Thursday, September 30, 2010

Indice a Cuentos de Carlos López Dzur


Los productos líricos de este esteta pepiniano [Carlos López Dzur] contienen la «virtud de la sugestión», es decir que llevan la marca histórica de lo imperecedero, el elemento sine qua non de lo eterno; lo cual indica —así, al chile pinto— que tienen la virtud de la gran poesía; lo cual significa, de acuerdo con Gramsci, en una poesía perrona, que mas que describir, retratar o mimetizar esta encaminada a sugerir siempre cosas nuevas, pero de una forma acentuadamente rabiosa y con vigor.

Y ya que andamos con Gramsci, aprovechare la recta para llegar a una conclusión gramsciana respecto de la poesía del máster Dzur. Lo que, en síntesis, el poeta pepianiano pretende decirnos a través de su épica cibernética son estas mismas palabras escritas por el autor de los «Cuadernos de la cárcel»: «Hasta ahora todos los cambios en los modos de existencia y de vida se han producido por la fuerza bruta de la coacción. La selección o educación de los hombres adaptados a nuevas formas de civilización, de producción y de trabajo se ha producido mediante actos increíbles de brutalidad que han relegado a los débiles y a los no conformistas al limbo de los marginados, o los han eliminado por completo».

[Extor Henrique Martínez: «PERO LA EXISTENCIA ES LA QUE DICE LA ÚLTIMA PALABRA»]
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CUENTOS DE CARLOS LOPEZ DZUR:
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Protecciones que no llegan jamás / Canto al hermetismo


Me van a proteger, ay carajo, me dijeron,
del torbellino de la historia, ¡ay! porque es violenta
y loca la historia, el matriarcado recursivo.
Es la bruja Medea, lo nuevo siendo viejo.

Ella es el hada que con una Cenicienta
fabrica las túnicas de hechizo
y busca un vellocino de oro, y a su amante lo dota
de recursos y lo ama, pero, quiere a su manera
(tuvo un principio, como el huevo, que querrá
de su contradicción, el gallo germinal, la célula
que produzca lo nuevo, su pollo piante hasta lo eterno).

Tú eres su invención, Cenicienta.
Has hechizado un presidente, un pueblo,
un sistema de dualidad violenta.
Lo que das al visible y material mundo
de lo sido y manifiesto, es por de pronto poco y desafiante.

Del pensamiento te pasas al inmundo vitalismo,
y no te quieren. Una mujer, la más bruja de Creusa,
te dejará sin unidad y sin desfase.

Serás el sacrilegio y la venganza,
lágrima inicial, esencia sin sustancia.
Eres vientre misterioso, eres vengativa
cuando te vuelves ser en sentimiento.

¡Ay princesa de Colchis!, eres trágica
cuando das en la túnica con la quema del Olimpo,
el cambio que es el comienzo de la terminación
de los conflictos. Eres bruja,
cambias, eres torbellino, eres angustia.


Indice: Canto al hermetismo / Carlos López Dzur
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El Sacerdote miserable / Canto al hermetismo / Grumpy Pope / el Malhumorado / Racismo bioquímico: Canto al hermetismo / Parte III: Las ideologías subjetivistas / Canto al hermetismo / Canto al hermetismo: Preámbulo / El secuestro: Cantos al hermetismo / Pocahontas / Meditación sobre la muerte de Ana Hutchintson / Sequoyah 35 / Canto al hermetismo / El guerrero que viaja conmigo / Yo soy el caminante secreto del instinto / Sequoyah 38 / Sequoyah 14 /

Todo a la venta / Canto al hermetismo


Todo a la venta

Alguien dice que «yo» soy parte de un Todo
maravilloso, sin soledad, sin abismo,
alguien sabe lo que es Real y no este hoyo negro
que me traga, sin que yo me dé cuenta
cuando estoy cisceando las promesas de felicidad.

Amor sin final, eso es lo que el Todo es,
pero eso tiene un precio,
eso de las Grandes Delicias
y las Maravillas,
eso de los Milagros y Triunfos
y Riquezas, y el nivel de acción
e intensidad que me ha sido dado c
omo ritmo me ha excluído...

Alguien que vende los Secretos que me desvelan
quiere su tajada porque nada es gratis,
o mi Yo no es tan afortunado por ahora.

Afortunado quieb pague el precio de inmediato
en días en que el Todo se pone a la venta
y la parte se rompe el lonco, no sé
dónde carajo.

02-11-2000 /
Indice: Canto al hermetismo / Carlos López Dzur

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Carlos López Dzur; Indice / Canto al hermetismo: Preámbulo / El secuestro: Cantos al hermetismo / Pocahontas / Meditación sobre la muerte de Ana Hutchintson / Sequoyah 35 / Canto al hermetismo / La máscara de la vida y la muerte / Canto al hermetismo

La madrastra / El Hada de lo Noético / Canto al hermetismo


La madrastra

¡Cree en mí, hijo de los ancestros ulcerados,
cree en mí, víctima pobre del aporreo inmisericorde!
Yo soy la madre verdadera que te guarda en su regazo.
No la madrastra bajo el zambombazo del fide perdiforum.

Ella te lleva al hedonismo crudo y al nuevo paradigma:
la podredumbre nihilista, la apatía, el hermetismo
que oculta la violencia y el odio del hombre
contra el hombre, la explotación
sin la mínima esperanza.

Ella es la que dice:
«Yo te doy de lo que tengo,
si me esperas, si me obedeces, si te adhieres
con paciencia, aunque yo esté ausente».

Todo el tiempo está diciéndote:
«Tú no sirves.
En la inacción fatalista nacíste. En los limbos
de la marginalia, tendrás algo,
pero, espera…

Desde un objetivismo mecanicista
te enviará a los migajeros, con un par de zapatos
y un manifiesto de esperanzas huecas».

¿Vas a creer a esos educadores verbalistas,
a esos emisarios de la burocracias
que sólo te ayudan cuando admiten el temor
a tu odio, o tu violencia, a tu amenaza?

¿Creerás a la Madrastra que al dar
unos zapatos creyó haberte dado todo?
¿Toda la atención que necesitas,
todo el proceso de comunicación
para que seas, en común y en acuerdo universal,
parte del Sueño Americano?

*

El Hada de lo Noético

No hay un ‘pienso’, sino un ‘pensamos’:
Pablo Freire

Tengo el polvo de las misericordias,
además del ungüento del dolor neutralizado,
la grasa de las bendiciones, el talismán
para el hueso restaurado; yo doy la noética
de los cielos abióticos.

La bestia venzo,
la maldad destruyo. Ato la voraz demencia
de los dominadores. Acabo las doctrinas
de los ultramontanos.
Desangro el imperialismo
de oligarquías financieras venecianas.

Me cago en la Donación de Constantino
y los normandos… Yo soy el Hada, lo Noético.
Mi palabra es Yo Pienso, aunque tú me corrijas
y me digas: «Pensamos».


De Canto al hermetismo / Carlos López Dzur
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Indice: Canto al hermetismo / Carlos López Dzur / Grumpy Pope / el Malhumorado / Racismo bioquímico: Canto al hermetismo / Parte III: Las ideologías subjetivistas / Canto al hermetismo / El Sacerdote miserable / Canto al hermetismo / ¿Qué daría yo por hallar unas pilas? / Cuando uno tiene un país que sufre / Mi huésped y yo / El quisiera vivir

De El Libro de Anarquistas / Carlos López Dzur


El quisiera vivir toda la vida para dar
a los Abram de su comarca,
a los herederos del sol,
las manos de attar,
la esencia de las rosas.
El quisiera llevar los rayos de luna
a la tierra astral y vital de las sodomas,
pero no será de ese modo.

Lo besará la muerte.
Evitarán a golpe de traiciones
la bondad de todos los milagros.

Desde una cena, le tenderán una celada
con pan de levadura.
Y con vinagre, en vez de vino,
restregarán su boca.

Lo crucificará un paradigmático suicidio
en nombre de la Historia que maldice a sus poetas
y atropella a sus profetas más hambrientos.

El escuchó a Eliseo, temeroso de los sirios,
y protegió a Ezequías contra Senaquerib.
El dio a Agur la moderación de sus deseos.
Estuvo en la paciencia de Job
y fue en la lealtad de Peniel para Jacob.
Al suplantador bendijo con una paradoja.
Premió a la viuda inoportuna por su perseverancia.
Fue carpintero entre los humildes
y pescador de almas perdidas
y pastor y zapatero y exorcisó
cada tipo de naufragio y limbo tenebroso.

... pero lo van a colgar entre ladrones
porque se atreve a llamarse a sí mismo
el Cristo, Hijo del Hombre,
Dios hecho carne, primogénito
de la creación, pan de vida.

El desafió a los escribas
y a los sabios autojustificados en santidad
les llamó sepulcros, ciegos de grandes ciencias,
baturros, chantajistas, cagatintas, embusteros.
El cambió los esquemas a los ortodoxos.
Por eso tendrá su última cena.

No volverá a comer del shabat de la alabanza
entre los vivos ni probará los vinos la sustancia del deleite
con sufridos y golpeados.
No darán a que él pruebe ni sopas de lentejas.
Ni un mendrugo; antes le cortarían la lengua
o sacarían de cuajo sus dientes;
son capaces de hacerlo.

A su muerte se nombra el Escarmiento,
el Calvario, el Nuevo Orden protectivo
para que otros no se atrevan a imitarlo.

*

Prerequisitos para emular la última cena

Si usted quiere tener su última cena
o ser suicida, en sentido crístico y sublime,
si la fama y la prebenda
y la cuenta de banco y su prestigio en magazines,
muy citado, es lo de menos para usted,
si quiere su calvario,
sea sincero ante su apostolado.

¡Hable sin miedo!
Atrévase a ser el último antes que el primero.
El mundo está ya abarrotado con muchos
billies (grahams), jimmies swaggarts,
gente que inaugura a presidentes
y consultan a cada instante la venta de boletos,
el mundo está muy lleno de tembladores
y mayorías morales, virtud acartonada,
ministros con amantes y secretarias, putarracas,
escritores de religionismo y bazofiadas
metafísico-iluminadas, milagreros
que con bribonas chantajistas cingan
(se van a gozarse y a reirse a escondidas
en lo secreto de santuarios y moteles),
que no hacen falta más de ellos.

No sea uno más.
Muera para ese mundo vano.
Sea mejor un salvador auténtico.
Defienda a desahuciados, marche en las calles
como un vil comunista de los viejos,
váyase a Guatemala y vea 36 años
de matanza fratricida,
financiada con dinero americano.
Vaya a Chile y sea testigo de Allende asesinado
y con él, la democracia verdadera.
Vaya y escupa a generales, predíqueles.
Son mataindios, torturadores, matoides
y demónicos capos de la droga...

Fíltrese por túneles, vaya a Tijuana.
Sufra entre indocumentados.
Cruce el desierto y lleve agua.
Recoja osamentas secas
de niños y mujeres, pollos abandonados.

Mire a los rostro de las madres de desaparecidos,
a esposas de abandonados, a herederas de dolor.
Limpie las mejillas de ellas,
aún lloran en la Plaza de Mayo,
Aún están vacías sus alacenas.
Vea a los niños de las calles
(saciados de thinner en las alcantarillas),
pero hambrientos, huérfanos, maltratados...

Confirme cómo están las prisiones:
llenas de juventud traicionada, cholos,
negros, golfos de una pobreza que desafía
todos los rezos de los blancos y piadosos.

Vea que no es fácil vivir con el salario mínimo
y pasarse la vida refraseando versículos,
con un placer vacío que, en el fondo,
no tiene certidumbre ni agonía.
Los papagallos rezan y los venados saltan
por el mismo motivo que ellos.

Ante esos payasos del púlpito, no se hinque.
A sus generosos sueldos y grandes movimientos,
the revivals
no contribuya más ni con centavos.
Están impecablemente vestidos y apantallan,
pero son cizaña chapucera,
filfa, levadura, sepulcros blanqueados,
hedientes en su fondo interno.

*

Cómo se hacen los milagros

Haga milagros de optimismo.
No se quede en la sombra del rincón,
acobardado, dése por completo,
cuando tenga que elegir si la guerra es moral,
si es justo matar los inocentes
por quitar un estorbo del camino.

Cuando no tenga una piedra
para descansar la cabeza soñadora,
repita que el incógnito Príncipe hecho de pan
y complot de suicidio, también conoció
las aguas dulces, las tuvo dentro de sí
como valor, como esperanza y rito.
Con fe conjuraba montañas,
abría los mares; la oración multiplicó
los peces, reinvindicó la vida en la sustancia.

*

La consciencia de los culpables

¿Dónde se ha ido Dios? ¡Yo os lo voy a decir! ¡Nosotros le hemos matado, sí, vosotros y yo! Todos nosotros somos sus asesinos! Pero, ¿cómo hemos podido obrar así? ¿Cómo hemos podido vaciar el mar? ¿Quién nos ha dado la esponja para borrar el horizonte? ¿Qué hemos hecho cuando hemos separado esta tierra de la cadena de su sol?: Federico Nietzsche

Habrá quienes te escupan nuevamente
y te pidan las nalgas. Ellos duelen menos.
¡No hagas caso, la traición que duele
es la que dice...
Maestro, hermano amado...
y, a tu espaldas, te escarnece,
clava su puñal trapero
y deforma lo que has comunicado.

Déjalos en sus gotas
de nunca-amor-adiós hasta siempre,
que los sumisos de obediencia
y piernas largas renquen en la calle.
Que les duelan sus pasos.
La bestia rubia también tiene que morir.

Sigue tú como el terco que avanza
y siega, sin cegar, y pón tu aroma de Attar
donde ellos su mera podredumbre expiden.
Déjalos gemir, con úlceras propias
a sus culpas; no dejes que vuelvan
a patearte los riñones; asume Tu Dolor.
Que ellos asuman el suyo.
Ellos son los asesinos.
Tú sólo eras un sol y el horizonte.

*

La cruz del poeta

¿Cómo nos consolaremos, nosotros, asesinos entre los asesinos? ... ¿No es excesiva para nosotros la magnitud de semejante acción?: Federico Nietzsche

Sacaré del madero mi cruz de poeta
y la llevaré por el mundo:
«¿No véis oscurecer
cada vez más, cada vez más?»
De una retaguardia de piadosos transmundistas
seré la burla, sujeto de su Olvido, ya que el olvido
también duele y revienta, iré adelante no
como Simeón, el Cireneo, que no lo olvide él...

¡La cruz es mía!
Besaré a las rameras que ninguno procura.
A ellas lavaré sus pies, han sido fieles
al placer que satisface, a los nobles apetitos.
Animaré a los que tienen por inquietud
la bancarrota, sumaré alegrías
como ceros a un cheque y que lo cobren
como audancia millonaria, con riquezas
de atman-buddhi, sin menor cuantía.

Echaré mi red a la mar, no pescaré fascinaciones.
Quiero dolores que sean como perlas
y que valgan la pena
y ostras que hayan sido heridas por el sol
no por residuos del estanque.

En la casa del luto, levantaré al que duerme.
El trabajo es alegría, tapiaré los sepulcros
del que muere en el bolsillo cada día
y del Seol de los miserables
haré miseria y lanzas que visiten
sus costillas; ellos han de ser los frágiles
entonces y los dolidos y explotados
los robustos de piernas largas y ágiles
como las niñas campesinas
de los bosques.

De: El Libro de Anarquistas
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Indice: Canto al hermetismo / Carlos López Dzur / Grumpy Pope / el Malhumorado / Racismo bioquímico: Canto al hermetismo / Parte III: Las ideologías subjetivistas / Canto al hermetismo / ¿Qué daría yo por hallar unas pilas? / Cuando uno tiene un país que sufre / Mi huésped y yo / El quisiera vivir / Tantralia I, Devoción / Prajnaparamita / Etica / Tantralia / Tantralia, III, Los tres cuerpos (kayas) del Sambhoga / Las nalgas de Maruxa: En Mundo de Poeta / La mujer está aquí / De Tantralia / Testimonio de la separación / Homenaje a Hebe / ¿Dónde está la vida? / Cit y Kali / Putamen / Eternidad Presente / Indice: Frags. / Tantralia / Teoría del OM / Varón cósmico / Cantos al agua-mujer / Sobre Tantralia: Obra y poesía de Carlos López Dzur: Una Introducción / Del Shakta a su deidad / Carlos López Dzur; Indice / Canto al hermetismo: Preámbulo / El secuestro: Cantos al hermetismo / Pocahontas / Meditación sobre la muerte de Ana Hutchintson / Sequoyah 35 / Canto al hermetismo / La máscara de la vida y la muerte / Canto al hermetismo / El gran proyecto: Teth / Confesiones de la Gobernadora de Arizona / Galerías / 2 / Invocación del amor / El Libro de anarquistas / A Gustave de Molinari / Tres Textos de «El Libro de Anarquistas» / Letanía para agregar a la promesa de lealtad / La gran hipocresía / De «El Libro de Anarquistas» / Indice / Cuaderno de amor a Haití / El pueblo en sombras / DOSSIER CARLOS LÓPEZ DZUR [TROZOS POÉTICOS] / El guerrero que viaja conmigo / Yo soy el caminante secreto del instinto / Sequoyah 38 / Sequoyah 14 /

El anarquista perfecto / Prerequisitos para emular la última cena /


El quisiera vivir toda la vida para dar
a los Abram de su comarca,
a los herederos del sol,
las manos de attar,
la esencia de las rosas.
El quisiera llevar los rayos de luna
a la tierra astral y vital de las sodomas,
pero no será de ese modo.

Lo besará la muerte.
Evitarán a golpe de traiciones
la bondad de todos los milagros.

Desde una cena, le tenderán una celada
con pan de levadura.
Y con vinagre, en vez de vino,
restregarán su boca.

Lo crucificará un paradigmático suicidio
en nombre de la Historia que maldice a sus poetas
y atropella a sus profetas más hambrientos.

El escuchó a Eliseo, temeroso de los sirios,
y protegió a Ezequías contra Senaquerib.
El dio a Agur la moderación de sus deseos.
Estuvo en la paciencia de Job
y fue en la lealtad de Peniel para Jacob.
Al suplantador bendijo con una paradoja.
Premió a la viuda inoportuna por su perseverancia.
Fue carpintero entre los humildes
y pescador de almas perdidas
y pastor y zapatero y exorcisó
cada tipo de naufragio y limbo tenebroso.

... pero lo van a colgar entre ladrones
porque se atreve a llamarse a sí mismo
el Cristo, Hijo del Hombre,
Dios hecho carne, primogénito
de la creación, pan de vida.

El desafió a los escribas
y a los sabios autojustificados en santidad
les llamó sepulcros, ciegos de grandes ciencias,
baturros, chantajistas, cagatintas, embusteros.
El cambió los esquemas a los ortodoxos.
Por eso tendrá su última cena.

No volverá a comer del shabat de la alabanza
entre los vivos ni probará los vinos la sustancia del deleite
con sufridos y golpeados.
No darán a que él pruebe ni sopas de lentejas.
Ni un mendrugo; antes le cortarían la lengua
o sacarían de cuajo sus dientes;
son capaces de hacerlo.

A su muerte se nombra el Escarmiento,
el Calvario, el Nuevo Orden protectivo
para que otros no se atrevan a imitarlo.

*

Prerequisitos para emular la última cena

Si usted quiere tener su última cena
o ser suicida, en sentido crístico y sublime,
si la fama y la prebenda
y la cuenta de banco y su prestigio en magazines,
muy citado, es lo de menos para usted,
si quiere su calvario,
sea sincero ante su apostolado.

¡Hable sin miedo!
Atrévase a ser el último antes que el primero.
El mundo está ya abarrotado con muchos
billies (grahams), jimmies swaggarts,
gente que inaugura a presidentes
y consultan a cada instante la venta de boletos,
el mundo está muy lleno de tembladores
y mayorías morales, virtud acartonada,
ministros con amantes y secretarias, putarracas,
escritores de religionismo y bazofiadas
metafísico-iluminadas, milagreros
que con bribonas chantajistas cingan
(se van a gozarse y a reirse a escondidas
en lo secreto de santuarios y moteles),
que no hacen falta más de ellos.

No sea uno más.
Muera para ese mundo vano.
Sea mejor un salvador auténtico.
Defienda a desahuciados, marche en las calles
como un vil comunista de los viejos,
váyase a Guatemala y vea 36 años
de matanza fratricida,
financiada con dinero americano.
Vaya a Chile y sea testigo de Allende asesinado
y con él, la democracia verdadera.
Vaya y escupa a generales, predíqueles.
Son mataindios, torturadores, matoides
y demónicos capos de la droga...

Fíltrese por túneles, vaya a Tijuana.
Sufra entre indocumentados.
Cruce el desierto y lleve agua.
Recoja osamentas secas
de niños y mujeres, pollos abandonados.

Mire a los rostro de las madres de desaparecidos,
a esposas de abandonados, a herederas de dolor.
Limpie las mejillas de ellas,
aún lloran en la Plaza de Mayo,
Aún están vacías sus alacenas.
Vea a los niños de las calles
(saciados de thinner en las alcantarillas),
pero hambrientos, huérfanos, maltratados...

Confirme cómo están las prisiones:
llenas de juventud traicionada, cholos,
negros, golfos de una pobreza que desafía
todos los rezos de los blancos y piadosos.

Vea que no es fácil vivir con el salario mínimo
y pasarse la vida refraseando versículos,
con un placer vacío que, en el fondo,
no tiene certidumbre ni agonía.
Los papagallos rezan y los venados saltan
por el mismo motivo que ellos.

Ante esos payasos del púlpito, no se hinque.
A sus generosos sueldos y grandes movimientos,
the revivals
no contribuya más ni con centavos.
Están impecablemente vestidos y apantallan,
pero son cizaña chapucera,
filfa, levadura, sepulcros blanqueados,
hedientes en su fondo interno.

*

Cómo se hacen los milagros

Haga milagros de optimismo.
No se quede en la sombra del rincón,
acobardado, dése por completo,
cuando tenga que elegir si la guerra es moral,
si es justo matar los inocentes
por quitar un estorbo del camino.

Cuando no tenga una piedra
para descansar la cabeza soñadora,
repita que el incógnito Príncipe hecho de pan
y complot de suicidio, también conoció
las aguas dulces, las tuvo dentro de sí
como valor, como esperanza y rito.
Con fe conjuraba montañas,
abría los mares; la oración multiplicó
los peces, reinvindicó la vida en la sustancia.

*

La consciencia de los culpables

¿Dónde se ha ido Dios? ¡Yo os lo voy a decir! ¡Nosotros le hemos matado, sí, vosotros y yo! Todos nosotros somos sus asesinos! Pero, ¿cómo hemos podido obrar así? ¿Cómo hemos podido vaciar el mar? ¿Quién nos ha dado la esponja para borrar el horizonte? ¿Qué hemos hecho cuando hemos separado esta tierra de la cadena de su sol?: Federico Nietzsche

Habrá quienes te escupan nuevamente
y te pidan las nalgas. Ellos duelen menos.
¡No hagas caso, la traición que duele
es la que dice...
Maestro, hermano amado...
y, a tu espaldas, te escarnece,
clava su puñal trapero
y deforma lo que has comunicado.

Déjalos en sus gotas
de nunca-amor-adiós hasta siempre,
que los sumisos de obediencia
y piernas largas renquen en la calle.
Que les duelan sus pasos.
La bestia rubia también tiene que morir.

Sigue tú como el terco que avanza
y siega, sin cegar, y pón tu aroma de Attar
donde ellos su mera podredumbre expiden.
Déjalos gemir, con úlceras propias
a sus culpas; no dejes que vuelvan
a patearte los riñones; asume Tu Dolor.
Que ellos asuman el suyo.
Ellos son los asesinos.
Tú sólo eras un sol y el horizonte.

*

La cruz del poeta

¿Cómo nos consolaremos, nosotros, asesinos entre los asesinos? ... ¿No es excesiva para nosotros la magnitud de semejante acción?: Federico Nietzsche

Sacaré del madero mi cruz de poeta
y la llevaré por el mundo:
«¿No véis oscurecer
cada vez más, cada vez más?»
De una retaguardia de piadosos transmundistas
seré la burla, sujeto de su Olvido, ya que el olvido
también duele y revienta, iré adelante no
como Simeón, el Cireneo, que no lo olvide él...

¡La cruz es mía!
Besaré a las rameras que ninguno procura.
A ellas lavaré sus pies, han sido fieles
al placer que satisface, a los nobles apetitos.
Animaré a los que tienen por inquietud
la bancarrota, sumaré alegrías
como ceros a un cheque y que lo cobren
como audancia millonaria, con riquezas
de atman-buddhi, sin menor cuantía.

Echaré mi red a la mar, no pescaré fascinaciones.
Quiero dolores que sean como perlas
y que valgan la pena
y ostras que hayan sido heridas por el sol
no por residuos del estanque.

En la casa del luto, levantaré al que duerme.
El trabajo es alegría, tapiaré los sepulcros
del que muere en el bolsillo cada día
y del Seol de los miserables
haré miseria y lanzas que visiten
sus costillas; ellos han de ser los frágiles
entonces y los dolidos y explotados
los robustos de piernas largas y ágiles
como las niñas campesinas
de los bosques.

De: El Libro de Anarquistas
___

Indice: Canto al hermetismo / Carlos López Dzur / Grumpy Pope / el Malhumorado / Racismo bioquímico: Canto al hermetismo / Parte III: Las ideologías subjetivistas / Canto al hermetismo / ¿Qué daría yo por hallar unas pilas? / Cuando uno tiene un país que sufre / Mi huésped y yo / El quisiera vivir / Tantralia I, Devoción / Prajnaparamita / Etica / Tantralia / Tantralia, III, Los tres cuerpos (kayas) del Sambhoga / Las nalgas de Maruxa: En Mundo de Poeta / La mujer está aquí / De Tantralia / Testimonio de la separación / Homenaje a Hebe / ¿Dónde está la vida? / Cit y Kali / Putamen / Eternidad Presente / Indice: Frags. / Tantralia / Teoría del OM / Varón cósmico / Cantos al agua-mujer / Sobre Tantralia: Obra y poesía de Carlos López Dzur: Una Introducción / Del Shakta a su deidad / Carlos López Dzur; Indice / Canto al hermetismo: Preámbulo / El secuestro: Cantos al hermetismo / Pocahontas / Meditación sobre la muerte de Ana Hutchintson / Sequoyah 35 / Canto al hermetismo / La máscara de la vida y la muerte / Canto al hermetismo / El gran proyecto: Teth / Confesiones de la Gobernadora de Arizona / Galerías / 2 / Invocación del amor / El Libro de anarquistas / A Gustave de Molinari / Tres Textos de «El Libro de Anarquistas» / Letanía para agregar a la promesa de lealtad / La gran hipocresía / De «El Libro de Anarquistas» / Indice / Cuaderno de amor a Haití / El pueblo en sombras / DOSSIER CARLOS LÓPEZ DZUR [TROZOS POÉTICOS] / El guerrero que viaja conmigo / Yo soy el caminante secreto del instinto / Sequoyah 38 / Sequoyah 14 /

El sacerdote miserable / Canto al hermetismo


El sacerdote miserable

No. Descanse usted, sacerdote miserable,
agitador de consciencias, yo lo comprendo.
Soy el hada inclusiva. En mi caldero
hay lumbre de consuelo,
material mágico del pueblo.

Con mi varita encantadora despierto
a los que duermen en la insignificacia
de su consciencia pobre, su anemia moral,
su intelecto corrupto. ¡Animo, hago
que vean belleza y rumbos los valientes,
los más tercos que obedecen al mandato:
¡Regresa, justamente, a la hora que te diga!
¡Todavía no es el tiempo de los cambios!

*

Los ilustres embusteros

… porque el mundo de los virtuosos embusteros
es un puñal filoso; si les tientas, indiscretamente,
te matarán, a mí contigo. Cuídate, Cenicienta,
expectadora del mundo: pueblo que de sujeto
te vuelves una cosa en las manos de extraños
y de las propagandas extensivas, dizque auxiliadoras.
La libertad existe, pero sólo en el fondo secreto
de las almas, sólo donde el amor comienza.

Del libro Canto al hermetismo / Carlos López Dzur
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Frag. 3 El Ciego / Canto al hermetismo


3.

Y el ciego, en pie, reunió a la gente
que lo conoció y vino oírlo. A variadas multitudes,
cuanto pudo, las reunió en la plaza.

En realidad, él era La Voz,
no las pupilas. En realidad, era el olfato,
no las narices y, en realidad, tenía en sí
todos los tiempos, arcaicos y arquetípicos,
tiempos de la sabiduría; en adición al presente.

Con toda la memoria y fuerza de su verbo,
leyó en su corazón la Gran Promesa,
el juramento firmado en Filadelfia
y principios consagrados
en la Carta de Derechos.

Y, en realidad él era más antiguo que Vermont y la Unión;
en realidad, él era más que un ciego
en la América del Norte;
en realidad, él era la Voz
y la Conciencia del Mundo…

De Canto al hermetismo / Carlos López Dzur
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El Estado veedor

The State has Mind Overseers and they alone
determines whether a man is useful or worthless:

Bismarck

Herméticos, si la razón les tiraniza y les prejuicia,
díganlo fuertemente, sáquenlo del pecho
como herejes que ya están en la pira y desollados vivos
por la hoguera de conceptos fijos e inmutables.

Si al corazón lo han tundido en cárceles, póngan
también sus cartas boca arriba, acusen
no entre dientes ni con murmullos inútiles.

¡A gritar, a gritar… que la razón y el ser
se repugnan mutuamente sin conciliaciones!
¡Que vuelva como necesidad: el ser sensibles,
decentes, comprensivos, más humanos!
No importará que les llamen blasfemos
si han pagado el precio con dolores.


Del libro Canto al hermetismo / Carlos López Dzur

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Wednesday, September 29, 2010

El fantasma homicida


Desde que murió su madre, la niña tiene graves problemas de sueño. Apenas anochece se le observa inusualmente soñolienta y se mete en un laberinto de fantasmas. Madruga y parece drogada, con un largo letargo. A ella ya no se la envía a la escuela.

El viudo es su padrastro y no sabe que hacer sino pedir cooperación de todos y a ella que supere el miedo. Entre otros hijos, ésta no nació tan agraciada. Le han metido en la cabeza que es enfermiza y fea y, realmente, son celos de sus hermanastras. Se pelean el favoritismo del padre que les queda. La envidian porque la 'Otra Madre, la muerta' es la razón por la que tengan una mansión como ésta, un estatus social de gente adinerada. El era un muerto de hambre cuando ellas nacieron. La otra madre, la muerta, lo hizo padre bueno y rico y le dio: «A esta hija tonta, miedosa, soñadora», como dice su primogénita, conspiradora como la madre que él divorció.

Todos los detalles sobre los eventos que la niña sueña han fortalecido por años su idea descompensada de culpa. Es ella a quien caracteriza la carencia de méritos y, sobre todo, salud y belleza. «Las otras son normales y bonitas». Ella, la menor, odia soñar y no puede evitarlo y, en consecuencia, apenas en el atardecer, cuando le dan unas vitaminas, entra por ese pasillo hacia una 'choza', donde se observa que ocupa el camastro, como si se le castigara. Lo alumbra una luz de quinqué. Tras la puerta, una vez que se acuesta con una obediencia que no comprende, oye murmullos; a ras de suelo, observa siluetas. Ahora, según han pasado tres años desde que murió la madre suya, las hermanastras comentan que la soñadora está loca y su propia madre en sus delirios de enferma lo decía.

Nunca desearon acompañarla ni a la esquina. Creció así ninguneada, sin amor filial, sin otro apoyo consolante que la difunta. Aunque divorciado, con la custodia de sus hijas, la otra vive irresignada, al pendiente del marido que perdió por sus infidelidades, finalmente indisimuladas por los dos. Aún él no le suelta todo el dinero que la «ex», infiel, esperara tras la 'separación', una vez lo arropó del mal ejemplo de su devergüenza ante sus cuatro hijas.

Y uno de los fantasmas, que la soñadora nunca alcanza a identificar con sus detalles, es quien más rumora su magismo en los sueños. Sabe, sin embargo, que esa mujer es... Ella... ella... Y auque no acaban de encararse, la supone la peor adversaria, creadora entre sombras de división y recelos. Este odio de sus hermanastras, tirria entre su padre y ella. Ha sabido que su madre y la mujer fantasmal discutieron en vida. Eran enemigas en secreto. Lo infiere del sueño antes que éatw se haga muy olvidable, pobre en sus claves lógicas. Lo supo, en la vida real, no en sueños, aunque no lo dijera nadie. «Esa mujer sólo se fue en apariencia. Su fantasma no se largó ni cuando su madre la sustituyó, admitió hijas que no eran suyas y puso su fortuna por el amor al padre que ellas necesitan, pero que lastima a la pequeña, descreyéndola. Ahora, desde hace tres años que falta, ninguna tiene madre compadecida y diligente. En conjunto, todas entraron en crisis. No hay dirección ni dicha en una casa tan rica, donde no falta otra cosa que amor y diálogo.

Tan tensa se ha puesto la situación en el hogar, con la niña con disturbios oníricos que extraña a quien fue su única fuente de amparo y cariño, que el padre ha pedido tregua a su ex-mujer y al sicólogo. «Ayúdame a comprenderte, hija», le dijo, compadecido al fin, a kla menor. Ella lo despertó, con gritos, con su peor pesadilla.

La ex-mujer ha llegado. Como quien oye campanas de bienvenida. Y quiere botín. «Esta casa». Ha querido quitársela siempre y que la herede a sus hijas. «La casa no es mía. Entiéndelo. Es, por promesa y por ley, lo de la menor de mis hijas».

La soñadora les esperó en la sala. Ya está tranquila. Esta visita es sólo para confirmar lo que ha venido soñando. «Ha de ser mi última pesadilla», les dijo a todos.

«¿Qué dices, hija?»

Están reunidas las otras hijas y su madre nuevamente, algo que el padre despechado antes prohibiera (herido en su orgullo porque ha confirmado que su-mujer no sólo le fue infiel, inagotable en sus lujurias). Lo ha sido con cada amante que ha tenido a distancia por años, desde que se divorciaron. ¿Cómo llamarla 'puta' sin ofender y lastimar a sus hijas? La infiel se autojustifica. «Porque tú me engañaste y tuvíste a esa hija, que no es mía, con mujer rica, menos hermosa que yo». Ojo por ojo. Entonces, a 15 años de su infidelidad, también ella se fue a cazar hombres y entregó a sus criaturas que las mantenga ella, «quédatelas para que no me estorben».

De la cazaforturna son las mayores, «hijas tuyas, amante fracasado, y peor aún, mediocre y pobre». El la acusa, aunque ha sido muy negligente al tomar decisiones con respecto a ella. Ha sido miedoso. No le gusta el escándalo. Es lo que dice.

«Cuando estén todos presentes, papá», alegó la soñadora, «te diré lo que realmente me lastima».

Llegó la esperada («la puta», piensa el padre) y entró en materia al punto.

«¡Ajah! ¿Eres la enfermita? ¡Pero si eres preciosa, encanto de niña! ¿Quién es quién te ha llamado zonza y fea? ¿Alguna de mis hijas?»

«¡Usted y todas!»

«No yo. Es la segunda vez que te veo en la vida».

«Usted nunca se ha ido de la casa. He soñado que es usted quien me ofende. Su fantasma me ha hablado desde la cama donde urde cómo explotar cada marido e indisponer las hijas que abandonara. Usted suelta más veneno, a distancia, que un pulpo. Usted la choza a oscura de mis pesadillas».

«¡Ah... ah, ah... qué malcriada y agresiva, ahora sí me desconciertas con tu imaginación!»

«¡Usted es la víbora que yo temo!»

«Es la primera vez que te veo y te hablo y ¿me tratas así?, ah no! Estás más enferma que lo que creí... ah, ah...»

«Padre, ayer amargó la vida a mi madre y hoy chismea... Y ese 'ah, ah, ah', es el eco de los fantasmas cuando se meten en mi sueño... No lo dejes aquí, papá. Que no vuelva porque me encerrará en una choza y nos pondrá a dormir en la miseria. Yo no estoy loca, padre».

La súbita convicción de la acusación asustó a todos. Los progenitores no acertaron a rebatirla. Cierta es cada una de las conjeturas. Piensa ellos, desde sus consciencias, que el divorcio fue amargo. Innumerables y accidentadas las separaciones cuando eran esposos y canallas. Ella propuso arbitrariedades por no dejarlo libre y cobrarse caro su abandono.

«¡Encárala, padre! Tomáte ahora el tiempo. Ha sembrado el odio a la distancia y me tiene atrapada. Libérate de ella».

«¡No le hables así a nuestra madre!», se quejaron las hermanastras.

«Cállense, fantasmas, hijas del abandono y... ¡Usted es la que habla con ellas, hijas abandonadas por usted aunque les cita a escondidas, y me quiere quitar la casa y la herencia de mi madre! porque, como familia, ella fue la rica y generosa... sólo mamá dio el cariño a todas y lealtad a mi padre... échala de la casa, papá. Es ella, el fantasma. Pregúntale por el veneno que trajo para mi madre, no fue medicina... Yo sueño con veneno cada noche. Fue veneno lo que a mi madre la fue matando; pregúntale cómo cita a sus espías y pervierte nuestra servidumbre... Anoche sentí que mi sueño me libera».

Dos semanas tomó que se iniciara una investigación perital sobre el homicidio por tres años irresuelto e ignorado, la urdimbre de su venganza; la madre de la soñadora efectivamente fue envenenada. Dos meses después, el fantasma estaría en cárcel y el padre no menospreció a su «chiquilla fastidiosa». Ahora respeta a quienes sueñan la realidad profunda, pese a que la comunican con lo pesadillesco.

Al fin, él pidió perdón a su nena loca. Y las otras, sin merecerlo, adorando a una asesina, una cazafortuna y una puta. Fue el padre quien así lo gritó para que pidan perdón a la soñadora.

2007 / Microrrelatos
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Las nalgas de Maruxa / La cerradura / bandha / La mujer está aquí

... la Shakti de Bhairava dijo: Si se mira fijamente,
sin parpadear, cualquier objeto físico como si fuese
la primera vez, privando al pensamiento de todo apoyo,
pronto se alcanza el estado de Shiva:
Vijñana Bhairava Tantra, frag. 57

Como si nunca te hubiera conocido me gustas.
Mucha belleza se esparce sobre el mundo
en forma de mujer y comienzo a quererte
por causa de tus nalgas.

¡Es terrible confesarlo y por eso te quiero!
Pienso sobre la tersura de los pétalos
y doy con la almohada de esos muros
con ilusión de arcilla y manos de mis manos!
Pienso en nubes redondas y nimbos
y esos círculos me llevan a tu carne!

Resbalaste en mis párpados, camino al baño,
y hallé tu hermosura en jardín
cuyas rosas me aroman.

Un abismo de colores me
entrega sus tibios arcoiris,
donde puedo en lo más alto
de la espuma, oleaje cósmico de cielos,
palpar densas sensaciones
tu indescriptible encanto.

Entonces, juego con dimensiones serpentinas
y soy escama
que a tu piel se adhiere, siendo tú
lo más terso que experimenta mi beso
y mi abrazo...

Voy al tiempo de tus rastros.
Me coloco en tus márgenes,
con densidad que no tienes.
Fluyo del agua a tu fuego más sabroso,
hallo mi piel en la tuya
y resbalo en tu barro delicioso.

Me visto con el desnudo de tus formas
y siento el peso que te falta;
te metes aromada en mi cama
y no despierto; amanezco contigo
y no recuerdo las horas
sino que estoy absorbido
por tus nalgas,
tus jadeos,
tu aroma,
tu piel.
No existo.
Me has robado.

2-5-1989 /
Indice / Tantralia / Libro completo

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La cerradura / bandha

A Maruxa, madre de mi hija

Hari-vikrama-utthita-bandha

Love, the first seed of the soul:
Rig Veda X, 179

Traigo la llave para entrar en Tí.
Apertura de Shakti, gozos lícuos, solidez cálida,
el maharaga prometido porque tú me enamoras.

La llave hacia tu interior está conmigo.
Fuera nada quedará que sea valioso
(para que tú lo tengas y en mí lo santifiques).

Todo lo llevo a tí. Lo que fluya hacia afuera
no lo necesitamos. Que sean residuos,
cascarones, ilusiones innecesarias. La Maya.

Mi corazón está latiendo felizmente.
Subió a la cuarta dimensión de tu energía.
Ahora, desde el esplendor, me convocas:

«Seamos Uno, no descargas vitales,
de seres separados, divididos, cortados
de la Unidad en el Todo», me declaras.

Desde el rumor de los óleos vitales del contento,
ya no descanso, oigo que gimes, imagino
que detrás, a tus espaldas, estoy, como cucharita
que se pegó a tus nalgas, yonipujándote.

Pero es tu rostro, lo que quiero abrir
dentro de mi Alma, tu presencia divina,
tu sonrisa en mis ojos. Oh!, ve con los míos.

La puerta es un velo entre vedijas
que se parecen al musgo y un sol interior espió
por resquicios (de tus cerraduras). Vio tus mecidas.

En entreabiertas fases de tus masturbaciones,
me esperas. ¿Cuándo accederás a llevarme
a tu morada? Sin sentir tu llamado, temo.

Ver / Tantralia

<>

La mujer está aquí

a Maruxa y Gabriela

Como ni ahora ni ayer han de llover albardas
ni lonjas de tocino como maná del cielo
ni granizos por el fin del mundo,
así o asá, que te la pierdes tú
y da lo mismo.

Abre los ojos, bobo, y cuenta los días
con mejor contento porque no pica la culebra
al que sabe bien el cuento tan atendible
del hoy aquí y siempre ahora (a otro perro
con la falsa providencia y su hueso).

La niña más bella es el arán
por arte de los ojos, por regocijos
de su pinta en células y presencia
de su carne y sus huesos.

No esperes que la angustia sea
tu propia galera ni que Hércules rompa
el cuerno de Aqueloo para que veas la ninfa
en el larre del aquer
que es el prado del cabrón.

Conclúyase la comedia de la falsa espera
ya que estás soltero y caliente como leño
que no encuentra las brasas.

Captura a Deyanira. Ve por ella,
aprendiéndola a ver sin esperarla
del más allá que jamás da NADA.
No hay cósmico milagro, sólo
intencionalidades.

La chamaca más perfecta es pan comido
y se observa desde el balcón y la ventana
y se le dice hóla
y se le aprende el nombre
y todos los días y todos los años
con sus horas y sus saturnalias
de cuatro alas como besos que llaman
y de dos piernas abiertas y uno encima
terco, paciente, invitador a que diga:
¡Ténme, ven conmigo, que ya comienzo
a quererte y desearte!


12-5-1992

La mujer está aquí / De Tantralia Tantralia I, Devoción / Prajnaparamita / Etica / Tantralia / Tantralia, III, Los tres cuerpos (kayas) del Sambhoga / Las nalgas de Maruxa: En Mundo de Poeta