Thursday, July 26, 2007

Los sofistas


Para que no vaya ninguno tras la pista
del poetizar que filosofa y de su origen,
rastro por rastro, esencia por esencia,
se juntaron estos opinantes de la felicidad barata,
gazmoños de cinismo operativo y ética triunfante.

Fue una fiesta por Esparta. Un simposio de invasores.
Varieté de domingo hicieron del capricho,
chorizo con papas la satisfacción del gusto.
Cobranza taquillera. Cerraron puertas al final
y en el transcurso y ante el primer bostezo.

Gorgios de Sicilia ya lo dijo: No hay posibilidad
de conocer el mundo. Ni existencia de verdad objetiva.

La vida es un enigma. Un juego. Y una enema.

«¿Cómo empezaron?», preguntaron a Crátos.
¡Cínico, pata de perro, filósofa en su casa ya tiene!
el lenguaraz, viajante. En esquinas de la Nada,
adepto es de capillas polisémicas sin habla.
Es mudo, paseador de fonemas entre pulgas
de su perra vida y el rabo de lo dicho. Es sordo.

¿Cómo se inició todo lo que ha sido definido
como traición a Mnemósyine, la memoria
y partera del lenguaje? ¿Dónde se fundó el mundo abierto
y por éste, asomante la aparición del Ser
en el Claror de la Ereignis?

Cerrar lo abierto, reorganizar el presente,
desacreditar el origen, desagradecer lo futuro.
Respondieron cuando Anaxágoras discursó
sobre el origen de semillas / homoeomorias
de todos los objetos y Empédoclos observó
las raíces, infinitamente divisibles de todo
lo que existe: Tierra, Aire, Agua y Fuego.

Otros hablaban desde fruiciones aberrantes
(¡ellos, tan cínicos, ellos... estolos
con mediaciones tramposas, eruditos a la violeta
con humor absurdo, sospechoso!)

«¡Que se callen los jonios y los naturalistas!»,
propusieron, que les corten las lenguas
a Tales de Mileto, a los que aprenden
en Focea y son oyentes en Efeso; callémolos.
Desterremos a Anaximando y Anaxímenes,
a Heráclito, Empédoclos, Demócrito...

Y en Elea, colonia griega en el Sur de Italia,
en favor de la estupidez más práctica,
se juntaron, moralistas apocalípticos casi todos,
predicadores de inmovilismo, creyentes
en el Uno perverso y el Diez de perfecciones.

Se juntaron los shamanes de la clase dominante,
con sirvientes empresariales
y maestros de lambisconería y oscurantismo,
genios del espectáculo, con desubicadas iságoges
de kitsch y panderetas, con hipermnesia violenta
de roedores, con la propuesta final de la fruición
y el fanatismo, fiesta de los símbolos fascistas.

«¿Cómo se inició todo? No entiendo»,
se preguntaban los atenienses,
uno que otro antiesclavista,
uno que otro ateo, herejético
por hablar del peligro
del Despliegue de la Esencia
y la apofánsis del Ser inagotable.

«¿Quiénes son estos enemigos
que, desde la pólis oligáquica
de Esparta, nos importan la maldición del fin,
el sinsentido, la Anaisthesia?

Empobrecimiento de todas las pulsiones.
El fin de todo auxilio.
La pérdida del rastro de la esencia en la Poesía.

4-17-1982 / De Heideggerianas / Tantralia Completo / Hijo de Seth

Wednesday, July 25, 2007

Fluye del cántaro


Abre tu cuerpo, hija del bosque babilonio.
Libra las tapaderas del bronce y el escudo
y hallarás que son tus muslos,
dos curvas secantoides, belleza de Agma,
harina de los prados vírgenes.

¿Y qué con los ríos y cisternas escondidas,
si antes fueron la roca del ovario, tu clotis?
Juana / aún pura y doncella / en el arco
de las libertades, te dará manantiales.

Subirán a tu vientre como soles
los pranas de los silfos
y verás el agua tibia del Mañana.

2.


Ceramista de la boca viva, sácame
de la matriz, yo soy el niño del futuro,
pez de tus formas, flor
de los partos más dulces que la miel.
Pónme en la canción libertaria del cáliz.

Canta mi primer latido
como anticipo que mi crátera te brinda
y prueba el agua.

Fluye, con esperanza dialéctica,
en los cambios; combate por la Urania.

De Estéticas mostrencas

Vasijas / 2


Hijo de Adama, tu silueta es un casco hiperboloide
y tu hueso en el Monte Moriah, urna cineraria
donde echarás el fénix invisible de las cosas
y ofrendarás tu ser con fuego
como aroma de holocausto.

No tengas pues miedo a la Misa Mayor;
sin existenciales nos quedamos
en el rasero de Don Nadie.

Sopla, vomita con las gárgaras de vino
alpiste de tu llama, chispa y semilla
de tu vuelo; chupa de los vasos del Arezzo
las gotas rojas, la infinita sangre del deseo.

Isograma es tu memoria,
zoomorfas sístulas etruscas
y ánforas corintias.

A todo ha dicho SI, Urano el loco,
el genio en el eje rotatorio y excéntrico.
Los normales del mundo no son cuerdos;
los criminales, ni héroes ni felices.

De Estéticas mostrencas

La nueva Era

Quien haya olvidado su corona de espinas
(porque no quiere existencialismos a su paso),
quien en su frente ceñida por los siglos,
la tuvo, venga.

Imprégnese en Acuarius,
Era del Soluto y el acceso
por Urano regida.

De su Siervo más fiel,
pida los vasos del Atica.

Aprenda a morir por su canción
y por su geografía
y por su vino
y por su ninfa.

Aún el Delfín más estúpido de Francia,
oyó a la campesina,
la vio llovida sobre el campo,
porque Urano dice
lo que se debe amar concretamente.

La Gran Vasija / La vasija llena / La vasija rota


Abre la boca, ceramo de luz viva.
Sacia tus sedes en la arcilla.
Apura tu copa de dolor. Hoy llueve.
Revelado fue lo que has de amar,
hijo de epher.
La utopía progresa
con Dam y con marah.

Tu polvo es tiempo.
Tu sangre es congoja.
Pégate al ánfora, acaricia el cuello largo
que es mujer Gaia / Juana / jarra y vassu
que humedece el desierto como a labios
y es como Venus, placer
que perfecciona las pasiones.

Pide tu cuartillo de la Gran Vasija,
crece en el espacio, tu rincón en la farra
pues es también tu victoria sobre Keres.


<>

La vasija llena

Un día el en-sí que vivía en la Tiniebla
dejó de estar bajo la copa viviente
que le movió sus ramas y le dijo:
«Sé un árbol. Mueve tus propias hojas,
engorda tronco y tallo; yo te ayudo,
porque yo soy tu apriori organizante,
yo te doy sombra cuando estés sudoso y sofocado;
pero, púlsate, garrapata, véte por un poco
de luz; me estorbas, yo te ayudo
a ordenar tu frágil envoltura, tu plasma frío,
tu silueta desorganizada;
yo soy el En-sí, te doy mi espíritu,
mi memoria arcaica».

Un día hizo caso el hijo del En-Sí.
Se robó para el recuerdo
un arquetipo y se echó a caminar,
creyendo que había hurtado;
pero la Copa Viviente se sintió satisfecha
y en silencio le dijo adiós al hijo.


20-11-1977 / Las zonas del carácter

<>

La vasija rota

No hizo Aquel que es el Arbol más alto,
frondoso, raíz profunda, a su fruto para que cayera
tan torpemente del racimo y se dijera:
yo soy el mero-en-sí de la materia.
No. Siempre no. El árbol-madre-padre
le instó cuanto más pudo: Estiércol
pulsa tu aroma, o tu hedor, pero aférrate
a la brisa, a codos muévete, como lombriz
hazte arrastrar a la otra orilla, sál a ver
tu luz que otros espacios te esperan.
Busca pulsión, que es lo mínimo que doy;
búscate espíritu, origen profundo de energía.

Y se quedó allí, donde la muerde
un abejón y se la traga un gusano...
Y se quedó donde el agua pudrida
no origina nada, ni llena el cántaro.

Y entristeció el Padre de las Bayas
y lloró el Vientre de la Vida.
Nació aquel hijo del oquedal
y será la vasija rota.


20-11-1977 / Las zonas del carácter


___

Blogsite 2 / El hombre extendido / La función de la poesía / Las tareas / El poeta que preserva su unidad

El Segador

With the discovery of Uranus a new concept of the cosmos began to emerge: Sally Gillispie


El Segador es frío como el airado dios
que fue castrado, y es hoy la roca original
del disturbio; se ha metido en el mundo
y dice, vengo por Gaia y lo objetivo.
La mujer que lo ama está consigo.

El fundará el realismo, lo práctico,
el genio, la rebelión, lo excéntrico y pertinente
a las órbitas históricas, ejes rotatorios
en lo humanitario.
Es quien tendría que venir, el perjurado,
y las cosas facilitan su presencia
y las ideas se deben a las cosas
porque el Segador mismo fue segado
y ya no hay quien lo burle con los gatos
por liebres y el temor a la muerte.

Aquí está quien dijera
que la materia nunca fue inventada;
existió siempre y con la Revolución Industrial
retomará el trabajo, oponiéndose a la autoridad
de los que oprimen; aquí está el que bendice
a Francia y Norteamérica
y a la Revolución exhorta: ¡Adelante!
Urano, adolescente, el que desafía el ser,
con voluntad de independencia
e individualidad, se fugó
del reposo y el silencio.


Biografía / Biografía 2 / Blogsite 1 / Blogsite 2

A pasquinar

Las poesías ocultan que fueron tinta negra: Samuel R. Quiñones


Juan Pasquino, sál de la purria
como el mal aliento y sé el Lampoon
que los burle y retuerza en sus catingas.
Que por primera vez conozcan
el lamento y moscas en sus orejas gachas;
díles que los vigilas en la plaza
desde tus escondrijos, dále de tu caldo
estética de pueblo...

Que son impuros, publícalo
en paredes de letrinas,
en los altares públicos
frente a palacios y congresos.
Que no estarán impunes para siempre
las reputaciones de sus canallerías.

Sé implacable con los hijos de Marforio,
gentuza cascarete de salones y foros y congresos.

Háblales con tu lenguaje de barbero.
Afila tu navaja y que dé miedo
y con tu lengua carretonera
menciónalos a todos, gran curriche;
cóseles el capotillo de dos faldas
si tan buen sastre eres como dicen.

En la Piazza Navona, surte ingenio,
porque son peor chusma
que todos tus libelos, todos ellos:
los proxonetas del Duque de Olivares,
los Conti que se esconden en la Iglesia,
los sepulcros blanqueados,
los Ortes, Grandi, Casanova,
Cagliostro y Capodistria.
Juntos, purria, como porra,
pasquinemos.

6-12-1980

Del libro Estéticas mostrencas y vitales

Un pordiosero viene


Un pordiosero viene
vestido con las galas del harapo.
Hombre de la guerra asqueado,
armado está con muchos desafíos
más largos que sus años.

En soledad hambriento, tentado,
si acaso por raíces de alimento
muerde de su nostalgia, traga
del desencanto y el acecho.

Un segador es que abrazará a su hijo.
Será el mentor, el guía y tendrá
que inventar el horizonte
y el ocaso que cuelga de las catenarias
(hasta el amor de Penélope, tan sola,
que rehilvana los días, la espera,
que destruye en la noche del tormento).

Un pordiosero viene.
Llegó cuando los truhanes y parásitos
comen a sus anchas, se multiplican
suciamente como ácaros.
Dilapidan los tesoros, enferman
su mundo y quieren a una reina
que los acaricie y patria, con aplauso.

Pero el NO es más auténtico
que las causas prestigiosas del banquete.
El NO tiene la fuerza de la flecha y el arco.

El pordiosero entró a la casa.
Vino a limpiar la barrumbamba.
El orden es subjetivo en su fuero,
mostrenco, poderoso, necesario.
No tuvo otra alternativa que advenir
cuando nadie lo esperaba.

Es Odiseo, camino de regreso inaplazable.
Los parásitos no pertenecen al futuro.
Ha tenido de plano que matarlos.

3-5-1985


Blogsite 1 / Blogsite 2

Tuesday, July 24, 2007

El hallazgo tántrico

Tapasaya: Aceptación voluntaria de algunas dificultades Materiales para progresar en la vida espiritual: S. Prabhupada


¡Amé la luz para decir Existo,
pero jamás dije soy
hasta hallarte en el agua
y querer tu cuerpo como pez
servido a mi diario regocijo!

Yo no sé qué es la hermosura.
Aún no. Todavía.
Tus canciones de gibón,
territoriales, de pronto me llamaron.
Te espié largamente.

Eres tersa y hermosa como niña.
Eres linda y hostil,
benévola a veces, violenta
como ninfa del bosque.

En el punto fijo de estética incipiente,
en este azar de solicitud o rencor,
me sorprendiste.

Supe que frotaría con miedo
el gozo de los ojos
y que me encenderías como chavisca
de lámpara en el viento
pues andarías conmigo.

Voy a echarme a las aguas
y agarrarte los senos o las nalgas.
En el manantial, si muero,
(porque nunca lo intenté)
llegaremos al fondo,
a flor de sedimento.

¡Y penetraré en tus algas,
comeré líquenes,
haré sexo contigo!

15-7-1980

De lo ilusorio a lo kármico / Hijo de Seth /
La niña hermosa y el viejo

La eternidad presente

There is one Ruler, the Spirit that is all things,
who transforms his own form into many. Only
the wise who see him in their souls attain
the joy eternal:
The Upanishad, 6


¿Qué es el gozo?
¿Una promesa verbalizada meramente?
¿Un discurso en los labios del Hacedor Sublime?
¡Pues linda miseria que hicieron de los gozos,
promesas y promesas y promesas!

Que no haya sublimes labios ni hacedores.
Que se forme la boca.
Que el beso retoñe.
Que las raíces crezcan...

¡A chupar venimos!
a absorber,
a rastrear el camino
vestidos de piel,
desnudos e inmersos
dentro de las charcas de escozores.
Vulvarmente nutricios estamos.
Obesesos por el olor de Démeter...

Que la mujer que ríe
redefina la eternidad con su presencia.
Que el niño hambriento clame
por la teta y chupe y se lacte.
Que el gozo baje de la altura ultramundana.
Que el tedio se quite los calzones.

Que la promesa sea como el rayo que fulmina
y Sémele ruede por los suelos
como atrabancada indígena de Cadmos
que pija quiere y caldos a la clueca
dan por cada rumbo.

Que en mil pedazos queden destrozadas
las continuidades contínuas y sistematizadas
por el Uno de lo incógnito.

¡Mal rayo nos porta, una y mil veces!
Y que la Majestad cósmica
también se colapse, que se arreche
el berraco nabo del Vigía
en presencia de legisladores morales
y rateros y rajputas y lesbianas.

El afirmador no cesa de llegar a ser él mismo.
El beso que recién ha nacido
reclma su retorno al instante idéntico.
Se moverá como lengua, golosamente enloquecida.

Y crecido, el beso quiere, yendo al plexo
de los senos calientes, los pezones
y aún más sudarse ha de querer en el carmín,
lamer en grande y, si las manos del deseo
lo permitieran, apretará debajo de las nalgas,
jalará el clotis, se salará con chupetes
y caricias, vivo julepe
con dedos en lo incógnito.

¡Qué rico que, por afirmación,
revienten el sostén, a besos,
los hijos terrenales de Semele,
los guerrilleros de la Gran Madrugada!

Que el escote se prohíba de los senos
y que las manos democraticen sus tersuras
y las repartan a las bocacalles
bajo túneles y sobre las rampas
de las perspectivas...

Que con peplos abiertos,
bragas en las rodillas,
se abran las blusas
las colegialas, las meseras,
las libres y las esclavas,
las dejadas, las viudas
las casadas y solteras...

Que el broche de una promesa nada oculte.
Que el cierre de cremallera nada esconda
porque hoy la eternidad presente como loba aúlla.
La eternidad alborota como gata los tejados.
Su movimiento inestable es una de pezuñas.

El movimiento del ser quiere rebeliones
y bajo las cobijas se ha vuelto
el coito más cachondo,
la presencia del sexo más caliente:
la afrodisia, la ausencia de nostalgia.

La eternización de lo inmóvil es lápida,
pero esta cama es sudor, olor a semen,
entrega, bija del hibisco,
telares estambrados vulva adentro
por lo infinito temporalizado.

Vivir y pensar se han trenzado
con el lenguaje de la orgía
y con pasos de ménades, el dolor filosofa.

Afirmar el gozo y el dolor es querer
la eternidad con revolcones, se repudia
la trunca linfa, éxtasis de promesa,
la espera que es más fría que los polos
y fraternales sermones o consejas paulinas.

El acto de volver a comenzar está desnudo
y el pene no es una idea, sino un córrele...
y las piernas, aún no cansadas, se agitan
y ese vientre abierto
y sus caderas
son la vida.

5-9-1990 / Tantralia
Primera parte: Devoción / Prajnaparamita / Etica

Putamen


En el poema humano,
el que vuela al espacio después del nacimiento
y deja su nido oscuro, la sustancia negra,
el alimento se almacena en el putamen.

¡Cada estrofa se dopa
como tesoro inagotable de la mina!
y, en lo más externo de la esfera,
se fortalecen las alas,
con cachondo canto, se aprende
la pasión y su delicia activas.

La corteza motora es una danza
y el poema, una gaviota,
y todo sobre la colcha neuronal
es sonoro gorjeo, vuelo germinal,
cielos de Eros electrificado.

3-7-1997 / Tantralia

Los poderes sensibles

Coatlicue

... el apego a los objetos («ragâ») transforma a los objetos en la perfecta satisfacción o plenitud del Sí-mismo en aspiración determinada hacia determinados objetos: Javier Rou

Me has querido bien,
paciente, sana, vigorosamente.
Que yo sacara dulzura de la peña
y me lavara en el río
donde te bañas y alimentas
ha sido tu esperanza.

Pensaste que yo doy vida,
pero más vida hay en tí,
depósito silvícola,
centinela de kakón.

Te difaman, hígados de indio,
y se equivoca: tú, más candidez
sacrificaste ante el Hades
por los hijos perdidos en la sombras.
Negro luto quemas en rituales
siendo adorable sin saberlo.

Más finos y tersos tus pétalos,
flor oscura, que las de muchas mañanas
y en tu vivir, Coatlicue,
menos arrugas y dolor dejaste.

Han sido tan limpias tus llamas,
fuego purificador, porque litas.
Lo sé porque me has querido
y el altar no miente
en la paciencia que atestigua.

¡Soy el residuo más dulce
que creaste en el carbono!

5-14-1980

Los tres cuerpos del Sambogha

Kama

... a substance-principle of which man's constitution is composed. Kama is the driving or impelling force in the human constitution; per se it is colorless, neither good nor bad, and it is the seat of living electric impulses, desires, aspirations, considered in their energic aspects: G. de Purucker

El alma hay que extraerla sin carencia.
Por eso voy por Coatlicue.
Quizás a la casa de Celeo.
¡Que salga ese kakón y la despierte!

Mi ansiedad de mexitin
da sus frutos en las noches,
pero me falta a Baubo por nodriza:
alguien que me perturbe
en la ausencia de istacoate
cuando mi estera está vacía.

Quiero que a flor de carne amanezca
la serpiente rolliza de alegría.
Que la niña sea una estrella:
y la bragueta sea la cuna
y ella vivaracha, lasciva, salerosa.

15-7-1980


De lo ilusorio a lo kármico

La célula / Bitácora / Abrid mi libro


LA CELULA

Abran el libro de mi vida.
La carpeta, dos paredes replicadas
en la célula, castillejo para cuerpos
que me llevan al mundo,
a la flor y a los mares,
a la fruta, a la bestia,
al aroma, al murmullo.

Tengo el lomo de puros leucocitos
y me sanan cuando duermo, temeroso
del naufragio y el abismo.

Y a las orillas, una vez infértiles
y cocidas por envenenados sequedales,
suplico su primitiva humedad de barranqueras.

OOO

BITACORA

Busco el hito de velas y de barcos
hasta en remotos hitos de jungla y lodazales.
Cada hoja que se pegue a mí,
que mi cuerpo sea yo solicito.

¡Abridme en volúmenes de antena
con cada palabra hormonal que arranque,
en flote, suspiros de márgenes ardientes.

En densidad, sin vaivenes,
vean mis secretos fondos tan blandos y anhelantes.
Pongan ojos en mí. Esperen mi partida.
O mi llegada. No me dejen sobre resacas rojas.

OOO

ABRID MI LIBRO

Abrid mis páginas
porque la sangre es fértil
hasta en el negro escarabajo de la muerte.

Esas miradas suyas que mis nutrientes sean.
Que me toquen en la herida abierta.
Que me sanen en los gritos profundos.
Que escupan sus islotes de ígnea exploración
y ardientes sedes, sombras para el sudor
que está en la rada, en los puertos,
en la simiente posible del pez.

Quizás cosechado en espigas, rencorosamente,
o por amor, por telares en friega,
han de darse, una vez y por siempre,
motores encendidos y manos de cosecha.

Aquí estoy.
Les llamo nubes, aguacero, marisma,
bandera, barcaza, galeones y nada soy sin rescate
de una hélice espiral, mi hermana tierra.
Mi patria es nucleosíntesis, proceso indetenible.

Nada sin voces de ballena,
nada sin ojos de circo solidario.
Nada sin sus arterias al trasfondo linfático
del barro, nada sin su evolución que nombra
al esqueleto mío, al puente que me eleva
al corazón de exploradores, al amor posible
que todo lo llena, lo salva y lo nutre.

Los ojos no se completan
sin saber que me han amado
por las ramas y los soles.

Leed de las más pequeñas letras del grafitti
que tan duramente saqué de lo salvaje,
tiernamente al escribir mi pez en cada molécula.

OOO

EVOLUCION

Un cielo promete, río subido al infinito.
Brutalmente salvo al hombre
que bendecirá con las memorias y escupirá
en sus ojos para entrever su presencia
en cada pared de sótano biológico.

Empujo estas paredes
más allá de mi yo desconocido
y dejo cien trillones de letras con mis cuitas,
unas verdes, azules como algas,
unas tristes, grises como lo ignoto,
unas pestilentes por ser, en tentativas,
unas organizadas para huellas de Soluto.

OOO

LES DEJO MI DIARIO

Lean que dejo al cristal, por pupilas...
casi arena, sílice, gneis de los tiempos.
He mirado en el fondo y la mar me dio olas
y ahora el viento, su universo de polen,
y como barco voy y sin chalupa vengo.

Estoy por otras torres, llovido desde el alma,
por otras perspicuidades, seco en el horizonte.
Estoy en mi genoma, vibrando en albúmina
y cal viva, y tumba de ángel y raíz y espiga.

Aquí dejo mi diario, letras moleculares.
Me transformo y zanjan con sepelios
de sal, y la vida almidona temblores
y este sismo en la voz y estas guitarras
de sol en lo profundo, no sé de qué cielo
me proveen su sangre.

No sé de que ángeles subterráneos,
colocan sus niñas en mis ojos,
aunque las formas sensuales vuelan
y pavimentan amor en mis costillas.

¡Ay, no sé si voy, si vengo,
si me orbito, o me pierdo
en la quietud de la sombra, o el abismo!

Lean, abran el libro de la vida,
el mapa de mi tiempo que se pierde,
la ruta de mi avance,
insinuada de extravío itinerante,
el preciso punto en que me olvido,
el instante de angustia que me encuentra.

La página es de sangre como gloria.
El plasma es tabernáculo,
shekinah de una pasión o su agonía.

Y una dicha goteante me persigue.
Un yo que más que vivir, pervive dando coces,
a poco de llorar y va cantando
su aguijón con alas de mercurio.

Un ser con sus espacios soy,
un ser-uno-con otros,
que se abraza al mundo, se abre
con sus libros a la madrugada.
El Uno es Quién y el yo ontológico,
genoma interrogante.

(Publicado en Tertulia de Mizar, Núm. 685, 20 de julio del 2000 y en La Blinda Rosada, España, 9 de julio del 2000)

___


Entrevista: Carlos López Dzur / Memoria de la contracultura / Sequoyah: Erotismo en el Arte y la Literatura / Bio / Teth, mi serpiente / Literatura Virtual: Sequoyah / Inquisición, censura / Master Dzur / La Capitaleña / Yo soy la muerte / Blogsite de Literatura / Carlos López Dzur / Tú no te amas a tí mismo / Blog / Carlos López Dzur / Contexto hebraico en algunos poemas de Tet, mi serpiente de López Dzur / Retrato de un verdadero puertorriqueño / Arturo Cardona Mattei / De Hostos: Ciudadano de las Américas / Carlos López Dzur / Meditación de Eliyahu en Beerseba / CARLOS LÓPEZ DZUR • ESTETA CARIBEÑO-CALIFORNIANO / Cuando la metáfora es / Codornos y coscorros . Carlos López Dzur y la Generación del Setenta / Una Antología / Galina Gorelova / Contenido Sequoyah / Ella / isla / Los violentos de la tierra / Cantos de la experiencia; en Sequoyah 18 Blogsite 1 / Contenido de Sequoya / 10 al 26 / La obra y poesía de Carlos López Dzur: Una Introducción / Primera parte / El hombre extendido / Carlos López Dzur: Recognizing Outstanding Individuals in the Community / El Corazon Del Monstruo / Estampas Y Anecdotario Existencial / Descanso y me alimento / Poetas del Mundo / Como una amazona / a Luis Bottari Rico / Red Mundial de Escritores en Español / A Marcianita Echeandía Font / (Per) versiones desde el paraiso. Prólogo / Letras / Parnassus: Carlos López Dzur / John Demjanuk / Holocausto / Entrevista: 250.000 iraquíes han sido asesinados / Harold Bloom / Gabriel del Río: De la historia del Pueblo del Pepino entre 1820 al 1830 / Convocatoria: Pepino / «Red Hot Lies: How Global Warming Alarmists Use Threats, Fraud, and Deception», de Christopher Horner / Piratas judíos en el Caribe / Reseña de libro de E. Kritzler / 35,000 niños mueren a diario por el hambre / Estadísticas del hambre y la subalimentación / Violencia doméstica en México / Jacob Needleman: Etica y dinero (1) / Jacob Needleman: Etica y dinero (2) / Los 17 de Norfolk / Educarse para ser libre / Daniela Villarreal Rubio: Poeta Mexicali

Lo que yo adoro en tí


Life was written into de cosmic code:
physicist Heinz Pagels


Siva / Universo, andrógino, niño y anciano citado
por metáforas antiguas, más allá de forma y descripción,
si por algo te conozco es la vida, Siva / Nataraja,
temporal y trascendente, si por algo te adoro
es por tu lengua azul, de chupa-tóxico,
por ser silencio y tambor, por estar en tí
quietamente absoluto, y estar en tus amantes,
en Parvati, en Durga, en la manifestación
oxitonizadora del amor y la consciencia.

Lo que yo adoro en tí es que estés calibrado
para dar la existencia de la causa, el diseño del Todo.
Me inventaste, partecilla viviente, en el principio
que te auto-organiza, Tu mente me poseyó en el ser
y me tomaste en cuenta. «Yo existo», me amó
y mi energía no se coaguló en galaxias,
me arrastre contigo al deseo y soy parte
de tus Gigantes Paradojas:
el diseño inteligente de todo lo que existe,
el caos que se rescata cuando tu voz
resuena en cósmicos vacíos.

2.

The very fact that the universe is creative,
and that the laws have permitted complex structures
to emerge and develop to the point of consciousness.
In other words, that the universe has organized its
own self-awareness, is for me something going on’
behind it all. The impression of design is overwhelming:
physicist
Paul Davis

Diseñaste al dios inocente, al que se satisface
con la bacteria primordial, primer juguete.
Pero no es poco un bacteria para quien crea plenitudes.

Extasis es Tu nombre, jiva ilimitada, manso,
calmo, siempre capaz de echar sus energías
a las aguas de Uma, a los fuegos de Bhairava,
a los Nandi del Aire y los espacios de Sadasiva.

Diseñaste el Toro y lo llamaste «Mi Transporte» sacro
y te purgaste el Nabo para hacerte más espacios
en la carne y el sexo. Desde ese día quisiste
la Tierra y el toro que la pise y la mujer
que adore lo que tienes para Yoni:
tu Linga, tu falo, tu semilla.

Diseñaste un cielo morado para los que te amen
y las tres Nadis y caminos para que pasen
tus carruajes y el mulo que la jala
y el elefante y el toro y el guerrero.

En el espacio, hicíste el arma de Indra,
formaste rayos, diamantes para el falo duro,
lo mismo que los Upayas del conocimiento.
Hicíste ra(z)sa, con prana de Tu Aliento.
Hicíste la Reta, tu espermajo,
y te vacíaste en el gozo de los hombres
cuando díste la Prajna y el maithuna.

Todo diseño eres. Muchas son las criaturas
que suspendes en el aire, mucho lo que escondes
en las aguas, y aún en el Caos, todo se estabiliza
para que cumpla su nivel de mayor organización.

Toda la vida es divina. Por eso híciste sintiente
todo lo que vibra, lo que tiene oxitocina,
lo que tiene un aliento, lo que se agusana
para librar más shakti y enroscarse
en los sadhanas de victoria,
en los círculos de la energía.

Aún en la hienda, en el estiércol,
siembras el hongo y algunos crecen
como phallus impudicus, orejas de satanas,
y apestan como boletus edalis, pero yo veo
Tu vida en él, tu Linga, tu mensaje,
Tu símbolo.

La Creación del mundo de Carlos López Dzur


Entrevista: Carlos López Dzur / Memoria de la contracultura / Sequoyah: Erotismo en el Arte y la Literatura / Bio / Teth, mi serpiente / Literatura Virtual: Sequoyah / Inquisición, censura / Master Dzur / La Capitaleña / Yo soy la muerte / Blogsite de Literatura / Carlos López Dzur / Tú no te amas a tí mismo / Blog / Carlos López Dzur / Contexto hebraico en algunos poemas de Tet, mi serpiente de López Dzur / Retrato de un verdadero puertorriqueño / Arturo Cardona Mattei / De Hostos: Ciudadano de las Américas / Carlos López Dzur / Meditación de Eliyahu en Beerseba / CARLOS LÓPEZ DZUR • ESTETA CARIBEÑO-CALIFORNIANO / Cuando la metáfora es / Codornos y coscorros . Carlos López Dzur y la Generación del Setenta / Una Antología / Galina Gorelova / Contenido Sequoyah / Ella / isla / Los violentos de la tierra / Cantos de la experiencia; en Sequoyah 18 Blogsite 1 / Contenido de Sequoya / 10 al 26 / La obra y poesía de Carlos López Dzur: Una Introducción / Primera parte / El hombre extendido / Carlos López Dzur: Recognizing Outstanding Individuals in the Community / El Corazon Del Monstruo / Estampas Y Anecdotario Existencial / Descanso y me alimento / Poetas del Mundo / Como una amazona / a Luis Bottari Rico / Red Mundial de Escritores en Español / A Marcianita Echeandía Font / (Per) versiones desde el paraiso. Prólogo / Letras / Parnassus: Carlos López Dzur / John Demjanuk / Holocausto / Entrevista: 250.000 iraquíes han sido asesinados / Harold Bloom / Gabriel del Río: De la historia del Pueblo del Pepino entre 1820 al 1830 / Convocatoria: Pepino / «Red Hot Lies: How Global Warming Alarmists Use Threats, Fraud, and Deception», de Christopher Horner / Piratas judíos en el Caribe / Reseña de libro de E. Kritzler / 35,000 niños mueren a diario por el hambre / Estadísticas del hambre y la subalimentación / Violencia doméstica en México / Jacob Needleman: Etica y dinero (1) / Jacob Needleman: Etica y dinero (2) / Los 17 de Norfolk / Educarse para ser libre / Daniela Villarreal Rubio: Poeta Mexicali

Tu voz, tu mito

Sólo para el corazón
se documentan las estrellas.
Tu Voz como lluvia ha llegado
y el cielo se espacía para Tu Mano extensa.
De las aguas han fluído más fulgores
Relampaguea.
Relampaguea.

Como rayo se levantó
desde su escondite e inercia
y se elevó
y cayó en surcos, como semilla,
y fue energía.
Han temido lo que es, menos por su luz
que por su voz.

Y testifico en Su Nombre,
aún los duros de cerviz,
se llenan de ternura, a breve instante del sollozo
y los que cantan a la alegría, ya consolados,
los más sólidos, fuertes cimientos,
como en molicie de dudas,
renuevan sus memorias
y atacan a castillos sublimes, broza,
y a templos rutinarios sin Shekinah.

¡Los solitarios ya saben sobre el Ser
y se persignan!
La sublime luz coparticipa del agua.
Se bautizan en fuego.

Hay una paz oculta
tras el trueno violento y los vendavales
y una voz que, sin nombre, nos alcanza...

10-4-1988


Los tres cuerpos del Sambogha

Me olvidas

No eres loca que coma lumbre,
ni yo tu igual aunque quiera quererte
y sepa que me quieres, si es larga tu ausencia.
Pero no me redimes ni me lloras
porque por cosas mayores te vas al infinito...

Te querré con la misma propiedad
con la que mis ojos te han comido y perdido
en la tragedia cotidiana y natural, que tú me olvidas.

Me has gustado y es injustamente predecible
que te haya olvidado, a veces repitiéndote...
¿Por qué sigo creyendo que el amor puede ser más
que amor y el placer, una puerta y un naufragio?

Si, en el mundo, tus milagros se vuelven
la accidentalidad tras la antigua idolatría,
a penia, miseria de timbal y patarata.

Voy a aprender cuán dura es tu costilla
por causa de que te encuentro para volver a perderte
y fingiré que te amo menos de lo que te amo
para que confíes en tu órbita
y para que me veas como el sol, que se aleja
cuando otro ajeno sistema planetario
está más cerca que mi aliento encima de tus pechos;
pero te voy a seguir, similar ronda del eje,
creeré que te iluminas cuando yo soy oscuro.
Que la Luz por la que giras
como si fuera tu lujo perdido,
irremediable, no soy yo...

Como si fueras una tragedia, un suicidio,
un mal sabor divino,
una blasfemia tracalera,
mi bien amada, te vas, Kali te quitas,
destructora, de mi vida.

2.


Sé que te quiero porque eres única.
En el fondo, no me necesitas para nada
y has rechazado de manera igual
toda forma coactiva de externa aproximación.
Me gustan las mujeres como tú:
solipsistas, anárquicas, sin dueño...

Daría algunos nombres para mencionarte;
¿y a quién importaría, después de todo?
El fundamento de cualquier relación
se define desde tí y tu red de autonomia.

Me cuelgo de tus escupidos.
Conozco tu miseria de araña
y la supremacía de tu vagina irreverente.
Siquiera tiene la evolución del patrio gobierno...

Hilas mi abismo de plata y soy el suplefaltas
al que sólo has compensado
con besos, distancias y recelos.

El mundo externo se subordina
a la única realidad de tus pelos
y yo recuerdo que sudas tu conocimiento
y se me antoja tu calidez y tu sudor
como lo más bello del torbellino de la historia.
Hemos sabido ser cómplices,
con el susurro del AUM...

3.


No existe más que el yo,
el yo que hierve en resina alcanforada
cuando el amor se vuelve un talismán
es decir, la mujer que filtra el tabonuco,
o sale de cualquier árbol
en que esté metida,
como Filis en el almendro.

4.


¡Qué maravillosas son las mujeres
que entran por los ojos
y que dejan su alcoiris en las pupilas
y los pedazos de estrellas, aunque fugaces,
como olor que no escapa
al tajalán que gruñe hasta las trencas!

¡Qué maravillosas cuando se convierten
en memorias para los dedos
y nos desprecian, a media talla,
porque han visto sus sombras
derramadas sobre el pecho como babas!

(Publicado en la revista Argos (México), Núm. 10, Abril-Julio del 2000, y en El Perro Andaluz, España, y en Hispanic Culture Review, Vol. VI, Number 1-2, Verano 1999-Primavera 2000)

Detalles para desearte más

Has dicho que han nacido guajalotes en las recámaras
aunque, de cierto, que de mole
para esa noche no pasan; nada de lo tuyo
quedará sin lamido, degustado...
el ombligo provocador, el hondo abismo,
los senos tuyos que se mecen,
con ritmo dulce y juvenil de colegiala.

Sí, tú eres quien,
al examinar la morondanga
del que viene y va,
inspiras mi recuerdo de hartazgo,
me das para hoy y mañana,
más nunca hartazgo eterno, cósmica abundancia;
nada entregas de este mundo
que carezca de hermosura rutinaria.

Diariamente brutal, eres.
Entonces, pienso que, con tu amor,
mi vida seguirá vacía... y por eso...
lindo ombligo, ricas nalgas, deseo
y nostalgia de amor, ¡eso eres aún!...

¡Es lo que quieres ser; es lo que puedes
y lo que aún deseo cuando me faltas!

Los poderes sensibles

Tu nombre


Dhyana: meditación que favorece la costumbre a la corriente divina, tecobrando para el individuo su aromonía con todo el universo y su alrededor; proceso de interiorización encaminado a lograr la transmutación del ser: Sir John Woodroffe


Aprendido tu nombre, te habré dicho gracias
por primera vez y estaré por admitir
que te he querido a veces, que me has quitado
los mocos, que me has herido el rostro,
que me dueles cuando no me recibes
tanto como me duele que no busques
en mis propios caminos y navas...

No que te quiera mejor como en ollas de Egipto
ni menos que te quiera en andanzas de rogona,
pegostes nomás de adobe
y no que no tengas marmita para cocer el rancho
a la tropa; sí que la tienes y por eso te olvido,
porque los celos hacen daño y mejor no tenerlos;
pero yo no aprendo a recordarte
todo lo bien que mereces
ni te amo todavía lo suficiente
para que no me duelas.

Tu nombre se ha confundido
con muchas cosas, agradables y diarias:
la chava con pantorrillas en alto,
encima y abajo de metecos
y tobillos lujuriosos que ríen,
con boca satisfecha y sonrisa tan amplia.

La Creación del mundo

El tronco

Tantra: transformar el placer mundano en felicidad espiritual pues el cuerpo es recipiente para lo divino, no una fábrica de karma o depósito exclusivo de aflicciones: Vajrayana


Son muchos los árboles
que vienen a tu ribera a dejar cada hoja,
a enflacarse de otoño, a pedirte amor
y ligamentos y raíces.

Son tan dulces tus costillas unidas
a cualquier tallo, te quieran o no
los comegenes que repudias,
los iguales que aman, los que sueñan
inútilmente parecerse a tí para atraparte.

Si no tienen esa suerte, corazón adentro,
es porque ya andas conmigo.
No hay tonto que replique para su provecho.
No hay tonta que no se trepe
al tronco de nogal y no se mueva hasta sacar
su pulidez y lustre al pardo rojizo.

La voluntad del placer es tan soberana,
tan soberana que traiciona, que separa, que solve...

¡Qué no has hecho por una robusta tranca!
por eso a las mil y quinientas,
sin que amanezca, yo te pregunto
si me quieres más a mí, o más a otros...
Te he buscado como forastero que llega
al templo, como metelón entre vestales...

Donde quiera que sea tu olor de hormona,
pregunto por tu médula adrenal y por las horas tardías,
por tu concha y por la forma de artesa de tus babas...
y, cuando tengo suerte, tu soledad y la mía se hallan...

De lo ilusorio a lo kármico

La magia del beso

Yo no sé si es por amor que estoy agradecido
de que un beso signifique tanto en nuestras vidas.

Tal vez no es por amor
que cada detalle de ternura tuya me embelesa.

Tu hermosura no ha dicho en plentud
las cosas que hay en el fondo de tu alma
o cualquiera sea el espacio de piel
que mejor conozca lo inefable
y se comunique con este asombro,
delicioso y mudo, y curiosidad por tí
(a quien doy más caricias que palabras).

Agradezco, empero...
hoy no a los besos...
Doy gracias ¡porque vives
palpablemente, caramba!

Evocas algo más noble que el pan
y más profundo que cualquier tristeza.

Y, siendo así, se te toca, se te estrecha,
se te siente en la carne, se te besa...
y se es feliz, más de lo que se quiere.

Yo no sé si es por amor que descubro
la deuda que clama interiormente,
sin saldo de cuentas todavía.

Tu ser es necesario, inevitable, universal,
biológico y estás unida a mi deseo
no sé con qué tamaño de bondad,
no sé si por amor.

Has nacido tantas veces, aunque yo
no te haya conocido ni sepa que eres réplica
de mujer en singular, con apellidos,
con habitaciones de mundo y roles públicos;
además Mujer Eterna...
Como la una, invocas a mi piel
sin hacer preguntas.

Yo no sé si es amor lo que nos lleva,
entonces, a asomarnos al corazón ajeno
y llegar e irse, dejando dulces biografías,
pero te agradezco los manantiales
y que fluyas y que magnifiques
tus besos inolvidables
y que no te expliques
ni con la gente ni conmigo,
con orden de rutinas,
o predecibles vuelcos,
sino que al beso digas ... Gracias
por la chispa que das, por breve sea,
ya sea, o no sea, por amor.

Un beso tiene magia cuando entrega vida,
alegría, pasión, celillos, travesura, erotismo,
capricho, inquietud, trémulos pálpitos.

Yo no sé si es amor, pero no son templanzas
del cerebro, oscuro, estéril, impasible,
no son saltos ni argucias de vacío organizado.

Gracias por esta grandiosidad que se crece
a pesar de mí y a pesar tuyo,
por el beso que tiene raíz y cosmos.

Gracias por la transparencia eléctrica de Eros,
por contener señales de lo vivo,
por el contacto de labios, primitivo, del beso.

(En El Perro Andaluz, España,
y en Starlite Cafe, 12 de septiembre de 1998)

La mujer está aquí

a Maruxa y Gabriela


Como ni ahora ni ayer
han de llover albardas ni lonjas de tocino
como maná del cielo
ni granizos por el fin del mundo,
así o asá, que te la pierdes tú
y da lo mismo.

Abre los ojos, bobo,
y cuenta los días con mejor contento
porque no pica la culebra al que sabe bien
el cuento tan atendible del hoy aquí
y siempre ahora (a otro perro
con la falsa providencia y su hueso).

La niña más bella
es el arán por arte de los ojos,
por regocijos de su pinta en células
y presencia de su carne y sus huesos.

No esperes que la angustia sea
tu propia galera ni que Hércules rompa
el cuerno de Aqueloo para que veas la ninfa
en el larre del aquer
que es el prado del cabrón.

Conclúyase la comedia de la falsa espera
ya que estás soltero y caliente como leño
que no encuentra las brasas.

Captura a Deyanira. Ve por ella,
aprendiéndola a ver sin esperarla
del más allá que jamás da NADA.
No hay cósmico milagro, sólo
intencionalidades.

La chamaca más perfecta es pan comido
y se observa desde el balcón y la ventana
y se le dice hóla
y se le aprende el nombre
y todos los días y todos los años
con sus horas y sus saturnalias
de cuatro alas como besos que llaman
y de dos piernas abiertas y uno encima
terco, paciente, invitador a que diga:
¡Ténme, ven conmigo,
que ya comienzo a quererte y desearte!


12-5-1992


Tantralia / Primera parte: Devoción / Prajnaparamita / Etica

La ninfa (2)

¿Qué hogar esconde, qué amparo,
qué ciudad de refugio,
a ese cuerpo con colores de alcoiris
y desnudez que deslumbra a las pupilas?

¿Con qué viste la ninfa, poseedora
de todas las edades y provocadora
síntesis y plexo de atracciones
para el hombre que sueña?

¿Quién hila con tela del decoro
para tal hembra
seductora y nínfica
el himatión?

¿Dónde está ella, tan amada:
la mesera, secretaria, hadas de los teatros,
criatura del aire y la mar,
la que pisca en los campos, la agraria,
la que vende en puertos y mercados,
la que hilvana en telares
y remienda con aguja su dolor de cosmos,
su tiempo, sus desafíos y ocios?
¿Dónde está, con su quehacer, la obrera?

Del libro Tantralia
Primera parte: Devoción / Prajnaparamita / Etica

La ninfa (1)

La ninfa que me gusta dialoga
en autobuses. Vive en la esquina.
Deja su rastro en mi puerta
y todos la quieren por su apariencia
de ficción en carne viva,
ojos grandes y labios rojos
que llaman a lujuria.

Tiene las piernas
como frondoso tallo
y sus muslos sin dueño
pero ella descansaría
sobre la estrofa que yo escribo.
Ella me gusta.

Cuando la veo navegar de un lado
para el otro, yo sé que me presiente.
Sus aguas pueden compartirse
como parte del camino que ambos seguiremos;
pero ella no sabe de qué predio del viento
mi voz llega...
y yo la llamo igual,
viéndola o no,
haya calma en la mar
o haya tormenta,
como en violentos celos
y ansiedad de unir al fin ambos destinos.

Otros, como yo, la desean.
La tientan, la atacan.
El mar es violento
y en los bosques,
hay bestias.
Pero yo
la amo;
¿y ella
a mí?


Tantralia / Los tres cuerpos del Sambogha

Las nalgas de Maruxa



... la Shakti de Bhairava dijo: Si se mira fijamente, sin parpadear, cualquier objeto físico como si fuese la primera vez, privando al pensamiento de todo apoyo, pronto se alcanza el estado de Shiva: Vijñana Bhairava Tantra, frag. 57


Como si nunca te hubiera conocido me gustas.
Mucha belleza se esparce sobre el mundo
en forma de mujer y comienzo a quererte
por causa de tus nalgas.

¡Es terrible confesarlo y por eso te quiero!
Pienso sobre la tersura de los pétalos
y doy con la almohada de esos muros
con ilusión de arcilla y manos de mis manos!
Pienso en nubes redondas y nimbos
y esos círculos me llevan a tu carne!

Resbalaste en mis párpados, camino al baño,
y hallé tu hermosura en jardín
cuyas rosas me aroman.

Un abismo de colores me
entrega sus tibios arcoiris,
donde puedo en lo más alto
de la espuma, oleaje cósmico de cielos,
palpar densas sensaciones
tu indescriptible encanto.

Entonces, juego con dimensiones serpentinas
y soy escama que a tu piel se adhiere, siendo tú
lo más terso que experimenta mi beso y mi abrazo...

Voy al tiempo de tus rastros.
Me coloco en tus márgenes,
con densidad que no tienes.
Fluyo del agua a tu fuego más sabroso,
hallo mi piel en la tuya
y resbalo en tu barro delicioso.

Me visto con el desnudo de tus formas
y siento el peso que te falta;
te metes aromada en mi cama
y no despierto; amanezco contigo
y no recuerdo las horas
sino que estoy absorbido
por tus nalgas,
tus jadeos,
tu aroma,
tu piel.
No existo.
Me has robado.

2-5-1989


De lo ilusorio a lo kármico

Detalles de amor y deseo

Aprenderé tu misterio de kutasha
que todavía me olvido,
soy impuro y celoso...

Yo no sé cuál es tu nombre;
pero tú eres lo más valioso dentro de mi alforja,
tesoro en oro dentro y fuera de la morondanga.

Nos conocimos en Catalunya nova
donde el cuerpo es tan sagrado
como negarlo en ciclo eterno de renacimientos.
Creí que estaba en el paraíso porque te ví...

Mencionaré otros recuerdos de mixoscopía
porque yo sé que fuiste virgen
y hay que sangrarte cada día
para que haya un manantial,
si hoy no lo eres.

En mi carne, sudaste las hebras de plata.
Zanjaste sequedales y de tus laberintos
echaste las aguas de la inercia, uniéndolas
a las aguas de mi bulbo raquídeo
y así nos conocimos bajo una tormenta de meralgia.

Antes de irte con tu mugrero de sílabas sacras,
¿qué hicíste sobre mi ombligo y mis escrotos,
qué marunga bailaste sobre el pene?

¿Con qué trozos de ajenos relámpagos me llenaste
las pupilas de luz, o diluvios, o viscosas madejas?

Garras me sobran... pero yo amo
este vestido que te quitas
cuando me robas la piel.

Me estremecen tus comportamientos
de sattva y de oogonio
y tus gemidos cuando rajas al Tat
y no se sabe quién es madre e hijo
cuando te mueres a plazos
debajo o encima del meteco,
mientras comes el akasha al mataperro.

Tú cuelgas milagros a las ramas,
atrapas energía del sol y te dedeas,
te abres, te excitas, te mojas
y fuera de las bragas,
me complicas en el mundo
de dos macuaches malvezados.


Los tres cuerpos del Sambogha

Marco Antonio y Cleopatra

(Receta del suicidio sabroso y perfecto)


Al despertarse en la mañana
(porque ha sudado el luto de la noche),
mire a todos lados, dice Marco Antonio.
Los ojos de Cleopatra
tendrán que ser sus lámparas.

Añore, adivine, busque ese olor
que en la cocina del mar navega
como si anunciara al apetito
el caldo más gustoso,
el plato de la honra.

Desvista a tal deleite,
dice Marco Antonio.
A la nariz, desposítela
bajo el mismo descanso
que la boca disfruta,
llenándose de pelos.

Sepa que es ella que sale
hacia los deltas más ricos en aras
de sus sueños más escondidos e inéditos,
peregrina entre pirámides de la mar.

2.


Cleopatra hierve, condimentada,
con la espesa y sólida carne,
grata de aroma, dulce a los labios.
Sumérjase en el hambre de probarla,
dice Marco Antonio;
hágasela de desayuno y cena.

No se detenga. Cocínela.
Subviértala en sazón bajo sus costillas
y cíñala al gesto de sus manos, con gusto de canela.

Que aprenda la ternura con que su boca la quiere
y el rigor de la vara que manda en el apremio;
su vientre es femenino y no tiene sequedales
sino traviesas barranqueras
para el cordero que se niega al degüello.

Ella es el gneis, lo más profundo,
gaia que hierve en el plato fecundo de la tierra...
(¡que no se enfríe, dice Marco Antonio,
ni cese su empeño de comerla!)

3.


Encímesele para cortarle a besos todas sus venas
y chupar las leches de sus misterios juveniles.
Que ese guisado exótico se quede consigo
cleopatriándole en su nueva patria de delicia.
Para mi plato se hicieron sus caderas,
dice Marco Antonio.

Ella es la nalga que salva.
El Lobo que habría de venir.
La prometida Vulva Celestial.

No hay otro paraíso que dejarse oprimir el vientre,
llenándose epicúreamente de ella y de su ombligo.
El banquete de sus huesos
sobre nuestros hombros,
rechupados tobillos,
salados por nuestra boca
y pantorrillas en alto,
convertidas en cielos...

Ponga una cucharadita de malicia
a esa fusión de algas y olas,
a esa entrega de maromas marinas.
No es tanto una guerra la que lucha.
No es una venganza.
No es una agresiva avanzada de la adrenalina
para sembrar telarañas en la sangre
y vergüenza en los nervios.

¡Es un regreso a la patria de Cleo,
un consumo, un banquete,
el repartimiento de secretos callados
que la carne tiene y que, con amor, despiertan!
¡Pero no la pierda, dice Marco Antonio:
Cleopatra no aparece de ordinario!
No se le tiene siempre.

4.


Ella no se tienta con el primer baboso que la invoque,
ella no pide la mirada prestada ni se mira en cualquiera.
Los ojos que ella trae, borrachos de ahínco,
tienen ganas de salvarse
de la estúpida obviedad que la circunda.

Son rivales del falso amor
y del diseñado sub-comportamiento
y por eso son dos lámparas quemantes,
y por eso son las rutas al suicidio
y a la redención incomprensible.

Cuando Cleopatra ilumine su mañana
y el hambre le torture, con ansias de bocados
apasionadamente nuevos y emergentes,
sedúzcala sobre las alfombras,
dice Marco Antonio,
en los pasillos de las oficinas,
en los estacionamientos,
en los ascensores o en los parques públicos
del ansia, en la privacidad de las torres
del anhelo que se pinta imposible,
a los cuatro vientos de los mares...
y ésto será delicia en la boca del áspid
y, sin duda, complicidad de amantes,
que han hallado, por fortuna,
la forma más perfecta y sabrosa de matarse.

Publicado el Abril 20, 2006,
en General, VozalMundo.com

De Tantralia / De lo ilusorio a lo kármico

Yoni

Admiro que me digas:
¡Hacedla tuya!
con vehemencia de muslos ágiles y tibios.
No pierdas un segundo de maniobra.

¡Es tu ostra, tu sabrosa hembra,
lúbrica enamorada! Dále tus aguas dulces.
Frótala en su calcio, estrogénate en su tersura.
Esparce las piernas hartas de deseo
por la curva epigénesis de sus dimensiones.

Dispárate electrones con secuencias de péndulo.
Reinventa isótopos y rayos,
calderos de hirvientes gorgojitos,
borbollones del calidarium.

¡Chúpale la pepa hasta que grite
los nombres de miles de hipercubos
y se vista de igual tersura que los ángeles
y sea viva y primaria como el hada y la alcoba,
novia corpuscular de tu celo!

¡Empújasela dentro hasta que no sobre sonrisa
ni se ablande el anhelo con que gozas el coño
de las cosas y la escalera sublime del sexo!

Primera parte: Devoción / Prajnaparamita / Etica

La flor de cuatro pétalos

a los poetas nahuas que guardaron la enseñanza


En tu cuerpo está el herbazal de Xochipilli,
ese tocado donde la alegría suprema se despierta
y te espera la dicha incomparable.

El dios del éxtasis tomó su pantorrilla.
Levantó el huipil, reverenció su carne.
La besaba cariciosamente
hasta que la tibieza del Sol produjo
mucha luz y mariposas.

Estacionaba en Tlapapalli,
vestido con tilmantli
y las flores cantaron desde prado.

Al fin, halló los cuatro pétalos:
era una vulva, era una vulva
o un conejo encantado, o un tejido,
su joya anhelada, el vellocino tántrico.

7-19-1980 / De Tantralia

La Creación del mundo

Ixchel, diosa de la Luna

Antes que conociera la Puerta del Sol
y a Siva, con su media-luna, ví el astro de la noche.
Venía como lechuza, llena de conceptos,
fría como el agua, invernal como el norte,
pasiva y receptiva, dependiente, vampírica.

Animal biológico es la mujer que pasa.
Devenir cíclico, mujer que crece, decrece, se va,
desaparece; yo fui su primer muerto.
En la casa del resplandor, Kinich Ahau,
ella fue el ojo malo, ojo malo de luna.

Al irse, ¿quién cree que lloraba sus partidas?
Yo, por Ixchel, la fea, cuyas serpientes
le sirven por diadema. Me hería la prisa
de su noche. La quise tercamente
como quieren los conejos y borrachos.

Un día que la retuve
me mordió un pedazo de alma,
de Rayi-Prakriti, de materia.

Me enamoré de ella. Y fue tan simple
lo que hice. Más súbitamente que violento,
me detuve en su sexo, despojé su hazaleja.

Comí del musgo púbico. Chupé en la charca
del jugo vaginario y canté 108 veces
el sonido-raiz de la vulva vibrátil: bhagabija.

De Tantralia / Los poderes sensibles

Ometeótl


… al Señor de la dualidad y padre de todas las cosas
en la mitología mesoamericana


Se unirán los amantes en el día primero
de los cocodrilos. Será una unión ardiente
del ser y el tiempo, del padre de todas las cosas
y el espacio cósmico; se unirán el monstruo
de la Tierra con el Sol, lo vertical
de los dragones celestiales con las noches
terrenales, con tálamos de oriente y occidente.

En los días de Cipactli, se casarán los luceros
que reclama Ometeótl y la Serpiente emplumada
para hacerse un Gran Todo que incluya dualidades.
Se unirán los amantes en el Día Primero
de los Cocodrilos.

12-2-1986

De Tantralia / Los tres cuerpos del Sambogha

Me sonreirá

Me sonreirá para que yo la bese...
porque su rostro es muy hermoso
navego, en bulbo me raquídeo
y en vulva fluyo y me doy alas, vibraciones,
cilios, giros serpentinos, encefalizo
y finalmente... ¡la alcanzo,
mutuamente cautivados en kutacha!

Salgo al espejo donde ella es
la desnudez manifestada
y la percibo, de raja en raja,
teja abajo.

Una albarrada de piedras vibrantes,
calcio y minerales exquisitos, su cuerpo.
Mis huesos se alimentaron de reflejos espinales.
Con ella estuvo mi corazón enardecido.

Anticipé su amor en el lado externo de la carne,
en la ansiedad interpretante de los gozos;
pero: ¿quién ha de quitar la magia
a la anticipación de sus besos?

¿Quien negará que su mirada
se fundamenta en las raíces de shakti?

Los poderes sensibles

Serás luz y dulzura

No te llamaré Tiniebla.
Nunca más.
Serás luz.

En mi saliva nacerá
tu nuevo nombre, Dulzura.
Creeré en tus senos de almidón,
en tu suave tersura de lípido.

Hijita, blanco japio,
¿cómo se verá tu cabellera
abundante en el viento?

¿Se mecerán tus pechitos
cubiertos de jaquetón
en la brisa, girarás como ondina
dentro del manantial,
coquetamente líquida,
seductoramente fluída?

¿Serás el pez sublime,
el más pequeño,
o el más inmenso y adorable?

2-5-1989

Los tres cuerpos del Sambogha

Me gusta cómo te mueves... (2)

¡Me gusta cómo te mueves,
pajarraco, y cómo engendras
la hipérbola con magnitud dinámica!
La acción de tu amor, así descrita.

¡Cómo giras, me gusta,
con un punto de contacto en mí,
insinuándote a la cochambre de mi calle!

Tú, colocado arriba, esfera;
yo, de tronco, angulado,
sección de tus puños cerrados
cuando abro mis manos de vegetal, sediento;
tú, arriba, paraboloide;
yo abajo, vasija de cucho,
receptiva al estiércol sublime
de tus rotaciones;
tú, en la Constante de Plank,
enojado por el valor mínimo
de las secciones que intersecas;
pero aún feroz, echando madres
de bariogénica energía por los bofes,
metido hasta las trencas en orgasmo.

Yo, en curva para esquivar la pena
de que te irás hacia los mismos confines
por donde llegaste.

Te esperan otros cuerpos celestes.
Tú, en chifla porque existe la elipse;
yo, cundango, porque existe la espora
y el virus, la bacteria, líquenes
de bragas azules y verdosas,
y un mar que nos separa
y un cielo arrebolado de piedras
que golpean las espaldas
de mi mundo; en fin, mi geografía
que no te pertenece.

9-15-1990

De Tantralia / Primera parte: Devoción / Prajnaparamita / Etica

Me gusta cómo te mueves (1)

Me gusta cómo te mueves.
Excitas al tálamo.
Lo vuelves un chincual
sobre la superficie del colchón.
Y las hormigas rojas, pequeñas y malignas,
que son tu ahí
se engendraron, multiplicándose.
¡Ahora son mías como escozores!

Un día que tu cola raspó el córtex
aparecieron con los besos y las noches.
Tu cola muerde y se retira, ponzoñosa.
De las esporas asexuadas
verificas el punto fijo.
Lo calas donde más duele, te hundes.

Y revientas tu ademán de cumiche
sin que nada prometas al niño
con esperanza de sol,
que no tiene aguijón, como tú.

Más negra no ha de ser,
la compresión infinita;
te decaes porque el alma
de tu joroba volcánica huye
y el aliento tan ígeneo y tuyo
es el puñal que visita las collejas
y el débil nervio
de las flores animales,
mi jardín, mis valles, mis cayos.

¡Pero me gusta que seas curro y majo!
y con el sarape de Tlaxcala,
surtido en tí sobre los hombros,
te enaltezco
como si fueran necesarios dos paraboides
en el Este y el Oeste
de tus cumbres ligeras, libres,
como manos de Céfiro.


9-15-1990 / De Tantralia / La Creación del mundo

Vâyu

La materia sutil incluye a las bellas canciones,
la poesía, la filosofía, etc.:
Swami Prabhupada


Un objeto halló su amor concreto
y vibra y chifla y retoza.
El aire se condensa, se esparce
y a todas partes sus ondas llevan la alegría.

Tan lejos el tañido de campana,
el címbalo del verso, avanza
(700 millas por hora)
que los senderos se extienden
por el pedazo más dulce del tañido:
¡el regocijo!

11-9-1981 / En Tantralia / Los tres cuerpos del Sambogha

Prisa

¡Qué violenta y golosa es la tierra que conozco
por causa de esta prisa, de los pies a la boca!
Yo voy donde me llevan sus palabras
que brincan a los vientos,
de norte a sur,
de meridiano en meridiano.

Esta gloria de caverna me devuelve
la gruta del salvaje,
el río de las muchachas atroces
que tienen azadas en las voces y pájaros
en la náusea de sus vientres.

El sol y la negrura están pariendo
y de la mano y las rodillas
se raja el ferroníquel
y el gneis dispara más palabras
que las que jamás se hablaran.

La gravedad me arrastra consigo
hasta el colmo de un dios escarabajo
para que se abra este corazón desde lo oscuro
como una granada iluminada
allí donde hubo pausa
y el porvenir no era destino.


Abril, 1997 / De Tantralia / De lo ilusorio a lo kármico



(En La Blinda Rosada, / 27 de noviembre del 2000)

Los sátiros

¡No huyan, son gnomos,
migajitas del Pan todo inclusivo,
no corran, son silfos, no teman
de estas coquetas apariencias del deseo,
no eludan su presencia
porque tiemble la tierra,
o se agiten las aguas!
Son íncubos para el amor y el sueño.
Son larvas de atracción.
Son kóbolos.
Son sátiros.
Son amor del cosmos,
sinagogas del proceso natural
de la masa y el fuego.

2-5-1989 / Tantralia


Los poderes sensibles

Kalû

El Kalû trepida lenta y misteriosamente
y sube a las alturas de los árboles
sin pretender existirse y publicarse
más allá de la esencia de las cosas.

Ni será tránsfuga de la escena y el tiempo
que define la mera ontología entitativa
de otros seres ni fantasma del ay, doloroso
que vive siendo sin ser-todo-lo-sido.

Cuando el bagaje de nadie se objetiva,
interino en las expectativas, el Nabî canta
y ahí-es... hecho canción de cuna,
beso y cuidado de la Tierra Madre,
seno mártir y hacendoso,
dulce e infinito;
ahí estuvo su poema,
maternal arrullo,
escribiéndose en despedida
porque el Ser va cerrando
sus años de epistemología
al llegar la pubertad de la palabra.

7-17-1992 / De Tantralia


Los tres cuerpos del Sambogha

Alegrémonos

a Radharani, consorte eterna y dadora de placer


Alegrémonos, sin embargo.
El lenguaje nos recobra como a peces
y nos fluye hacia las flautas y guitarras
y nos da burbujeantes pianolas
como dientes y viva delicia
entre las algas y las conchas.

Cristalizada en lago de símbolos
como diamante que sale de la forja
de Vulcano, será la piedra bruta,
la que hoy es palabra estéril,
seca y cotidiana.

2.


Como sangre que sustancia en sí
toda atracción y espacio,
fluído de cada energía,
restablecedora de vida y belleza,
lavadora del vestido que se abre
y no encubre al apetito
que desnuda su empatía,
serán los prados del lenguaje
y las hembras donde se viva el hombre.

3.


Lavémonos para el día de la Totalidad,
ha dicho el Nabî, que la música amanezca
con cantos en los labios de las vírgenes
de Pafos, propone el Kalû.
Sumerjamos los pies en las aguas
del aditon y las grutas de Calcas y Cleros
para que comiencen las cifras luminosas
con sonora expresión de nuevas voces.

Primera parte: Devoción / Prajnaparamita / Etica

Ha nacido esta lujuria gratamente

Antes de que llegaras
yo era un loco de verano.
Un chiflado mataperro con mis días.
Vivía por estas playas
(que parecen tan simples:
sol y arena, agua y caminos)
y, de súbito, cayó del más alto nidajo
de la palma, el melón lactoso,
tu presencia y me llevaste
a la mejana de la fuente:
la sensación, Tu Carne.

Para los hechos singulares
(que yo dí por creídos, asentados
virtuosamente verdaderos)
buscaste las segundas intenciones,
la oscura gramaticalidad,
el sendero verificador de desviaciones.

Golpeaste el idealismo subjetivo
sin piedad, estremeciéndome
e hicíste del espíritu de Berkeley
una masa apestosa de mabinga
por la que siento lástima.

Despojaste al paisaje de sus bragas.
Todo ultrajaste con asco y placer.
Díste propiedades caprichosas
a lo que vestido estuvo
de inmaterialismo;
calidades sustanciales
a lo que había inmanifestado
y vírgen en mi mirada,
pero vedado a mi tacto.

Por eso ha nacido esta lujuria
gratamente, pero me duele ir a imitarla
y ejercer songa. Ha tomado tiempo
tener tu sangre fría.

Bajo el sol de mi islilla
fui tonto y piadoso,
imperaba una inocencia
que no comprenderías;
pero sin esta experiencia a posteriori
de quererte, Melpómene,
todo sería tautológico y arcaico
bajo el sol y mis días.

6-7-1989 / De Tantralia

Fisiología de la excitación

Esa mujer con faldas de hidroxilasa,
wow! es azote de MAO
y enzima o abajo de ajena tirosina,
es maravillosa,
se circula, se tiende
y debe lamerse como al caramelo,
degustada por su chocolatina,
y oler a queso, después de ser mordida.

La mina tiene que licuarse como sangre,
beberse caliente para que sea nuestro aliento,
formar las sílabas: te-a-mo,
porque se palpa, conjugada
me anima, la quiero.

La mina que sea el oro del riachuelo,
la ninfa de las trenzas desatadas.
Que la recoja en el ensueño
el Pastor que exprime las palabras
cuando busca al ser más ovulante,
chapoteado en la cera del humus, su adjetivo,
que sea, para mí, la que navega
entre sustancias transmisoras,
tesoro que nos determina
al ser dopaminante.

Quien chapotea en medio de torrentes,
exprima el húmedo adverbio, haga pronombres
y prodigios, sintáxis milagrosas
y diga MINA y será TONINA
y miel anhelada
y ansias de triptofán
y abajo, pantaletas, ya que enzima
fue y encima estuvo
y como tal se comparte,
como fue encima, ¡ah, MAO!
espiga y hoz del encanto
más neuromodulatorio…

Me has llevado al tálamo del benzo,
me has sumido el espinazo,
has gritado en gathas
al lingam y a los cupidines
y el horizonte de mis ojos tiene alas serpentinas
que han sembrado tus dientes y tus besos.

La mina dopa el ansia
y no hay pena que no quite cuando Gaba
se abre como yoni
y es la mina dopante que galopa.

¡Qué jocunda sobre el pecho,
qué alivio, si se afloja, si descansa,
qué placer, benzo-mudo, si reduce la penuria
del opiato, y se mece en el más dulce vaivén oscilatorio!

La mina es mi alegría, cada encuentro inhibitorio,
la emerge de las aguas, oh, qué ninfa sesuda,
cuando canta, porque versa las memorias
con sus labios y, con sus piernas ontológicas,
mi atención abre al soluto,
y yo penetro en la morfología más plena
de sus gozos y ella conmigo es mina
y con ella, me dopo...

(En Tertulia de Mizar, Núm. 705, 6 de agosto
del 2000 y Mondo de Kronhela, Argentina)


Del libro Tantralia

Lila / danza / entre las gopis

a Mercedes Carreño


Curiosa campesina, tentadora,
Semele bailadora, caderita, ciclo
de chulos ojos y delicia, thalía
con las mercedes, pródiga,
niña de los pechos tan sonrientes,
pupilas das, feroces en penumbra,
vergara de las lunas tan carreñas,
promesa tan caleña, sophía,
colombiana del mundo de lo bello,
trevi con las piernas exquisitas
sobre los montes reales del lenguaje,
Dioniso evoluciona por quererte.
Apolo se hace carne por mirarte.

Tu montenegro es un pilar
de orden y mandalas y el mito, una memoria
de clamores. El nuevo sacerdocio se trasciende.

¡Aquí! soy el custodio de la palabra cimera
que rompe el puente del pasado; avanza
desde el ombligo, abriendo manipuras
hasta alcanzar tu inocencia entre las lunas.

Contra la tiranía del mundo medieval
fundo juglares, el imperio óptico y sonoro,
sensualista! Vamos a la gran dicha,
a la nairatmia y a la mahasukha.

Del libro Tantralia / de Carlos López Dzur

Del shakta a su deidad

Me gustaría que hubiera un dios
que tenga mis dos manos y me abrazara
dulcemente como amigo.
Que no se espantara si dijera
que mi vida depende de esas manos
porque yo labro la tierra
y bendigo mi espíritu.

¡Sí! me gustaría que se sentara
en el llano y mirara mi domdi y mi chandali.
(Le prestaría mis ojos, si es fuere necesario).
Le calmaría la sed en el río que fluye por las navas.

En el fondo está mi casa
a la distancia. Y mi mujer adentro,
cocinando. Mi nariz informa que guisa.
Será cabrito, o mole de olla.

¡No sé! Le llevaría conmigo.
¡Que no sea la última cena!
Con mis sinceros labios digo:
¡Será un honor que sea mi convidado!

La Creación del mundo

Romance de Corinna Hartney

Corinna Harney se divierte
con la pólvora china.
Sabe cómo Gengis Khan
formó su imperio mongólico.
Cuando ella se tendió sobre mi cuerpo,
aplastó el califato islámico.
Dejó las páginas en llamas.

Todos mis textos se cubrieron
con los escombros de Bagdad.
Sentí el abismo entre Roma y Oriente.
Todavía los pentagramas de Arezzo
cantaban marcialmente
y Boecio en la cárcel bordaba
su mortaja de consolaciones
Por mutua cuenta, fue que ella y yo
firmamos la Carta Magna:
hacemos la democracia desde 1215.

Con el puro deleite de sus ojos,
reliquias irlandesas,
y su maciza silueta, sirena del desierto,
me convenció de que haga anandas
con el Uno y estimule su lalalana.

¡Qué sinceridad al poner
las cartas bocarriba!
Siempre me observa embriagado
de una culpa nata y por eso
me desafía con más amor que a nadie
por una terapia de muslos oceánicos
y boquita de pez sobre las Torres del Ovatio.

Cuando seca está la lengua del espíritu,
me pongo a rasurar el bello púbis de Sión...
¡pero, claro, es porque en sus piernas,
en sus magníficos cimientos de rodillas,
me cobijo y echo unas clavadas en seco
al fondo de las charcas de Urano,
y ella es la bienvenida
del cariño en mis costillas!

Ella es la mujer que yo ubico
bajo nevadas de cáctus.
Sus nalgas son tan cálidas
que no dudo que estoy
bajo las ruletas de neón de los casinos
y que mi ofertorio está lleno de vellos
y mis sombras llenas de barbas
y con largas orejas de burro.
¡Azazel en el desierto
y Peniel sobre la cama!
Sileno no se enmascara.

Para encontrarse conmigo,
Koré-Inna viajó muchas millas
en su Lexus SC 300 '92.
Recobraríamos la Tierra Santa.
Así que esparcí mis rodillas
sobre la arena, trayecto
hacia una colcha mágica.
Frotamos lámparas de anhelos.

Ella fue, derechita, a abrir la cremallera
y con gesto noruego, conquistó
a los bretones antes que Marco Polo
saliera de Venecia.
Para que yo fuese el cautivo
de sus glotonerías, me embriagó
su boca, sin esfuerzo.

Su saliva roja fue amrita.
Luego, en Las Vegas, se quitó
todo, hasta las últimas vírgulas.
Se evaporó de prendas.
Ocupó mi sangre.

Me invadió bien prendida.
De lo que fue su escote
salieron dos palomas;
pero no dos harpagones,
enjutos y descoloridos
que son cosas del otro jueves.

¡Estoy hablando en serio
de la Summa Theologica!
es decir, dos dogmas infalibles que,
después de chupadas
cual ejemplares tetas, se multiplicaron
las feligresías y los castillos
y los encuentros del Medioevo
con la Gloria Shekinah.

Corinna Harney es tan hermosa
del busto a los talones,
de la obviedad a lo insólito,
que Diana no permite que sea sacrificada.
Se la llevó a la Táuride, como a Ifigenia,
para que sea Playmate of the Year,
causa caussorum y emblema estético
con botas vaqueras,
medias de malla,
tangas, sedas vaporosas,
fino lingerie, fragancia Savage...

Corinna baila butt
como ninfa cherokee y escapa
por rumbos de siringa y cabras,
sirena del desierto, poetisa que oye,
carrizo acuático que canta,
ojos grises que sueñan,
azules caprichos de órbitas y estrellas,
que son la pirotecnia, la China misteriosa
hecha petardos, cielo descuartizado
bajo tierra de santos jinas que huyen del Nirvana.

En fin, ella y yo somos poetas.
Escribimos con el polvo sideral.
La entiendo cuando dice:
¡Comenzaré a lamer de tu estrofa!

Y demás está decir, que es océanica.
La noche que llegó fue Luna llena.
Según observé por la ventana,
el sol copernicano nucleó el universo
de la cama; pero yo consulté
el calendario, a puro beso,
succioné el mantram, a la antigua:
¡man menos mens mana!

Sin sayal de penitente, pedí
a la wahine el huevo del mundo,
totalidad de continuum, cosecha de magia
... y todo se redujo al julepe espasmódico
y la sílaba, el remezón del clotis,
el bocado que me llenó de pelos el alma
Ite missa est, sácate al coño.

¡Es que fue la mamada del siglo,
no cosa del otro jueves!
Te voy a entregar el pragmatismo,
dije a Corinna, es decir, a la ninfa.
Tiene veinte años, Lexus SC 300,
y ella se modela como agasajo óptico,
pues tiene la bendición de Diana
y la codicia de Orestes.

Ella busca su príncipe dormido
y susurra con labios
que han hecho pajas
al imperio maya:
¡Despierta!

No quiere que despierte
el que no es poeta.
Pero coge y lame
como apache apañera,
tupí y caraiba,
cuando gatea en sus cruzadas
para rescatar la Tierra Santa.

Maquiavelo está despierto.
El sol guerrero no duerme.
Codicia esas caderas explosivas
que harían de la ternura un berenjenal
y no digamos esas vasijas de Nut
sin cobertores que gozo en la tala,
a raya, chupa que chupa,
sin que se pida temperancia filantrópica,
o mínima intervención estatal
si de mostrar the topless phenomena se trata.
Tits without misery!

Al final, yo afilo la realpolitik
antes que Falopio describa los condones
y Ponce de León descubra La Florida.
Y ella en la boca recibe el obelisco
y yo en los dientes la raja pegajosa.

Corinna sabe su trabajo
y no compra indulgencias de los Fugger.
Conmigo muere, extractora del jugo
de mi texto vertical tan prometido:
lava a lengüetazos el telescopio
sobre cristales de deseo muy diamantinos,
duras arterias de dicha, profunda certeza
de pasiones. Hosi-a-nna, sálvame la lalalana...

El lenguaje nace del ritmo.
Tañemos címbalos y nos cimbramos.
Panderetas y nos pandeamos.
Chingamos ya en Singapur
y nos cingamos, sonajeros a toda matraca.
¡Corinna sí que sabe de lenguaje!

Cuando pegó 95 tesis encima de mi estómago,
en 1517, con saltos y agazapadas, su protesta
se llamó la Gran Reforma, propuso
su propia novedad de izar el ano en aras
de metáforas in situ, aquí en los muelles
de la folla blanda y la nalgatomía.

Y logrado el acomodo, se lubricó de unción
y como mula de tiro, recibió Su Padrenuestro.
Después navegó sobre mi ombligo
leyéndome la Dieta de Constanza.
Yo regresé al Puerto de Palos
por provisiones de huelva, ovas
o como se diga...
no por otra cosa, capear sus temporales
y cotejar el axis mundi antes de largarla
con un palo de mesana
por la candonga triangular llena de rizos.

De tortas como éstas, descúbrase América.
Sírvase el Africa. Dóblese la pólvora mojada.
Corinna sí sabe galopar sobre las olas.
Echó su vela carajada a cruz y vera
y del botalón hizo su festín de samskaras
para mi cama de agua.

Cosa no fue del otro jueves
que el Obispo Waldeck
rechazara los suspiros de Münster,
los versos tántricos,
el hambre poligámica,
il fellatio,
seminen in ore,
il anus impregnatus,

y la boca de Corinna en mis escrotos sálmicos
colgantes bajo el Arco de Triunfo.

Y también su jardín de la gracia,
con hespérides y nabos,
y Lutero de ojandra, mirón y puñetero.
A todos desafía para que se disuelvan
en las páginas de textos incomunicados.

En cambio, yo propuse
volteándola de tirón ante el pasado:
¡el motín de La Bastilla!
tomar por asalto su trasero,
túrgidas curvaturas que Gèricault
no ha pintado todavía,
pero que, si por la rampa
al por mayor en lamidas permito,
truenos de Anu profetizan
la Venida de volada y la ira del Magnífico
... hossi-a-nna, sálvese quien pueda,
cosa no es del otro jueves.

Ahora me aferro al cosmos escindido
de su nalgatorio porque escribo
sobre el futuro y el amor.
Si yo fuera Mirabeau, mudaría
Versalles a París,
redeclarando los Derechos del Hombre
sobre esas tapias de tersura
que se llama el pedorrón del Terror.

¡Váyase al diablo ilusionismo,
Delendas est Cartago y los discursos catonianos
en versión jacobina, hordas de canallas
tan cortezes, tan pizarros, napoleónicos,
tan generalísimos, tan francos, tan pinochetiles!

A merced de sus caderas, soy cautivo
de sus movimientos audaces y maravillosos.
Sus muslos son pilares del décimo universo.

Y para escribir el grand finale,
la ida y la venida, ultimamos
la jodienda astral bajo ese túnel
que se abre en Las Vegas,
zona rosa de piel que son las nalgas,
tus nalgas, bailadora de butt, Corinna.

Estoy hablando en serio
de la Summa Theologica
cuando meto mis güevos bajo su rabadilla
en aras de la gloria shekinah
y leo de sus poros la Historia,
oliéndole las gracias,
colocándola in supina positionis
para mirar sobre sus hombros
clavándola tras sí
hasta que la poesía nos diga
¡placer, nunca te vayas,
amor házte placer
hasta que el cuerpo
aguante y el divino
joder se repita!

4-12-1992

(Publicado en Tertulia de Mizar, Núm. 626-626,
22 y 23 de mayo del 2000 y SerPoeta.com,
el 4 de Mayo del 2005)