Saturday, August 27, 2011

Poemas sobre el Pepino / pueblo borincano


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LAS VEGAS
Allí estaban ellos. Los canarios.
En un espacio que nombraron Las Vegas
y fue un Salto del Guacio,
más allá de aquellos montes empinados
que Sebastián González dio
a su mirabalada, allí donde abundaban
los conejos, allí fue que soltaron los cerdos
y empezaron a llegar las golondrinas
y las calandrias cantadoras;
allí, en la noche, el silencio era un buho.

Y el bohío fue la casa del cabrero
antes que de Venezuela nos llegara
el apellido.

Pero un día dijeron: «Crecíste»,
saldrías de aquel batey vegabalero.
Hay planes para tí. Fue el primer nombre
que perdíste. Las Vegas era la infancia natural
de tu pueblo, que no conocía doctrinas
ni curas ni bautismos; Las Vegas
el primer nombre que díste por mirar
el espacio y sus mogotes. Ahoras serás
Pepinito / Pepino / Pepinote
y vas a buscar tu adolescencia, Niño.

* [En 1767, la Iglesia y el Estado convino
que se suprime el nombre de Las Vegas].

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EL PORVENIR REBELDE

Por eso está Tirado en la extremera
haciendo municiones y rezando por balazos;
por eso el boticario Forest invoca la manigua
y Pancho Méndez truena con su boca
fogonazos y organiza la decencia en Hato Arriba
y vaticina El Porvenir como Betances
¡con pan para el pobre y el desamparado,
sin botellas alcaldicias, sin esclavos!

... por eso los Beauchamps están que truenan
y piden Revolución como Aniceto Ahorrio,
Ibarra y Cebollero, a causa del realismo
y el golpismo, descontentos..

En la Plaza que se llamara Alfonso XII,
no está feliz Larrache Garregunia,
ni la dizque rabiza de Los Vélez.

Lloran los Zauzuaras de Don Angelo
y los Liciaga Arbelías y primeros Méndez.
Están diciendo nombres de patriotas
y Betances es el Padre de los Pobres
y Ruiz Belvis es valiente hasta los huesos
y Baldorioty es hermano desde el alma
y Vizcarrondo es el pionero libertario.

Están hablando duro en el Pepino
y las golondrinas trinan en escándalo
y en el nidal de Cancio está
la maestra Lupe y el Alcalde Luis Chiesa
ha dicho: «¡Basta! ¡Basta!»

Ham cantado sus verdades a los Franciscos:
a Pancho Castro, a Juliá y Palmete,
a Amell y Fabré, al Panchito Rodón,
a Carmona y a Serrano.

Entonces, ya fue tarde.
Con más de quinientos hombres
surgió el Grito de Lares
y los Medina y Font no enmudecieron
y hablaron con amor a las generaciones.

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GENERACIONES DE LOS ALERS

Les diré qué son generaciones.
Qué son círculos del perpetuo movimiento.
Qué son serpientes del Alers originario
que vino de La Dominicana, asociado
a los Hermida y Prat-Ayats
y a Mercadal y Cancio.

Les diré que la naturaleza es cíclica
y eterno es el juicio de todo el Universo.
Y que quien beneficiado fuera
por la Cédula de Gracias
también se asocia al quehacer de la Serpiente
y se muerde la cola y se vuelve animal
arisco y orejano.

Y Silvio Alers se rebela, se averguenza,
se duele y un día delinque
y roba y viola y quema y juega
y seduce, por esquizo y por pindongo,
a la propia niña de sus ojos.
Estará ocioso y desmoralizado.

Ese viejo Monsiú Alers sí que asqueó
a Pablo Liciaga, de Vizcaya,
al profesor Larrache, a Don Lino Guzmán,
al monte, ruralesco y escolar de Guajataca,
al escribiente Arteaga, de aquellos
López y Pumar venezolanos,
a la vieja Lalita en Mirabales,
a ese jíbaro campo de mil jaldas y barrancos.

Ese viejo puerco de las básculas y las yeguas
que son vírgenes de ojos grises
y niñas de los campos, está en el odio
de las turbas campesinas
y en la memoria gitana de los Flores Cachaco
y Esteves, caporal de Cecilio,
le escupe como al negro diablo
y los Rodríguez Cabrero lo desprecian
como a nadie.

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JIBARITAS Y CRIOLLOS

Las jíbaras a solas escarban el ñame
de las jaldas y van por agua al pozo
y desentierran los jigües
de sus miedos en el fondo cristalino
y puro, así han sido las miradas de sus ojos.

El cemí de sus gozos en veneros
las baña, las proteje y ellas vuelven
en la tarde a desvainar gandules
y hacer ordeño en cabras
y alimentar al padre y al hermano.

Ellos se duermen muy temprano,
siempre cansados, fustigados de sol
y de silencio, y a veces una copla,
una décima, el canto les despierta
y la Navidad es más dulce que los Salmos.

... pero más temprano aún se levantan.
Son jornaleros. Sirven a la cepa de ricos
que ha llegado: Alers, Cabrero, Laurnaga,
Arvelo, Castro, Juliá, Domenech, Díaz
y Oronoz, el temible, enorme
que, por el pene mide al hombre
y su honor y lo que vale,
¡ay, de los Perochena presuntuosos
y Rodones primiginios, tan altivos
como han sido similares los Ozores
y el Vélez, Cadafalch y aquel Yparraguirre
pendenciero, uña y mugre
de Mantilla y Ranero, mercenarios.

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DE LA BUENA CEPA DE LOS FONT

Y entonces están los Font, separatistas,
enojados, ¿dónde se fue la fratría,
la promesa que diera el Padre Feliciano,
el alma que se sume en el espíritu,
con bondad por el jornalero de libreta,
el arrimado? ¿Dónde el que vacune
al pobre y al hato de ganado
y conjure la cólera de China y calme
la diarrea de aquel que vino,
con dolor intestinal desde New Orleans?

Este conoció el calvario, el vómito, la burla
porque una vez salió por telas al mercado,
regresó y dijo: «Como tú, Pepino, nadie.
¡Tierra mía, tú eres la Arcadia,
Cenicienta mía y tierra de perdones!
... allá el judío te odiaría más que yo
al General Godoy, cepa napoleónica
y de carlistas del Dios y el Rey,
mercenarios».

¿Dónde hay pues quien se apiade
del villorio, del campesino que va
a la Norzagaray-Urréjola de vascos en Pepino,
dónde quienes desmientan a los santanderinos
Cabrero y sus secuaces, vascos,
cuando a Pezuela se le mira de reojo
y al Alcalde Pedro Antonio Pavía
se lo llama descarado y sinvergüenza,
mala sangre y sicotudo?

CARLOS LOPEZ DZUR / POETA PEPINIANO

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