Friday, December 24, 2010

Carlos López Dzur / Carlancas / Aforismos


Prefacio / A las Carlancas

Todos mis libros de poemas están previamente contenidos y organizados, para su creación, como cuestión de planeamiento y método, por reflexiones filosóficas. Mis poemarios no son espontáneo flujo de palabras, sino verbalizaciones acomodadas a intencionalidades que doman el lenguaje. En mi concepto, el lenguaje y todos los símbolos son la materia prima que el Ser pastorea cuando lo vive, o habita. Esta afirmación es una coincidencia filosófica con Heidegger. La bestia es el lenguaje, en su forma bruta; el Espíritu en la bestia es el Ser que instruye a la bestia y la pre-comprende. El poeta es el Pastor de la materia prima en lo salvaje del habla. Espiritualizar la bestia es zorrearla.

Los aforismos han sido mis libretas de notas sobre mis meditaciones y ocurrencias. Son mis antiguos diarios de adolescente. Notitas de enamorado, confesiones secretas, aún no compartidas. Son los apuntes que, al margen de notas académicas, siendo ya universitario, hice en las clases de filosofía. Son mis críticas a lo escuchado en tales clases o son mi reacción espontánea, con fervor admirado o asombro, por lo que dijo el maestro. Son las parrafadas que no enseñaré a él. Son, en suma, admiraciones o desacuerdos. Puede, en cuanto notas al margen, que sean el material bruto de un verdadero filosofar, pero, en cuanto a los poemarios, son una depuración de lo que haré con el lenguaje y con los silencios.

Si bien el libro El zorro y sus carlancas fue el primero al que apliqué el concepto de zorrez, rescatando la apreciación nietzscheana sobre la existencia de una «sana sabiduría animal», el concepto de carlancas / o collar protectivo / lo he aplicado como un sello personal de individualidad para repudiar irónicamente el sentido de domesticación, o subyugamiento. O lo que es lo mismo: adoctrinación. Si una carlanca proteje (y no es una soga al cuello, ni correa que refrene al cánido en su movimiento o su voluntad), que mi correa o carlanca sea el otorgamiento o premio de aquel que es el mentor, el auspiciador, quien más te ama y tiene que enseñarte.

Diría pues que la parte más filosófica de mis libros es para olfatear lo que está en mis aforismos y que, sin embargo, como fuentes sutiles, no está en los poemarios porque el lenguaje del poema los sirve con aromas distintos que han de procesar los lectores. Según sean las memorias que evoque del texto que sirve en mi proceso de Pastoreo.

Estas Carlancas son la historia crítico-filosófica de todos mis poemarios. Antes las llamé el Cedazo / o el Filtro.

[Carlos López Dzur, a quien en algún momento de su vida, sus compañeros y conocidos lo apodaban por choteo como Carlancas, o Carlangas Langas].

* * *

INDICE

Dedicatoria / A Lourdes

Parte Una
Carlancas / El zorro y sus carlancas

Parte Dos
Carlancas / Lope de Aguirre y los paraísos soñados

Parte Tres
Carlancas / El hombre extendido

Parte Cuatro
Carlancas / Memorias de la contracultura

Parte Cinco
Carlancas / Teth, mi serpiente

Parte Seis
Carlancas / Tantralia

Parte Siete
Carlancas / La casa

Parte Ocho
Carlancas / El libro de anarquistas

Parte Nueve
Carlancas / Heiddegerianas

Parte Diez
Carlancas / Las zonas del carácter


<><><>

Ver las Carlancas (o la Parte de este libro en la tercera parte / Guaridas y resistencias de El zorro y sus carlancas. Libro colocado en la internet. La casa es el primero de mis libros (antes titulado Hazel / Compañera. Como libro escrito en mi adolescencia, no me satisfizo al crecer. Salvé los poemas buenos, pero el libro lo quemé. Una de las erratas fue significativa: en la contratapa, el impresor no corrigió mi nombre. En vez de Carlos decía... eso, éso... carla(n)cos López...



___

Guaridas y resistencias

Los poderes interventores / Poemario


PARTE UNA

*

Parasitismo de las Tres Hermanas


Aquí tengo tres vidas tontas que no sirven para nada.
Como tres partos, tres hijas del viento y la espuma.
Tres mujeres que no han sido el alivio de los montes.
Hay que sacarlas de la casa porque están
en el Estado de la Inercia, vástagos son de tres harpías
y de una humanidad inútil, subordinada, in self denial.

Dénles la oportunidad de un gran propósito
más allá de las ventanas de mi predio;
unjánlas sobre la plataforma progresiva de tu reino,
Woodrow Wilson. Reconstruye el mundo nuestro
y permite que yo sueñe los tambores de alerta.

En el nombre del inviolable dogma de propiedad privada
y la vana esperanza de la competencia libre y plena,
te las doy. Llévate todo lo que ellas representan.

2.

Y dáles la mínima subsistencia, si el zapato del poder
no les cuadra, si el pie que tienen ellas no es sostén
ni alegría de tu gobierno ni mérito; provéeles entonces
de objetivos deseables, si regresan; pero…

Que no sean mi estorbo y me avergüences
(¡pues suficiente ha sido que me hayan comido
las entrañas!) ¡No trabajan y comen como llagas,
no estudian y piden, como las princesas ricas
de los cuentos, mimadas han sido, empero,
siendo parasitarias! ¡Que se vayan!

Con o sin un gobierno activista que las dome,
con o sin el Nuevo Nacionalismo que estimula,
con o sin una Democracia Industrial que las haga productivas,
con o sin el Estado de Beneficencia, que se vayan
con la música a otro lado, con los fabianos británicos,
con los librecambistas de Adam Smith o Thomas Jefferson.

Reclútalas en el intervencionismo.
Cásalas en los cuarteles de Otto Bismark.
Adoctrínalas con el hamiltonismo.


Que hagan casas con Brain Trusters muy lejos
de la mía o se queden, con sus prostíbulos
de ilusiones con sus iguales, los socialistas europeos.

*

El ciudadano mutante

Y yo, tan terco o tan cobarde, en privado
digo que las cosas son lógicas, dialécticas, cambiantes;
yo, hijo-hermano heraclitiano, testifico
que en el espacio-tiempo, el mundo vivencial,
el ente instrumentalizado, todo lo que es visible
o invisible, en su desarrollo, manifiesta
el movimiento y el cambio, veo a los apagadores
de luces de las calles, cantan a las tinieblas
de los dioses cavernarios,
pero quitando la luz de las ideas-materializadas,
incluyendo tu imagen, Amada mía.

No se quiere el choque con una Idea inmutable,
con la idea que salió de las Cavernas del deseo
para hallarse en lo objetivo, desenmascarada,
harta de sol y luna… y yo, tan terco y cobarde,
que me enojo con el falso farolero,
pero no lo confronto.

Dejo que diga sus mentiras y no se encuentre
contigo, Cenicienta, porque tú eres tremenda,
tú si ofendes, tú si matas, tú si requieres
la integridad, el valor y el heroísmo.

*

Declaración de amor a Pocahontas
A Matoaka, alias Pocahontas

En aquellos tiempos, ese día que llegaste y lo víste,
tú andabas con un perro, rabicorto, tú no usabas
enaguas, tus pechitos eran incipientes,
casi redondos, pequeños; tú no sabías de ese amor
sobre el que hablan, maliciosamente, los adultos,
pero víste al chaparro de piel clara y él parecía
otro niño y te miraba. Eras más arisca que él.
Siempre has sido lúdica, traviesa, impredecible.

Cuando tenías doce años y había pasado tiempo,
lo volvíste a ver, él sí ya tenía barba y estaba
flaco, moquiento; pero te guiñaba los ojos,
invitándote a hacerle compañía y, entonces,
supíste lo que es estar enamorada
y regresabas cada vez que podías.

El entendía tu lenguaje; tú estabas fascinada.
El explicó que la Tierra es redonda
(pero todavía siente que anda perdido
y pertenece a este monte de algonquianos)
y utilizó para ubicarse alguno de tus senos;
él dijo que el sol calienta la tierra y compadece
antes de que advenga el rudo invierno de la muerte;
pero tú ya lo sabías y como sol rojizo
en atardeceres de Virginia
te abrazaste a él, le has pegado los muslos y tu risa.

Tú aprendíste a ser ardiente y, con él, no sabes
cómo; quizás ayudándole a que probara
con su boca, todo lo que es tuyo y obsequias,
hasta el beso, hasta el sabor de tu lengua
y tus párpados y de tus manos que él lame
como si fuera tu perro.

Y un día, antes que él fuese un alcalde
del miserable pueblo, lo capturó tu padre.
Vino un guerrero por él, vino Opechancanoug,
deseoso de matarlo, porque él ha visto
que te toca,te mancha de piel blanca.

2.

Te acomoda en su pecho y te complaces,
jariosamente, princesa y quedas,
trémula entre sus brazos,
y él te roba la vida.

De tu propia mano se alimenta
y te llama hermosa, él es el primero
que te ha llamado atrayente,
adorable, deseada, Pocahontas.

Ahora la aldea te sabe enamorada.
Se ríen, en pueblo indio, de tu audacia.
Te ven tan feliz con las mejillas rojas,
Hasta el caminar cambió, pareces otra.
Y tu padre está, por cierto, preocupado.

En dos ocasiones, ya intercedíste por extraños,
invasores, de piel blanca. Y el cacique pregunta:
«Acaso, ¿sabes tú qué buscan?»
«Padre mío, yo sólo sé mi anhelo.
El buscará también algo mío.
Es tan dulce cuando habla su lenguaje.
Es tan extraño cuando él habla el mío
y yo entiendo y lo amo y pienso
que él es bueno; él escribe con símbolos
y tiene un compás y viene y va en grandes barcos;
yo sólo le digo: Tengo un perro y muchas plumas
para adornar mi pelo largo y tengo un alma,
aún con pocas lunas y soles; pero, por amor,
todo daría, todo, todo lo que tengo».

3-12-2005

*

El fantasma

Yo te pensé con amor y con luto.
John Smith, primer amor,
y cuerpo accidentado. Primer amor,
en seco predio, y una cruz encima de tu nombre.
Y un dolor en medio de los ojos.

Hoy apareces. Me sorprendes,
me conmueves, pero dueles.
Esperé que entendieras que si te vas,
me matas. Es abandono. Esperé
que tu muerte fuese el remedio al olvido
para mi amor extraño, al que nunca
te propuse imposible; yo sí te amaba.

Hoy te apareces, como si no me hubieses
dejado mi alma en vilo. Hoy eres tú quien me quemas
y me colocas en la sepultura bajo tierra.

2.

Hoy me matas en Londres, a mí que,
si he vivido, es por salvar tu vida,
por quererte, como si tu sombra y tu amparo
fuese necesario, indispensable, para esta niña,
la princesa bárbara, la muñeca de trapo.

Tan fácil que te es hoy decirme que estás vivo
y que te alegra que tenga yo mi esposo blanco,
a Gentleman, el colono soñado, nuevo lenguaje
(y por tí quise aprenderlo, por si un día
en el Cielo hay reencuentro, yo hablar
en inglés contigo).

Rolfe me ha traído a la Corte
y he visitado palacios... pero tú fuíste
mi primer rey, tú el primero...

Hoy te apareces, me buscas
y me dices, pequeña, you call me child
(«I will be forever and ever your countryman»);
pero, al mismo tiempo, me cubres
de ceniza; me prescíndes cuando hablas,
como negaste tu justa despedida.

Huíste de mí como yo no esperaba,
sin mínima promesa y me secuestraron,
¿lo sabes? y pensé que eras tú,
tú que mandabas 150 tropas a buscarme
con Samuel Argall, recadero de tu cabildo.

Yo pensé, tonta yo, que eras tú,
tú que no olvidaste mi amor
ni las promesas que hicíste a mi padre.

Hoy te apareces y yo que te pensé
con sentimiento y luto, tiemblo ante tí
como si viese un fantasma.


*

El Ciego no me cree

El sí te ha visto como el tío que proteje
a la sobrina que ya no puede ser mirada
desde las imágenes
que nos dan los sentidos.

La existencia objetiva no ha de ser cognoscibe
por los sensualismos de Hume o la prelógica del sofisma
del primate humano. Y él, tan terco,
que alega que las ideas no pueden existir en el vacío
(no es así / allí que Cenicienta existe)
y que su ser es materia entitativa
y su espíritu, energía, su fino resultado
cuando irrumpen en Das Momentum.

2.

Y trajo el Ciego razones para reprender
al Príncipe y sus asesores que eran utopistas
del militarismo, seres imperiales, matapueblos,
genocidas, hombres-bestias,
nuevos Atilas del siglo XX
y el tercer milenio.

Los violentos son recursivos a las puertas de Ilión
y los troyanos, crédulos, víctimas de lo pretendidamente
claro y evidente del Engaño, ciegos son para no ver
la retirada falsa del aqueo, el Caballo de Palo
de sus concupiscencias, sordos para evadir
el ruido de la guerra, los relinchos enemigos
sobre ruedas. El sí predijo la traición. Avanza
contra la Ciudad. Viene con máscaras.


La ciudad: ilusoria resistencia equina
y la madera paradójica, hecatombe irremisible.
Por eso lanzó palos en llamas contra el monstruo
y el Caballo fue más que apariencia y sacrilegio.

Se edificó por el silencio que no soporta ya sus emociones
y los miedos que lo cargan sobre ruedas como vientre
repleto de rivales ocultos, como potro sin heno
que comerá los contenidos significativos y más finos
del discurso: el comunicar concreto, el sentido común,
la voluntad del pueblo.

Laocoonte bajó del templo
sin la propuesta cósmica; en soledad será el único guerrero.
Peleará por la especificidad de su Troya invadida
por caprichos deificados (Febos que vuelan en la Nada),
Timbreos apolíneos y tiranos con la forma de serpientes.
Lo supuso: han de matar al hombre y condenarlo,
asfixiarlo con las temidas fuerzas del Abismo.

*

Meditación sobre la muerte de Ana

A la primera activista de los derechos de la mujer,
a la primera acusada en una corte de Massachussetts,
juzgada por sedición, exilada y difamada en una sociedad
dominada por los hombres y el apetito de la guerra,

a Ana Marbury Hutchinson
¿Qué sería del mundo, cómo su triste porvenir,
si no nacieran mujeres como tú, Ana?
¿Qué sería de la memoria, la historia,
el quehacer, el derecho, si no hubiera
una anita / una Anota / vigorosa, elocuente,
anarca, individualista, azotadora, valiente
como el vientre que en dolor, pare y pare,
una y otra vez, la vida? ... ¡la vida!

¡Vamos, me refiero a la vida espiritual,
a la mujer que observa, a las que oyen
con cuidado profundo, mas carecen
de la voz para expresarse...

2.

Dílo, claro, tú no has tenido miedo jamás.
El Gobernador Winthrop es como los incompetentes
(obispos y ministros de la Iglesia de Inglaterra
por la que tu padre sufrió muchos arrestos)
y se llenó de amargura durante un año
en la celda, en la umbría cárcel...
y hoy, por desgracia, Ana, te toca.

Una corte general que debiera respetarte
por sencilla, amorosa, solidaria,
tolerante, elocuente, educada,
en Massachussetts reunió a los perros:
jauría de 49 poderosos machistas veteranos,
ilustrados en las artes de censura,
en las ciencias de la ventajería y juntos,
estrepitosamente, han ladrado que te vayas.

La ley a las mujeres las doma con silencio.
Obedece, calla, tranquila...
y hay algunas, como tú, que se adhieren
a la fe y una gracia de Dios que da permiso
a que hagas, a que digas, a vivir,
a desafiar el mundo si te place,
a subvertir el orden, si lo quieres.
Dios da permiso y agallas, ¿verdad?
Tú eres de ésas. Desde niña lo sabes.

3.

Tú sí que aprendíste a parir como coneja
niños como palabras y palabras como niñas.
Cualquiera puede comunicarse
directamente con Aquel que nos ama
y no quiere otra cosa, sino el amor reciprocado.

Ana, eleva más la voz y repite estos sermones
que está tu audiencia prendida
y tú la guías del éxtasis a las babas.
Las mujeres te adoran. Dijeron
que a donde vayas, todas se van contigo...

El ministro es uno más. Sin ayuda de él,
mujer, reza y pide, así como lavas pañales,
y no te ayuda un hombre, así como curas heridas
y sufres... Todo lo que Dios comunique,
tuyo es como un don, mujer, así lo
ha querido Dios para mí, Ana Hutchinson.

4.

Todo lo habrías esperado menos ésto.
Que te llamen hereje y mala madre.
Has criado 15 críos y mírate,
otra vez esperando...
Que te juzguen por decir lo que sientes.

Que te digan el 22 marzo 1638:
As a woman, you're not fit for our society.

Háznos el favor: Véte, véte...
ésto sí ni lo esperabas.


*

Los alacranes

Inventaron los antros en complicidad
con lombardos y usureros, mousiké
de arañas negras con ponzoñas
que matan al hombre-niño, al niño-viejo
y al proyecto: el Nuevo Hombre.

Alacranes de color céreo, amarillento,
a las hijas de Havvah se acercaron y pidieron
acceso a la Balsa Menor, a nuevos cuerpos,
a sendas que son de musas viajeras de la Dukka
y que úteros llevan adentro, ¡ay! las hijas de Havvah,
robadas como las Sabinas por alacranes
que saben sabotearlas y que las devalúan
una vez que les niegan su alimento.

Cómo maldicen al sol, ahuecan las pinzas
(porque no tienen alas) y se van a lo oscuro.
Desde ahí, por guerra viven, las vigilan
y una vez que juegan a las barajas, se lanzan
a las penumbras, se sumergen bajo las faldas,
rompen el hueso de la luz, el hueso sacro
con que los pastores del Ser hacen sus flautas
y ofrecen un canto conmovido y femenino.

08-0-5-1998


*


Neutralizan con sus picaduras

Los alacranes (ellos y ninguno otro)
neutralizan a los enérgicos, a los resentidos;
legalizan las irreverencias, tocan la flauta,
a cambio de que nada se tenga
como Mallum prohibitum, manzana de discordia,
tabú, fruto prohibido, ¡ay! las hijas de Havvah
son para la noche del stop-club, son para mascarlas
en el centro vientre, han romper sus hímenes

y ellas, al fin de cuentas, a despojar
las pensiones de los Woopies
con estos simulacros de misericordia y amor
(lujuria y sexo), van a venderlas, esclavizarlas;
¡ay! en el antro-mundo.

El alacrán (ellos y ninguno otro)
clavan el aguijón, pican con el lema:
«Todo está entre nosotros maldito».


*

Los sitiadores

Tal como él los vio: los sitiadores aqueos
son los mismos dragones que saltan
desde el oceánico poder de la neurosis
y se comen al ser, al ente vivo.

Que no haya revelación a las naciones
ni educación del ego individuante.
La iniciativa del ser por su consciencia
que se quede en lo profundo de las aguas,
en el vientre del mar ya custodiado
por los navegantes de la Nada.

Tal como Laocoonte sostuvo: La treta audaz
con que engañan los que huyen a la vida
(lo mismo que a la Muerte) es decir Sí y decir No
al mismo tiempo, en discurso circular,
que la Nada comunica, el a priori de los sinsentidos.

Un dios hay que no sabe qué hacer, o tiene miedo,
o rabia. O echa marometas, surtido de paradojas,
pues no sabe si ser bueno o ser perverso.

*

El nihilista chabacano

Y ella, ser social que sin el otro
no se siente suya, sin el poquito de amor
que la anima y distribuye con su movimiento
hasta mi paso, me humedecí en su sangre
cuando se halló en mi beso y me habló
tan quedamente sobre los nuevos opresores.

Por eso el nihilista chabacano se sonríe
y un hombre del Vacío se conduele
y un humorista, con dientes afilados,
se jacta de su fe y subido a la tribuna del patíblo,
finge que recuerda que las cosas no cambian.
Que hay principios eternos.
Circunstancias inconmovibles.
Providencias entregadas a la mano,
fiadores de la virtud y la perfecta sociología
de condiciones, hoy violentas e ingratas.
Hay hombres eternos que son
biografías emersonianas, héroes weberianos.


*

La Causa perdida

Tú nuncas triunfarás del todo.
No dejaré que sientas que la nación te pertenece
y la República ha triunfado con la noción
del Estado Soberano. Nunca serás lo suficiente
para llamarte libre. Te morderé los huesos
(sabotearé tus hechuras, te inyectaré el desencanto).

Me hicíste Causa Perdida y lobo hambriento,
el agrarista de Nashville. El sureño maldito.
Mas volveré y Jefferson Davis preparará
el regreso; te llenará de sangre y Abe Lincoln
será una parte de sus holocaustos.
Stephens se reirá de sus largos huesos
y su rostro torpe, amargado y exángue.

Tú nunca tendrás desde Montgomery,
Alabama, el prestigio de laissez-faire verdadero
ni una luna en el alma que revele la luz,
sol y plata, que sea de plenos soles
e imperios inagotables. Míos son los sinarcas
de todos los confines de la Tierra. Mías
las riquezas de efectivas y perdurables inversiones.

Te quedarás con los pobres,
panarras miserables que producen muy poco.
Tuyos: los torpes solamente: gaznápiros,
tontarros, asnejones, feos de zorecos ojos,
zánganos de yegua madre, burócratas sin cultivo,
envidiosos guajalotes que nunca serán aristocráticos.

Tú harás trabajo sucio
y, al igual que las tropas británicas,
masacrarás tus indios, escupirás tus negros.
Hambrearás a tu pueblo, a los más zopencos,
a lo más enfermo de tu proletariado.

¡No eres mejor que yo cuando dices
separados pero iguales!
Quizás eres peor:
¡Nunca hubiese dicho: ¡Son iguales!
Les habría excluído para siempre.

*

Los nihilistas y el circo egoico

El nihilismo está aquí. Nunca toqué a sus puertas;
ellos sí. Con miserables disimulos y pidieron
que llorase por aquellos extravíados
de alas rotas y evangelio vacío, desmemoriados
que cayeron a tierra (sin el mínimo del ser soteriológico).

Caídos o arrojados, quedaron maltrechos
y burlados sus caballos y el auriga
por la senda del kairós, tiempo oportuno,
y poco a poco se mecieron en olvido,
en pasado destituidor-destituyente
y descreyeron todo, hasta el buen caballo
hasta ser los muy publicitados por su deterioro
y su propio hedonismo, su circo egoico,
su voluntario escarnio. Con gozo discontínuo,
se recompensa el fracasado y el cínico.

*

A ninguno prometí paraísos

A ninguno prometí paraísos. Sólo tiempo,
el mejor de los tiempos, kairós. Más allá
de los huesos pelados y la cal de las tumbas,
sólo invité a vivir, vivan, vivan y regresen
con una meta objetiva, les dije.
Vuelvan al mundo, con cauteloso olvido
de lo-sido, pero sin saldo inmundo.

*

Novus Ordo Seclorum

El nihilismo está aquí, exactamente
entre Marx y Rockefeller, en lema declarado
Novus Ordo Seclorum, en continuum
donde el fundamentalismo
prohija sus ladrones
bajo abrigos de coseidad y las sabandijas salen
de los escondites a sumarse al simposium,
maldicen a Darwin, a Marx, a Freud,
mas no son órfico-platónicos, no creen
en nadie, siendo los Nadie mismos y su Don,
no creen en nada, sólo en sus alacranes.

No conocen el reino del Ser, no agradecen
la Madre que los nutre, se amarran los ovarios
en el alma, se depilan los chochos
en reinos de calvice, pero ¡qué
discursos universalizantes! son los suyos:
sostén y encumbramiento del dominio de los otros
y el lobo cada vez más lobo para el hombre.

*

Los autores de las infestaciones

Los nihilistas, en medio del combate
del capital y la cultura. serán cuasi felices.
En espesura de reinos de escatalogía
y aventolado luto crecerá su germen.

Es un creador de lo infecto.
Por caos de las nociones
de universalidad y etnia tendrán sus seguidores,
polarizarán los disensos.

Ocultarán las reconsideraciones.
Matarán la historia antes de ser
ellos mismos los cadáveres.

Escupirán las sendas perdidas, las alternativas,
las raíces, las normativas despreciadas
del historiarse-humano.
No creerá en Nada ni en Nadie.

*

Aquí lo llama el Ultra-connservador

Aquí lo llaman el Ultra-conservador.
Cuando se necesita ese punto de vista
(que asegura que la Civilización existe y necesita
de «ciertas protecciones»), el Consevador se presenta,
custodio del Estado y de las Altas y Puras Esferoides.

Vestirá su boca con giro walrasiano;
aparentemente, infeliz, conmovido, esperanzado
«porque la medicina es amarga».

En vano será alegar que la civilización,
existe, claro está, pero se ha vuelto una putada
a golpe de desgracias y ráplicas de olvido.

No aprendemos y seguimos
cometiendolos mismos errores.

Aquí les llaman los Conservadores
(aunque más conocidos son por los cuchillos
que nos clavan por la espalda cuando mandan
a administrar la cura y movilizan sus turbas en uniforme,
asesinos de verde y moteado, gendarmes
de la paz y el orden).

Siempre que llegan arrasan con cara
de Capitanes-Triunfadores, calculando siempre
la postura moral, lo heroico.
la patriotería y la constitucionalidad dizque
de lo Eterno, Justo y Apropiado...

Los conservadores niegan que en otro corazón
(sólo en los suyos...) exista la benevolencia,
el altruísmo, la virtud... Por eso la prensa cita que bajan
a los endogrupos con salto de altura como si de veras
de los Cielos fuesen los heroicos que arribaron
a salvar el mundo, protegiéndolo
de las ovejas negras y desobedientes.

No se les puede decir que son los respaonsables
de la lucha instituída de todos contra todos.
El conservador siempre tiene la razón
y casi siempre el Poder. Si usted se fija bien,
el Conservador es anti-igualitario, rásquelo y verá
que odia al pobre, inclúyalo y verá que no es cohesivo,
ni es cooperativo, ya que su individualismo es vertical.
El quiere la Vara de Moisés como un garrote.
El es casi siempre el amor.
Arbitra con el rico.
Con el sacerdote de Roma
o el partido de la gran burguesía.

Cuando están bien repartidos en sus jerarquías
y contextos culturales, se sienten tan soñados
[tú en tu lado; yo en el mío y sin colectivismo]
porque tarde o temprano: la lucha es
de todos contra todos...

*

Orden de dominio social

Cuando se necesite el punto de vista
del gesto autoritario, cuente con él.
Siempre fácil que diga hay que dar guerra
por nuestros principos...
[darle mil patadas en el ano
a los maricas y a las marimachas],
matar a obreros, a ecologistas,
a enemigos del capital,
matar al centro, matar a la izquierda,
matar a los anarcos y los inconoclatas,
matar a los roqueros y a los poetas...

Y por eso el Conservador llegará con SDO:
Orden de Dominación social contra la moral verdadera.
El mundo es cínico, cada vez más clamante de relajamiento,
vicio, igualitarismo social y cultura alternativa.
Hay que matar al pordiosero y a todo el que quiera
vivir del Papá Estado. Hay que matar la Misericordia Social.
Hay que deshacerse malthusianamente de quien no tenga mérito,
el enfermo, el anciano, al tullido, el loco, el incalificado.

Aquí lo llaman el Ultra-conservador y escuche bien:
al parecer defienden el trabajo, el trabajo como norma
de conducta que enriquece al que es rico
y mata con medio pan al que es pobre.

El mundo es cínico y violento y se evitan
muchos discursos inútiles que, al fin y a la postre,
ninguno oye, cuando llegan ellos. Los Conservadores.
Vendrán con gafas oscuras a endogrupos nacionales.
Siempre son los pintados, primeros
en banquetes, amedallados por su Gran Sí
a medidas de Dominio Social contenidas
en la escala de Sidanius.

Cuente con ello, aunque sean cuatro gatos,
van a robar cámara para sí los Conservadores.

*

El observador cauteloso

«Choosing to deny or contradict nature or reality is mysticism, which is an
unnatural, irresponsible abuse of the conscious mind»: Frank R.
Wallace
No vendan humos ni se jacten
que la consciencia humana puede hacerse
vengadora y la idiofrenia es triste y perversa.
Místicos huesos hay que nadie compra.

Baratijas, con deshonestos precios, colocados
por los grandes desleales y gesticuladores.
No todo lo que brilla es oro.

Ni todo pie sabe dónde le aprieta su zapato.
No siempre está la justicia en el negocio.
Ni la paz con su dominio para el orden.

No se puede encapsular en una sola gota
lo que dimensiona una culpa o un letargo.
La burbuja, con leve soplo, se revienta
y suelta el lícuo mal, hostil
e inmoral dimensionado.

No vendan humos, trajineros,
que el mundo puede ser amargo y doler
mucho más que lo meramente verbalista.

En poco tiempo se infla un globo como el hombre.
Con verdad o con mentiras, se glorífica un mataperros
o un canalla, o un charlatán de misticismo vacuo.

Con propaganda se vende lo insignificante.
Con avisos publicitarios se pervierte
la consciencia y se hace célebre el tonto.

*

No encubras el poder ilícito

… pero escucha, recuerda, investiga, compara.
Discierne todo en su contexto, ¿quién beneficia
a quién, con qué propósito? Aprende quién libera
y quién ata, quién da gozo y quién lo quita.

… en el mundo hay de todo, mística y secularismo,
opios del cuerpo y del alma, expropiadores de salud,
sanadores, unos que te dan paz. Otros que dan
nutrición al ser entero; pero vigila
al guardián de los caminos.

Pueden que se escondan los que asaltan,
invasores que del engaño viven,
gananciosos mercaderes que, por la fuerza
o el fraude, logran todo. Averigua y una vez
que les veas, recuérdalos. Avísale al mundo
cómo son. Sé fiel al honesto mandato
de acusarlos. No encubras el enriquecimiento
abusivo de ninguno, sea poderoso, o no,
sea un individuo o sea un grupo.

*

La guerra fría

Aqueos que son los artilugios de ayer y hoy
¡son también el espejo de tus brujas!
Son suplidores de falsa autonomía... el Yo falso
de la Belleza que buscas, la Princesa
de tu Noche de Galas, en la feria del poder
y tus celebraciones!

Pero sufrirás, Pueblo mío,
y verás en ficción desmedida a quiemes elaboran
el obús, las catapultas, las dagas, los cañones,
los misiles, armamento y tribalismo
que perfecciona su creciente alegoría,
su magia audaz de hitos, desfigurantes,
en vías de percepciones subjetivas,
más mentiras, más mitos,
más injurias: Guerra Fría.

*

Los hipócritas

Aqueos, retrógrados, armados del paisaje
bueno o malo de realidades empíricas,
te clavan, te sangran, te abandonan.
Así culminan su fetichismo pragmático,
inconsecuente, su estética de marras,
apremios con puñales. Matará la princesa
que deja sus sandalias, al huir de bacanales.

Son asaltantes que hablan de ternura, sin embargo,
de zapatillas para tiernos y blandos pies
de la inocencia, o las perfectas propagandas
de la paz y la justicia, la virtud del civismo
contra la crueldad, la agresión y los
aqueos / aquellos, saqueos adornados del objeto
del gusto, objeto internalizado, la Cenicienta
de pies dulces y adorables, víctima ideal
para un proceso depredatorio
que a la víctima ultima, para que se aplauda
el simulacro resultante, la satisfacción criminal
de haberla seducido, comiéndose si cuerpo
como miseria del en-sí, con el rico purismo del No.

*

Los divisionistas

Deje de ser usted agente de la burguesía
si de veras simpatiza
con el socialismo liberador:
no divida al obrero.

Búsquelo con fe en la vivencia cotidiana,
no lo venda al Vaticano, no enseñe al ser
asocialidad convenienciera, cobardía, reculamiento.

Si no hay optimismo ya en usted, no sea amargo
por haberme abrazado y aceptado unos besos.
«A la medida humana» reacciona igual que el Führer.

Me ha venido traicionando y el hombre hecho así,
como usted dice, nos desmiente a ambos.
Contradice el principio de las identidades:
o ser-en-sí visibles, o esperar, el no-ser
en la cueva de los buitres.


*

Con el respeto que usted se merece

Presidente, con respeto, lo pido:
Apliquemos el Socialist Worker Disruption Program
a verdaderos enemigos: comecandelas, revoltosos,
izquerdistas, obreristas, comegofios, pizperetos,
inmorales, ambientalistas, ateos, heterodoxos,
herejes, guerrilleros, mariguanos, borrachines,
mentecatos, frijoleros, vende-SIDAs, internacionalistas,
desertores, filosofastros, latinistas, aborteros,
chulos, bohemios, cagarriches, tontos útiles,
llevaidíles, embusteros, utopistas, sospechosos
cresomaníacos e invidentes…

*

Los expertos en pasos ajenos

Se quejarán de sistemas de coerción,
vigilantismo paraestatal,
extracontinental e interno;
pero, por componendas, de quien dijo:
Hagan este favor. Yo no soy
un torturador de tupamaros.
Soy un especialista en la conducta humana
y mi misión no es clandestina.

Soy un experto.
Examino a dónde van los pies
de las muchachas, qué medidas tienen
del talón a los dedos, largo y ancho, cuánta es
la tersura de la planta, el umbral del dolor que resisten
si van pisando las brasas del camino o los abrojos,
cuán fina o ruda es la piel, cuán ágiles, locomotores,
son en cuanto óseos porque es necesario que sepa:
¡existe una zapatilla cautivante!

Y un pie descalzo.
se metió en el alma de un rey
muy poderoso, todo un príncipe aclamado
por el mundo, todo un jehovítico señor
de los Ejércitos. Un accidente fue:
el azar del zapato no pretendió ser una patada.

El heredero del imperio adeudará su dicha
a quien le diga: a mi pie pertenece esa sandalia,
dámela y me voy, o si la quieres, guárdala de recuerdo…
Mas no es tan fácil que suceda de ese modo.
En asunto de Estado se ha convertido la estética
de su pisada y la precipitada fuga de la adolescente…

*

Informe de la CIA en los días
del largo decenio del ’60.


El panel de lazo azul , que preside el «Vice» Rockefeller,
lo produjo una rana, con extraño biotismo.
Una rana meona, mutante, que suda venenos
y a quien orina lo mata, se lla y calla, Edgar Hoover.

Junto a las avispas cibernéticas,
son espías de alta tecnología y recogen
top secret data, información clasificada.
300,000 grupos e individuos ya han sido
infiltrados. Los agentes metieron sus narices
en sus esferas de acción y movimientos.

Su política ante la guerra de Vietnam,
Laos, Indochina, Camboya, el Movimiento
Pro Derechos Civiles, Watergate,
la Masacre en Wounded Knee, en My Lai,
los asesinatos políticos de Martin Luther,
Malcolm X y los Kennedy, el hippismo
y el reino del terror de los Nixon y Reagan.
El Ciego está dando candela y se lo ha visto
saliendo de la Catedral más cercana a Presidencia.

Al parecer, está ya en malas compañías,
con un cura guerillero, un anti-Papa teoliberacionista
que conversa en los sit-ins estudiantiles.

*

Los peores herméticos gubernamentales

Están investigándolo todo…
Son los chanchulleros de Cuarto Oscuro.
Los espiones puñeteros de los que no le importa.
Los difamadores a quienes la ley ampara.
Los que surten la evidencia inculpadora.
Lo más deshonesto de la tierra.
Ganapanes, actores del crimen en secreto
Las sesudas cucarachas quieren saber…
¿con quién se acostará
el comunista, el desertor que en Vietnam
no combate; con quién conversa el disidente,
a dónde viajan, será blanda su cama,
bellas sus amantes, tolerante su esposa?
¿Qué leen? ¿Qué vicios tienen?
¿Cómo será posible exterminarlos o hacerles
una guerra sicológica? ¿Por qué medios saben
las operaciones ilegales y encubiertas de la CIA?
«Y tú, ciego, y tu perro, están en listas negras.
Sobre tí sabemos todo. Creaste las sospechas»

*

Todas las brujas envidiosas

El poder majadero de la burguesía
evitará la lucha, sofocará la crítica,
Impedirá la agonía.

Socialmente, es un poder benigno.
Sólo quiere el reposo, la quietud de las ánimas,
la noche que no abre el día, porque alega
que el mundo es ciego y, si hay luz, despiertan
los demonios, se moviliza el combatiente,
se desacraliza lo sagrado. Se asoman
todas las brujas envidiosas.

*

La Casa en el Espejo

Que te trague la Casa en el Espejo
y esa mujer buscada, Cenicienta perdida,
se pierda en el Quién de soñarreras,
en los ensueños del que dice que la busca
y la ultraja diariamente con el pensamiento.

Bajarán los insectos al Jardín de Flores vivas
y en Juego de Ajedrez se verá la derrota
del Sueño Americano. ¡Que arda Troya,
que salgan las culebras de venganza!

Porce entre hadas madrinas y Chamboea
entre las brujas embusteras ya se perviven.
El objeto del gusto entretuvo
a muertas generaciones de Laocoonte.

*

Custodios del secreto

Que el lenguaje de Apolo, tan ambiguo
nos conviene, me dijeron los custodios del Secreto.
Se resume en un Ser de atributos ideales
que impera y guarda el silencio de las cosas,
el «Aguántate, pón los hígados».

Será más tarde o más «a priori» que vendrán
los mundos idílicos, al fin por la venganza
olímpico-cósmica-trascendente
(hay dioses que no quieren que los entes revienten
y la carga emocional del sentido se abra por ahora,
se penetre de facto, que el himen de las vírgenes
al pie de los altares se preserve ad infinitum)
so pena de que venga ese asesino cósmico, caprichoso,
imponderable y se ufane por mandar las serpientes
de los mares y las asfixias de sus sacerdotes.

So pena que a sus hijos en las playas troyanas
los muerda un aguijón con ponzoña
de avatares extratemporales.

*

Jasón y los amuletos

Me van a proteger de lo mágico.
Me llamarán Jasón / el príncipe enamorado /
el presidente inútil porque nadie tiene fe;
pero todos con ilusiones de que puedan
reírseme en la cara y mandárseme
a la porra con las fuerzas del antihistoricismo.

Miren al presidente anestesiado con la visión
de una dama fantasmal, Cenicienta / Princesa
cuya única evidencia es la zapatilla de cristal
en las urnas del Castillo… ha de ser un espejismo,
obra de brujas escondidas en el mundo…

Y tú, princesa, descrita eres como golfa vitalista,
ninguna como tú tan vital y terca,
presunta obrera comunista, ser cambiante,
espía para los pueblos oprimidos,
producto acaso de The Freeport Doctrine.

Me llamaron el sacrílego / utopizante
por quererte y sólo dije, donde se pueda oírseme
clara y poderosamente que el hombre cambia,
así como lenta, gradual y dialécticamente
cambia todo... cambia la espiga de trigo
y cambia el grano de mostaza.

Cambia el huevo y la gallina guisada,
cambia la vida y continúa en la muerte...
pero me llamaron sacrílego porque tu zapatilla
invoco y me doy fuerzas desde aquella noche
que bailaste conmigo y luego te ausentaste.


Y fue poco lo que dije: que te escuché.
No dije lo que me susurrabas al oído.
Te habrá matado mis ejércitos,
te habrían torturado mis esbirros
por dirigirte a sí al poder que represento.

*

Las parteras necesarias

Que las revoluciones son parteras necesarias
y el dolor existe, pero sabio es
por precario y más sabia la alegría
que vence el odio, lo doblega antes
de que se descubra el miedo, la amenaza,
la codicia, la naturaleza amarga de los luchadores.

Dije que el alimento es bello desde que tú lo comes.
Y si lo come más el que está hambriento
más sabroso porque lo comen menesteros
que de veras han sufrido o los que tienen sed
y la piel expulsada por el frío.

Me han injuriado por revaluar la esencia
de ese dominio que ví en tí, aparición de mi encanto.
¡Qué desesperante no hallarte, que no estés conmigo
en carne porque vives clandestina en buenos corazones!
y definí, para salvarte que tu escondite
es un poder caduco, no podrás esconderte
para siempre.

Mi sociedad vencería tu dominio,
ángel rebelde, Pueblo Revolucionario,
alma imprescindible y necesaria
de América la Hermosa.

*

La verdadera zapatilla

Se imagina las cartas que Ella escribe
en medio de las guerras y verbaliza:
Ni yo ni ningún hombre son insustanciales;
ni meras cosas ni abstracciones…

Si tú quisieras te mostraría mi sustancia,
la verdadera zapatilla,
el verdadero pie de las naciones,
el verdadero sostén de patrias vivas.

Mi verdadero sexo.
No hay mitos ni doxas
ni opiniones de segunda mano
que me hagan justicia en tus fariseísmos.

El hombre cambia, hay un hombre futuro
que es más que un «saco de piel»
aprisionado para siempre al extravío.

Un revolucionario que combate
la metafísica fijista del ser-en-sí.
no es socialmente irredimible, no,
porque sea hoy una hediente horda
de biomasa primantrópica, amado amigo.

*

Protecciones que no llegan jamás

Me van a proteger, ay carajo, me dijeron,
del torbellino de la historia, ¡ay! porque es violenta
y loca la historia, el matriarcado recursivo.
Es la bruja Medea, lo nuevo siendo viejo.

Ella es el hada que con una Cenicienta
fabrica las túnicas de hechizo
y busca un vellocino de oro, y a su amante lo dota
de recursos y lo ama, pero, quiere a su manera
(tuvo un principio, como el huevo, que querrá
de su contradicción, el gallo germinal, la célula
que produzca lo nuevo, su pollo piante hasta lo eterno).

Tú eres su invención, Cenicienta.
Has hechizado un presidente, un pueblo,
un sistema de dualidad violenta.
Lo que das al visible y material mundo
de lo sido y manifiesto, es por de pronto poco y desafiante.

Del pensamiento te pasas al inmundo vitalismo,
y no te quieren. Una mujer, la más bruja de Creusa,
te dejará sin unidad y sin desfase.

Serás el sacrilegio y la venganza,
lágrima inicial, esencia sin sustancia.
Eres vientre misterioso, eres vengativa
cuando te vuelves ser en sentimiento.

¡Ay princesa de Colchis, eres trágica
cuando das en la túnica con la quema del Olimpo,
el cambio que es el comienzo de la terminación
de los conflictos. Eres bruja,
cambias, eres torbellino, eres angustia.

*

Jasón y los amuletos

Me van a proteger de lo mágico.
Me llamarán Jasón / el príncipe enamorado /
el presidente inútil porque nadie tiene fe;
pero todos con ilusiones de que puedan
reírseme en la cara y mandárseme
a la porra con las fuerzas del antihistoricismo.

Miren al presidente anestesiado con la visión
de una dama fantasmal, Cenicienta / Princesa
cuya única evidencia es la zapatilla de cristal
en las urnas del Castillo… ha de ser un espejismo,
obra de brujas escondidas en el mundo…

Y tú, princesa, descrita eres como golfa vitalista,
ninguna como tú tan vital y terca,
presunta obrera comunista, ser cambiante,
espía para los pueblos oprimidos,
producto acaso de The Freeport Doctrine.

Me llamaron el sacrílego / utopizante
por quererte y sólo dije, donde se pueda oírseme
clara y poderosamente que el hombre cambia,
así como lenta, gradual y dialécticamente
cambia todo... cambia la espiga de trigo
y cambia el grano de mostaza.

Cambia el huevo y la gallina guisada,
cambia la vida y continúa en la muerte...
pero me llamaron sacrílego porque tu zapatilla
invoco y me doy fuerzas desde aquella noche
que bailaste conmigo y luego te ausentaste.
Y fue poco lo que dije: que te escuché.
No dije lo que me susurrabas al oído.
Te habrá matado mis ejércitos,
te habrían torturado mis esbirros
por dirigirte a sí al poder que represento.

*


El triunfo de la posmodernidad

En el dominio de las relaciones sociales,
ya pocas dudas tengo,
es donde se urde el desproceso
del proceso, ahí donde te quitan
el espacio y te dejan sin voz
y descalzado el oír y calato en los rumbos.

Todo lo malo que ocurre al hombre
para que sienta los fatalismos infinitos
y se refugie en la culpa de Dios
y el pretexto del innato pecado,
nace ahí, donde alimentarse es tormento
y se organiza una angustia
sin premeditar sus malas intenciones.


Ahí nace y se culmina
el acto de renuncia y desaliento.

En el reino de las relaciones sociales,
al impacto de lo insatisfecho,
se aprenden los abecedarios del sentirse
impotente, cohibido, solo, traicionado
y, ya entonces, comienza el inmoral rito
de convalidar al que está apertrechado
en la élite dominadora y despiadada.

Todo lo malo que ocurrirá o que vuene ocurriendo
si al final del proceso se confirma
el poder desvergonzado, se revela en lenguaje,
en alto grado abstracto, sin detalles, hermético.


La posmodernidad cuando triunfa
perfecciona la abstracción y el hermetismo
para el control social absoluto.

*


Algo ante lo que Ella difiere

No hay garantes sociales, históricamente inmutables
y justos. Quienes pretenden serlo concluyen

que los medios de producción ya tienen dueños.

Y ella, ruda y amorosa, al mismo tiempo, me lo dijo:
«De esos hombres eres uno; mucho poder
te ha hecho cobarde y cómplice.
No hay garantes sociales, absolutos».

El capitalismo y el libre-empresarismo
son sagrados. Dios es el bendecidor más providente.
Uno (es): el extraviado, germen del pecado original,
uno por terco, por no ver la ley común,
por eximirse del Karma y no dar al César
lo que es suyo, es el ignorante. Uno, por pertinaz,
el que no quiere enterarse que el capitalismo
es eterno, intocable, imputrefacto, se vuelve
como tú, pasajera, huidiza, clandestina…
y en tí no se haya otra cosa contenida
que pueda ser llamada principio disolvente,
encadenamiento de procesos antagónicos.

Aunque yo sea el imbécil, eres tú
la que vas entre sombras, reducida a zapatito
y un mito del genio irracionaloide, locario.

*


La misión

Un contenido tácito en ansias vibra.
Abrirá la esperanza. Un futuro polarizado
se advendrá en el presente.

Un relámpago de autoridad lo fundará.
Su razón preexiste. Su negación se muere.
Su divinidad exige, Anda y sigue, levánte y reparte.
Opónte a las voces hieráticas del eco,
a la oscura tentación de las incogniteces
y las penumbras. Y las tumbas en vida
y el cansancio.

*

Te hablaré en torno a Ella

A Nilita Vientós Gastón. In memoriam

Yo de mi mujer lo guardé todo,
hasta basura que sobró tras su muerte.
Lo más lindo no es recordarla con su par
de chanclas viejas; memorable ha sido
cómo la amé siendo ambos pobres
en la chucha miseria de la vida».

Con la violencia de tu búsque clavaste
dagas y te fuiste sonriente.
Todos los dedos metíste de un zarpaso
en mi pecho al querer deformar lo que recuerdo.

Ella existe y todos vienen a matarla,
a sacarla de mí como un sentido,
a escupirla en mi rostro porque no está presente.
Ella que fue mi ímpetu, se ha convertido
en razón de mi vida, en expresión de mis huesos.

*


Invitación al hombre humilde

Para que haya uno, uno solo,
a quien oiga y sea él, quien conmigo
sin ningún hermetismo canta, invitaré
al vecino, al más humilde, al que tenga
amor social a flor de piel y parezca un mendigo.

Uno que no sepa por qué ya no hay certezas
ni absolutas ni provisionales; él no sabrá
de los distanciamientos, ni del Islam
ni de Occidente. Que el mundo viva
como vive, dividido y fragmentado,
no importa un higo, no le va
ni el viene. Es un hombre sencillo.

Sólo dice: yo ví, lo sé como las palmas
de mis manos; lo sé como mis días
de contento que han sido muchos
sobre la Tierra y mi barrio.

No sabe él lo que es real en el universo.
Tampoco quiere saberlo, sería egoísmo
que él crea soportar tan gran conocimiento,
si es un tonto, carente de todo mérito.

No. No. «Yo no tengo verdades ni dioses,
tal vez los hay. No lo he sabido,
no los he visto aún; yo sólo vivo
agradecido de que vivo».
«Sí, me da pena de usted.
De lo más bello que vio
(esa mujer mencionada del instante)
sólo guardó por recuerdo un zapatito.

*


De los desafíos de los trabajadores



El quiso forjar una obra, tener una tarea
y para hacerla tenía sus ojos.
Decía, con ellos, el mundo existe,
territorio me fue dado, o estuvo ahí,
siempre, y yo lo acepté y lo quise.
En cuanto tal, sería mi tierra-patria-horizonte.


Ahora pregunta qué tiene, o qué forjo
(el hombre que quiso hacer una tarea
y decirse trabajador y honrado).
Aún sigue teniendo sus oídos,
con los que escucha diversidad de cosas,
incluyendo el viento, el trueno, o el lloro
de su parturienta, o risas y pataratas infantiles.


Oye que el ser no existe, o es incomunicable.
Ya no se atreve decir Soy ni en soledad.
La duda lo carcome; tampoco ha de decirlo en público.

Todo lo pensable no es tan bueno
que se diga, la imaginación se ha vuelto un entredicho.
Lo pensable tendría que ser y lo que es
no puede ser inverosímil. La primera ley
ya pide que su tarea no sea absurda.
No se invente o construya, por ejemplo,
un caballo con alas. O una libertad
fuera del mundo. Que no la tenga en sí
ni como pensamiento.

El quiso hacer una obra y tenía sus manos
para edificarla; pero su trabajo ya no es suyo.
Es trabajo forzado. No es la voluntad con qué pensó
en hacerlo, desde que vino otro y lo convenció
que el trabajo es externo. Suya no son siquiera
esas manos, esa tierra que pisa, ese taller
que lo cobija para que satisfaga al patrón
que pide: «Ház mis cosas; yo te pago».

El quiso hacer una tarea para sí
y con ella decirse creador, útil y honesto.
Hoy le informan que no puede
aunque tenga aún los ojos para ver las herramientas,
oídos para que, por voz, se le instruya,
manos para que se ejercite;
pero lo han convencido, además, de que él
no tiene ser, sólo funciones animales,
no espíritu. No hay que trabajar por la Verdad
ni por el Ser, ni las Grandes Cosas propias
(la personalidad que lleva dentro).

El que quiera trabajar por el Ser
se funda en lo impensable, el No-Ser.
Entonces muere. De nada le servirá
la vida de sus manos, la idiosincracia,
el ánimo. El buen deseo. La voluntad iniciadora.
Si no quiere sentirse como un animal,
trabaje de acuerdo al reglamento convincente:
la palabra no es pensar, ni es la idea ni el objeto
ni el conocimiento del producto.


2.

Alguien quiere tu trabajo. Se fijó en tus manos grandes,
duras, próvidas. El las vio con unos ojos que no son soñadores.
Son como deben ser, calculadores. El concibió el proyecto
y dijo que la verdad es la presencia de tus manos
y su opinión y su parecer. No el tuyo. Hoy no eres
siquiera indispensable. Muchas manos hay
como las tuyas y, sin tus ojos, hombre pobre,
sin tus ojos que sueñan y producen pajaritos preñados.

Hoy se te ofrece un contrato. «Tómalo o déjalo».
Quien te lo ofrece no tiene prisa de alimento
como tú. El ya triunfó con la técnica que es suya.
El es como Gorgias. Tu verdad no le importa.
Tu dignidad no la mide por tus sueños,
sino por tu derrota. Tu impotencia.
Y él adivina en que devendrás si rechazas
la retórica macabra que tiene su contrato.
Harás como todos los que no tienen el poder
ni la riqueza ni las herramientas ni el Estado.
Comerás fetiches en la mañana, fetiches
en la noche y, entretanto, al mediodía...
mierda y miseria, hombre pobre.


3.

El quiso forjar una obra, tener una tarea
y para hacerla tenía la voluntad, hallar en qué ocuparse,
vencer el ocio, no querer escindirse en preguntar
en nombre de Quién o quiénes sudar por el pan diario.
El era un ser honesto, no mataría para darse alimento,
él quería ser humano, no una bestia,
y su miseria era real; él no quería fantasmas
con los cuáles debatir aquella verdad de sus orígenes;
tengo hambre y la familia entera de mí espera
alimento y Gorgias dijo: «No hay Ser y si lo hay,
de cierto que es incognoscible e incomunicable».
Por eso estuvo allí, tan triste
(el hombre que quiso hacer una tarea
y decirse trabajador y honrado).
Mas ya no estaba soñando suavemente
que él transforma el mundo cuando, en realidad,
es el horizonte de congoja, la sociedad de otros,
la que lo transforma y domina.

El ya no quiere un Ser inefable, prodigioso.
Ya se dice arrojado; él no hizo el mundo,
pero Dios tampoco parece que se acuerda.
En fetichismos divinales sólo se expresa su impotencia.
Y en el ocultamiento de su miseria, no se consuela
porque la entiende en el estómago y en el taller
que no produce para sí, sino para el que explota.

Los poderes interventores / Indice

Carlos López Dzur / Los poderes interventores / poemario


Dedicatoria

Con admiración a los pepinianos César G. Torres Rodríguez,
expreso político nacionalista en Atlanta (y poeta fallecido),
Jerónimo Ramírez de Arellano, poeta y maestro, in memoriam,
Oscar López, preso político del grupo clandestino Machetero,
Rubén Arceley, líder independentista y José Manuel, mi hermano,
Ambos víctimas de los «Carpetazos», y al Congresista en Washington
por New York, Luis Gutiérrez Serrano


<><><>

INDICE

Dedicatoria

Parte Una: Los confrontados

La condición humana y social
El ajetreo secreto
Parasitismo de las Tres Hermanas
El ciudadano mutante
Declaración de amor de Pocahontas
El fantasma
El ciego no me cree
Meditación sobre la muerte de Ana
Los alacranes
Neutralizan con sus picaduras
Los sitiadores
El nihilista chabacano
Los nihilistas y el circo egoico
A ninguno prometí paraísos
Novus Ordo Seclorum
Los autores de las infestaciones
Aquí lo llaman el Ultraconservador
Orden de dominio social
La Causa perdida
El observador cauteloso
No encubras el poder ilícito
La guerra fría
Los hipócritas
Los divisionistas
Los sofistas del Estado
Todas las brujas envidiosas
La Casa en el Espejo
Custodios del secreto
Jasón y los amuletos
Las parteras necesarias
La verdadera zapatilla
La misión
Te hablaré en torno a Ella
De los desafíos de los trabajadores


Parte Dos: Los luchas concretas

La ilusoria seguridad mundial
Todo a la venta
Grumpy Pope
La inmortalidad del huevo
Racismo bioquímico
Con el respeto que usted merece
Los expertos en pasos ajenos
Informe de la CIA en los días
del largo decenio del ’60
Chanchulleros de cuarto oscuro
Sé de quien habla
No es un desamparado
Enseñanzas del Papa Loco
El reclutable
Cómo divertir a Lyndie England
Un sofista declarado y en funciones
El arresto del Sospechoso
La pregunta del millón de dólares
Consejos zorrunos a JFK
Al sacerdote Antulio Parrilla Bonilla
El maldecidor
Disciernan entre lo real y la mentira
El poderoso y el profeta
Hablemos de tú a tú, sin hermetismo
El ciego que come espinacas
El difamador
Construyamos un hospital a todo lujo
Pan y circo
La cultura que nada contra la corriente
La máscara de la democracia
Ahorcaron a Bridget Bishop
Norteamérica y el inmigrante
Pesadillas metropolitanas
Y Matoika dijo: «No lo maten»
Esto se llama Londres
Norteños y sureños son igual de criminales

Sunday, December 19, 2010

Carlancas / Frags. El zorro y sus carlancas


Por Carlos LOPEZ DZUR


1. El folclor que yo respeto es el que honra mi animalidad, esto es, mi zorrez, mi doble, o mi guenda. Dicho poéticamente, mi zorrez significará vitalidad y resistencia, poder y sigilo.

2. Entanto tenga consciencia a partir de la carne y mis huesos, tendré la memoria latente del animal que somos. Yo bendeciré a mi bestia.

3. Si la educación servirá para algo iiluminador y conscientivo que sea para reconocer cuando, o por qué, o si es cierto que la inteligencia animal dejó de ser útil.

4. Las exaltadas subjetividades nos acercan al animal bravo y violento; las profundas, al animal tranquilo.

5. Todo que lo que castre a un animal. o lo acose o provoque en aras de asesinarlo, debe ser considerado lo que llamamos «civilización».

6. Si la cultura fuese zorruna, en el sentido poético de amparar la vitalidad y abrir los prospectos de resistencia al hombre, yo amitiría públicamente la plenitud de mi zorrería y podría ser el más sociable de los hombres.

7. En las condiciones que valoro, presentes en mi ambiente, el zorro me enseña lo que ya no puede el hombre.

8. Lo mejor de mi soledad es zorruno. Y es ética en sí y para sí.

9. El zorro, si cumplió bien con su gramática parda, una vez que medita, muerde.

10. Callar es una forma de saberse con los dientes molidos a palos y ser cómplice, una modadlidad de anemia moral.

11. Cada vez que me siento valiente, en lo más oscuro de la condición humana que amenaza, el silencio de un zorro me anima.

12. Las valentías públicas son más alarde que consciencia.

13. El callar del zorro es más profundo que la cultura parlanchina.

14. Para conocer el guenda, o ese animal que somos, hay que sentirse rechazado y verse en el espejo de cada criatura amenazada o en peligro de extinción.

15. A menudo el ruido de los poetas tiene poco que ver con poesía, así como el ruido de los educadores, poco o nada con la tarea de hacer el mundo vivible y cognoscible.

16. Más vale la grámatica parda del hombre zorruno que el intelecto de los nihilistas posmodernos.

17. Si soy zoolátrico, es por gratitud. Mas honestamente dicho no soy zoolátrico. Sólo observador.

18. A muchos de los animales domesticados los sojuzgó por siglos nuestra propia maldad y para conveniencia dominialista.

19. Mi zorrez no me pertenece como una cosa. Es memoria de amistad pura e indomesticada. Viene a decir que resista y, si es necesario, que muerda.

20. Nunca pedí una mascota. Yo tenía un zorro dentro.

21. No sólo en la infancia, durante la vida entera, uno necesita un zorro. Si los niños, en cualquier rincón del Tercer Mundo. volviesen a orar pidiendo el fin de atropellos y el castigo a los explotadores, como cuando se escuchó a los niños de Tebas, los dioses envirían su versión del zorro Teumesio, el incapturable.

22. La infancia es el tiempo de prueba para la zorrez; en necesidad de sucesivas y pequeñas victorias en las pruebas, se me armó de carlancas.

23. Como ciclo inicial, la infancia nos embellece con dulzura e indefensión. La belleza es un collar con pinchos, hirientes e inhabilitadores, alrededor del cuello. Una
carlanca.

24. Si a la mansedumbre se domestica, como se domeña al perro para que obedezca, la dulzura se pierde.

25. Todos hemos vivido la desagradable sensación de estar indefensos y recibir el primer trago amargo que nos lacta. Nos siempre viene una bicha apiadante a darnos de su leche más dulce en los derredores de las colinas de Roma.

26. Para protegerme de los depredadores, el zorro me puso una carlanca en el corazón.

27. ¿Quién es el ser más depredatorio sino el hombre?

28. A la edad de 8 años, en la Escuela Ramón María Torres, dos zorritas curiosas, meras cachorrillas, quisieron divertirse con mis vulnerabilidades. Una me metió su dedo del corazón en la boca, con un gesto humillante. «Este es un niño bobo», dijo. Mas, antes que lo intentara otra vez, el zorro me había puesto una carlanca y se hizo zorrera en mi corazón y la segunda vez, el dedo de ella salió corrido de mi boca con pánico. El zorro me dijo: «Múerdela» y lo hice. «Que nadie te vea la cara de pendejo dos veces».

29. Un día, sin tu permiso, te meten el dedo en la boca; si lo permites como burla de tu dignidad, mañana puede que te metan el dedo en el culo.

30. Tarea de poeta: elaboración de carlancas.

31. En antaño, carlanco equivalía a lobo selvático y agresivo.. Cuando más temible que el lobo es ya el hombre mismo, una lobera es una protección, no contra los lobos, o los cánidos depredadores. La carlanca o lobera es la protección contra los hostigados, su virtud y su vitalidad. Las carlancas mientan la resistencia en defensa de los buenos instintos que sofoca el hombre con su civilización.

32. Tengo una lobera por espíritu y una carlanca por canción.

33. Del viejo folclor egipcio, no queda un animal o entelequia capaz de comunicarse con ángeles o demonios. O el Thaloc, que roba robar alma humana, es una civilización petrolera. De la vieja Europa precristiana, ya no hay adoraciones durante los solsticios de primavera e invierno para el zorro. Hay aniquilamientos en nombre del dominio de un Don Nadie más bestial que los perros más bravos y los zorros más sagaces. Los dioses de los bosques, montañas y verdes praderas, ya no tienen aliados humanos. Se ha dejado de creer en la fertilidad y sólo hay dioses de la ganancia y el estupro hedónico y consumista.

34. Cuando escuchen truenos y relámpagos, digan el poeta, como un zorro de fuego, se acerca.

35. En las noches, mis ojos brillan como auroras boreales.

36. La única mujer peligrosa y seductora que daña al género humano no una zorra ni un zorro que se transforma en ella; es la mujer humana que daña al
hombre-zorruno.

37. Hay una prostitición colectiva que en nada concierne a un zorro: el instinto de manada de casi todas las bestias. A diferencia de los casi todo los cánidos y de los seres humanos, los zorros rehuyen las manadas. Son solitarios al cazar su alimento y su presa.

38. Un hombre genuinamente solitario, precavido ante sus semejantes, es más zorro que hombre.

39. En el capitalismo, la inmensa mayoría de los seres humanos se adapta como mascota a la burocracia, la forma de manada más sofisticada.

40. Cuando te inviten a las manadas, ténlo por seguro, te exhortan a tu aniquilación. Te entrampan.

41. El único partido en que creo es mi fenotipo. La única tradición, la de Faustolo.

42. Ningún zorro, que se precie como tal, se alimentará del alma de los seres humanos. Esos son cuentos chinos. No lo hará ni por extender su breve vida más allá de los tres años que dura. Bendita sea la zorra-madre que lo parió y la cautela zorreada que lo salva. El no necesita nada más.

43. El lenguaje de un zorro-poeta tiene su propio pantano nutricio y forja sus pezuñas con sus pisadas de vulpeja. Estas son sus verdades y la arcilla de lícuos pezones, su sustento.

44. ¿Quién te coloca al cuello una carlanca protectiva? Díme quién te da el verso, si no es quien te ama...

45. Cuando sales del territorio natural de tu pantano nutricio, prepárate para conocer la hostilidad, la burla, la intolerancia y la escasez.

46. Bendice tu zorreada en la cercanía de tu pantano, aunque huelas a zorrillo.

47. Más vale el perfume de lo propio, que la exquisita sobaquina de los extraños.

48. Hay una mansa dulzura en la indefensión cuando te acuna quien te ama.

49. Bendito sea el ser salvaje que me da naturaleza. Y la cueva entre malezas que llamé mi casa y el olor de pelambre, que he llamado mi refugio.

50. El rostro de lo bello nos los dio la mansa dulzura de la indefensión; pero, a menudo. Dulzura e indefensión se van con los años y la ausencia. En el peor de los casos, queda la indefensión.

51. Cuando no tienes a qué llamar casa o madriguera, quedas en manos de extraños. Tu cotidianidad se vuelve indefensión y vulnerabilidad.

52. Extraño: El que desfigura tu belleza y no siente por tí ninguna simpatía.

53. Depredador: El extraño que te extingue.

54. Los gozos no son promesas verbalizadas. Son triunfos de la maña sobre el músculo.

55. Ser lobo es tan fácil. Los músculos y la violencia te facilitan el camino a la sobrevivencia. Entre los depredadores, junto al león y al tiburón, pueden jactarse de su omnipotencia; pero, la victoria que depende de sabiduría, habilidad e ingenio, es zorruna y tiene su proceso peculiar, que no es el mero ataque sangriento ni la complicidad en manadas.

56. Poder: El disfrute de la autenticidad.

57. Instinto: Armonizarse con la carlanca protectiva.

58. Sigilo: Preservar la carlanca.

59. El problema de las bestias es que cualquier rival depredador le engaña, accediendo ellas a que les pongan un cascabel como estrategema para devorarlas, domesticarlas y sujetarlas a esclavitud.

60. ¿Quién pondrá el cascabel gato? Que la carlanca que te pongan no sea manifestacióm visible, cualquiera sea el genotipo. Mantén tu caralanca en invisible silencio. Que sepan de tu morfología observable; pero no de tus propiedades bioquímicas. Evita al que explora en tu fisiología, con mano intrusa y házlles tu comportamiento impredecible.

61. Carlanca: En un determinado ambiente, los cazadores dominialistas están pendientes a cada expresión del genotipo y si husmean el fenotipo del zorro negligente, como el de cualquier otra bestia, te tendrán en sus manos agresoras.

62. Es inevitable que se conozcan los rasgos físicos; pero una carlanca fenotípica es también la conducta. Cuídala como un tesoro. Proteje la oreja y el cuello de cualquier cascabel. El hombre tatuado y cascabelero es prácticamente un castrado.

63. Haz tu espíritu como una carlanca: enzima que nadie observa de tu fenotipo.

64. Guárdate los secretos como la identidad de tus alelos. Sé mágico y polifénico en la medida que puedas. Los castrados, plenamente identicados por sus fenotipos, no tienen gramática parda. Escribe sus textos predecibles en el ambientes de sus adversarios y el ego social los atrapa.

65. El rostro de lo bello que hay en tí lo da la mansa dulzura de la indefensión; el tesoro callado de tu fenotipo. Si una bicha zorruna te dio las carlancas, no dejes que el bisturí del castrador, o el pincel del tatuador, te rotule. Tener un cascabel al cuello y la muerte del gato.

66. Un zorro sin carlancas es un zorro genotípico. Un Don Nadie.

67. Por desgracia, ya no abundan los hombres zorrunos. Los fenotipos de los zorros son productos observados y extendidos. Hoy el astuto y el inteligente carece de magia. Se mezcló con la manada de los entes genotípicos. Ya no es viajero en las sombras del crepúsculo. Hay cualquier listillo se llama Zorro y niega el pantano nutricio y a la madre zorra que lo parió.

68. La poesía de la conformidad suele ser un pastel muy decorado, con muy poca dopamina por azúcar. Un producto pegajoso. Con razón, hay tantas moscas sobre él. Y los presuntos sagaces son zorros en el banquete.

69. El zorro verdadero prefiere alimentarse de un saltamontes.

70. En un pastel decorado, con el nombre de poema, se oculta un rata pudrida.

71. ¿Quién prefiere una rata saprógena por alimento si la puede cazar viva?

72. La decadencia del zorro comenzó cuando fue llamado el «gran intermediario» entre el mundo de los espíritus y el mundo material. O comunicador entre las almas de los vivos y las de los muertos.

73. La fama de listillo necesario se consumó como símbolo lo de la vida salvaje y la diplomacia.

74. Está bien que el hombre sea ágil y encantador en la selva verdadera; pero en la selva de la civilización, si el hombre es zorruno, la diplomacia es una trampa y lo encantador una debilidad del carácter.

75. Maniobrar en la oscuridad, o en las horas crepusculares del amanecer, ¿para quién es útil cuando se va en compañía de una manada de depredadores y se le ha vendido a ella el alma por monedas?

76. El espíritu, cuando se escapa, por su propia dicha, hacia construcciones intelectivas, necesita de un jalón de cuello.Un párale. Y siempre no los da una bestezuela profunda, una bella criaturilla del aliento, que son como raíces naturales que avisan que caminamos juntos. La idea es que comparte esa dicha con el mundo, con las cosas / personas / criaturas sustanciales, que nos dan el cimiento. Yo tengo un zorro dentro, o lo que es igual, su carlanca protectora.
77. Si algo mi zorro se roba son mis distracciones. El zorro es el educador profundo que pide atención y alerta. Para completar cualquier misión que tenga el hombre, cuando quiere ser bueno y útil, vea su bestezuela desde adentro.

78. ¿Que hay un espíritu maligno llamado Kyûbi o Zorro de nueve colas? ¿Que Naruto lo tiene dentro de sí? Sabrá Naruto y su autor que del zorro que hablo, como dentro de mí, él sabe poco. No hay vícunculos. Tampoco creo en Zorras con dos rabos.

79. La Naturaleza, o sus pantanos nutricios, son los que ponen límites a la fantasía y creo que hay criaturas esencialmente nocturnas, alma de zorro, por ejemplo; pero, ¿qué necesidad real hay de un zorro / kitsune / de nueve colas? ¿O de un hombre con diez penes en la espalda y otros tantos vulvas en el estómago o las rodillas?

80. En el furry fandom, todo capricho se elucubra. No en la naturaleza.

81. En mi experiencia, mi presa es un poema que puedo cazar en la soledad.

82. La técnica de salto sobre el poema la aprendí desde edad muy temprana, pero, perfeccionarla, me ha llevado a estrellarme de pecho sobre la palabraría.

83. Una intuición es la capacidad de aprehender y matar a una presa raudamente. Sólo puede ser veloz en la soledad. Demasiada luz deslumbra y enlentece.

84. Por fortuna, me puedo identificar con un zorro. Para ser, lobo, chacal o un perros de caza son demasiado pequeño.

85. Prefiero comer frutas y bayas a clavar mis dientes sobre mi prójimo; pero no renuncio a morder en defensa propia.

86. Hocico fino mis labios para el poema; espesa cola, mi memoria y collar con pinchos o agujas punzantes para evitar los mordiscos, mi carlanca fenotípica, el acervo.

87. Más vale maña que fuerza; más vale zorro que matarife armado.

88. Más vale zorro flaco, que mastodonte idiota.

89. Aunque mi primo sea un coyote (que pueda cruzarme allende a mi fronteras); prefiero viajar solo que mal acompañado.

90. En un hemisferio en crisis, los coyotes son los banqueros de Londres y las líneas ferroviarias de Meiggs que han entrado a los Andes. Todo sueño de progreso que pueda tener un zorro queda en suspenso por acción de su primo, el Coyote listo del imperialismo.

91. Zorrez, como sabiduría, es una consciencia de que somos una vasija biológica que lo contiene todo. Esta totalidad es una unidad posible de geografía, vegetación, aguas y criaturas vivientes. Es la Vasija de las interrelaciones perfectas en el proceso del Deseo.

92. Quien no cree en «interrelaciones perfectas», más que un realista, es un pesimista. Los pesimistas no formulan ni inventan nada nuevo y no olfatean la pista la verdad. Una verdad que es simple: el mundo de la recepción ilimitada.

93. Para comprender la lucha por la supervivencia, hay que entender el sentido de lo creado, de lo que está contenido en la vasija que somos. Somos vida que desea recibir placer. Todos los zorros son hedónicos.

94. Contener es ser vasija: Maravillosa metáfora es el Kli hebreo. A la vasija suele llamársele Adam HaRishón, alma viviente, creada expresamente para el Deseo de recibir placer por quien lo otorga de manera infinita.

95. Vivimos en un mundo de supervivientes, es cierto. Hay, sobre todas las hambres, entre las almas famélicas, carencia del deseo de infinita recepción. La mayor parte de los seres humanos son anti-hedónicos, carroñeros, poquiteros, migajeros, apáticos y parasitarios. No en balde buscan la manada, que es la más míope visión de solidaridad de grupo.

96. En la Tradición de Faustolo, me dijo la intuición zorruna, hay uno que se ríe despectativamente de la vasija sagrada (el alma, Kli) de las interrelaciones perfectas en el proceso de Deseo. A éste podríamos llamarlo el puteador.

97. El puteador cava un pozo («puteus»), hueco sin agua y entra a él para ultrajar a su víctima, depredarla espiritualmente. En los pozos o fosas de los antiguos esclavistas, el principal puteador era el dueño del pozo, el Cavador y, entanto que propietario, entraba gratuitamente a satisfacerse con el castigado, sea con azotes o con sexo. La relación entre un prisionero y el dueño o arrendador del pozo de escarmientos o de placeres mezquinos es una relación de puteo.

98. La manada es el pozo donde se echa al zorro. Toda manada es, en su esencia, carcelaria y prostituyente. La Tradición del Puteador es la manada y el jefe de la horda sanciona al disidente, no sólo privándolo de escape en el foso («puteus»), sino golpeándolo o cometiendo actos de lascivia en su víctima.

99. En el origen de toda desesposesión, hay una risa envidiosa.

100. Cuando Rómulo y Remo crecieron, conocieron a un Puteador, el cruel Amulio, tras un viaje a Albalonga, quien tenía secuestrado y cautivo a su abuelo. De regreso a los deltas del Tíber, fundaron lo que hoy se llama la Ciudad de Roma. Fue un hecho acaecido 753 años antes de Cristo.

101. Remo no pudo medir la periferia de una nueva ciudad, como hizo Rómulo en la Colina Palatina, basándose en la multitud de pájaros. El envidió la iniciativa de su hemano y se burló de las marcas fronterizas que daban perímetros a la futura ciudad. Esta fue la razón para que Rómulo lo matara, estableciendo el dictum: «Quien insulte el nombre de Roma que muera».

103. Este evento, envidia que a Remo mata, también es una parábola de desobediencia. Las órdenes que Rómulo diera fueron muy específicas. Un decreto contra los transgresores. Sin su permiso, nadie debía pasar o establecerse en la nueva Ciudad; pero el alma puteadora de Remo creyó que no hablaba en serio y que sería posible transgredir a gusto. Entonces, el Rómulo zorruno lo mordió, aniquilándolo.

104. En la actualidad, ¿cuál es la Colina Palatina de quienes nos sentimos amamantados por una bicha, la hembra zorruna , tal cual Rómulo y Remo en las leyendas? La Vasija. El alma que es capaz de constituirse con unidad posible de geografía, vegetación, aguas y criaturas vivientes. Es la Vasija de las interrelaciones perfectas en el proceso del Deseo. Mas nuestra Roma en la colina, aún sagrada, es un proceso que Rómulo con su crimen enturbió. Aún así, el valor simbólico de lo que hizo tiene un mérito: echó al intruso.

105. En la risa envidiosa del hermano (Remo), que no pudo fundar una ciudad, pero se mofa con transgresiones a la Ley / el trámite de entrar a Roma y habitarla, debe contar con la autprización del fundador, están representados todos los intrusos. La Roma de la leyenda es socio-sicológica y, en rigor, un símbolo del alma.

106 En la Tradición de Faustolo, el hermano insolente se convierte en el intruso. El arquetipo esencial se perfecciona con el Puteador. Rómulo actuó a prisa ante éste; pero él pudo haber sido el asesinado porque la envidia es germen de violencia e intrusión. No es una simple carcajada.

107. Así como la guerra es una depredación sin control de unos contra otros, la intrusión individual es el germen del adversario, el que desafía sin mérito. Como adversario, el intruso puede ser dos cosas: un cómplice del puteador, individual o colectivo, o el puteador mismo.

108. Los puteadores son predatorios. De hecho, entre todos los animales, el más predador es el hombre; pero, como enseña la Tradición de Faustolo y que me comunica mi zorro interior, la actividad predatoria más sacrílega es aquella praticada contra la esencia misma del Alma:, que es el Deseo.

109. Desgastar ese Deseo es más infame que matar. El dolor moral es, igualmente criminal, que la supresión física.a modalidad predatoria que mortifica a un zorro es la que daña esa unidad biológico animística que el alma tiene. Los útiles de uso cotidiano, si se rompen o se destruyen, se tiran. O se rehacen; pero las mutilaciones espirituales y morales son difíciles de reparar, porque lo que se daña es un vínculo del alma con todos los elementos del mundo natural (montañas, ríos, el cielo, la tierra).

110. El puteador desacraliza no sólo la ciudad de Roma, sino sus plantas, animales, árboles, etc. Cava agujeros en el Alma. Es como una carie inflama la raíz del diente y lo destroza. Como horadación en un tonel de vino es la fechoría del puteador.

111. El puteador poda tus árboles. Asiste a todas las podas; pero, para deforestar y dejar estériles tus bosques. De hecho, hay más nobleza en el significado latino de «puta» (esto es, del que derivamos «poda») que en las putadas del puteador.

112. El puteador, agujerador de tu vasija, antes de hacerlo, se roba tus protecciones. Quita de cada perro, o cada animal, sus carlancas; pero, a esta altura del símbolo del alma, estas carlancas son collares espirituales, no meros articulejos de fierro. Y una vez, cuando la víctima está en medio de manadas, sin sus carlancas de protección, mayor es el riesgo de que el puteador lo tire a uno de los fosos que ha cavado.

113. El puteador nos quiere en el pozo. En puteus, desnudos, friolentos, hambreados, podemos ser como la «putta», o chicuela callejera, que lo divierta. El puteador suele ser laxo e irrestricto en materia de agujeros, ano de zorra o de zorro le da lo mismo.

114. Si has pasado por el «puteus» y allí han caído los puteadores a sacar ventaja de tí, a la salida, serás un gato ornado con cascabeles con los que los ratones se divierten. Harán la burla, o caricatura, en los Estudios Disney.

115. En un la sociedad panóptico-disciplinaria moderna, el puteador es el domesticador de toda fiera, siendo la fiera misma. Es el Hombre-Bestia que Thomas Hobbes llamara el Lobo que, siéndolo, es lobo para sus semejantes. Homino hominis lupus est.

116. Por todo lo dicho, en las condiciones de aprovechamiento económico del cuerpo, una vez se ha domesticado , se apertrecha el Lobo.

117. Considerados como a priori histórico de nuestra época, Rómulo y Remo se separan afectivamente al surgir la Ley / Roma es sagrada y castigo a su desacralizador / y se convierten en paradigmas de leyenda en la historia de las actitudes. Cuando ambos eran hermanos en actitudes, uno no presentó la actitud lobuna ante el otro. Les mancomunó el deseo de recobrar la libertad del Abuelo, pese a que ya existía la apropiación política de los cuerpos, previar a la utilización económica de los mismos.

118. Edificar una Ciudad Sagrada es un esfuerzo por invertir la misma palabra Roma, convirtiéndola en Amor, a fin de volver a una ética originaria. Ni aún en la lógica e inferencias de su mito, Rómulo es quien inventa la anatomía política del cuerpo. El sistema de sujeción, que convertía al cuerpo en instrumento predecible y manejable con fines económicos, ya existía.

119. En la Tradición de Faustolo, fue el modo de producción esclavista el que desencadenó la apropiación de las personas. Este modo de producción esclavista es el que encumbra al Puteador, al cavador del «puteus» de deshonra. Más tarde, el feudalismo despótico estableció el sistema de castigo corporal que subsistirá en el modo de producción mercantil que instituye los trabajos forzados y en el modo de producción capitalista que impondrá el sistema disciplinario.

120. Entre los objetivos que el Cavador de Deshonra desearía subvertir, en el 'acaecer de la mala conciencia' (Nietzsche), siendo que es un resentido, es su propia admisión de culpabilidad y mofa. Rómulo, su hermano, se convierte ante Remo en un acreedor que le acusa y ante el que siente culpa. Esta envidia será la fuente de su violencia.

121. Mas en la Tradición de Faustolo, el Cavador-Puteador no produce un crecimiento orgánico en el interior del hombre ni un catalizante racional que sirva a alguna necesidad histórica. Los Remo(s) del Mundo son perpetuadores de simulacros y verdades instituídas, cada vez más desgastadas. El lobo y los perros (aún los domesticados) continuarán como los enemigos mayores del Rómulo-zorruno y lo que éste tiene de astucia.

122. Los puteadores entran en la Fiesta de los Niños y rompen las piñatas que se confeccionaron para ellos. Mas como intrusos no tienen otro gozo que frustrar la alegría de los niños. No esperan que de las piñatas caiga una lluvia de dulces o regalos. Entran obsesivamente donde no los llaman porque cada piñata que golpean a palos representa la ideología que odian: «el proceso del Deseo», del Otorgamiento en la medida de la cantidad de voluntad para recibir («Aviut»: deseo de recibir algo que está más allá de su propio cuerpo («Guf»).

123. Cuando los puteadores golpean las piñatas, golpean las Vasijas sagradas (el alma, Kli) y esencia de Aviut.

124. En el acaecer del acontecimiento de la Bestia con subjetividad, capaz de exhibir cierta sabiduría, como el anhelo de ética originaria, se centra Rómulo, el legendario fundador de Roma.

125. No habrá ética originaria sin la hazaña iruptiva de precomprensión del Alma, o Neshemá. Nietzsche, uno de los Zorros que admiro, dice que esta tarea comienza como una «disgregación, azar, coacción, o separación o vilentación». La voluntad crítica, la visión de la contradicción, el desprecio por lo sacrílego y la posibilidad de la belleza, surgen con la violentación ante la contradicción, de este modo es que se construyen los valores.

126. Puede que ésto parezca cruel: Rómulo asesina a su hermano envidioso, así como en las leyendas cristianas, el hermano envidioso (Caín) mata a Abel. Nietzsche dice algo escalofriante, si no lo entendemos: «Hasta el placer del abnegado reposa en la crueldad. Pues únicamente el placer del propio maltrato puede generar el valor del no-egoísmo o, dicho de otra manera, el altruismo como valor positivo».

127. Si viese que en la historia se operan cambios sin lucha o sin resentimiento, sucede por excepción. El dolor es siempre la constante. Por fortuna, o para menor vergüenza del hombre, el que sufre perdona y el más fuerte entre esos perdonadores, pulsa el cambio con un ejemplo de martirilogio.

128. Mas no se puede ser mártir sin una precomprensión del mensaje de la Vasija y el proceso del Deseo / Deleite. El mensaje de la vasija es tan simple y a la vez profundo: En Kli se configura un diseño de recepción de placer.

129. Tanto Deleite está configurado en tí como tejida está tu voluntad por Deseo con tu entorno.

130. El Puteador confunde la voluntad de Deseo con la voluntad de dominación.

131. El aprendizaje histórico filtra o sirve en la vasija una cierta cantidad y calidad del Deseo de Recepción. Los hombres-zorros lo mismo olfatean el Ruaj que el Neshemá; pero, la lucha por la sobrevivencia y el servicio, los mantiene en las madrigueras del mundo, con limitado deseo de regresar al Mundo del infinito o de la recepción ilimitada («Olam Ein Sof»).

132. Hay una precomprensión de lo creado, o lo dado, así como una prehistoria de ésto resumida en el proceso del Deseo o de su recepción.

133. Los africanos fueron los primeros en conceptualizar el vínculo entre todos los seres animados. A esta fuerza vital universal la llamaron magara. En rigor, se trata de la misma enseñanza contenida en El Libro del Zohar cuando dice: «Todos los mundos, los Superiores y los inferiores, se encuentran dentro del hombre. Todo lo que está creado en el mundo es para el bien del hombre, y todo vive y se desarrolla debido al hombre».

134. En la Tradición de Faustolo, la magara existe. Una Loba te puede alimentar con su leche como si fuera tu madre, siendo que «lo que está creado en el mundo es para el bien del hombre».

135. Hay una Diosa Madre coexistente en todas las cosas y su manifestación es la fuerza vital sustancial presente en todos los seres animados. Los hinduístas llevan el concepto de Aditi, como la diosa-madre, a la simbolización del vínculo infinito de lo terrestre con el espacio ilimitado.

136 La leyenda del anciano pastor Faustolo («il porcaro di Amulio») y Acca Larenzia, su esposa, es una historia sobre dos cosas: el altruísmo y el animismo como sistemas de creencias. Ambas cosas tienen que ver con la analítica genealógica del poder, o la dominación y con la etapa ética, que Foucault, asociara a la «genealogía del hombre de deseo».

137. Utilizo esta leyenda, con mi análisis hermenéutico, convencido de que el l conocimiento no es axiológicamente neutro, y que antes de hablar de solidez epistemológica o estructuras subyacentes del conocimiento o búsqueda de la verdad, hay que reconocer una historicidad concreta de las condiciones del ser que se juzga. En el entramado de la historia están los valores concretos, los que se atesoran y los que hay que revalorar; en ese entramado vital, se pelea la gran epopeya de la violentación de la que surgió la voluntad con su gramática parda (cf. Núm. 125). En este sentido, la verdad no es atemporal.

138. En regímenes con falsos valoresperpetuados, enmarcados en simulacros, «somos los que conocemos» (Nietszche) como a priori el mundo moral en que estamos, o en el que se ha vivido por milenios. La historia, con todas sus mentiras sobre la continuidad progresiva y sus truncos heroísmos, es el plexo de la moral y, por tanto, tiene también su genealogía. Genealogía que deja mucho que desear cuando la analítica se centra en las relaciones de poder, tan torvas y oscuras. Es la razón por la que que Federico Nietzsche en La Genealogía de la moral, si bien intuye muchas sutilezass sobre el a priori del ser que conoce y rompe Tablas de Valores, se aparta de la visión platónica del devenir humano.

139. Como Foucault después, en la primera etapa teórica de una arqueología de la verdad, Nietzsche dice que la verdad no es posible, que la reminiscencia platónica no ayuda y que no hay un origen fundante que oriente a la humanidad en la tarea de ganar su libertad y superas las trabas al conocimiento de la verdad y la ética originaria.,

140. Al negarse el nivel de la transmundanidad, confundiéndo con la Nada, ambos autores (Nietzsche y Foucault), socavan la noción de Otorgamiento. Desdivinizada el alma, convertida en mera subjetividad histórica, la noción de Hombre-Bestia en el sentido hobbeano queda intocada. El barniz moral que ambos le aplican no borra esta idea.

141. El hombre-bestial, o animal político que cava puniciones, es el posibilitador del Estado; pero, a menudo y ésto es casi siempre, no es capaz de forjar un contrato social que como pacto sea justo para todos y haya sido validado de otro modo que no sea la coacción y avasallamiento.

142. Los puteadores se encarrilan hacia el Estado como antes hacia las hordas y la jefatura de los rebaños.

143. Puteadores (libres del «pozo» de la autocontención, más deshonradores del prójimo) o su víctima, el empozado, todos necesitamos del sujeto como alimento, porque no somos meros cuerpos. Foucault define el sujeto / o la vasija / como «un pliegue de la exterioridad».

144. El filósofo-zorro, como el artista, define la Vasija como su Yo para el Deleite, el receptáculo para sus placeres y convivencias (interacciones infinitas y perfectas). La vasija / el alma / o el yo / no es una Tábula Rasa que sólo se ha llenado, o medio llenado, del «afuera del que procede» (Foucault).

145. Lo filósofos o sicólogos que habla sobre el Alma / Klit / del Neshamá / como si se tratara de un cacharro en el que se echa cualquier líquido son cavadores de pozos. Funcionan de la misma manera y con el mismo conocimiento que el limpia un albañal, o el pozo de una letrina. Sacan mierda de un hoyo. Cavan un pozo séptico.

146. Decir como Foucault que «el pensamiento no encuentra en sí mismo nada con qué alimentarse», o que lo impensado reside solamente fuera del sujeto, es trabajo chapucero de albañalero.

147. Nietzsche fue más sutil al expresarlo. Existe una interiorización con muchos contenidos que han debido y deberían ser exteriorizados. «Todos los instintos que no se desahogan hacia afuera, se vuelven hacia adentro, esto es, lo yo llamo una interiorización del hombre: únicamente con esto se desarrolla en él lo que más tarde se denomina el alma».

148. Ahora bien, visto que es posible que haya pensamientos neutralizados o castrados vitalmente para pensar algo nuevo, pensamiento que son como árboles podados por los piuteadores y que han sido «desarraigados de lo otro», lo externo / geografía / animales / semejantes / relaciones amplias de libertad y convivencia con otros cuerpos / y aún con dimensiones anímicas y energéticas /, ¿qué explica sus carencias y anomalías? ¿O la queja foucaultiana sobre las subjetividades inhabilitadas para pensar lo nuevo, lejano y distinto, y producir o participar de una moral?

149. Después de todo, pensar definido como «bosquejar en el adentro los rasgos del afuera» o «plizar lo exterior en lo interior» es una buena idea; pero, es sólo una de las posibilidades del acto de pensar.

150.Hay una estructura del pensar que enriquece la inversión foucaltiana de Yo / o sujeto / como «coágulo del exterior». Los coágulos son malas plataformas para fundar una moral

151. Esta es una estructura que Foucault no examina y que, sin embargo, la llama dispositivo de asttucia no encaja en su noción de «proceso sin sujeto», que sirve como conciliador de las relaciones de fuerzas vigentes en el curso del desarrollo y el mantenimiento en la red del poder.

152. Cuando M. Foucault dice que «el poder produce sexualidad, o individualidad, o deseo, no sólo en la densidad de la red del poder, sino también en sus zonas más laxas», esta genealogia para el hombre del deseo (cf. Núm. 136) no mienta otra cosa que una ilusión de erotismo y libertad. Un placer de simulacro.
151. Hoy por hoy, los hombres-rebaños son los que dicen: «Soy un ser ético» y, sin embargo, no establecen relaciones consigo mismos que sean diferentes al de su manipulador. Ese dispositivo astuto del «proceso sin sujeto», arguido por Foucault es el que crea la falsa noción de ser libre, cuando no se es. «Libre de relacionarme con mi interior mientras me relaciono con el exterior».

152: Cuando me planteo la problemática de la sabiduría animal (cf. Parte Una), mi meditación poética describe la crisis de la cultura externa e histórica como una incapacidad para producir una espiritualidad activa y auténtica que es la que puede enlazarnos a la ética originaria.

153. La ética originaria es la que bendice y la que mira «a la cara y con la frente bien levantada» (sic. Nietzsche) el sufrimiento. En ésto consiste la madurez humana. El zorro-niño de Nietzsche se acerca a la sabiduría animal con una añoranza del juego. Madurar tiene que ir en acorde a «a la seriedad con la que jugaba cuando era niño».

154. Esto me recuerda, en la Tradición de Faustolo, al anciano que evoca el encuentro de los dos niños (Rómulo y Remo) que criará, junto a Laurenzia, como suyos. En el bosque, cerca de un río, en una oscura tarde, tras días de lluvia, testificó que los niños se alimentaban de las ubres de una enorme loba. Escondio tras un árbol, observa la escena. Lo que procederá después es que estos niños selváticos crecerán muy fuertes a su lado, con un carácter juguetón y amable, cada vez con mayores búsquedas de aventuras en medio de los bosques..

155. Este es el tipo de vida, natural y libre, que Nietzsche admira cuando valora el intelecto animal aplicado en la vitalidad humana y que inspira su reflexión siguiente: «Creo que los animales ven en el hombre un ser igual a ellos que ha perdido de forma extraordinariamente peligrosa el sano intelecto animal, es decir, que ven en él al animal irracional, al animal que ríe, al animal que llora, al animal infeliz».

156. Cuando hablo sobre zorrez, me refiero a este sano intelecto animal: que en los niños Rómulo y Remo es evidente. Los no tocados por el temor a una Loba, niños movidos por el espíritu juguetó como ardillitas alrededor de una bestia mayor.

157. El hombre zorruno o selvático es capaz de amar y jugar. Es un animista natural, no cultivado por el miedo. O por lo que no existe. Es un evocador nato de lo infinito, esto es, la relación con un todo. Su verdadera madre es el Aleph, Aditi, la cardinalidad. Desde su nivel terrestre presiente los conjuntos infinitos, su esencia presente en todo el Universo.

158. Este hombre zorruno y selvático el que tomó seriamente el juego de la vida porque muy claramente Nietzsche, sin negar el dolor, filosofa: «No hay razón para buscar el sufrimiento». Por desgracia, hay sufridores profesionales, llorones de carrera. Y son la mayoría.

159. Puede que en el destino de la criatura humana haya muy pocos momentos felices, pero, la vida tiene esos momentos dichosos para quien sabe buscarlos. No hay épocas felices, o sociedades y civilizaciones que lo hayan sido, mas hay individuos que sí saben de ese sabor de la vitalidad. Son como hombres-niños que se regocijan ya con seriedad de lo que vivieron. Seriedad madura que no dejaron que su alma (vasija / Kli) fuese echada a un pozo profundo por los puteadores, cavadores de deshonra..

160. El niño-sabio-lúdico de Nietzsche busca la esperanza y el placer, pero, al mismo tiempo, es uno que «evalúa, como ser que ama por excelencia» (Nietzsche). Su espiritualidad no es pasiva y dependiente y, como explica el rabino Yehuda ben Israel, no se ata a «algo externo» que no mejora al hombre como persona o ser espiritual.

161. Hay adultos, en el sector de los educadores, jueces y sicólogos dizquie, expertoas y maduros en sus disciplinas, que piensan que ser niño es ser un tontarrón baboso, un pendejo transitorio y que ha dejar de serlo, con los años y lo coscorrones.

162. Estos puteadores de la ingenuidad y la inocencia no comprenden la naturaleza libre que el niño expresa y que ellos se encargarán de quitar y enmalecer, a tono con la cordura de la «gratitud».

163. Es realmente estúpido enseñar a ser agradable, hermoso y feliz, a quien ya lo es. La niñez ya contiene su innata libertad y tiene una carlanca divina, con estrellas animísticas y angélicas. A los niños hay que dejarlos ser y estimularles la esperanza. No se trata de dejarlos a su suerte, en el sentido material, sino que hay que darles la esperanza de que con su libertad descubran su propio destino y la ética originaria. «La esperanza es un estimulante vital muy superior a la suerte», meditaba Nietzsche.

164. Para describir la sabiduría animal que preconiza el Zorro, uilizo los elementos o presupuestos, ya aprendidos de Nietzsche. Cuando seas niño, o los tengas a tu lado, cuídate y cuídalos de los puteadores.

165. La pedofilia del puteador es chantaje y engaño. Estos vienen en nombre de las «convicciones» y los Valores Familiares Tradicionales ha echarte al fondo «puteus», donde te sodomizan. Nietzsche advirtió: «Las convicciones son más peligrosos enemigos de la verdad que las mentiras», o lo que es igual: «Toda convicción es una cárcel».

166. Con la infancia de sus naciones, ¿qué han echo los grandes pedófilos de la Fosa Pútida que se llama la Milicia, el Servicio a la Patria? Reclutarlas en sus tribus predatorias y llevarlas, como carne de cañón, a la matanza.

167. El resultado está muy bien descrito por Nietzsche: «La guerra vuelve estúpido al vencedor y rencoroso al vencido».

168. Cuando el tipo de cultura e instituciones tradicionales (incluyendo familia, escuela e iglesia), se han aliado como tribus en favor de tantas fosas pútida, controladas por puteadores, más vale nacer de una zorra en medio del bosque o de una loba en los derredores de Roma.

169. No siempre se es tan afortunado de tener a Faustolo por padrastro.

170. No dudo que Rómulo habría dicho lo que yo digo con respecto al Zorro. «Una loba me lacta. Es mi amiga y mi madre putativa. Tomaré a ella como mi doble, sombra de mi alma y guenda»

171. Precisaré un poco más sobre estas cosas para indagar el por qué de mi zorrez. La necesidad de descubrir el animal que nos inviste con su sabiduría, con el «sano intelecto animal», como Nietzsche postulara, tiene una larga trayectoria de documentación histórica. Un ejemplo: el Prólogo de la Epopeya de Gilgamesh con la noción de una hembra animaluna, «la doncella que chilla constantemente», que es llamada Lila, identificada con Lilith (la Eva-Bestia, primera esposa de Adam), en otra tradición que la asimila. Su compañero es descrito como quien alegra todo corazón y, al parecer, es pájaro o Dragón.

172. Todos los animales, sea la hiena, el zorro o el hombre, tienen una percepción sensual potencial y activa («Anschauung») y la fisiología instintiva que procesa los estímulos que percibe. Con este equipo es que se visualiza la externalización, lo natural de las formas, incitaciones y estímulos físico-orgánicos. Este es el «Geist für sich» hegeliano encarnado en los animales lo mismo que en el género humano.

173. Cuando valoro la nobleza de todo lo natural y salvaje, de todo lo animal, que todavía no se proyecta con el concepto («Begrirff») o el método lógico, es porque admito que los reinos con esta cualidad («Anschauung»), sensualidad y resistencia, tiene el valor de almas vivientes. Pasan por el mismo proceso que el hombre y provienen de la misma esencia.

174. Es cierto que cada animal tiene una guarida que le es propia. En cuanto espacial, la guarida es toda la Naturaleza («el afuera»); en cuanto, almática y animística, tal guarida es el Anschauung.

175. Hay una diferencia entre la guarida o madriguera que el animal se elabora con la sabiduría de su Anschauung. o percepción sensual y la jaula y el foso que cava el puiteador que deshonra.

176. Cuando cohabita en libertad y sin coacciones, todo animal elabora su nidaje, su guarida, marca una territorialidad, sagrada para sí, el espacio acorde a su sabiduría sensual y protectiva. Un animal aprende más que lo que suponemos. Aprende lo necesario y maximiza el potencial de su Anschauung en la geografía, flora y fauna que pisa y percibe.

177. Con el hombre, aún con su mayor evolución intelectual y fisiológica y para su mayor desgracia, la maximización de los potenciales que, en su entorno, le brinda su Anschauung, no ha sido posible. Es que el puteador más grande de los animales es doblemente enorme contra el hombre.

178. Aunque los animales, no lo conceptualizan como el hombre son almas sintientes que reconocen al puteador.

179. Sin embargo, precisemos algo que ocurre con el hombre, más dotado de Luz («Or») para la recepción de sus interrelaciones perfectibles de infinito. En el proceso del Deseo y el otorgamiento (cf. Núm. 122), que opera acorde a la cantidad de voluntad para recibir («Aviut»: deseo de recibir algo que está más allá de su propio cuerpo («Guf»), el hombre se autodepreda y con ello sufre más que el animal.

180. Este sufrimiento concierne al desaprovechamiento de su luz. La mala administración de su Anschauung. El género humano es el único que, aún conociendo que posee un alma sintiente, con niveles mayores (de mayor apetencia de luz), la niega y la sabotea.

181. El hombre que derrocha su energía animal y su percepción sensual termina haciéndose deudor («Schuld»). Ningún animal se siente deudor o se humilla ante sus acreedores.

182. Ser deudor incentiva la agresión, la envidia y el resentimiento. La envidia incontrolada pasa de la mofa al resentimiento y el resentimiento incontrolado a la agresión. La agresión del resentido se extiende a sus semejantes y a su entorno.

183. La agresión es anti-ecológica y anti-erótica. Es un paulatino suicidio en vida.

184. La depredación innecesaria surge de la envidia. Es una sed y hambre de Luz / Deleite / que responde a una vasija permanente rota, que ya no puede contener ni deseo de recepción ni otorgamiento.

185. Regresar al Mundo del Infinito o de la recepción ilimitada («Olam Ein Sof»), según vimos en el aforismo Núm. 131 es cuestión de aprendizaje histórico, que es el hábitat o madriguera de nuestra resistencia.

186. Para el zorro-espiritual, el lugar de nuestra resistencia es pantano nutricio, que es la Vulva del Neshamá. Esa esa es la cima orgásmica del Deleite, desde la cual hay que continuar el Canto Invocativo del Deseo o Voluntad por Deleite fuera de los dominadores o puteadores. Hay que espantar a los intrusos desde el Ruaj evitando que agujeren o violenten nuestro pantano nutricio.

187. La Doncella Lila en el Prólogo de la Epopeya de Gilgamesh es la Sabiduría Animal. La Lilith de Adam. El / la / Guenda. Nuestro doble en el reino de Ruaj. Tomarla, como aliada, para fortalecer la Guarida (cf. Núm. 171..

188. Una vez, con la resistencia, podemos avanzar a las aventuras que brinda la Naturaleza e investidos con dones de Neshemá, seguir hasta colmar la Vasija con nueva Luz. El arribo al Olam Ein Sof.

188. Todos los seres humanos debemos buscar la Doncella Lila. Evitar que se convierta en la hija de Havvah. En la prostituta para la noche del stop-club.

189. La sana sabiduría animal revela que hay alma viviente, olor a propia madriguera de Ruaj, en los árbolos y en las plantas. La creencia animista en los tótems proviene de la esencia de utilidad y belleza que reside en estos cuerpos de la Naturaleza.

180. Un animal vivo es un alma sintiente. Deja su olor / vapor / y su saliva, como un perro en los lugares útiles de su protección. Si usted cree que los árboles son mera materia prima para fabricar un mueble usted es espiritualmente míope y no tiene un guenda. Su percepción sensual es pobre o inexistente.

181. Si usted cree, aunque parezca un paganismo supersticioso, que un árbol es un alma sintiente, puede que lentienda la adoración del hombre antiguo por las deidades maternas, o espíritus forales. Esto lo hace animista, en el mejor sentido, el espiritual.

182. Aún cuando el árbol, o el animal que será sacrificado para uso humano o alimento, muera, antes merece el respeto. Los antiguos druídas, así como los leñadores paganos, antes de talar de talar un árbol, lo bendecían y le pedían perdón. Esto es sana sabiduría animal.

183. Puede que, ante la opinión de los modernos, ésto parezca anacrónica herejía o superstición; pero yo creo en el alma femenina de los árboles. Me encanta la visión de las dríadas del folclor griego y el sacerdocio druída que adoraba la esencia de los árboles.

184. Cuando yo valoro el concepto de Otorgamiento divino (que se desprende de las enseñanzas kabbalísticas), en realidad, precomprendo el hecho de que la Naturaleza (sus ríos, sus árboles, las bestias menores al hombre) son almas vivientes que se nos ofrendan. Son las fuentes del Otorgamiento.

185. Mi zorrez es el primer obsequio que se me da por otorgamiento.




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