unicidad de Dios que se percibe ante la realidad a nivel profundo. Este Ver de la creyente concierne a un PerteneSer original al PadreSer (el Uno único), cuando se aprende a obedecer, en sumisión, y a «guardar el llanto», la premura, para el verdadero oír «con vos entre las voces».

Hay en la segunda colección de 13 versos que Fanny Jaretón me remite, un texto titulado Ser y PadeSer que describe lo que mencionamos como premura, como lo antítesis del PadreSer y el PerteneSer del que su hablante metaforiza con el caballito de a-mar. En este poema, se describe la transmutación del Tiempo Original y profundo por uno accidentado, cronológico y épico, donde se ha reemplazado cada símbolo. Es una época donde se pierde la expectativa de amor, el sentido o anhelo del Padre Ser ya no nos pertenece. Perdida la expectativa de milagro, «los emisarios ya no son comprendidos». En este imperio del intelecto y la rutina, ya no hay lágrimas, sino venenos, padecimiento y distancias infranqueables. Ni Cuerpo de Añil ni Melodía Eternal son necesarios, como indicadores, por causa de la anulación del sentimiento.

Ser y PadeSer

Si pareciera que hemos cambiado de época.
Que los emisarios ya no son comprendidos.
Que entre posta y posta no hay quien reemplace al caballo.
Que las guerras extinguieron los aprovisionamientos de ternura.
Que las ausencias ya no provocan lágrimas.
Pareciera, que de tanto intelecto el corazón fue anulado.
Que los agudos silencios terminaron con las graves palabras.
Que la rutina confió en el rigor del sí mismo.
Que la muerte nos llega con los ojos abiertos.
Que ni dos monedas, de las grandes, sirven para canje de pasiones.
Pareciera que el avance del veneno en los nervios no termina
cuando tu amor terminó alejándose de mí.

[Fanny Jaretón]

Del primer conjunto, en el poema Contrito, se nos da un adelanto de ese nihilismo y padecimiento que se ha cerrado al Milagro y Abrazo posibles con la uncidad o el Ejad / Unión divina del PerteneSer al Padre-Ser.

CONTRITO

Mi raza acosada por la renuncia
cuando te has ido
no quiere saber de túnicas para las abluciones.
Levitas, para los muertos purificados.
Sin amor no existe el perdón en los siete cielos.
Tu exilio ha roto la cadena del engranaje.
Arrogante promesa la del acero.
Nunca imaginaste que por mi parte blanda
te amé por concreto; duro el pilar
que levantase evocación de un pueblo
largamente arrepentido.

[Fanny Jaretón]

Vuelvo al poema de E/lecho para intentar una respuesta contextual a la pregunta: ¿qué es «ver el milagro»? ¿Y cómo ha de ser visto? Y para hacerlo, voy a utilizar los conceptos que, desde el siglo XVI, Giulio Cesare Aranzio utilizó para advertir la semejanza de cierta estructura del cerebro humano con la forma del caballito de mar o hipocampo. En su actual diseño en los mamíferos, el hipocampo desempeña funciones importantes en la memoria y el manejo del espacio, en menor grado, funciones olfativas.

Jugando sugestivamente y onotomatopéyicamente con la ambiguedad, el hecho es que este lecho que, científicamente, se designa como formación hipocampal es una estructura marginal y pareada que pertenece, por una parte al sistema límbico y por otra a la arquicorteza. Sus dos mitades son imágenes especulares en ambos hemisferios cerebrales. Los investigadore de la biología cerebral explican que la función del hipocampo está asociada a la memoria espacial y la navegación. [9]

El texto Enredado en Zarza del primer grupo es uno en que el hablante lírico se pone en contacto con el Caballo de A-Mar. Es un poema de inmersión cognitiva en la esfera psíquica que él representa. Un amante primordial / Padre-Ser / cuya presencia fisiológica es real si consderamos la zona de su estructura en el sistema límbico y la corteza cerebral, además de las funciones asignados por la neurociencia. Orientación, navegación y memoria. Los místicos egipcios e hinduístas asociaron su presencia a la apertura del Ojo de Isis, a la glándula pineal, el Tercer Ojo. En este texto, en particular, tu hablante, Fanny, insistes en consignar el valor orientador de este PadreSer neptuniano. El verso «tus cuatro puntos cardinales» es la sugerencia.

Hay una indirecta referencia al carácter intuitivo del «Ver» / «Oir» / esta presencia / cuando en tus versos se menciona la «tos de la esfigie», «el viento» (que implicita sonoridad) y la memoria / historia / de una visión que nunca muere, siendo primordial. En la alusión a «Zarza», hay una implicitación de luz y forma y en el «beso de la Piedad» ví la referencia a búsqueda de lo amado, el deseo de ver el Milagro. Citaba el texto completo,

Enredado en Zarza

Cómo los cuatro hijos de Lir
y en tus cuatro puntos cardinales
nadie vendrá por vos.
Arrinconado a mi amor,
bronce o de caliza marca de beso el hechizo.
Con piel seca y apaleada
estos labios mandingos provocaran la tos de la efigie.
Aunque inanimado y sin otro motivo que justificarte
la historia nunca muere entre nosotros.
El tiempo envileció las caras.
El viento endureció lo que se vio por piedra.
Pero el beso de La Piedad latirá en bandada
los Cuernos de carnero.

[Fanny Jaretón]

con la intención de examinar cómo se hilvanaría un texto como éste, Enredado en Zarza, con aquellos previa y secuencilamente estudiados, cuando recibí una carta tuya con una clave:

Los poemas van así: Vos sos Koaní, de las mejor ofrenda, ardes la explicación en Holocausto. Yo soy Leví, la de la tarea sucia, ordenar los cuerpos, canibalizar la Información y te la entrego. Los demás, el pueblo que ve y dice, son los que dicen cuando se las comparto y advierten cosas que yo no había tenido en cuenta. [...] Además no saco mucha cuenta cuando casi escribo en estado mediumnico... Y entonces el canal de los poemas viene así; de mi corazón a tu corazón-intuición / instinto / hociqueo, sin mediar nada más, ni siquiera una segunda lectura mía... Tu explicación, valor de la Razón / Rumiante y la Verdad. [10]

El por qué yo hallé tanta densidad en este poema, Enredado en la Zarza (en adición a que explica la experiencia de la Revelación (el contacto con la Zarza, que es leit-motiv judaico, con elementos de la mitología egipcia: Efigie, Isis, etc.) es que es un texto resumidor: una síntesis acerca de lo previamente y metafóricamente dicho en torno a los flujos desde la Mar / Agua / de la Consciencia [11] / la primera Luz o pupila negra / hoy negro / en el Universo / Fuente Central de la Creación hacia una concreación manifestada, las espirales cónico-tonales del Ver y el Oír originarios, donde se van haciendo patentes los mensajeros / el Cuerpo Añil / los Hipocampos / Caballos de A-mar, Sirenas / con Melodía Eternal.

El esencial exilio es la contrición. Un no saber «guardar el llanto», quedarse en la «palabraqueja» y en una desorientación permanente, distanciado de aquel que como el hipocampo ubica y da memoria sana. El riesgo del exilado es que nadie venga por él ni vea los cuatro puntos cardinales. Quedar seco y arrinconado. Si recordamos el contenido de Contrito tu hablante, Fanny, describe una raza arrogante «acosada por la renuncia» al no ver el Ojo de la Revelación, un pueblo que «ya no quiere saber» ni evoca ni se arrepiente. Un pueblo que ha perdido la Memoria, por cuanto «ha roto la cadena del engranaje». En este contexto es que comprendo el valor del simbolismo del hipocampo neptuniano. Dentro de la esfera psíquica del hombre, el Caballo de A-mar es nuestro Thoth, el escriba antiguo / inventor de la Escritura / que nos diera el Programa Alquímico de la Memoria y la Orientación. La Ciudad Esmeralda sobre la que los neurobiólogos hablan en términos de células de lugar y células de orientación' de la cabeza y células de red es parábola de estos misterios.

Por otra parte, el exilado contrito es un paciente para curar. Profanamente, tiene la enfermedad de Alzheimer, mas representa una raza o pueblo que puede ser cialquiera. En Enredado en Zarza, en cambio, es un texto que resume lo angustioso de la contrición y el olvido para valorar la esperanza. Nos pasa del beso del hechizo al beso de La Piedad.

E identifica a los hablantes en este poema. En una etapa de angustia, la diosa Isis, deambuló por todas partes, preguntando por el sarcófago donde pudiera haberse sepultado a su amado Osiris. Su crimen no es contado en el texto; pero si su pérdida, su riesgo de olvido. Pero este hablante del denso poema, tu hablante, Fanny, que es Isis, dice: «La historia nunca muere entre nosotros». En varios poemas, ya discutidos, se habla sobre la «sangre trasquilada» (Piedra y camino); pues bien, siempre esa sangre apunta a la víctima Osiris y al victimario (Seth).

La Zarza también alude a una presencia (o Ereignis, Acontecer apropiador y originario en el campo abierto de la posibilidad) y, en esta investigación del sentido oculto del poema, las referencias son pocas. Y una es el verso:

«El viento endureció lo que se vio por piedra».

Pudiera retrotraeme a una alusión al viento en el texto Impermanencia («pasó por corriente / nos transporta al magnetium del pasó más allá doaire»), verso que contiene un viso alquímico y dos estados de transmutación de la sustancia / corriente de agua / corriente de aire. El verso me recuerda lo que Teresa Bedman nos explica en El mito de Isis y Osiris (Madrid,1992) explicara:

Isis, avisada de este hecho por un viento divino, se trasladó a Biblos. Se sentó al lado de una fuente abatida y llorosa, y no dirigió a nadie la palabra. Pero cuando pasaron las servidoras de la reina, las saludó, conversó con ellas e impregnó sus cuerpos con el aroma sorprendente que se desprendía de su propia persona. [...] Cuando la reina volvió a ver a sus servidoras, sintió deseos de conocer a la extranjera, gracias a la cual sus cabellos y cuerpos esparcían un aroma de ambrosia. Les mandó buscarla e hizo de ella su amiga más íntima. [...] Encontró a unos niños que le indicaron el brazo del río por el que los amigos de Seth habían hecho llegar el féretro hasta el mar. [...} Isis lo encontró, cuidó y el niño, Anubis, se convirtió en su acompañante y guardián. Tiempo más tarde, Isis recibió la noticia de que el sarcófago había sido arrastrado por el mar hasta la ciudad de Biblos, donde las olas lo habían depositado al pie de un sicómoro. [12}

El Viento aludido en el poema es la misma Zarza que arde, o que manfestaciones fenoménicas de iluminación o de aroma. Consideremos el hecho de que Isis es personificación de la Mujer protectora de la Naturaleza, la maternidad, patrona de la fertilidad y la magia, amiga de los esclavos, pecadores, artesanos y los desposeídos, aunque, como sacerdotisa, oyente de las oraciones de los ricos, las doncellas, aristócratas y gobernantes (loc. cit.).

Ante una esfinge de Isis, podían darse manifestacions mágicas. Curar o matar. «También se cuenta que a veces Isis se convertía en golondrina, y así volaba gimiendo en torno a la columna que sostenía el techo del palacio». (loc. cit.)

Cuando Fanny me escribe: «Los poemas van así: Vos sos Koaní, de las mejor ofrenda, ardes la explicación en Holocausto. Yo soy Leví, la de la tarea sucia, ordenar los cuerpos, canibalizar la Información y te la entrego», alude a una representación secundaria de Isis, «la esfigie de Koani», una experiencia de compasión práctica.

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Bibliografía

[5] Juan-Eduardo Cirlot, Diccionario de símbolos, p. 144.

[6] Mónica Cerrada Macías, La Mano a través del Arte: Simbología y Gesto de un Lenguaje No Verbal.
[7] Gema Domínguez: Los Caballitos de Mar

[8] Fontana, El lenguaje de los símbolos, ps. 145-148.

[9] La enciclopedia Wikipedia dice: «Muchas neuronas del hipocampo de rata y ratón responden como células del lugar o células de posición: esto es, que disparan potenciales de acción cuando el animal atraviesa por una zona específica de su entorno... Las 'células de lugar' del hipocampo interactúan ampliamente con las 'células de orientación' de la cabeza, que actúan a modo de compás inercial, y también con las 'células grid' o células de red, en las cercanías de la corteza entorrinal. [...] La forma de la plasticidad neuronal conocida como potenciación a largo plazo (LTP) fue descubierta por primera vez en el hipocampo, y todavía se estudia en esta estructura. Está muy extendida la hipótesis de que la LPT es uno de los mecanismos neurales principales por los que la memoria se almacena en el cerebro... En la enfermedad de Alzheimer el hipocampo es una de las primeras regiones del cerebro en sufrir daño. Los problemas de memoria y desorientación aparecen entre los primeros síntomas. El daño al hipocampo también puede proceder de situaciones de hipoxia, encefalitis o epilepsia del lóbulo temporal. Las personas que han sufrido un daño extenso en el hipocampo pueden experimentar amnesia, es decir, la incapacidad para adquirir o retener nuevos recuerdos».

[10] Carta persona de Fanny Jaretón, 18 de agosto del 2010.

[11] La Rueda de la Conciencia de la Alquimia se basa en los patrones en espiral de la Geometría Sagrada. Udo Becker, en su Enciclopedia de los símbolos (Litografía Rodas, Barcelona, 2008), al explicar la naturaleza de las espirales indica que simbolizan la «unidad lo absoluto, la perfeccion» (p. 103). Así la Rueda del Karma es la misma Rueda de la Alquimia en las que la conciencia en espirales vuelve a la Fuente ligada con el Ojo de la Galaxia de la Vía Láctea. A nivel concreto, fenoménico y relativo, el corazón es el centro. La realidad es una ilusión proyectada – vista a través del ojo de la Mente consciente e interpretada por el cerebro.

[12] Teresa Bedman, El mito de Isis y Osiris (Madrid,1992). Conferencia impartida en el Instituto Islámico, en Madrid, 14 de Febrero de 1992. Ver
El mito de Isis y Osiris Bedman explica que cuán instrumental fue Isis en la resurrección de Osiris cuando fue asesinado por Seth y cómo con sus artes mágicas lo regresó a la vida, al juntar todos los pedazos de su cuerpo. El culto y sacerdocio de ella, adoptado en la era greco-romana, enfatizó las artes de curación, la interpretación de sueños y la habilidad de controlar las condiciones climáticas.
CONTINUA

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