Thursday, June 30, 2011

Sequoyah No. 79 / Temario y autores


SEQUOYAH / 78 / 79 / LIBROS / / Premio en UCI, Irvine / Proyecto de Pueblo para Puerto Rico / Kool Tour Activa / Codice / UNO COMO NOSOTROS
La revista de difusión cultural Sequoyah Virtual presenta su contenido y autores colaborantes para la fecha del 30 de julio del 2011.


Como saludo en la memoria de Gandhi

CONTENIDO 79


Eduardo Galeano
Prohibido cantar

Mahatma Gandhi
Una filosofía de vida
Carta de Gandhi a Adolfo Hitler

Elisabet Cincotta
Nos inventamos
Canción de cuna para el niño que guardas dentro
Tanguera

Beatriz Iriart
Ansias
Yo estuve
El escultor
Números
La exposición
Alfa y omega
Conclusión
Mieses

Fanny G. Jaretón
Tienda de encuentro

Josefina Fidalgo
Jauria desquiciada

Francisco Antonio Ruiz Caballero
La Melodía Envidiosa / relato

Juan Manuel Pérez Álvarez
IX. Hoy me ha dicho Apolo...

Luis Tulio Siburu
La desnudez de los árboles
Vida... ¿Me estás siguiendo?

Leopoldo Marechal
Descubrimiento de la Patria

Carlos López Dzur
Una plegaria por Tijuana
Tras salir del Arroyo de las Palmas
Lágrimas de cocodrilo
(Frag. de la novela «Las Hienas»
de Carlos López Dzur)

Nat Gaete
La Palabra

Matilde Marín
En torno a Shirin Neshat: Una platea vacía

Leslie Palti
La muerte reciente de Jorge Semprún: Entrevista sobre el holocausto y el europeísmo

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La revista agradece a colaboradores y lectores su patrocinio y recuerda que está abierta a colaboraciones en los géneros de ensayo de crítica, poesía, cuento y comentarios.
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SEQUOYAH / 78 / Memorias de la contracultura / Carlos López Dzur / La Reina de los Hippies /

Thursday, June 16, 2011

Indice del poemario «El hombre extendido», de Carlos López Dzur



Guaridas y resistencias / Aforismos / Primera parte / El hombre extendido

Parte Una: Lecciones Dionisíacas


El hombre trágico

La aniquilación del diferente

La rebelión jubilosa

El hombre regocijado

La compañera imprescindible

Bendición de Artemis

Con largo alcance

Cuando no se tiene ocasión de equivocarse

Cuando había una inocencia

El hecho trágico

La felicidad es una osamenta frágil

De los menosprecios culturales

De la Canción de Ullikummi

Me llamaron el castrador

La extensión del karma

Tu vida pensante acumulada

De la densificación de la mentira

Bendita la divina rebelión

¿Cuál es el reclamo?

Invitación

Usted tiene que escuchar

Empozamiento

El mentiroso y el reo

Para ser una ventana

Viene entre perros y viejas bochinchosas

Los perros y yo

Dejar atrás lo que no huela a amor

Ojo eterno y ciego del deseo

Te fundaré los ojos

Los ojos de las ménades

Esqueleto de la luz

El eco ovárico

Si el mundo está bien

Obelisco

Cuando no te veo

Y gritó... Yo lo maté

Voy por luz

La envidia

Contra-interrogatorio de una bacante a Penteo

De la abundancia de la vida y de la fe

Bendiga la fe de los comienzos

Pon tu cifra de fe

Contra las nociones de carencia

Pide en nombre de la fe

Lo que ella es, nunca hybris

Bendecir es atraer

La fe en tiempos de carencia

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Parte Dos: El viajero


Abre tu mente al mundo

En el canturreo de las frivolidades

Vas a la delicia por sustancia

Los consuelos del árbol

Un árbol ha consolado

Manuel González Prada (1844-1918)

La cruzada a oscuras

No subas al cielo

El vagabundo y el olvido

Me extendí

Nostalgia

La huída

Llevo un poco de prisa

Este viaje huye de la culpa

Irremediablemente vivo

Vagabundeo

Escapa / antes de la caja de Pandora

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Website de Abelardo Cano / Perlas de Luna / Pluma y Tintero / Letras Uruguay

Sunday, June 12, 2011

Textos de «El hombre extendido» / Poemario premiado en UCI, Irvine



Guaridas y resistencias / Aforismos

EL HOMBRE TRAGICO

De los modos trágicos de ser
yo escogí la rebelión
y la única compañera
que la rebelión tiene:
la Esperanza.

De hecho, mi elección se debe a la institución
de lo Trágico como el griego lo entiende.
Como sus poetas nos lo han restregado
en las narices y lo hablan
aquellos que, por trágicos,
se han sacado los ojos.

Aún así, el rebelde me late.
No me indica que busque libertades absolutas
ni crea a las racionalidades opresivas,
hegemónicas, esquemas binarios,
esquematizados y jerárquicos,
reduccionistas e inmutables.

Todo lo que permite la Certeza Eternizada
se vuelve dictadura, con dogma
en su fondo y puta intolerancia.

Zeus y Hera son una mala pareja
para reinar en estos Hogares humanos
donde yo prefiero ser rebelde dionisíaco,
más trágico que lógico, nacido
de la Luna, antes que de entes Perfectos y Puros
del Olimpo...

... y si tengo verdades universales remanentes,
aún, homogeneizadas por el poder del Olimpo,
me concentraré en subvertir
el sistema de injusticia, y cada afán
de apropiárselo todo que distingue
a los avorazados, violentos
hasta con las ninfas y náyades
que danzan inocentemente
al pie de los arroyos, y las meten
en sus burlas.

Desde hoy, quiero a todas ellas.
Para las ménades, que sean mis rebeldías.
Para las niñas y hembras
de cualquier edad
serán mis protecciones.

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LA ANIQUILACION DEL DIFERENTE

No es por falta de neuronas que hay gente
que parece diferente y que, por oprimida,
rechaza lo que alguno llama el Ideal de Mundo,
el Status Quo, la revelación de lo que prevalece,
domina y debe ser éticamente incuestionable.

Saberse diferente es el primer paso especilativo
para abrir el Saber Absoluto si de veras existe
y el rebelde ha descubierto que no.
Tal vez existe; pero nadie conocido
lo tiene. No hay vacas sagradas
en este aquí y ahora provisional.
Hay sólo un grupito de canallas felices
ante los cuales se urge diferenciarnos.
Esa es la verdadera esencia
de hacerse diferen6e: evitar que ellos
vengan, por sus estúpidos fueros,
a aniquilarnos.

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LA REBELDIA JUBILOSA

a Dioniso: el dios trágico
Uno de los rebeldes que conocí, me instruyó
en torno a las prácticas del júbilo,
secretos que la existencia guarda /
si por bien somos humildes,
generosos, naturales danzantes, cantadores...

El secreto de estos rítmicos ditirambos
se vale como drama sentenciosa:
«Que lo que sea el orden divino del mundo (Díke)
lo busquemos a flor de tierra», oyendo los viñedos,
descubriendo no sólo amaneceres,
también la noche y lo oscuro.

Puede que haya que estar muy cuerdo
(a fin de buscar eso que proclama
a la conciencia kairológica),
superación interna para lo Trascendente,
pero yo lo quiero, sí,
con algo de regocijo, arrebato,
pasiones, no a lo Kant, no a lo Fichte.

Quiero un dios loco en quien yo vea
a mi niño, dios que cante y toque flauta o lira,
o unos tambores, y que no me converse
sobre el sistema del saber absoluto.

Sí de amores concretos, cotidianos,
accesibles, ante los cuales Tijé / Moîra /
sean dos palabras para la Dicha y la Ventura
dos canciones dionisíacas
sobre la Fortuna y el Destino.

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EL HOMBRE REGOCIJADO

Las leyes no escritas con el corazón
se descubren. Los rebeldes las saben.
Parece que las han recibido por otorgamiento
de lo que sea Su Fuente.

Con las leyes humanas ocurre, lo contrario.
Parecen escritas para obstrucción.
No otorgan otra cosa que opresiones
y engañifas. Noción de que el conocimien6to
urge, como proceso indispensable,
el sufrimiento, el dolor.
la desesperanza.

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LA COMPAñERA IMPRESCINDIBLE

De los modos trágicos de ser, yo escogí
la rebelión y la única compañera
que la rebelión tiene: la esperanza.

Sin tan hermosa compañera
de lucha o de parranda,
¿para quién batalla?
¿para que robar al Olimpo
el secreto del fuego, rebelión
y discurso de la libre conciencia?

Nunca la compañera imprescindible
te mandaría a Troya, a batallas inútiles
ni pediría que salgas de Aulis,
del Puerto de Beocia, o quei abandones
la casa, siendo qie ladrón viene y se asoma
y tu mujer se vuelve la tentación
de los más truhanes, traidores

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BENDICION DE ARTEMIS

Si llegaa esa compañera descrita por Sofócles
en «Electra», lamenta tú también
que los jóvenes mueran en Troya.

Lamenta que se enoje contigo, Agamenón,
porque tienes la costumbre de matar animales
que son sagrados para ella.
No culpes a la airada Artemis.

Ella es Compañera imprescindible.
Si llegara, tal como es descrita por Esquilo,
no te jactes de que eres cazador competitivo.
Ni mejor ni peor que ella seas
en lo bueno y lo malo, lo humano y lo divino.

Ni la vida de tu hija Ifigenia
aplacaría la ira que ocasionan
tus blasfemia... ¡Mejor cuídate del viento
propio de tu boca huracanda;
cuida la plaga que nace de tus actos.

Si la compañera imprescindible
llegara y te dijera: «No zarpes con ejército alguno
ni te arriesgues a que mueran tus jóvenes»;
no zarpes ni mandes críos
al matadero, Agamenón,
Rey de Micenas y Argos.
Sé el compañero.
Bendice a Artemis cuando la veas.

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s

En torno a los libros de Carlos López Dzur




CARLANCAS / 78 / En El Gallo con Alpargatas

DE «EL CORAZON DEL MONSTRUO»:
... cuarenta y cinco relatos sobre la realidad íntima y social de la opresión y el colonialismo... El título «El corazón del monstruo» alude a una frase del Apóstol Cubano de la Libertad José Martí cuando comentara la codicia político-expansionista del Aguila del Norte, la explotación económica y las modalidades de alienación obrera y humana que presenció en New York. «Conozco el monstruo porque he vivido en sus entrañas». Carlos López Dzur, a través de 45 cuentos, nos describe ese monstruo externa e íntimamente y lo contrapone a la bondad posible, aún remanente entre sus víctimas. Lo ubica en momentos subjetivos y en instituciones, donde la lucha y la esperanza forcejean en aras de sobrevivirse. Sexualidad reprimida (# 11,17, 30) y desbordada (18, 24, 31, 33, 43), la violencia verbal y física (4, 7), la niñez autodestructiva (34, 35) o en riesgo (26, 38, 45), la desilusión místico-religiosa (5, 6, 37, 43), alcoholismo, neurosis y nihilismo (21, 36), egoísmo e instinto de acaparación (14, 20, 22, 32, 41, 44), desenfreno social (38, 39), el derrumbe colonial (15, 40), la trivialización de la política (19, 27), el entreguismo y la falsa consciencia (25) son temas contrapuestos a la nostalgia de lo local, auténtico y comunitario (3, 12) y la búsqueda de una ética, areito y diálogo (1, 9, 16, 23, 28, 29, 40) que permita, con sentido histórico y existencial, el análisis de los riesgos que confronta la libertad.



Del libro Simposio de Tlacuilos (Ediciones Nuevo Espacio (August 2000), 232 ps., se ha enfatizado en la dimensión ecológica e indigenista de su mensaje. «Entre otros valores de la novela, lo novedoso del tratamiento del tema que la sitúa a caballo de diferentes estilos: novela histórica, mitológica, literatura infantil y permeada de lo que hoy día se conoce como la ecoliteratura. Las imágenes son muy hermosas, la personificación de los animales y el rol que se les da es tierno y muy profundo. La mezcla de tiempos históricos le da un valor universal y atemporal a la novela, lo que es una de sus mayores virtudes», dice una crítica del 5 de mayo del 2000.

SOBRE EL AUTOR

Carlos López Dzur,
«poeta de la exuberancia», dice el Dr. Yván Silén. Como cuentista, en la Generación del '70, López Dzur «retoma la altura de la mejor tradisión puertoriqeña que conosimos asta Luis Rafael Sánchez», alegó el crítico Joserramón Meléndes en 1980; Néstor Barreto, otro poeta de su generación, valora en el afuerismo de López Dzur, creador en la Diáspora y en el clandestinaje intelectual, las dotes del «mistagogo» y el «nosólogo». En la frontera mexico-americana (donde reside), Carlos ha sido considerado un «máster, chaka y perrón como méiker del mapoe y el tocuen» y uno de los pioneros en compartir su literatura en la teta de vidrio (Lic. Héktor Humbert Martínez).

«La producción de Carlos López Dzur es multifacética y multidireccional... un joven escritor cuya pluma es capaz de fragilizar apariencias hasta dar con la esencia, en constante ejercicio intelectual... es como un prisma que filtra luz y le da varias direcciones. Permite interpretar una historia desde una gama de puntos de vista, pero que, sin embargo, tiene condición visceral en la medida que su obra cuestiona las formas y los adornos del American Way of Life hasta que emergen aspectos profundos de una realidad que no es tan bondadosa... De vigorosa prosa, rica en el manejo del lenguaje español, desde un nivel coloquial hasta un exquisito tratamiento, que va del conocimiento de lo religioso a lo científico»: Francisco Valverde, 29 de diciembre de 1989.

Carlos López Dzur nació en Puerto Rico el 1 de septiembre 1955. Miembro de la Generación Literaria del '70. Se inició con la publicación del libro de cuentos «Sarnas de la ira parda», considerado el primer libro de narrativa importante y renovadora de esta generación. En Puerto Rico, hizo estudios con el filósofo austríaco Dr. Alfred Stern e hizo investigación histórica sobre la invasión norteamericana de 1898 y la violencia campesina. Colaboró en la prensa y comenzó el primero de sus libros poéticos, «Las zonas del carácter».

Desde 1983 radica en el estado norteamericano de California, Después de hacer una licenciatura en Artes en Literatura Comparada e Historia Latinoamericana, realizó estudios graduados en Filosofía Contemporánea y se doctoró en la Universidad de California. Se ha dedicado al periodismo y la enseñanza. Fundó la revista Sequoyah, la que hoy pervive en formato virtual.

Sobre su trabajo literario sucesivo que incluye las novelas «Berkeley y yo», «Las juderías», , «Simposio de Tlacuilos», «El pueblo en sombras», los libros de cuentos «El corazón del monstruo», «Leyendas históricas y cuentos colora'os» y los poemarios
«El hombre extendido»
, galardonado con el Premio del Certamen Literario Chicano de UCI, Irvine, «Tantralia» (poemas presentados en Congreso de Hispanistas de Nueva Delhi, India), «El Libro de anarquistas», «Lope de Aguirre y los paraísos soñados», «La casa», «Memorias de la contracultura», «Heideggerianas», «Teth, mi serpiente y «Canto al hermetismo», recientemente, presentado en Puerto Rico por la Colección Editorial Maravilla, se ha dicho lo siguiente: «Su diverso universo literario incluye la evocación de lo pueblerino y el folklore de su tierra con dotes – como han dicho muchos críticos – de sicólogo para esbozar personajes que saca de la vida real y, como el filósofo que es, de lo más complejo de un sistema saca aforismos».

También se observa: «Evoca lo español que corre por sus venas ancestrales; exalta lo negro y lo taíno, lo judaico y lo védico. Nos mete a un mundo de literatura que serpentea las esferas del mito y, sin embargo, explora y describe su temario como un auténtico sociólogo, capaz de pasar de la historia a la materialidad concreta del aquí y hora, en tiempos de globalización, saqueo, hambres e inflaciones. La esfera de sus curiosidades intelectuales son la mundanidad». «En la obra de López Dzur hay un serio y empecinado intento de rearmar el mundo mítico a través de la explicación racional mechada con recursos poéticos donde prima el animismo y la significación de sentido por encima de los esquemas racionales... Reflexiva, profunda, la poesía de López Dzur se mueve en un equilibrio entre antítesis que pareciera imposible de mantener».



Referente a temáticas del libro Yo soy la muerte cita Abelardo garcía Vera, después de coincidir ambos en que no hay que hacer un culto a la muerte: «Sólo en apariencia éste es un libro sobre la muerte y la expresión social y humana del no existir... y el cadáver a la postre, descompuesto en la tumba o reducido a un puñado de cenizas. Lo triste de la muerte se bloquea con el olvido. Los que aman hacen lo que yo, meditatio mortis... Basta una meditación a tiempo sobre el buen vivir y la gratitud. De ésto es que hablo aquí. El libro se estructura sobre varias alegorías. En el sentido interno y profundo, la Muerte en torno a la que yo poetizo es la consciencia de eternidad, de belleza, de éxito, de sentido y de Bien. Es por lo que comparo la Muerte con una Dama, con una Enamorada, con un Ser Adorable».

Su Cuaderno de amor a Haití es, con «La casa» y «Hazel», uno de sus primeros poemarios, en los que comienza a verse la influencia universitaria de Heidegger. Con el libro El ladrón bajo el abrigo comienza en su poesía una profunda inmersión en la Kabbalah.

El libro de más reciente publicación es «Canto al hermetismo», cuyo segundo volumen de continuidad ha titulado Los poderes interventores. Trabaja aún en libros tales como La Revolución Profunda, Teoría de la sustentabilidad, El libro de la amistad y el amor, «Epca de San Sebastián del Pepino»(poemarios), y las novelas Gustavo el Maestro, Gustavo el Maestro y otras. Aunque libros de aforismos filosáficos, sus colecciones de Carlancas, son prosa poética, diferente en estilo a una extensa obra histórico investigativa sobre Puerto Rico (Trece monografías de histiria municipal).

La compositora bielorusa Galina Gorelova, directora de la Sinfónica de Música Filarmónica Contemporánea de Moscú, ha musicalizado textos de este poema e incluído, junto a Pablo Neruda y Césat Vallejo, en la Serie de Canciones Poética de América Latina. Textos poéticos suyos han sido traducidos al inglés, el portugués y el francés, y su poesía antologada en volúmenes colectivos o generacionales en España. Cuba y México.

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El libro de la guerra / Carlos López Dzur / Ver / EcoPortal / Industrialización de la Producción Ecológica / Teoría de la sustentabilidad: Primera Parte / Soliloquio de Nemoroso / Segunda parte: Soliloquio de Salicio / Teoría de la sustentabilidad / Soliloquio de Nemoroso y Salicio / Para el huerto casero / La agricultura campesina sostenible / Petroleras engordan bolsillos en tiempo de crisis / Sobre el haber nacido en el mundo subdesarrollado / EcoPortal / Industrialización de la Producción Ecológica / EL LIBRO DE LA GUERRA / Indice: El libro de la guerra / De los objetivos estratégicos / Descripción del pene del diablo / Prat dels cremats / Prado de los quemados / El historiador / Colección Maravilla / Carlos López Dzur: Carlancas / Lope de Aguirre y los paraísos / Sequoyah 55 / El libro de la guerra / Six Principles of Global Manipulation / Prefacio / A las Carlancas / Partzufim / El rostro de la luz / Del silencio al sonido, del juego a la Logía / Cartas de los lectores

Saturday, June 11, 2011

Los datos esperados sobre el oriegen / López Dzur


CARLANCAS / 78

Del libro Teth, mi serpiente / de Carlos López Dzur
DATOS ESPERADOS SOBRE EL ORIGEN

Lo mejor de mí, lo más objetivo del dato
que esperas para definir lo que Existe
o es sólo el cuento,
acostumbrada mentira en torno
a mí y a tí, lo mejor de nosotros
para desmentir el mundo
y sus mitologías desfiguradas
de poder y representación, voluntad dañada
por codicia, miedo, vacío, desarraigo,
yo lo tengo en el interior del Tiempo sagrado
mas ya sé (y la ciencia lo sabe)
que está indicado como signo
en la condición externa de la rata que huye
y de la serpiente que sisea
con secos vientos de Saqqara.

Hay que huir ante lo que tengo escondido
dentro de 1,00O tumbas y 17 pirámides
en cuyo interior dibujé las confesiones.
Lo que soy. Lo que somos.
Imagino que otros no querrán abrir los féretros
y que salga el alma de no menos
3,000 seres como tú y yo, así como somos todavía
y seres que habitaron en 3,000 asentamientos
o pequeñas aldeas.

Tú ni imaginas lo que podríamos mostrar
si se metiera ahí, yendo a los asentamientos
y que nos vean como gusanos eternos,
aún antes de Jacob.

Culebrillas que aman lo profundo del barro
somos, inquietos por rescatar la momia
del En Sí mismo
cara a cara.

¿Te imaginas que podamos a otros
enseñar, por primera vez,
nuestra vista de murcielaguinos
moléculas cerebrales, genética
de vampiros humanos?

Iríamos con ellos entonces bajo el suelo,
apetentes de que se reconstruye el olvido
aunque sea por la curiosidad paleontológica.

Desde muy lejos, sin humana cercanía
y sin habitarse donde ellos lo hicieron,
sabrá ya quién lo pueda datar
en millones de años y calcular
que fue antes de las alegadas civiliaciones,
se nos ha visto el corazón
como primeros muertos.

Por satélites llovieron las fotografías
y se cavaron en tierras sobre las que nunca llueve
y con dispositivos infrarrojos se identificó
un porcentaje en torno a lo que hicimos
y lo que somos, aquello que se pregunta
sobre el hombre puro que hoy
se niega que exista y al que, más bien,
nos lo atacan desde los 4 flancos
si sospechan / o sospecharan que efectivamente
tenemos su arquetipo, su perfecto especimen.

Desde muy lejos fue posible
tocar algo sublime y traicionado
y dudo que vayamos allá, que nos inviten.

Mejor ellos se callan y no entran
bajo tierra, como ratas que se esconden
o culebras que se ocultan
y salen a sisear, comiendo polvo.

Meuor es no investigar fantasmas que son
nuestros datos objetivos del ser.
Los han visto por lo menos de un metro
de diámetro en la superficie de la tierra
allá en Egipto y somos...

¡los primeros nosotros, primeros
de la raza de la que provenimos
antes que nos transformaran
en simulacros!

01-04-2005
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Friday, June 10, 2011

La guerra y los buitres / De El Libro de la guerra


Estética personal / de Carlos López Dzur
DEJASTE DE SER MEMORABLE

Francisco, una firma en el Salón de los Espejos
del Palacio de Versalles, te ha dejado
como un espectro sin sustancia.

Tu presencia ha desaparecido del cristal
y el sílice; ya no es tuyo el poder.
Ni una bala / la que te asesinara / pudo algo
tan permanente, necesario,

después de años de guerras
e intentonas de matar la autoridad
de tu recuerdo, tu poder de Archiduque...

Todos los días fueron tristes en Sarajevo
cuando se tendió como cadáver
tu osamenta el 28 de junio de 1914.

No se había podido matar lo que había
que matar después de todo.
En realidad, hay que matar a símbolos más grandes
que tu vulnerable personita de Archiduque.

Desde aquel magnicidio en Sarajevo
cada uno de los días han sido tristes
porque sólo se dio una lamida
sobre la llaga y la llaga es una injusticia
que heredaste, perdura, crecerá en podredumbre.

Tú no eres el poder del que Serbia pidiera el final
con la voz de un anarquista airado.
Tú no eres la alegría de Alemania ni de Austría.

Puedes que hayas sido objetivo de buitres
de la Triple Entente, pero tú,
de por sí, otro buitre...

... un buitre ulcerado, enfermo,
sin otro remedio que morir.... Un disparo
es mero proyectil que por misericordia
te quita del medio...

05-03-1988 / De El libro de la guerra

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LA GUERRA Y LOS BUITRES

El ruso condonará a tu asesino.
El mundo, en rigor, agradecerá que se diluya
tu recuerdo en el Salón de los Espejos
y que no seas ni motita de niebla
ni trazo de luz, mal enfocada.

¡Quien dijera que el estertor de guerra
sería tu legado, el simulacro de importancia
de una vida mediocre, parasitaria de príncipe!
Te lanzaste contra los serbios
y Rusia te ha odiado y el odio se propagó
como una epidemia...

... a Austro-Hundría en ímpetus de muerte
se sumaría Alemania, Turquía, Bulgaria,
Gran Bretaña, Francia y después de Rusia,
Japón, en 1914, Italia, en 1915,
y Estados Unidos, en 1917.

El hedor de muerte, ¡aprendelo!
mira cómo se genera la carroña
y se convoca los buitres.

05-03-1988

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EL TRATADO DE VERSALLES

Tú pagarás los platos rotos, Alemania.
En términos de finanzas, de cómputos
de dólares y centavos, dáme 33 mil millones
y yo paro la muerte; me quedo solamente
con el desmembramiento de tu mundo.

Que el cuerpo de Francisco,
el archiduque, sea como fantasma
de tu antiguo territorio.

Dáme tu desarme, casi total. Te dejaré
un par de dedos y una pistola
(con ella puedes volarte los sesos).
un desarme casi total del ejército y la flota.

Austria, han reclamado su independencia
los polacos; no es que la darás. Ya la han tomado.
Y Checoslovaquia, Yugoslavia y Hungría
se han declarado libre. Tu viejo puño
de imperio ya no tiene fuerzas.

Francisco, eras buitre seco, flácido
enjamebre de piel sombría.
El imperialismo no dura para siempre.

09-03-1988

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LOS CARBONES LATENTES

La alegría del mundo no era, así y todo, completa. Nubes amenazadoras, preñadas de presagios angustiosos, enturbiaban la gran esperanza de los hombres. La paz prometida podía retrasarse demasiado y dar tiempo a que los carbones latentes entre el rescoldo del incendio alzasen otra vez la hoguera devoradora: «Tratado de Versalles: Fin de la Primera Guerra Mundial», El imparcial, Madrid 29 de junio de 1919
Pelearán los hombres, no por nuevas fronteras
delimitadas con gestos de pacificación
como Versalles. No. Pelearán por la vieja carroña
con instintos de almas de buitre y de hienas.
Dirán que están inconformes.
Que no es justa una frontera, presa
de muslo sacada de la caja del Kentucky's.

Y con inconformidad con las piezas del reparto
vendrá el carbón recalentado, el germen
de otra nueva guerra. Así profetizó alguno
el 28 de junio de 1919
en el Salón de los Espejos del Palacio
de Versalles y fue seis meses antes
con la firma del armisticio de 1918.

09-03-1988 / De EL LIBRO DE LA GUERRA
de Carlos López Dzur
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EL LIBRO DE LA GUERRA / Indice: El libro de la guerra / De los objetivos estratégicos / Descripción del pene del diablo / Prat dels cremats / Prado de los quemados / El historiador / Colección Maravilla / Carlos López Dzur: Carlancas / Lope de Aguirre y los paraísos / Sequoyah 55

Baruj el Bendito / De Teth mi serpiente



Vista aérea de Tel Aviv
POEMA DE CARLOS LOPEZ DZUR / TETH, MI SERPIENTE

1.

al rabino Michael Lerner, líder
de Tikkun Community / Network of Spiritual Progressives

Toda la violencia que circunda,
opresión que nos tiene cautivos,
palabras que se hacen propias mas no
nos pertenecen, son ocultación,
niebla sobre tu meta, Bendito.
El Ay bendito que se vuelve lelolay
de sumisos es canción de huidores.

No configura su interno redentor,
Alma propia que los saque / moshej /
en el corazón no tienen y, por tanto,
no se elevan más alto que el Har HaZeitim /
no arriban al Monte de los Olivos /
con una petición /
que tenga una respuesta
durante la fiesta gris del Baraj,
uno que huye ante sus días.

Pero, desde el primer Shavuot,
Tú entregaste la Torá para que pasáramos
de ocultación a bendiciones manifiestas.
Y yo, antes en huyilanga, me atreví
a pedir, a desear, a potenciar el anhelo.

«Dáme libre albedrío, házme
dueño de mis opciones, si me equivoco
te eximo; todo que sea para el Bendito
(bendito antes, En Tu Nombre).
Expresaré mis visiones al fraguar mi propósito;
porque el mundo ha sido violento
y no te merece y no veo, hasta hoy,
meta que sea más fuerte que la de mis opresores;
pero, ¿Quién el creador si no Tú?
Llévame al Desierto donde entienda».

2.

Entonces, ví la Luz de Jasadim
como una extendida y larga pradera y dije:
«Hacia el horizonte caminaré» y, en lo cansado del viaje,
cuando vino la noche y en la horizontal del aposento
esperaba el día, ví la Luz de Jojma,
distinta a la fuerza de Bina,
porque Jojma es vertical y su fuerza proviene de Maljut.
Y dijo: «Yo me restrinjo, bendito;
y mi placer será Otorgamiento; por otorgamiento,
llenaré tu kelim, trae la vasija.
Bebe de mi luz, házla poesía.
Ofréndame el libre albedrío de tu palabra pura
y házlo una fase personalizada de mi expansión.
Cántame tú verbos que te separen de la cautividad
del mundo y llámale a esa plegaria de amor,
el Desierto. Tu Desierto. Nuestro Desierto».

3.

... porque allí donde estuve, lloré por dos pueblos,
ambos hermanos queridos;
... porque allí supe que se amenazaban,
se destruyeron paulatianamente
y ninguno era mejor que el otro.
Ví que se erigió el Muro del apatheid,
zonas de ocultamiento,
la Muralla del racismo,
convertida en un slogan demagógico:
«El Muro de Seguridad / the Security Wall».
Fue por los días en que terroristas suicidas
dinamitaron estaciones de autobuses en Jerusalem
y una disco en Tel Aviv.

¿Qué haré en estos días de Nakba / Catástrofe
que niega mi anhelo de vivir sobre un mundo restaurado
y justamente productivo / ¡oh, padre del Tikkum Olam?
¿Qué haré ante tanto sionismo organizado,
armado para el mal y transformarse con lo prohibido
en tentación y jactancia, qué haré
con mis hermanos palestinos, por más de 30 años
endeblecidos por el terror del Sionismo
y las políticas británicas y sus mafias que
han abocado a la guerra desde el 15 de mayo, 1948.

Soy yo quien estoy inerte, aún no fuera
de la canasta que flota entre aguas amargas
de dos pueblos... aún sin hallar mi camino
hacia el desierto,
y ya he cantado mi segulot.

Por cuarenta días, según me pide el Tehillim,
invoqué mi dormido Moshe Rabainu y dije:
«Si fue milagroso para Hashem separar los mares,
milagro quiero en estas tierras, donde mi cuerpo
al sur es como cedro del Libano, con follaje
de fenicia hermosura y crisol histórico de razas;
si fue milagroso que viera separarse
las aguas del Mar muerto
al norte y al este de Siria, destaja una manzana
en cinco partes y da el pedazo correspondiente
a mi hermano palestino, a todos, Israel.
Da lo que es debido, en ética generosa
de Hashem, más a ellos, quienes te dieron
lo tuyo en Palestina para que seas la Nación /
Estado de Israel...

Un quinto trozo quiero.
De manzana, el mío, amado Hashem,
que sea el Desierto, respuesta desde el Shavout,
la fiesta de la Torá, respuesta desde los Cinco tehillim
de la beracha de las Manzanas, Shechina.

4.

Ninguna limitación va a controlarnos.
Estamos viendo las voces.
zhuez, zhoares / Rosh jiodesh,
el que viene es Géminis:

Fanny G. Jaretón

Un día escuché que la discoteque Dolphin
voló en pedazos y con ella los cuerpos de cientos
de adolescentes. Veintiuno eran israelitas
y, en la mañana, supe que grupo llamó a tal crimen
la Operación Triunfante / 2001.

Desde entonces, el ejército pregunta
por cada barba y turbante, revisa caminos,
aún tranquilos caminos, ignorados
y a todo operativo de autojusticia y odio
en ajenos y propios vecindarios
antepone el pretexto de la «seguridad».

Antes de 1929, éramos vecinos que se amaban.
Palestinos que huyeron a Jaffa y Ramallah
porque odiaban las guerras y la escaramuzas,
y a sus hermanos judíos dijeron:
«Tenemos el derecho al regreso.
En su ocasión, lo ejercimos.
Es injusta una patria desplazada.
Es injusto el exilio forzado
y la injusticia y menosprecio
en el extranjero»
y, cuando se vio llegar al judío,
a cada colono se midió por tal vara y se agregó
la frase: «Bienvenido: Las Manzanas Sagradas
se dividen en cinco pedazos;
toma la tajada que te pertenece».

Y la Suiza de Oriente Próximo te dio su pedazo
y no sé qué pasó al cabo del tiempo, 1975–1990,
que se destruyó el entendimiento
y no pudimos ver más
días de Géminis,
ser-Nos gemelos
en afanes buenos...

La década de 1940 fue de ingratas incursiones
en Líbano y grupos armados palestinos
y de la milicia libanesa Hizbolá hicieron
un «Partido de Dios» y, como el tuyo, Israel,
se inundó de sangre y yo... no pude
con los dioses sangrientos,
con estas emociones de Géminis que piden:
«Véte al Desierto otra vez.
Que no Te importe lo que gente haga,
diga o piense sobre la libertad y la divinidad
que puse en tí. Sólo la experiencia del Desierto
nos abre en lo profundo. Nos redime.
Saca, saca, saca, tu ser / Moshej / Moshe oculto
y sube al Har HaZeitim, Monte de los Olivos».


5.

«Before 1929, Jews and Arabs lived in peace. In fact, my grandparents were rescued by Arab neighbors during the 1929 riots. I want to know more, but we get separated at the checkpoint»: Dr. Herzl

Fue el verano de 1982, cuando ví a Beirut,
sitiada y bombardeada durante dos meses
y, entonces, Israel, te pregunté:
«¿Por qué el pueblo de Hashem hace ésto?
¿Por qué escupe con igual gargajo
sobre la tierra Palestina?»
Ví las fuerzas de la OLP salir de la ciudad
y al ejército agresor proclamar
«Paz para Galilea», pero llevaron antes la muerte
y otros cómplices a Beirut,
milicias cristiano-falangistas libanesas
a la zona oeste de la ciudad.

Y ví, sería el 16 de septiembre, la muerte
que entró a dos campos de refugiados
y asesinó a unos mil palestinos
en los campamentos de Sabra y Chatila.
y, entonces, en 2006, Israel, te pregunté:
«¿Por qué el pueblo de Hashem hace ésto?
¿Por qué escupe con igual gargajo
sobre la tierra de Beirut y pretende ser
mejor que Hezbollah? ¿Por qué reincide
como en 1982 en invadir al libanés, hermano?»

Y el 11 de abril de 1996, antes de que se me hablara
eesee el Monte de los Olivos, supe de la Operación
«Uvas de la Ira». Fueron tantos como 17 días
de espanto, ataques reanudados contra Hezbollah
y más de 300 mil libaneses obligados a huir
de sus hogares. Huir es negar el Desierto Bendito,
acumularse como utensilios en cajones,
como rebaño en corralejas o bajo campamentos.
¿Por qué no se piensa en las bajas civiles?
¿Por qué no se pone fin a esta inútil juego
de soldadescas vs. guerrilleros?

6.

«Israel will agree to let 20,000 Palestinian refugees return each year for the next thirty years to the pre-1967 boundaries of Israel and provide them with housing. (This number — 20,000 — is small enough to not change the demographic balance, yet large enough to show that Israel cares about Palestinian refugees and recognizes that they have been wronged.) Each state must acknowledge the right of the other to give preferential treatment in immigration to members of its leading ethnic group»: Raba Michael Lerner, Embracing Israel / Palestine (2003)

Porque creo en los límites de la violencia
y las nociones vulgares de muerte,
desde el Desierto bendigo a los remanentes.
Desde mayo de 2000, a los israelitas que se retiran
del sur del Líbano los alcanza la Luz
y la ira de Hizbolá no podrá tocarlos.

A los palestinos, no con palabra mía, les bendigo.
Lo LiShmá no es vanidad para Su Nombre
LiShmá también habla para los huidores
y hará bendita / baruj /
a la Suiza de Oriente Próximo
porque el tiempo de eternidad no se muere
ni se mata en guerra.
Con Pesaj vibra el cosmos y se vence
el ángel de la muerte y se abre el mar muerto
para que salga horizonte y senda y vida
y ví en el desierto conexiones de Luna Nueva
y la necesidad de espíritu compasivo
y de confianza que mueva
a procesos de paz en el Próximo Oriente
y todas las reparaciones que fueron disponibles
para tí, Israel, cuando huyeron de sus tierras
antes de 1929, que se ofrezcan a los árabes
que huyeron de sus tierras entre 1948 y 1977
porque el Bendito maneja las fuerzas
de Manzanas Sagradas / Shechina /
y de las cinco tajadas dará cuenta.

Del libro cabalístico TETH MI SERPIENTE /

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CARLOS LÓPEZ DZUR • ESTETA CARIBEÑO- / Carlos López Dzur: Entre la narrativa y la poesía / Breves antologías poéticas / Charkito / Como una amazona / A Luisa Bottari Rico / Red Mundial de Escritores / Biografía / Carlos López Dzur; Poeta Chakaloso / Carlos López Dzur: Entre la narrativa y la poesía / En El Librepensador / Las Partidas Sediciosas en SS del Pepino / 1898 / Sequoyah 56 / CON PANTALETAS AZUL CELESTE / Yo soy la Muerte e. Editorial Alebrijes / Homenaje a Frances Perkins, educadora / Textos de «Heideggerianas» y aproximación de Carlos López Dzur a Martin Heidegger

Wednesday, June 08, 2011

Descripción del Pene del Diablo / Prat dels cremats


Del Libro de la Guerra / de Carlos López Dzur
A Angela de la Barthe, quemada viva,
en Toulouse, Francia, en 1275
Tú no dijíste nada. Sólo temblabas de miedo
frente a aquellos hombres que con una cruz
en las manos estaban a punto de sacarte los ojos.
Aquellos hombres que eran una chusma de ignorantes
que arrancarían de tí una confesión sacramental
con la tortura; tú no dijíste nada,
sólo que nunca supíste que es exorcismo
ni mano gentil que consolara tu vida de miseria.

Tú dijíste que al pie de tu cama si tenías
una piedra agujereada y que amarraste un atadijo
de ajos a la cabecera; tú dijíste que, en tu escasez
de esperanza, no buscaste nada que sea malo, pero...
que nunca oras, ya no te sabes rezos. Y decirlos es en vano.
Dios no te escucha; al parecer, no hay para tí
perdón en las Alturas, Dios te ha olvidado.

Tampoco en la tierra hay misericordia: tú mendigas
a los que mucha riqueza atesoran y te ignoran.
Te han robado, en cambio, la hermosura
que descubren debajo de tu andrajo.
Hace años, apenas dos decenios, eras
la bella adolescente, Angela. Virginal, púdica.

Y hoy te llaman puta, paridora, vejeta flacuchenta.
El que ha venido a tí, por un ultraje vino y se va
y te preña y no te deja un mendrugo por bocado.
Ahora dicen que eres infanticida porque tus niños
de hambre se mueren; te acusan los vecinos
de Tolón de comer de sus carnes, en vez de enterrarlos.

Te preguntan por Hécate. Tú sólo dices que es
la primera vez que escuchas ese nombre.
Insisten en que conoces a millares de íncubos
y que el Diablo te perturba en los caminos.
«Tú lo llevas a casa», aseguran y recallan
tu insistencia: «No es cierto. Es falso».

Te presentan evidencias numeradas
de presuntas vilezas: potes de esclepia ácida,
ungüentos a base de cicuta, residuos de mandrágora,
beleño y belladona, acónito que produce letargos.
«Todo ésto lo hallamos en tu casa.
Eres bruja», te dicen, aunque insistas no es mío.

Pero nadie sacará en tu defensa la cara.
Ni los que rememoran las veces que te echaron
al lecho y se hartaron de tu sexo hermoso;
hoy eres una hambrienta hediente,
haraposa barragana, pordiosera; te escupirán
(querrán que se engañen tus ojos y se te pierda
el aliento cuando apliquen la dosis de estramonio).

Y fue cuando empezaron a inducirte visiones.
Te presentaron al hijo que te queda
entre casi una docena de paridos y abortados.
Te dijeron: «Dínos quién es el padre
de este mal nacido; describe al crío».

Fue la Inquisición la que lo trajo cuando
ya estabas drogada, aquella mañana del 1275.
«Su padre es Satanás. El Maligno
es quien me seduce y me embaraza. Lo sé
porque su flujo es frío y abundante
y su pene, descomunal, con esquirlas de hierro
que me hieren la carne y me desangran
como si estuviese pariendo; pero, al final, no duele.
Duele menos que el placer de los hombres».

«Oigo, además, las promesas que El hace:
Volverás a ser joven, apetecida, la más hermosa.
Nunca más serás abandonada en las encrucijadas.
Te colocaré en el lugar apropiado en el tiempo preciso.
Tú, alumbra por de pronto, este hijo.
Corta su cabeza de lobo y cuélguela de un árbol
con su ombligo. Quema su cola de serpiente
y échala en un caldero de agua hirviente
y sál a las calles, de hoy en adelante,
serás súcuba suculenta, mi harlot,
mi amada en Tolón, mi bruja,
mi hija y mi representante».

04-09-2000 / El libro de la guerra

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Prat dels cremats / Prado de los quemados

A Andrés el Apóstol, quien con el misterio del Grial
trajo a las tierras eslavas la fe de los puros y perfectos,
la fe de los hombres buenos...

Vendré como si fuera Lo Vital de la historia
y la percepción simultánea de todos los momentos
y las causas de los hombres, yo, que soy
la Dispersa y No la Prometida,
yo, que no tengo otro descanso que mi soledad
y soy anónima como La Diosa Oscura,
como la Luna menguante.

Huyo a los bosques y hasta allá
me sigue la]Bula Ad extirpanda.
Me escondo en las montañas y allá,
en el fondo, Camp dels Cremats,
observo el humo de la pira en la que ardieron
200 cátaros nuestros en Montsegur
al pie del Castillo de Monts.

Vendré de Languedoc hasta la encrucijadas del miedo ajeno
y me traerán corderos y perros negrosella,
a mí que no les pedí nada, jamás...
ni una bellota que del árbol cayera.

Vendré yo, la Gran Excluída de la historia
con mi cruz de Occitania marcada en la frente
y la sospecha del paulicismo que no me corresponde.

Mis ojos serán de gato, mi paso ágil en las sombras.
El mundo sigue en podredumbre y miseria
y el corazón no es Grial: es Escudo
de legionarios con espada y predicadores con mentiras.

Vendré albigensemente sedienta desde Albiga y Tolosa
y seré bienvenida, temporalmente al menos,
y los herejes de Colonia me dirán como Eckbert:
«Hos nostra Germania cátharos appéllat».

Vendré como los bogomilos de Tracia.
como búlgaro, que se cortan una de sus manos
antes de robar un diezmo, y nos llamarán
los Buenos, creyentes puros
en convenanza, bautizados con el consolamemtum
del Espírutu Santo antes de la muerte.

Pero harán una Gran Represión.
Nos llamarán, al fin, como antojan:
Brujos, paganos, herejes, satánicos.

Van a quemarnos vivos
porque somos los herederos del Grial del Monte Athos.
Nos dirán que el Demiurgo es divino
y nosotros no creemos en ningún Demiurgo
ni en la guerra ni en las iglesias mundanas.

En la vida angélica en el mundo, en la niñez dulce,
en crecer iluminados, ya tenemos asentada
nuestra causa, el ascetismo, la tranquila mirada
de gatos. El amor, el voto casto.

Pero van a llamarnos sodomitas, docetistas,
enemigos de Yahvé y sus Demiurgos.
Y Eugenio el Papa, Bernardo de Claraval,
Enrique, Obispo de Albano, Inocencio III,
toda la Casa de Aragón con los Condes de Tolosa,
los Condes de Never, Bar y Deux,
todos vendrán cuando Ella y yo estemos en faena.
En el Shabat de los adoradores puros.

La bienvenida será de espada y sangre.
La matanza se iniciará en Beziers
y el exterminio en Muret.
En los prados de los quemados
se hará la hoguera de nuestros cuerpos
al pie del Castillo del Arzobispo de Narbona.

03-03-1980 / El libro de la guerra
____

EL LIBRO DE LA GUERRA / Indice: El libro de la guerra / De los objetivos estratégicos / Descripción del pene del diablo / Prat dels cremats / Prado de los quemados / El historiador

Textos de «El Libro de la guerra»


SEQUOYAH / 78

De EL LIBRO DE LA GUERRA

Ustedes ocho, si que tienen suerte:
se les dio cadena perpetua, no contínuos días
de tortura, preámbulos de muerte.

Ustedes, miembros del Ejército Argentino
y de la Policía del Chaco, fusilaron a 15 combatientes
que estaban presos y soñaron
con la libertad que comienza
en ellos mismos y se extiende a otros.

Cristino Nicolaides, usted sí que es un asesino,
merecedor de fusilamiento,
usted sí que debió tener las rodillas temblando
ante la posibilidad de un grito de «¡Fuego!»,
pero en ese tránsito de los días
12 al 13 de diciembre de 1976,
usted fue quien ordenaría: «¡Mátenlos!»

Un Tribunal Oral de Resistencia condenó
a sus militares por el fusilamiento de 15
(mas sumaron 22 los jóvenes asesinados)
y lo que pasa es que los cobardes
se callan y se dio pena a Gustavo Athos,
Horacio Losito, Aldo Martínez Segón,
Jorge Daniel Carnero Sabol,
Ricardo Guillermo Reyes,
Germán Emilio Riquelme, Ernesto Jorge Simoni,
Luis Alberto Patetta, penA que sólo
compete con once de homicidios agravados...

¿Bajo qué condiciones hubo desaparición forzada
de otras cuatro personas y cuál fue tu papel,
Cristino Nicolaides, sólo dar órdenes
a la séptima brigada?

Ustedes, ocho represores, y tú, cuaco Chás,
partícipe secundario, animador de cohechos,
han tenido mucha suerte.
No merecen vivir y la ley les proteje,
no les corta la mano; apenas les deja a solas
con sus sucias consciencias de asesinos.

<><>

A estas alturas de su muerte
A Pablo Neruda

No. Mejor que quede como dato flotante
que no azuce con odio más dolor a la familia.
A la viuda, a los simpatizantes.
Que la Junta Militar de Pinochet
y las atrabancadas jactancias de la ultraderecha
es capaz de asesinar al poeta
ni se duda. Ni se duda.

Mas no es hora de investigar nada.
No lo querrán avalar, dirán: ¿Quién lo dice?
¿Manuel Araya? ¡Es el mero chofer
del gran poeta! ... un asistente personal
sin rango científico, sin una certeza presencial
de haberlo visto y denunciado a su tiempo
para que el militar, o extraño médico
con bata blanca y alma oscura sea castigadoi
por sorprenderse el momento
cuando estuvo inyectándolo mientras dormía...

Deja Eduardo Contreras de especular
sobre cuán saludable fue Neruda antes
de la inyección del veneno.

No hagas caso al Partido Comunista
ni des color al presunto homicidio.
Los muertos ya no hablan ni se quejan
y a veces es preferible, después
que se ha vivido tanto, estar un rato muerto.

De El libro de la guerra / Carlos López Dzur

_____

Sequoyah / Núm. 77. Nueva Etapa / Puerto Rico / Siembra de yuca / Siembra de la canela / Beneficios del polen de abeja / Festival del Huerto Casero / Siembra del orégano o mejorana / Cómo preparar un Huerto Casero / Plantas medicinales / De la agricultura convencional a la ecológica / Siembra de agave / video / Reversos inciertos / Kool Tour Activa

Tuesday, June 07, 2011

No. especial de la Revista Sequoyah / Núm..78



SALUDOS A LECTORES Y COLABORADORES

La revista virtual de difusión cultural Sequoyah presenta un número especial este mes como gesto de solidaridad con el prisionero político Oscar López Rivera. Vaya en homenaje a este luchador por la independencia de Puerto Rico y la justicia social.

El contenido de este número 78 de la revista incluye a los siguientes autores y temas:

INDICE 78:

«Pedagogía de la sumisión» de Arnaldo Chiavidoni:
Un libro que profundiza en por qué somos como somos


Aldo Luis Novelli
No puedo escribir

Alejandro Torres Rivera
El Caso de Oscar López Rivera y la causa de su libertad

Las «Esculturas del Recuerdo»
de Jorge Ruscalleda Bercerdoniz


Guillermo Ríos Álvarez
Crónicas Ciencia-Ficcionísticas:
La llegada del Apocalipsis

Laura M. López Murillo
En algún lugar… Alegorías

Carlos López Dzur
¿Por qué no soy una mosca?
Un día que me llamaron
Paisaje isleño en la playa
El reino mágico de ElDorado
(Frag. de novela de Carlos López Dzur)

Federico García Lorca
Soneto de la dulce queja

Andrés Eloy Blanco
Regreso al mar

Alexander Vórtice
Pavor permanente

Nueva novela de Esmeralda Santiago
y gira de la autora a Puerto Rico:


Edgar Allan Poe
El cuervo / The Raven

Alicia Fontecilla Aravena
En lo oscuro

Saúl Sánchez Toro
La mente

Néstor Galante
Metáforas
Diálogo y su cambio en el ocaso
Es el tiempo de tu ausencia

Alejandro Drewes
Un arte de sutileza
Fases de luna

Mateo Portos
Nuestra dignidad

Ana Lucía Montoya Rendón
Parpadeos nocturnos
La voz amada

Juan Manuel Pérez Álvarez
Frag. XII

Paul Celan
Había tierra en ellos

Norma Estuardo
Psique / esquizofrenia

Guzmán Lavenant
Saldrán de la noche

REVISTAS AMIGAS

Personas inteeresadas en colaborar con cuento, ensayo y poemas, a la poesía, puden comunicarse con su fundador al Carlos López Dzur / www.baudelaire1998@yahoo.com
____

Siembra de yuca / Siembra de la canela / Beneficios del polen de abeja / Festival del Huerto Casero / Siembra del orégano o mejorana / Cómo preparar un Huerto Casero / Plantas medicinales / De la agricultura convencional a la ecológica / Siembra de agave / video / Reversos inciertos / Kool Tour Activa /

Sunday, June 05, 2011

La tinta verde de la esperanza / Un cuento a Pablo Neruda



Por Carlos López Dzur

«Usted, quien escribe con tinta verde de esperanza, ¿se entera que nos separa un árbol?», preguntó la voz. Neruda sabía quién era. Borges.

Tenía su dejo de miedo la voz con que pidiera la mirada. Definía, para ese sordo viejo, lo que el héroe es.

Quien más se empeña en no ser mártir y acumula en su memoria traiciones. Ese es el héroe, el más engañado por todos y por sí mismo... Cuando era senador, por provincias de Antofagasta y Tarapacá, áreas del inhospitable Desierto de Atacama, hasta González Videla quiso sus oficios de poeta, su voz que congregaba las izquierdas, enormes multitudes... pero, al menor gesto tras la Huelga de Lota, quiso sacarle los ojos. Pablo era senador, pero aplicaron la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, llamada por sus críticos Ley Maldita.

¿Querrá mirarlo Pablo? Borges piensa que no. Definirá lo que es ser terco. «Terco ha de ser el hombre porque todos los héroes trágicos, como ha instruído Esquilo, padre de Trágicos, lo son».

Hay quien dice que, en la agonía, antes de la falla al corazón en la clínica santiaguina de Santa María, más eran los buitres alrededor de Pablo que quienes lo lloraban. Que entraron milicos o buitres / o águilas / o hienas / todo es lo mismo / y en su casa robaron papeles, destruyeron libros, saquearon a gusto. Se dijo que sacarían sus ojos para que fuera ciego como Borges. Que en el régimen de Pinochet estarían aquellos que lo envenenaron paulatinamente por su posición pro-Allende y pro-marxista de toda la vida. Alrededor del héroe terco, hay que formar silencios y borrar nombres, como los 26,000 votantes que desaparecieron de registros electorales para que no vuelva a elegirse a Neruda, a nadie que sea como él. Fue en esos días que salió de Valdivia, se internó en las selvas o los fundos de Huishue para no regresar si no a morir, a ser envenenado, como dicen.

«Entonces, no me querrá mirar ahora que ambos, él y yo, tenemos otra vez los ojos abiertos», se queja Borges, porque yo le recuerdo que la vida heroica es una militancia de los desalientos ante puertas cerradas y miradas ciegas.

Porque él, es un hombre prudente, ahora entiende con ojos igualmente profundos, no ciegos, como aquellos que exploraron laberintos, que es hora del encuentro que antes jamás se produjo. Insistieron en que se conocieran. Eran las almas encarnadas de la Lucidez y la Esperanza, mayores seres líricos del siglo. Uno dijo: «Yo soy argentino y la izquierda no me gusta. Es mejor que se evite el confrontamiento». Y Pablo, quien tronara contra la derecha, aspavientosa, ante Jorge Luis, decía: «Sería muy incómodo, terriblemente triste, que lo conozca y la cita me defraudara».

Mas tendrían que conocerse. «El Destino lo quiere», dijo Borges.

Se dio la oportunidad, en espacio de sincronía tal que la conciencia es inmensa y la energía tan iluminadora. El pasado y presente convergen. Ahora el tiempo es circular e infinito y la Historia es una ciudad encarnada de puertas que van al futuro y en algún punto se cierran porque las paredes vedan que el acceso sea posible y se desandan, con frustración, los pasos y se va ante este río, donde ellos están adivinándose. No se han dado la cara todavía.

Realmente, no se sienten enemigos; no se han mirado las caras, no se han abrazado como latinoamericanos; pero se reconocen la voz y el acento. El puede gritar: «¡Pablo Neruda: Viva Chile, mierda!». Pablo puede que responda: «¡Jorge Luis Borges! Mira que pez perdido. Anda suelto El Aleph en el aire».

Compararlo, como hizo una vez, con Esquilo, desmenuzar su concepción de la tragedia, bordear un perfil para un Jorge que jamás sería como el griego, un soldado ejemplar, voz trágica de Atenas, al juzgar a bárbaros y persas, o los Siete contra Tebas... Algo le dice a Pablo que nunca se encontrarán, porque el verdadero ciego no es Edipo. Es él. Borges que lo rehuye.

Ambos tienen sus conceptos distintos de Destino. Y, sin embargo, en esta cita, parece que no es así. Lo separa el tronco de un árbol. Se han sentado a ver cómo fluye un río circularmente sobre la tierra. Neruda poetiza cada elemento. Entiende, con precisión, que ambos están en las orillas, uno de espalda al otro y que el árbol arbitra las primera palabras entre ellos, porque rehuyeron conocerse en vida. Se admiraban, pero, Borges decía (allá para los años finales del '60): «(Pablo) se ha comportado sabiamente al evitar que nos reunamos. Habría sido una conversación incómoda para ambos».

«¡Vaya lugar éste dónde lo he hallado!», confiesa Pablo, igualado con lo único que iguala a los hombres. «¡La muerte!»

Siempre, como Esquilo, ha pensado que las trágicas conciencias «Suplicantes» de la historia suplican democracia y justicia para Atenas; siempre ha querido asignar un valor épico a estas mujeres de la «Orestíada»: Agamenón, Las coéforas, Las euménides. Neruda mira al mundo con la figura de un héroe / Prometeo Encadenado que busca un Parlamento para darse al fin su lugar en el cosmos.

Pero Borges lo juzga: «¡Vaya varón el que es éste!» Cree que Neruda no ha de mirarlo, por no admitir equivocarse. El se justificaba porque la CIA paga los críticos dentro de las mismas filas de la militancia. «Vea el Congreso para Libertad Cultural cómo difunde la mentira de que soy cómplice del asesinato de Trotsky; mira al mismo Paz haciéndome mal de ojo».

«¡Ya no hay puertas que se cierren! La muerte es la inmensa apertura de mirarnos. El ojo pleno de luz. La verdadera clorofila de tu pluma, la esperanza!», Borges sí quiere verlo. En la oscuridad social del planeta, vio su genio. Está pensando en los comienzos de su tragedia.

Su voz en el Estadio de Pacaembú en São Paulo se anticipó, por tres años, a la decisión del Presidente Gabriel González! En Brasil, Neruda cantó a la Revolución, con loas al líder comunista Luis Carlos Prestes. En Chile, cuando González Videla prohibiera el comunismo y diera orden de arresto para él, supo que vivía como una rata, en un sótano, oculto y auxiliado por amigos, en las cercanías portuarias de Valparaíso.

Borges lo pensaba nacido para crecer y escapar como un héroe prometeico por pasadizos de montañas de Lilpela, cerca del Lago Maihue, digno de comunicar su sentir ante 100,000 multitudes, como en Pacaembú o llenar el Estadio Nacional, tras recibir el Premio Nóbel y reunirse con Allende. «¡Trágico hombre es éste!», vuelve y dice cuando hubo el coup d'état en Chile y contra Pinochet nada será posible que se haga... Pablo está hospitalizado, con un cáncer de tales dimensiones que parecen que los buitres le comen las entrañas. Y hay buitres de distintos caracteres, que al parecen no lo son, pero han comido del poeta sus sámagos: «¡Ese buitre del estalinismo! Tu mismo encadenamiento, Prometeo, el que tú mismo te pones».

Por eso, ambos se colocaron de espaldas. Mudos mas tan cercanos... él, admirador de Josef Stalin (por ayudar a derrotar a los nazis). Son dos cantos a Stalingrado desde el 1942 y el «Nuevo canto de amor a Stalingrado», al año siguiente. Pero saludó, por igual, a Fulgencio Batista y, más tarde al peor enemigo, de Castro... La historia es un mero tanteo. Puertas falsas en medio del laberinto... Buitre y terquedad son esas teorías del «compromiso por el compromiso». Puertas de falsía lo que el mismo Khrushchev en su discurso secreto ante el Congreso del Partido Comunista en 1956 denunciara como culto a la personalidad, base tantas Grandes Purgas.

«Y es por eso que siento vergüenza». Neruda lava su mirada en el río del olvido. Convertir el marxismo en una deidad es tan decepcionante como hacerlo de Mao o Stalin, o el Partido... y ese silencio de Pablo a condenar el castigo que el Soviet da a las disidencias molesta. «El caso de Boris Pasternak y Joseph Brodsky»

«Capitán, traigo un recado de. Matilde Urrutia, tu musa, y otro de Allende: González-Videla da sus últimos pataleos».

Nunca la voz de Borges fue tan dulce hasta que dijo ese nombre. Por ahí debió a haber comenzado, no con la mención de Esquilo. Asomó la cabeza, cuanto pudo, hasta la parte trasera del árbol y vio a Jorge. Le pareció tan elegante y tierno. Ahora se le sentó, directamente cercano, hombro con hombro, y le dijo que hay algo de gaicho en el Ché. El sí fue un héroe de los que describe, más esquiliano. No lo he llorado como a Luis Emilio Recabarren, «padre / abuelo / de los comunistas chilenos». Un hombre democrático, que el Ché no pudo ser... pero, el Ché es gaucho bueno. Bueno y trágico.

Y ya el Capitán y el Ciego Borges hasta reían juntos. Pablo le contó sobre el cáncer y la próstata mala. Libros que recuerda, con tanto amor como él los suyos. El poeta Whitman y el dramaturgo Arthur Miller, gente e ideas por cuya vida, la suya fue cambiando... ya eran dos personas, sin un árbol que impida ver el bosque... «hubiéramos sido, lo sé, buenos amigos y nos rehuímos».

«¿Caminamos alrededor del río, Pablo?»

«Claro. Este lugar es algo como el Edén ¿verdad? que no pensé que existiera. Me gustaría traer aquí a Matilde».

«Que sea, Capitán, que sea».
____

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Saturday, June 04, 2011

Textos / Teth mi serpiente


Carlos López Dzur

De tus infidelidades

Hija del Talmud Bavli, voz de Judea
vi sobre Irak tu veterra osamenta
y canté tu antiguo nombre, Babilonia.

Me compadecí de tí, vanagloriosa
hermana de dolor y levanté tus harapos para cubrir
las vergüenzas de lo que hicíste con la palabra
que te dí para que tuvieras mi tesoro,
Torá de mis amores, primicias
de mis secretos.

¿Por qué me cambiaste
cuando el persa invadió nuestras recámaras
y fornicó bajo tus faldas? ¿Por qué por 70 años,
en medio del exilio, el deshonor,
me negaste un Templo, vulva y arca
del abrazo y me desconocíste y olvidaste
las antiguas prácticas de nuestros amores?

Pues, yo las recuerdo y ante escombros de Irak
te nombro como ayer, talmúdica Hija de Bavli,
babosa babilonia, mi babieca,
nenorra de imperios, asiria, persa, hibridona,
hasta por griegos seducida
y revolcada en estulticia y menosprecio
y yo adorándote, Hija de Bavli,
prima sangre de mis venas,
materia de mi martillo que golpea
y sacaría chispas de lealtad a tu inconfeso
amor por Judas El Macabeo
y te llamé desde el clandestinaje
al Reino Hasmoneo de Judá... me quedé
en la espera. Nunca se dio tu viaje.

Te acomodaste a las manos del romano
y te envilecíste otra vez y yo lo ví.
Era tu piel hermosa como siempre
pero sobre el lecho de Roma
como antes fue de Irak,
era tu osamenta vieja, originaria y tu afición
a los placeres, cimera,
y traicionaste por ello.

Canté tu nombre viejo, Babilonia.
Y destruí, por celo, el Segundo Templo
y me largué al reino Kházaro
(en las estepa del Volga) para olvidarte,
yo, el khan Kházaro, judaeus mercator,
radanita, perpetuo viajero,
todo lo hice por tanto quererte y olvidarte.
Que te escupan, que te opriman, que se harten
de ti y te dejen, que te coman los tirios
y troyanos, musulmanes del Mediterráneo,
pero que yo te olvide,
que te olvide,
que te olvide.

... pero, Hija del Talmud Bavli, voz de Judea
vi sobre Irak el color de tu vieja osamenta
y canté tu nombre eterno, Babilonia
y lloré, lloré a lágrima viva,
tu ser despedazado,
y no puedo, Amada, con esta pena.
No puedo olvidarte desde los días del primer exilio.

<>

Enoch / Idris / Akhnookh

Este día es Luna, aquí en la tierra.
Los idólatras transforman sus penumbras
invocando tu nombre, Idris, y sin embargo,
te ignoran como el Iniciador.
Encubren tu cabeza pensadora con Ibis
y te suplantan con escribanos de bisutería

A Seshat la rememoran enjoyándola
con vanidades que mientan la fantasía.
Pero la Joya de Tu Palabra es una:
Que haya justicia
para que paz la siga.

Es la paz lo que sigue a una vida más pura
y en la rectitud del corazón comienza la justicia.

Entonces sí que vendrá profecía, Idris,
y reconocerán tu Nombre,
Iniciador, Enoch, y te veremos
entre las dos columnas,
una de bronce, otra de granito.

En medio de ellas, tal como fuíste y sin mentira,
te veremos y Babilonia sentirá su vergüenza
por olvidarte a medias y, de ese modo, honrarte
porque lo que custodias, entre pilares,
es magia pura y no a un ave de vuelo pasajero
ni a una luna en bruma penumbrosa.

<>

Primera enseñanza de Enoch

Nahash tiene en el Jardín
una de sus niñas más hermosas.
Con brillo de luna, tatuaje
fue de Abel para sus ojos.

Y es con ojos de bondad
que ella lo mira
y es con ojos de deseo
que le busca el aliento.

Aclima es la niña de Venus y copia de su belleza
está en el paraíso; pero, en densa materia
de este prado de esplendores,
se aclimata
al menor de sus coetáneos,
y él no es Qayin,
su hermano, el cazador,
recolector de frutos.

Ha preferido a Abel porque él es quien canta
y cría dulces ovejas y conoce
los astros y a su hermana dice:
«De Venus es que tienes esplendores».

Qayin, como Marte, es guerrero,
y no es copia del pastor que se aclimita al beso
que ella da de mañana con su luz,
¡oh, linda Aclima!

Abel dijo primero: «Házme tu esposo,
hermanemos el alma con el sexo
y pediré más soles venusinos
para el Edén, hermana mía».

<>

Y Abel habló con la Serpiente

Quiero a Aclima, Nahash.
Tráela con tu rayo serpentino a mi costilla
y que me suba del os sacrum
al monte de su musgo vibrante
y en el mons púbis que se acueste conmigo
y el Hefzibah nos cante
con el reposo delicioso del sexo
y venga la reina del Espíritu
toda feraz de energía
y crezca mi nación de regocijo
y bendiga el sol
como bendijo al ganado
y a la yerba en que yace
y pasta, siglo a siglo,
y por generaciones.

Y Nahash escuchó al pastorcillo y le dijo:
«Ya sé que Ella te prefiere y te la ofrezco.
Es la más bella de las hembras
y la copia perfecta de una Imagen
que me traje de Venus: la bajaré a la carne
para que te ofreza críos; aclimata
a Aclima para el clímax del Virgo».

<>

Y Qayin quiso aclimatarse

En el quehacer de las tibias ondas
de sus feromonas,
en el aroma de radiancia de sus manos,
no hubo noche en que Qayin
no cayera en embeleso
y se jalara el capullo
como soso o onano de sus onanismos
y, triste remedio a no estar
aclimatado a la energía de ella,
la Hermana de Delicia,
no como Abel de aclimatado.

Y sintió celos porque Ella / Bella Aclima
era esquiva y buscaba
la otredad del pastor
en el prado.

En cotidiana frustración,
Qayin fue a Nahash a pedirla
(aunque ya otra hembra
se le había ofrecido).

«Tu esencia es para hembritud marciana»,
dijo Nahash a Qayin y cito: «Existe un orden
y afinidad oportuna, y la Aclimata de delicia
que condicionas y pides no es la tuya.
No desafíes ni disconectes la Fuente alta
que alimento con la Gracia
cuando vinculo los pares perfectos».

En el quehacer de su labor en la llanura,
Qayin halló a su hermano cuando
buscaba el más bello y dulce de sus carneros,
el mejor para Nahash.
«Grata será mi ofrenda»,
le dijo a Qayin, y siguió
con gran esmero, buscando.

«¿Vas a ofrendarlo vivo o en holocausto de llamas?»
«No. Las llamas que las encienda el Cielo,
nunca mi mano. Yo lito con voz y canto
y el fuego que venga de Nahash».

Y, por estas palabras de Abel, Qayin
se sintió ofendido y, mucho más,
porque la mujer que le prefiere
es la que él ha elegido.

<>

El nacimiento del fraticidio

¿No se pudre la semilla en el hoyo
para que nazca la planta y siga
al germinarse, nueva flor
para la mariposa?

Yo cavo el hoyo y ante el fruto
que se pudre, pido magia
¿y nace la planta y el árbol
y siguen, con el proceso, visitas de pájaros
por el llamado del polen, el aroma, y colores
de las flores que yo he sembrado?

Y tú, Serpiente, ¿prohíbes mi deseo
y apartas la ofrenda de mis clamores
y no te agrada el hoyo que abro ni la cuña
ni cómo clavo el azadón en tierra?

Yo era recolector de frutos caídos y obedecí
que me dijeras: «Siembra... pues bien,
ahora cavo huecos para milagros del campo.
Con vaginas de la tierra, redimo
la magia del Deseo,
¿y me prohíbes la aclimata
de virginal hembritud con Aclima
para darla a mi hermano?

¿Qué tiene él?
que no tenga yo, ¿qué reparo
me acusas para que no la concedas?

¡Como a la tierra que siembro,
la abriré: será mía!
La aclimataré a mi cuerpo
y la salvaré de penas.

La veo jariosamente y no duermo.
Oyendo a aquel que canta
en medio de rebaños,
ella se levanta
y a él da su compañía.

Y no es justa conmigo.
Soy yo con fatiga
quien cavo la tierra
y no tengo disfrute.
Abel sólo pasea el asno,
apacienta el ganado.

Mi trabajo es más duro
y nadie seca mi frente.

Para él, todo se induce
a dulces concesiones.
Tú le díste a Aclima.
A mí nada me has dado.

No me favoreces, bien sé
y hoy es el día del plazo.
O me das clímax con ella,
o voy con él, y lo mato.

<>

Cómo tatuar a un iracundo

Con el deseo de hembra, mido la soberbia
del hombre; cotejo las agresiones
de los enardecidos y distingo
a las almas gemelas.

A Abel yo dí el alma gemela que le toca.
A Qayin, otra gemela que aborrece.
Abel dsfruta la otredad de lo que le dí
y el aborrecedor, quiere lo que no le toca.

Por la sangre del hermano que Qayim
derramó yo le quitaré la gemela,
la suya que lo pudo haber hecho feliz.

Tatuaré la tristeza en su alma
y un remordimiento que lo aisle
para siempre.

Enoch, escriba de mi Voz, profetiza:
Para siete generaciones dispongo:
El sello no lo quitaré jamás de su frente.
Pasará a la tribu de los Kenitas
y sus pelos serán rojos como la sangre
y no rubios ni lacios como los abelianos.

Y llamaré Qayim al que mate a su hermano
y repudie el alma gemela de su esposa.
Al que ultraje hembra, sea que le guste
por ramera, o sea que le guste por virtuosa,
sea que le disguste por fea,
o sea que le guste por hermosa,
sea que la repruebe por vieja,
sea que la admita por núbil
o doncella en plenitud de sus encantos,
Qayim será
y es... Qayim por chulo, p
roxoneta, qayim
por golpeador, o traficar con blancas,
qayim por feminicida,
quayim por desobediente,
qayim, qayim,
por los siglos de los siglos...

Y escribe, Enoch, papiros en Midrash de árabes,
judíos y persas, malayos y egipcios,
«Que así sea».
Amén.


<>

EN CALLADO...

Encallado en Ararat, mi barca
arando taras, arcabuz de tierra seca
me disparo y no es que me jacte,
Lamento... yo dí la forma de Sem
y ahora Sem no es mi forma.
Esencia mía no es
ni la cama de Cam
no es
ni la sonrisa del jafeto.

No hay en el próximo Oriente, nada
que yo diga que es mío, Africa,
nada es mío. No es.
Mundo, me quedé sin jafetitas
y, camitas, sin lecho.

Ni una piedra tengo para recostar
mi cabeza, avergonzada.
Pero No Es que me jacte, Lamento.
Yo dí una forma en el barro
y mi mujer me dio el vientre
y Abraham
desde Canáan me ordernó:
«No te avergüences.
El mundo tiene que cambiar muchas veces
y hay que partir de Ur, siempre partiendo».

Siempre una cesta sobre el río
y el Arca sobre el abismo
y siempre el milagro de quien observa
y nos deja ser: Fieles o Desobedientes.

<>

EMPUJADO A LA TIERRA DE GESEN

El hambre empuja hacia la tierra de Gesén,
en el delta del río Nilo.
Y el faraón de la envidia
arde más que la grieta árida,
pica profundo... pero sé
como lo generoso del Egipto primario
que te acogió.
Ni odio ni envidia, así de simple.

Quien sin gratitud se guarda su riqueza
que no diga siquiera que entró
a la Tierra de Gesén.
Diga que el hambre se lo come todavía.

Sé humilde, simiente de Jacob.
Sé sabio, Vara de Isaí, y mide tu temperamento
cuando seas ungido, porque la Mano
que escribe las legislaciones,
la destroza con fuego,

Quien abre con su lengua
pasos por el Mar Rojo, seca las huellas
que conducen hacia Canaán, la tierra prometida.

Quien da 40 años de peregrinaje
da la fatiga de 40 más
sin ley y sin leche ni miel
y en Jericó no origina otra victoria
que no sea el dolor y la ira del opresor.
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