Saturday, July 31, 2010

Aspectos del pensamiento serpentino e imágenes de rebeldía

[En J. Gelman, Guadalupe Grande, Blanca Varela y Luis Valdez]



Por Carlos López Dzur

Utilizaré un concepto, pueblo serpentino, que es una alegoría de continuidad para referir a los transgresores caínicos o portadores del Estigma de Caín. He visto aplicado el concepto de «pueblos serpentinos», por el Dr. Mario Rojas Alba en sus escritos sobre Nociones de ometeoísmo: Filosofía náhuatl aplicada al derecho y legislación constitucional y la necesidad de nuevos enfoques filosóficos que rompan con el «concepto pueril que aterroriza el psiquismo occidental y judeocristiano (e incluso el islámico)» implícito en «la separación tajante del bien y el mal, de la luz y la oscuridad», o mitos tales como «la rebeldía impulsada por Lucifer, el poderoso arcángel que resulta expulsado del universo celestial pleno de luz y de bondad, para ser enviado al inframundo, la profundidad subterránea donde domina la oscuridad y la maldad».

En su lugar, el Dr. Rojas Alba nos invita a explorar «la filosofía dialéctica sustentada en Ometéotl, la suprema deidad de la dualidad entre los antiguos nahuas». Esto es, una visión serpentina del mundo que si bien tienes aspectos filosóficos y esotéricos, no se desvincula de una idea progresista de la historia. «La historia se dirige de manera natural e incontenible al establecimiento de una sociedad cada vez más justa y equitativa» [Mario Rojas Alba: Filosofía náhuatl aplicada al derecho y legislación constitucional (1) y 2].

El concepto de pueblos serpentinos fue utilizado a menudo en el Teatro Cempesino de Luis Valdez [Luis Valdez: Early works: Actos, Bernabé, and Pensamiento serpentino, Teatro Campesino (1. ed., 1971, Arte Público: 1990). Uno de sus ensayos reflexivos sobre el teatro es: «Pensamiento serpentino: A Chicano Approach to the Theatre of Reality» y en esa serie de reflexiones, Valdez incluye poemas que abordan la identidad y los cambios:

We were conquistados
and colonizados
and we (de la raza de bronce)
began to think we were EUROPEOS
and that their vision of reality
was
IT.

But REALITY es una Gran Serpiente
a great serpent
that moves and changes
and keeps crawling
out of its
dead skin

despojando su pellejo viejo
to emerge
clean and fresch
la nueva realidad nace
de la vieja realidad

And so
los oprimidos del mundo
continue to become
los liberadores

(Frag. Luis Valdez}

La verdad anhelada (o «tema» o «sistema rijo» del 'Hijo de la Ira' de Dámaso Alonso) en este proceso no es zoolátría. Lo serpentino no adora su objeto vivo en cuanto animal elemental. En torno a estos imaginarios se centra una visión de la energía primigenia de la materia misma, o el triunfo del Espíritu sobre ella y cómo es posible desviarla hacia propósitos creativos o destructivos. Desde las honduras de lo serpentino, es que se oye el grito surgido de las Faldas de Jade de las Serpientes, o todos los profundos quejidos ecológicos y humanos de la Tierra.

A a lo largo de la convulsa historia de exilios, diásporas y viajes, la posesión de «la identidad y el cuerpo con su condición política, el cuerpo como base, estado y vacío para llevar a cabo todas aquellas palabras que, desde el desplazado, ofrecen una visión particular de la historia; y por supuesto, sus orígenes» es el gran «tema» o «centralidad» de lo serpertino, tal como la profesora Marta Ferrer Gómez, de la Universidad de Salamanca (España), lo va desentrañando de la literatura hispanoamericana (e.g., la poesía de Blanca Varela), cuando escribe Identidades, alteraridades, esquizofrenias: Una morfología contracultural del imaginario femenino hispanoamericano.

De la experiencia de su cuerpo serpentino, se escribe, hágalo varón o hembra:, «en plena época de cambios y migraciones» [Ponencia de M. Ferrrer Gómez, Sexto Congreso Internacional sobre Migraciones, Causas y Consecuencias: 4 al 23 de noviembre de 2009]. Y la experiencia corporal y su escritura, ha de mostrar «condiciones diferentes dentro de la naturaleza del desplazado, dándose la experiencia en cada una de sus circunstancias», e.g. como en la visión exiliar de Juan Gelman, o de Varela, pero, siempre lo intentado en aras del tema, el tránsito de lo esquizo a lo camaliónico, de lo inmutable en lo oculto a la alteridad externizante, es la pregunta por la identidad propia. Con el surgimiento de la Poesía, el análisis del mito, el querer que florezca una respuesta, nace el hombre / mujer / serpentinas, la que se afirma en su perpetuidad al mudar la piel; pero no quiere que muera su esencia.

Todos los marcados con el Sello de Caín son serpentinos y, en cuanto tales, Hijos de la Ira (en el sentido de Alonso), exilados con estirpe caínica. Escriben con «amor y rabia», como dijera el argentino Juan Gelman, cuando obtuvo el Premio Cervantes en 2007 por los registros poéticos de su libro Mundar. Ese es un libro serpentino en el que nos habla de los motivos fundamentales de El Paraíso, la Manzana, el sello de Caín («la raíz amarga»), la expulsiones («irse por tanta puerta / cerrada»), pero, a pesar de verse el alma / identidad / como una «manzana sola en la fuente», seguir soñando, «sin importar lo que perdió». Romper las pautas gramaticales con la renovación verbal: «amorar, primaverar, mundar», donde «el verbo anómalo y certero ratifica su vision afirmativa, su necesidad de oponerse, de nuevo y todavia».

¿Recuerdan el poema «La Manzama»?

Manzana sola en la fuente,
¿qué hace sin Paraíso? Nadie ve
su cicatriz amarga.
¿Me pregunta
a dónde fue el secreto
de irse por tanta puerta
cerrada, alto el crepúsculo
firme, la cara que
sueña, sueña, sueña,
sin importar lo que perdió?
En un rincón, el viento
mueve la sombra de las hojas.

[Frag. del libro Mundar, Juan Gelman].

Entonces, el Gelman es como el vencedor de los dragones. Su lanza es el poder masculino y de los rayos del sol que penetran las puertas cerradas y las sombras. Su serpentinidad representa «el sol joven que cesa la vida de la muerte». De Gelman, habría que decir lo mismo que Julio Cortázar decía de si mismo al evaluar su infancia serpentina: «Crecí en Banfield, pueblo suburbano de Buenos Aires, en una casa con un gran jardín lleno de gatos, perros, tortugas y cotorras: el paraíso. Pero en ese paraíso yo era Adán, en el sentido de que no guardo un recuerdo feliz de mi infancia: demasiadas servidumbres, una sensibilidad excesiva, una tristeza frecuente» [Julio Cortázar: «La vida en un paraíso triste»]. Sólo que sobre la «cicatriz amarga» de vida, de su marca de Caín, Gelman habla en términos de los exilios resultantes cuando los paramilitares argentinos hacen la vida imposible y traen consigo el infierno, desde 1976. Ser reconocido como un ser caínico-serpentino, así su descendencia, fue expresado por Gelman:

«El 26 de agosto entraron en casa de mi hijo Marcelo y se lo llevaron con su mujer Claudia, que estaba embarazada... A él lo asesinaron en octubre y a ella se la llevaron a Montevideo. Esperaron a que diera a luz y sólo entonces la liquidaron. Entregaron a la niña a un policía nacional. Tardamos 15 años en encontrar los restos de mi hijo y 23 en encontrar a mi nieta, la primera que me ha felicitado por el premio. Seguimos buscando los restos de mi nuera».

A lo llevarán estas ejemplificaciones apuradas sobre hombres marcados para pulsar una lucha contracultural, en marcos de desplazamientos migratorios, es al entendimiento de lo que es, en rigor, el Acusador y el Transgresor. La frase hebrea «ha Satan», significa «el Acusador». Con la misma raíz semítica, se construye la palabra «el Adversario». Las religiones abrahámicas construyen la noción de Diablo / Demonio / Satanás / alrededer de estos ángeles caídos, que se mezclan genéticamente con la primera creación de vivientes. Antes de Eva, Adán estuvo casado con Lilith. El mito dice que, pese a la hermosura de ella, él no llegó a compenetrarse y que ella se fue del Paraíso y se acopló con los angeles caidos. Sólo en el Talmud tiende a describirse acerca de Lilith cierta carnalidad insalubre, en cuanto es seductora.

Guadalupe Grande, antropóloga social, crítica literaria y autora entre otros poemarios de El libro de Lilith, analiza:

Dicen antiguos textos que antes de Eva fue Lilith, creada de sedimento e inmundicias a la ve que Adán. Dicen que no se quiso someter a la voluntad de éste y que, pronunciando el nombre inefable de Dios, se elevó en el aire y abandonó el Paraíso. Dicen que rechazó el perdón y que nunca quiso regresar.
En un poema titulado Del destierro, Guadalupe Grande asume su naturaleza serpentina que es aquella que simbólicamente representan la interdependencia del bien y el mal (como en la serpientes enroscada alrededor de una vara), «la totalidad, el renacimiento, la inmortalidad y el círculo de la existencia, así como el miedo de los hombres a los cambios de humor femeninos» (David Fontana: El lenguaje de los símbolos: Guía visual sobre los símbolos y sus significados, Barcelona, Blumes, 2005, p. 135].

Todo es materia de traición y tránsito
y quien diga otra cosa miente.
El verdadero fulgor es el de las sombras,
no hay otro resplandor que las cenizas.
Desde esta calle que un día fue páramo
y antes que páramo fue bosque
y primero que todo
deseo en tu palabra,
tiempo detenido en tu garganta
que finalmente tuviste que escupir al mundo, Padre,
vuelto la cabeza hacia aquel instante
y renuncio a las migajas de tristeza que me ofreces,
si son la última oportunidad de redención.
No voy a cultivar el llanto
ni pienso aceptar el consuelo de ese destierro.

[Guadalupe Grande, de «El Libro de Lilith»]

El texto tiene el tono de una rebeldía («no voy a cultivar el llanto») ni aceptará los destierros del Paraíso pasiva y consoladamente, aunque sean la «última oportunidad de redención». El hablante de Guadalupe es una hija de la ira ante un Padre / prototipo del Creador, que ha «escupido» / despreciado / el mundo. Ese mundo al que ella enfrenta se ha vuelto escenario de «sometimiento de la fuerza bruta». El destierro mismo es un acto de fuerza. La descripción epigráfica de Guadalupe Grande hace de Lilith es la Transgresora, desde su arranque en las culturas milenarias, hasta el «presente hipócrita que cambia de vestiduras pero no de armas», «mundo herido por la violencia, la criminal pasión de poseer y los fanatismos». Se acusa pues el mesianismo supresor de los pueblos serpentinos y de la madre de esos pueblos: Lilith.
___

El Libro de anarquistas: Indice Actualizado / Usted va con mucha prisa / La patriotería y el antimilitarismo / A Gustave de Molinari / Hay un mercado natural y que es la Fuente / La tristeza del héroe / El tecnócrata político / Selecciones del Libro de Anarquistas / Letras Kiltras / Tres Textos de «El Libro de Anarquistas» / Conversaciones con la Divina Jane / ELA / Zorro y Aluzina2 / Entrevista / Anarkia cl / Foro / Letanía para agregar a la promesa de lealtad / en: Poetas de la Tierra / El poeta vendido: De Jaime Sabines / Diez cantos de ignominia / ELA / en ColectivosEprosario / Ven a mi , Moab / Biblioteca anarquista / El Foro anaquista / Carroña en los campos de Gestell / El Reino de las Moscas / El mal guerrero / La violencia romántica /

El poeta ante la violentación de lo femenino y lo Sagrado


Por Carlos López Dzur

Dentro de la zona cultural de la sistematización del simbolismo serpentino y la «realidad» religiosa que subyace tras estos episodios (el Transgresor, el expulso, el homicida y su origen), meditaremos este punto: la violentación de la hembra y el inicio de «la misoginia» como fenómeno político-cultural. Feminicidio es el ejercicio de correlación en que el Caín agrede y lleva la violencia de género al extremo. Es el correlato de hombría-poder y su detonante que, históricamente, ha involucrado factores que son mucho más que las consabidas explicaciones de conflictos religiosos, bélicos, rechazo al extranjero, esclavitud, pobreza, estigmatización moral y discriminación (sumándose factores más recientes como el tráfico de personas, el narcotráfico, etc.)

La escritora feminista Marcela Lagarde define el feminicidio como «la construcción ideológico-afectiva y política para legitimar la exclusión, la discriminación, la explotación y la opresión de las mujeres» [Diana E. H. Russell, Roberta A. Harmes y Lagarde: Feminicidio: Una perspectiva global, UNAM, 2006].

Aunque las causas del feminicidio responden a causas muy concretas y los estudios sobre el problema indican que crece, basándose en
«una enorme tolerancia social a la violencia de género y en la que el Estado forma parte activa y contribuye a la impunidad», con el planteo del mito de Lilith, investigamos un componente de la construcción ideológica que lo sustenta. Es la negación del sentido de la espiritualidad en la mujer. La supresión de la idea de que: «Spirituality exists within a shared male, female and child essence».

Desde las más antiguas tradiciones, en el contexto de las religiones institucionalizadas, negar la espiritualidad de la mujer es el comienzo de la demonizacióm, o profanación de su cuerpo. De su esencia femenina y, por tanto, el pretexto para cometer crímenes.y terrorismo misógino.

Vamos a «trae a lo abierto», «desde la constancia del pasar del Tiempo», el ser femenino y desocultar las formas en que existe. Los entes determinados por su ocultación / desocultación esencial / llegan al presente. Cuando Martin Heidegger explica, en El concepto del tiempo, lo que es el «acaecer apropiador» [«Ereignis, es decir, el acaecimiento apropiador»], me brinda la perspectiva desde la cual se otorga «la determinación de presencia», a ese ser futuro que es la Lilith mítica, cómo «forma el presente» y permite reiterar el pasado en el cómo de su vivencia. Lilith se muestra como tal en el acaecimiento, el cual le otorga la determinación de presencia. La zona cultural del mito (sea Lilith o Eva) es también la «región» donde se da el ser, «el tiempo a partir del tiempo, o eternidad entendida como un mero derivado de la esfera temporal».

El ser-en que de Lilith o Eva, o los entes míticos, nos interesa son fundamentalmente temporalidad. Y es, independientemente, de la fe y la teología, desde donde es necesario considerar el terrorismo religioso, que es lo que plantea este problema: la condición destituída de la mujer y los perfiles negativos que se hacen de la esencia femenina, quitándosele el lugar justo al lado del varón y de cualquier concepción de lo que sea espiritualidad.

La institucionalización religiosa que es posterior a cualquier vivencia humana de lo Sagrado y de la verdadera espiritualidad es un 'constructo' humano de tipo ideológico. Sin embargo, lo Sagrado es esencialmente un conocimiento intuitivo sobre lo que demora, «la tardanza del venir-a-la-presencia (Anwesen) de lo divino» [Heidegger, La falta de nombres sagrados, en: «Acento», Año 1, número 2, mayo de 1982, Buenos Aires, pp. 29-32. Traducción de Adolfo P. Carpio].

Lo sagrado es una lucha que impide «un saber adecuado de los nombres que le corresponden» al fenómeno divino. Para Heidegger, al interpretar a Hölderlin y a todos quienes tienen «vocación de poeta», lo Sagrado habla de una carencia del Dasein (ser-en de la persona) que limita la «concesión abierta» «a la participación en la comarca de lo que salva». Si bien lo sagrado tiene que ver con «salvación», antes que nada es una consciencia de «carencia», una ligadura con un tiempo que no ha llegado, pero que nos corresponde a todos como participantes. Lo Sagrado es una «experiencia de su proveniencia», dice Heidegger.

Lo Sagrado es tan inefable que faltan palabras para ayudar a comprenderlo y ante ésto se necesita salvación. De ahí que el poeta se ha visto, como el principal participante. La poesía de lo Sagrado se riñe con la intervención del concepto, puesto que no es un procedimiento en cuanto éste es un «proceder contra, ir tras una cosa en tanto objeto, perseguirla, acecharla con el fin de volverla disponible para la intervención del concepto». Lo Sagrado no es cosa; pero es un camino que, al decir de Hölderlin, «guía y aclara, lleva... poetiza». Es una forma de «sustracción y de la retención», pero que tiene solución, «la posibilidad de echar una mirada en lo que hoy es, en tanto ello falta». [Heidegger, loc. cit.]

La institucionalización de lo Sagrado es conceptualización de la Abierta Comarca, «desde donde viene-a-la-presencia» lo Divino y el conocimiento sobre el estado verdadero del hombre. Como toda conceptualización de lo Sagrado / Divino, las religiones promueven sufrimiento y premuras dictado por el control humano. Son las instituciones la que niegan «la mirada, propia del camino», a tal punto que «hoy día estamos más alejados que nunca de la posibilidad de dar a conocer este estado de cosas», la aproximación («Einstand»] y su resolución. Lo Sagrado nos hace humanos y divinos.

El poeta Agustín Millares Sall, en su libro «La estrella y el corazón» (1949) invita a meditar sobre esa función del poeta en el Camino que «guía y aclara, lleva... poetiza». Millares, como todos los poetas de lo Sagrado, no instutucional, está dispuesto a desenmascar los demonios institucionales, que son los de la conceptualización que atenta contra el Advenimiento de lo Divino y la guía que conduce a ello. Lo Sagrado, en este duro camino, es «llamar por su nombre» el Demonio del Mal, las fuerzas del Olvido y lo obstruye la Verdad, la Vida y la convivencia. Este es un texto sobre la solidaridad. «Yo poeta declaro que en duro camino / del tiempo el poeta se halla siempre un hermano. / Yo poeta declaro que el poeta es humano / aunque a veces nos haga presentir lo divino» y, en el contexto de éste, es que comprendo los mitos en torno a lo Sagrado

Yo poeta declaro que escribir poesía
es decir el estado verdadero del hombre
es cantar la verdad es llamar por su nombre
al demonio que ejerce la maldad noche y día.
El poeta es el grito que libera la tierra
la primera montaña que divisa la aurora
la campana que toca la canción de la hora
el primer corazón que lastima la guerra.
Colocado en vanguardia sin que nunca desate
su unidad con los pueblos su visión del conjunto
el poeta es el hombre que primero está a punto
para hacerse con bríos a la mar del combate.
El poeta es el pueblo que a morir se resiste
en la súbita noche donde todo se olvida.
Donde no hay libertad no hay poeta con vida.
Ningún pájaro vuela donde el aire no existe.
Yo poeta declaro que la cólera es una
cuando hay algo que atenta contra el sol que nos guía.
Languidece el poeta si la tierra se enfría
cuando no hay corazón ni justicia ninguna.
Yo poeta declaro que en duro camino
del tiempo el poeta se halla siempre un hermano.
Yo poeta declaro que el poeta es humano
aunque a veces nos haga presentir lo divino.

(Frag. «La estrella y el corazón»)

El poeta que languidece es el poeta en la lucha por sobrevivir y, en consecuencia, es símbolo de la humanidad entera, al que «los hábitos representativos hoy dominantes», «cuando no hay corazón ni justicia ninguna», doblegan el carácter itinerante del pensar y tientan con la cólera [«Yo poeta declaro que la cólera es una / cuando hay algo que atenta contra el sol que nos guía»]. Mas el «presentir lo divino» se queda en mero presentir, en carencia y demora, cuando ésto sucede. Lo importante de este texto de Agustín Millares es que su hablante es uno con «visión de conjunto». Es un poeta colectivo y genérico, cuya voz representa «su unidad con los pueblos» y su condición de 'hijo de la ira', el «primero (que) está a punto» de combate. Por tanto, es un ser caínico, en búsqueda del «estado verdadero del hombre» y «cantar la verdad». En ésto consiste su transgresión: «llamar por su nombre al demonio».

Para el Caín arquetípico cantar la verdad del hombre e identificar al Demonio es parte de la esencia de su Camino, lo que aprende de su experiencia y de su combate. Si recordamos el texto de Keta Uriberri, La marca de Caín, y donde nos menciona a uno de sus descendintes, quien tenía dos veces la marca «y se llamó Enoch que significa 'El que canta la poesía', podríamos preguntar qué significa que llevara la marca de Caín, su padre, dos veces. ¿Que Enoch es dos veces transgresor? ¿O significa que la marca de Caín representa el elemento básico de consciencia animal («Nefesh=alma instintiva») y su duplicación, la marca del Ru'ach, el alma de su despertamiento espiritual?

En este segundo aspecto de la etiología o la sicología humana, es que se desarrolla la habilidad de distinguir el Bien y el Mal. Es la memoria o depósito de las virtudes morales. Y en cuanto Enoch es 'el que canta la poesía', ¿significa que participa de una evolución espiritual más alta? ¿Será esta segunda marca la dispensación del Neshamah, el alma más elevada y por la qu el hombre se separa de la animalidad y el intelecto terrestre? Es mediante el super-alma llamada Neshamah que el hombre experimenta la presencia de Dios, o las vivencias de lo Sagrado que Heidegger, con Hölderlin, adjudican filosóficamente al poeta. En sus interpretaciones del Libro de esplendores o Zohar, Gershom Scholem escribe que una quiinta parte del alma humana (llamadas «chayyah» y «yehidah») se experimentan a través del alma superior (Neshamah) y representan los niveles más sublimes o de cognición intuitiva de la persona humana.

Scholem dice que estas quintas partes no entran al cuerpo, como los primeros tres principios. Lo que puede ser considerado realmente «Divino», o lo Sublime, queda «demorado» en forma de «carencia», para utilizar la terminología heideggeriana. Y ni siquiera el Zohar abunda en torno al Chayyah como la puerta a un conocimiento de la fuerza divina y el Yehidah: «como el plano más alto del alma, con el que se logra la unión con Dios». [David Biale, Gershom Scholem: Kabbalah and counter-history, Harvard University Press, 2. ed, 1982].

Según la interpretación de Scholem, el poeta, en cuanto ser con capacidades espirituales, sólo experiimenta estados de Ruach HaKodesh, («sacralidad espiritual»), o estados de inspiración que le permiten la profecía. De por sí, el profeta es distinguido como un sujeto sagrado, o apartado para la función sagrada de la profecía. En el proceso institucionativo de lo Sagrado, el poeta surge cuando aprende a encontrar sentidos ocultos del lenguaje. Las formas místicas de revelación de las escrituras rabinícas han nacido de la Temurah (Kabbalah) y, tras surgir el alfabeto judío, por una interpretación de letras, números, acentos en las palabras y en simbolismos o ideogramas adscritos a las letras, lo que suele llamarse «aspectos ocultos de la Torah» («Sitrei Torah») o Secretos («Razei Torah», o «Chochmah Nistara», sabiduría de lo Oculto).

Gershom Scholem (1897-1982) es el más importante intérprete moderno del carácter pluralístico de la teología judía y la tradición oculta de su misticismo, mas pese, a los interesantes aportes interpretativos que, desde la Kabbalah, Scholem nos plantea, el sionismo y el mesianismo son 'construcciones' ideológicas de la religión institucionalizada y lo que nos interesa de la figura del Transgresor / el inmigrante / el ser marcado en la historia / son vivencias de las que todos los pueblos tienen una cuota, que es más antropológica que religiosa, esto es, que transciende los marcos de la sicología de un pueblo, o una etnia, específica. Del mismo modo, afirmo que las nociones kabbalísticas responden a más antiguos mitos ya que los pueblos migrantes se entrecruza y, desde que existe lenguaje, la convivencia es un intercambio interminable en el que no hay fuentes ni razas puras. Hay una similaridad entre el Arbol sefirótico hebreo (que inspira la teología de la Kabbalah y sus 2,000 años de esoterismo) y el Arbol de la Vida de Asiria, que le sirve de antecedente. De hecho, muchos textos en lo que se basa el misticismo hebreo han sido adjudicados a un pasado remoto, cuando son de confección medieval y otros, como Sefer ha-Razim, son cuestionables porque el reclamo de que fueron dictados o recogidos por Adán mismo, después de expulsado del paraíso, cuando el ángel Raziel dio las enseñanzas, es disparatado y especulativo.

Desde libros en que, personalmente, me he planteado el tema que nos ocupa en general, la sociología política y cultural de la convivencia humana y la búsqueda de un sendero sin violencia, espiritualizar, para sanar el hombre Transgresor y su progenie, lo mismo vale los planteamientos humanizadores del Sefer Yetzirah que se data, tal vez errónamente, en los tiempos del Patriarca Abraham, que los mitos africanos de Dogon. Toda la teología institucionalizada que arranca asociada a la Expulsión del Paraíso, si algo revela claramente es un momento en la historia en que se intensifica el poder del patriarcado, como lo que es: «un sistema de dominación que tiene como finalidad el control de la vida de las mujeres, en especial sobre su cuerpo y su identidad». Y para cumplir esa finalidad, se demoniza a la primera creación.

¿Tiene alguna importancia el que las referencias sobre Lilith o las «demonias» en el Talmud o la literatura jadaica parezcan copias de su mismo perfil en las epopeyas de Mesopotamia? ¿Describir a Lilith con alas y pelo largo implica quer la mujer evocada es disfuncional o perveresa? ¿Es posible una lectura distintas del pasaje sobre Samuel (en la Biblia) cuando se cita: «Si un aborto muestra la semejanza def Lilith su madre es impura por causa de su nacimiento y el niño puede que tenga alas» (Niddah 24b). Las descripciones de la literatura judaica, en torno al por qué aborrecer la relación entre Adán y Lilith, a 130 años de la expulsión del Edén, incluyen el procrear fantasmas y demonios («demonios de la noche»), que ya no tienen la semejanza del padre adámico. El semen, haya sido expulsado voluntaria o accidentalmente, se convierte en una impureza. Un texto judaico dice que: «cualquiera que duerma en una casa abadonada» corre el riesgo de ser poseído por Lilith (Shabbath 151b)

Como judío yo entiendo que hay cuidados higiénicos que deben cumplirse en torno a la sexualidad y los embarazos; pero, un lenguaje de prohibición y desinformación, dictado por hombres de poder, con propósitos de control misógino, no tiene que ver con lo Sagrado ni con lo necesario. Toda ambiguedad es opresiva y, en consecuencia, una conspiración de élites para imponer una predilección selectiva a través del abuso infantil o los sacrificios humanos, sea el infanticidio o el feminicidio.

El valor metafórico de la seductividad demónica que se adjudica a Lilith es tan vago que sirve a la ambiguedad opresiva. Cuando se describe a la entidad serpentina que es Lilith asumiendo forma de mujer para cumplir su coito con los varones mientras duermen, o cuando, como algunas viejas sectas ocultistas de la vieja Canán, alegaban que adoradores de la «divinidad Lilith», vieron en Ella a la mujer de la Serpiente, siendo la persona misma de Lucifer-Samael, a quien también se conoce como el Angel de la Muerte, la ambiguedad es mucha y desaprobativa. Las interpretaciones simbólicas del satanismo teístico no son más que proyecciones especulativas sobre el mito original del Adversario y el Transgresor, expulsos del Paraíso, que enfarizan sobre la voluntad individual y la búsqueda del placer como primer impulso del ego. Además corresponden a un folclor cristiano medieval, o muy posterior a la concepción del mito original.

En la visión judaica tradicional, «ha-satan» (el Demonio cristiano) no hace el mal, sino que acusa la impiedad y prepotencia del Castigador y, de hecho, el Castigador permite que el Acusador le cuestione y aún pruebe, o reexamina, la aceptación, por fe o la admisión de culpa, de quien ha sido castigado / el Transgresor. La Autoridad Castigadora justifica su fallo con la enseñanza de la Justicia Divina es inescrutable. Más que un acusador negativo, «ha Satan» mienta una dialéctica de balance, inspira autocrítica y reexaminación. La Torah adscribe al Acusador ciertos roles de tipo legal (la exhortación a censos, por ejemplo) y aún militar, si consideramos que se dice que rige sobre una hueste de ángeles [David Biale, lo. cit.].

En general, las doctrinas serpentinas son herencias inclusive anteriores a Adán y Eva. Sus orígenes se remontan a la presunta civilización de los Atlántes; consuderada la «cuarta raza madre». La visión que corresponde al mito de Adán y Eva, en este orden representativo, origina la Quinta raza madre, la nuestra. No obstante, coincido con Francisco Diez de Velasco cuando dice que es en la India donde «la sistematización del simbolismo serpentino resulta accesible y está suficientemente desarrollada». Ver

Comenzaré con la mitología que Reb Yakob Leib HaKohain aborda con el mito adámico y serpentino en Kabbakistic Genetics of the Holy Seed and Reclaiming the Lost Sheep of the House of Israel [Monographs in Psychology and Religion, Num 11, Institute for Noahite Studies, 1986]. También, originalmente, publicado como «La Tribu perdida de Israel: Análisis kabbalístico de Identidad espiriual»]. Su fuente para el análisis es el Zohar [o Libro de Esplendores} donde se explica la primera humanidad viviente, en términos de Nachash (la Serpiente).

Esta humanidad, «muchembres mezclados» son «las bestias del campo», según se describe en muchos versículos del Génesis. Nachash es el lider de estas criaturas y representa al primer hombre. La segunda humanidad viviente es el segundo Adam y quien tuvo por pareja a Lilith, su primera hembra. Eva fue la «segunda mujer», nacida de su costilla y segunda esposa en su vida. El Zohar dice que: «Nachash inyectó el semen impuro en Eva y ella lo absorbió, cuando Adam tuvo sexo con ella» y produjo dos hijos, uno del lado impuro (el lado Nashash) y otro del lado de Adam; que es Abel (el segundo hijo). El Zohar añade que Abel crecio con «resemblance to the higher form, and Cain (the first) to the lower» [Zohar 154a].

En el análisis que propone el kabbalista Yakob Leib HaKohain: Del lado de Avel (Abel) proviene una clase de hombres misericordiosos, aún así citando al Zohar, «yet not wholle beneficial, good wine mixes with bad» (Zohar 136b); «from the side of Cain came the evil seed (gene) of Nachash tempered by the holy seed of Adam». Otra vez, al citar el Zohar: «Abel has taken his twin sister for a wife, and from this ubncestuos union come the later species of good wine mixed with bad, or genetically recessive throwbacks, so to speak, to their mutual parentage from the side of Nachash».

La forma más pura del mito serpentino no es una amalgama sincrética y, para fines de aprovechar el mito del Trangresor primiginio / en el contexto de la Marca de Caín, nos concretaremos a la lectura kabbalística del motivo de la Serpiente y el proceso en que, con la denigración política-hegemónica de la cultura serpentina, se «demoniza» el matriarcado, a la mujer y a la descendencia de Caín. La susodicha satanización pasa a los pueblos en cualquier parte del mundo que hayan sido partícipe de cultos serpentinos.

Todos los 'Hijos de la Ira', en cuanto transgresores, son caínicos, hijos de la Serpiente y protegidos por Ha-Satan.

[Capítulo de libro en preparación,
Sociología cultural y política de la Diáspora].

Bibliografía

Diana E. H. Russell, Roberta A. Harmes y Lagarde: Feminicidio: Una perspectiva global, UNAM, 2006].

El Zohar / El Libro del esplendor [Edición y selección Gershom Scholem; traducción Pura López Colomé: Berbera editores, 1.ra. edi. Mexico: www.upasika.com]. Ver / PDF

David Biale, Gershom Scholem: Kabbalah and counter-history, Harvard University Press, 2. ed, 1982.

Martin Heidegger, La falta de nombres sagrados, en: «Acento», Año 1, número 2, mayo de 1982, Buenos Aires, pp. 29-32. Traducción de Adolfo P. Carpio].

________: El concepto del tiempo [Traducción Raúl Gabás Pallás y Jesús Adrián Escudero, Editorial Trotta S.A., Madrid, 1999]

Augusto Millares Sall. La estrella y el corazón (1949). «Agustín Millares Sall nace en Las Palmas de Gran Canaria el 30 de junio de 1917 y fallece en la misma ciudad el 6 de marzo de 1989. Se cría en una familia de poetas y artistas, su padre Juan Millares Carlo, catedrático de enseñanza media, y su hermano José María fueron poetas, su hermano Manuel, pintor». Biografía en: Francisco Arias Solís: La voz de la poesía social canaria

Keta Uriberri, La marca de Caín. Ver en:

Reb Yakob Leib HaKohain: Kabbakistic Genetics of the Holy Seed and Reclaiming the Lost Sheep of the House of Israel [Monographs in Psychology and Religion, Num 11, Institute for Noahite Studies, 1986].
___

Lilith, poema de Normas Segades Manías / Primera parte / Segunda parte / Tercera parte / Cuarta parte / Quinta parte / Sexta parte

«Lilith», visión de su protesta en Norma Segades Manías




Por CARLOS LOPEZ DZUR / Fundador de Sequoyah Virtual

Con la perspectiva del «acaecer apropiador» («Ereignis») con que Heidegger descubre la «vocación de poeta» de Johan Christian Friedrich Hölderlin, sabedora de su tarea investigadora ante la expectación de la Abierta Comarca, «desde donde viene-a-la-presencia» lo Divino, también al igual que Hölderlin, una poeta de la grandeza y recursos de Norma Segades Manías expresa su nostalgia por la «falta de nombres sagrados».

El poeta de Lauffen, de quien se dijo «crecido en brazos de los dioses» [Javier Galarza, lo. cit.], el buscador de «lealtad de la vieja alianza, alianza sin sellos ni promesas, / de vivir solamente por la libre verdad», al que Heidegger respetara admitiendo que sí, «los poetas son ánforas sagradas / donde se guarda el vino de la vida, / el espíritu de los héroes», me recuerda en su búsqueda a Norma Segades. En la búsqueda de la Noche Sagrada, o el espacio de lo Divino, rumbo a las tierras del espíritu, como peregrina libre, ella va.

En el poema Lilith (que pertenece a la primera sección de «Nombres en los enigmas», recontinúa la tarea de identificar con los nombres adecuados las figuras marginales y heroicas que, hoy por hoy, han sido subvertidas y agredidas con la desfiguración y la profanación. En su plenitud En nombre de sus nombres [Editorial Alebrijes: en Internet] es un trabajo maravilloso de Segades para cumplir esa tarea que Hölderlin dijera que quedó pendiente, o trunca: dar nombres o designaciones verdaderas a lo Sagrado.

Norma Segades, poeta de Santa Fe (Argentina), con más de 15 libros escritos, con el que aquí me concierne, nos lleva al Acaecer apropiador de la memoria, lo que equivale a ponerse al tanto de los nombres sagrados que aún faltan y las vivencias que a ellos les corresponde. En este punto del Ereignis que hemos venido discutiendo hay mucha luz, comarca abierta, para rehistoriar la esencia de lo femenino, en lo divino de su Acontecer, en su proceso sacro, que no es mera conceptualización por mecanismos institucionalizadores de control y poder.

Me detendré en los textos: Lilith y Eva. Ambos explican la tragedia que se vive hoy y marca, históricamente, la destrucción del matriarcado espiritual por las fuerzas del menosprecio institucionalizado a la esencia / espiritualidad / femenina. La calidad poética de cada uno de los poemas, la totalidad del libro de Segades, a mi juicio, es la historia sagrada de la feminidad y documento contemporáneo de expresión de la Hembra Transgresora, en lo que este término mienta de reinvindicación.

Comencemos por el primer texto «Lilith» que cito completo.

Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, varón y mujer los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo Dios: Sean fecundos y multiplíquense y llenen la tierra y sométanla; manden en los peces del mar y en las aves de los cielos y en todo animal que serpea sobre la tierra: Génesis 1:27-28
En la tarde proscrita,
la penumbra de mi encolerizada cabellera
—como magma o demencia o llamarada—
eriza rebeliones primitivas en el profundo abismo de mis ojos.
En la tarde proscrita,
mi locura,
enfrentando excluyentes reglamentos que me niegan posturas, actitudes,
en mitad de batallas a destajo bajo los laberintos del insomnio.
En la tarde proscrita,
mientras rugen los tigres sus hambrunas de arterias
y ocultan las gacelas sus cuellos palpitantes
y un vendaval de esporas se proyecta en descargas de amores migratorios
porque la vida trepa en el silencio como un enredadera clandestina
que avanza entre los muros de la gracia
sin que nada se oponga
o la detenga
o avasalle su pulso borrascoso;
expongo ante la voz que no me nombra
este ímpetu de sangre avasallada por lunas desprolijas y cauces sin cordaje,
esta furia de afrentas arbitrarias renunciando al alivio del sollozo;
notifico a la voz de las ausencias
que no acepto
ni admito
ni consiento que el hombre que me dio por compañero,
ajeno a la exigencia de mis muslos,
violente complacencias y cerrojos;
porque yo soy Lilith,
hembra salvaje abdicando a calladas mansedumbres,
a esta ultrajante furia de mordazas que corroe el idioma primigenio
amasado en los úteros del lodo;
yo no seré la esclava que obedece el mítico capricho del aliento,
no viviré cautiva del ultraje
aunque deba expatriarme en las orillas donde naufragan voces y demonios.

[Norma Segades Manías: Libro completo: «En Nombre de sus nombres»]

Lilith («la Nocturna», según la etimología hebrea de su nombre, «Lil», préstamo de la literatura mesopotámica) es presentada, significativamente «en la tarde, la penumbra» por Norma Segades.

Desde la tradición talmúdica, ella es descrita como bella y ardiente y, considerada su «opulenta figura y espectacular cabellera ondulada», la hablante de Segade la toma en primera persona y se apodera de su voz para que haya una cercanía a su Acaecer apropiador. Entonces, Lilith se presenta orgullosa de poseer una «encolerizada cabellera», de ser «hembra salvaje» y querer ser amada, como «exigencia de mis muslos» por un compañero.

Algunos autores creen que la alusión a la encolerizada cabellera mienta «un animal de pelo muy abundante perteneciente a una antigua especie no precisada, ya extinta y problablemente desconocida en la actualidad». [Paloma de Miguel: Lilith, la sombra de Eva]. No quita el hecho que el cabello, como accesorio natural de los humanos, tiene importancia simbólica como un medio de expresión personal y social.

En tiempos prerrománicos en el Norte de Europa, cuando el varón llevaba el pelo largo, ésto representaba su fuerza; en la expresión de su fertilidad. La misma idea sobre la longitud del cabello aparece en la Biblia. La fuerza varonil y los poderes sobrehumanos que caracterizaban a Sansón, líder de los israelitas y «escogido por Dios» tenía un sentido y el secreto (su larga melena, nunca cortada) sólo Dalila lo conocía. La traición de Dalila permite que, finalmente, que Sansón sea capturado por sus enemigos. Los griegos del periodo clásico, a 500 años antes de Cristo, aportan al simbolismo del cabello rizado la expresión de actitud. «Los rizos eran la metáfora de la turbulencia, el cambio, la libertad y el disfrute de la vida». El cabello puede verse como un signo de liberación, o «forma diferente de objeción», como en la época contracultural del '60 y 70.

En el sentido negativo, la palabra «rizar» (de la raíz antigua griego, «oulos») «está relacionada con la intriga» y, como en el alemán, 'locken', en el «rizar» se implica tentar a alguien. Esta simbología entorno a la longitud y ondulancia del pelo, intuída por los griegos, es lo que explicará la transformación de la Medusa en Gorgona. «Su característica más bella, los rizos, los convirtió en serpientes».El cabello y la historia»: Pantogar, 2008]

En el folclor popular, Lilith es la Luna Oscura, representada como una mujer seductora, desnuda, con pelo rojo rizado que se extiende como un manto a su alrededor «y que tiene por costumbre sentarse sobre la concavidad de la media luna», visible al tercer día de la luna nueva. Segades aprovecha este código en su poema cuando dice que su sangre está avasallada por lunas (hecho que puede mentar los ciclos de menstruación).

En la autopresentación introspectiva de Lilith, la condición de su cabello alude a la sicología de su actitud y de su mirada examinadora. Su pelo se eriza en señalamiento a la vigencia de las primeras «rebeliones primitivas». La hablante se pregunta, con respecto a su conducta, si se trata de locura, «demencia o llamarada». Llamarada implicaría rebelión, en cuanto a un momento externo de intensidad de la luz. O el fuego interior que la calienta, o encorajina. Y la luz es un momento cognitivo, neuronal, de comprensión. ¿Hacia a qué se dirije esta sensación de calentutura («magma» mental) y erizamiento que da señal en el pelo, que inclusive le provoca insomnio? Segades Manías aprovechas etopeyas sensoriales para acreditar al personaje como ente pensante, sensitivo y carnal.

La definición de su problema es clara: Lilith se enfrenta con «excluyentes reglamentos que me niegan posturas, actitudes». Se siente ultrajada y censurada, cohabita entre una «ultrajante furia de mordazas». Rescatada de su memoria arcaica, dándole voz con su hablante, la poeta santafesina no describe a la Mujer que prostituye, sino una que se queja de lo que se viene haciendo con ella y que la ofende.

«En la tarde proscrita» de esta penumbra, se establece «un momento previo al actual orden social patricéntrico que ha prefijado determinadas pautas de relación entre hombres y mujeres» (Paloma de Miguel, loc. cit.). En el texto de Segades, Lilith llamará a este proceso «furia de afrentas arbitrarias», a las que ella no buscará el «alivio del sollozo».

Si partimos de la idea de que Lilith es la alegoría de cierto conflicto colectivo, o que ella es símbolo del matriarcado derrotado (un signo histórico vinculado al ocaso de las Diosas Madres), se entiende su sentimiento impetuoso ante la: «sangre avasallada por lunas / desprolijas y cauces sin cordaje». Así como la «misoginia íntima» precede a todos los tipos de feminicidios (el sexual serial, el sexual sistémico, el. feminicidio en masa y el infanticidio femenino), la alusión a la sangre avasallada es una metáfora poderosa que habla de agresión y desatención. Lilith se ha quejado aquí de algo más agresor que los reglamentos. «Cauce sin cordaje» es alusión a una sociedad que se ha descontrolado. «La vida trepa en el silencio como un enredadera clandestina que avanza entre los muros de la gracia / sin que nada se oponga».

El silencio es una actitud cómplice, pasiva, que no defiende la Gracia, o la deja indefensa, y Llilith dice que tal actitud debe inspirar cladestinaje. La vida no puede quedar frenada y burlada.

En la frase poética, la vida es impulso activo, pulso borrascoso. La vida «trepa» como una enredadera sobre muros. La vida es serpentina, se enrosca y se impulsa y se reimpulsa, a pesar de todo. No se trata de que la esencia humana sea la violencia, aunque tenga «pulsos borrascosos». Es, más bien, un equilibrio vital que demora, esto es, aún no logrado y que tiene que prevalecer en la Altura de la Gracia. En su texto, Segades refiere ese nivel como Gracia y no la equipara al silencio, o una bondad absoluta. La Gracia es reciprocidad y equilibrio, en atención a las necesidades. Como la vida en gracia no es silencio, Lilith abdica las «calladas mansedumbres». Sabe que la pasividad (o ley del menor esfuerzo) es el preámbulo de las proscripciones. Y, si bien, la criatura humana puede ser cómplice hasta de lo que no quiere, al serlo deja de evolucionar hacia el nivel más alto.

En esta proclama contra la esclavitud y declaración de independencia sexual y espiritual que emite Lilith, está implícita una definición de transgresión. No se transgrede contra lo bueno por capricho. No hay una ética del mal, o contra la bondad, como se pretende con su ligera mención en el Libro de Isaías o en la literatura talmúdica, en la que «una criatura espontánea y libre, de fascinante belleza... posteriormente se convirtió en un ente maléfico, en un ser de la oscuridad» o «madre de gigantes y monstruos» (Paloma de Miguel, loc. cit.) Como transgresora, Lilith desacata, desobedece, se encorajina ante lo inadmisible.

«Yo no seré la esclava que obedece el mítico capricho del aliento,
no viviré cautiva del ultraje aunque deba expatriarme en las orillas donde
naufragan voces y demonios»

[Norma Segades Manías: Libro completo: «En Nombre de sus nombres»].

Paloma de Miguel apunta: «En el contexto judaico se la tiene por un ser nefasto y un ente maligno en general; de ahí su asociación con lo diabólico y su vinculación con la tentación y la transgresión»; «Lilith ha abierto las puertas de lo prohibido. Lilith ha roto con lo estipulado por el Creador para la raza humana. Ha quebrantado lo establecido, se ha querellado contra el orden natural de las cosas, ha abandonado el lugar propio de la Humanidad» y «por ello se ha colocado fuera del mundo de los hombres y se ha convertido a sí misma en apátrida, en exilada, en extraña» (loc. cit).

Cuanto se desprende del mito, desde el punto de vista antropológico, es una visión de la transgresión que revela que no hay un a priori del pecado, sino un innato guerrero (rey / reina de abajo) que, en la criatura humana, lucha contra la demora de su libertad y disfrute en la Gracia. Esta es la primera mujer que se opone a los síntomas de violencia y brutalidad no dichas que permean las relaciones de género. Lilith es esa voz e idiosincracia de persona:

«... notifico a la voz de las ausencias
que no acepto
ni admito
ni consiento que el hombre que me dio por compañero,
ajeno a la exigencia de mis muslos,
violente complacencias y cerrojos;
porque yo soy Lilith,
hembra salvaje abdicando a calladas mansedumbres,
a esta ultrajante furia de mordazas que corroe el idioma primigenio
amasado en los úteros del lodo...»

[Norma Segades Manías: Libro completo: «En Nombre de sus nombres»].

Desde este «idioma primigenio» desde que el nos habla la «Lilith» de Norma Segades, que es el lenguaje simbólico, «verdadero lenguaje de la Humanidad, característico del mundo interior humano», [Paloma de Miguel: Lilith, la sombra de Eva] también puede diferenciarla de «Eva», la segunda esposa de Adán y, así de los hombres. A nivel sicológico, Lilith es la energía de la inteligencia / o la líbido / que opera sobre los impulsos inconscientes, activándolos.

La interpretación kabbalística ilumina este rol de la iconografía en torno a Lilith cuando se interesa en «bello animal, ambiguo ser a medio camino entre el humano y la bestia». Verla marcharse del Paraíso, la Morada Abierta de lo ontológico, e internarse en los «abismos más profundos», en el ocultamiento, en lo latente que pese a tal sigue vigente, «en el profundo abismo de mis ojos», puede significar un viaje al Subconsciente Colectivo, a Lo Profundo, a la zona esencial de lo Sagrado.

Me impresiona en ambos poemas de Segades, «Lilith» y «Eva», que su exploración de estos personajes sean «miradas» desde «el profundo abismo de mis ojos», expuestas «ante la voz que no me nombra», pero «en nombre de sus nombres». Con esta cautela aproximativa, Segades deja una puerta abierta a la posibilidad de que la verdad antropológica de las primeras Madres (Lilith / y la segunda Eva) algún día sean explicadas como criaturas en tránsito evolutivo, entre lo humano y la bestia; pero, también la puerta ha quedado abierta para que se entienda el aspecto sicológico colectivo: la represión, lo oculto en el interior de la psiquis colectiva como parte de su tránsito posthistórico como Mujer / Madre mitocóndrica original.

El mito ya establece unas condiciones sociales, políticas y espirituales, si bien aún vagas y poco determinadas, se relacionan al colapso del matriarcado. En el poema de Segades, Lilith no es ni fascinante demonio hembra ni generadora de seres aberrantes. No es un ser maldito. La poeta se limita a definirla como ser transgresor, capaz de ver la malignidad y peligros de su entorno. Dispuesta a asumir, sin sollozos ni complicidad, el aprendizaje que la compete.

Lilith es enigmática porque desafía lo incierto y las condiciones presentes de su temor y, diría que es ella como un animalito en alarma, desafiado, provocado y, por sentirse ofendida, es que se desata su agresividad defensa.

Sin embargo, siquiera a nivel de mitos o protomitos, si la consideramos hembra, hay testimonios del daño que cometido por ella la hace digna de reprobación. La literatura, o leyendas en torno a su peligrosidad, es sólo la maladicencia que, al mismo tiempo, se mezclaría con su ejemplaridad y adoración. El fenómeno histórico posterior que se transluce, si vamos a su más lejana fuente, no talmúdica, del mito es que moraba entre las ramas de un árbol que la mismísima Inanna plantó en un jardín sagrado de la ciudad de Uruk. ¿Y tiene sentido peyorativo que ha hembra tenga morada un árbol? ¿Es sólo por ésto que ha de llamársela «hembra salvaje» como si tratara de la progenie del simio?

Mitos posteriores hablarán sobre Lilith asociándola a las «criaturas indomables, inocentes, ardientes y salvajes, que fascinan y enloquecen a los campesinos enamorándolos sin remisión» (Paloma de Miguel, loc. cit). De las sociedades remotas, ésto no debe sorprender siendo que la gratificación sexual es instinto básico del que el varón, desde los siglos remotos, ha sacado ventajas. En adición, el sexo con bestias, en tiempos pasados, fue común. Hembras «inocentes, ardientes y selváticas», asociadas al prototipo de Lilith, son las candidatas ideales, si es que se presupone que Lilith representara la hembra más feraz y lúbrica, la que será posteriormente difama como tipo y figura de adulterios, brujerías, infanticidios, culto a ídolos sacrílegos y otras aberraciones. De hecho, Paloma Miguel que el cátalogo de las acusaciones misóginas que se creara en torno a Lilith incluye a la cruel reina Lamia, transformada en fiera que devoró luego a sus hijos), a «ninfas de los campos de tersos cuerpos etéreos, relucientes de sol», a Nereidas que «simbolizan la belleza femenina idealizada», pero también la vanidad y la inconstancia (David Fontana, op. cit.). En el Zohar, Lilith es «Hayo Bischat: la Mala Bestia», de quienes descienden nuestros actuales monos. La demonología medieval le asigna el papel de «uno de los siete demonios tradicionales», con «faz humana», busto desnudo y su cuerpo, con larga cola de serpiente. En fin, «ente maligno semianimal o medio humano», al que habría que privar, en el plano físico de las «delicias de la fecundidad». [Paloma de Miguel: «Lilith, la sombra de Eva»].

Mas concluyamos este apartado séptimo, con una simple idea, Lilith representa la activación del carácter conscientivo de lo Femenino, no sólo en cuanto a belleza erótoca y fuerza fecundativa. Ella habla de cierto aprendizaje en torno a la transgresión. Un aprendizaje que implica al sufrimiento, o dispuesto para educarse reactivamente ante el temor, de modo que sea posible ascender y acceder a su verdad interior. Toda la negatividad asociada a Lilith (o esas interpretaciones que la pintan «muy enigmática y bastante siniestra, fatídica y perversa, indómita e impetuosa, celosa de su independencia, rotundamente atrayente, de ardientes deseos y de contundente seguridad en sí misma»), lejos de serle acusadora, con razonable causa, son el testimonio de sus virtudes vitales y lo que ella asume en su tarea, tras abandonar el Paraíso.

[Frags. de libro en preparación / Sociología política y cultural de la Diáspora]

Bibiografía

[Norma Segades Manías: Libro completo: «En Nombre de sus nombres»] PDF.

[Paloma de Miguel: «Lilith, la sombra de Eva»]

[Artículo sin autor / «El cabello y la historia»: Pantogar, 2008]
____

Sociología cultural y política de la diáspora / Mi huésped y yo / Diez cantos de ignominia / La primera cuna: En Revista Literarte / A J. J. Bachofen, iniciador de los estudios sobre el matriarcado /

Wednesday, July 21, 2010

Hijos del fin de siglo

Mi deber es inclinarme sobre la angustia de los hombres, de la que he decidido curarlos: Saint-Exupéry

Ahí vienen, con la pierna de más o alguna pata rota.
Judaicos narigudos, chatos o aguileños con inversos respingos.
Vienen o están llegando tus hijos, Siglo, marionetas
que no hallaron para sí quien mueva sus cordeles.

Tus hijos de la angustia, baleados en la espalda,
traicionados en la guerra, arrasados en las calles,
bombardeados desde el aire; tus hijos que preguntan
si ha de ser por su fe que salten al vacío.

Tus kierkegaardianos amantes sin nadie que les ame,
tus desesperados por amor como Larra(s) tardíos,
tus intensos culpables, remordidos en celdas,
con cicutas siberianas por alcoholes, a media copa
de comerse el suicidio. Son tan dostoyevskianos,
y como padres e hijos, por edad escindidos,
por nihilismo contagiados y enfermizos.

Otros a colgarse narcísticamente del ombligo,
llegan o llegaron y desde colmenas celianas y balcones,
se les mira, bohemios a media, vulgares por completo.
Ahí vienen, sospechosamente metafísicos,
los herederos de Quevedo. Vienen de la crisis general
del fin de siglo dizque para inaugurar su vitalismo triste,
casi tango, o desarraigo denso, sin bolero.

Y, anacrónicos, asoman y les importa un bledo.
De la Guerra del 14, con definida noción
de imperialismo, se presentan y maldicen el hambre
lo mismo que al anarco y al sindicalismo;
el rico es más rico y el pobre más gritón y jodido.

¡Qué mucho sufre el hombre por causa del salario!
y, al final, fachos, individualistas por consenso,
esquinados, represivos, persignados.
¡Amargos! odiando a Dios, la familia, la patria.

¡Qué asquerosa, desde Praga, la escena de la angustia,
la avanzada de tanques, la voluntad quebrantada;
qué íntimamente duele a los rilkeanos y a Kafka
y al que probó tu sopa lentejuna, Kierkegaard,
y se inventó el gusano, o algún tamaño bicho
que salpicara el caldo… ahí vienen, Pirandello,
personajes sin padre, huérfanas voces sin autor,
tus hijos, mugre Siglo, calendario pindoncho
y sin pudor para entes anhelantes de ser,
buscadores perdidos (¡sombras de orfanatos!)
unab vívida insensatez los maldijo o los parió
y un carajudo y lujuriado nihilismo los trajo!

¡Cómo son mustios por causa de su frustrada plenitud!
¡Qué estúpido afán de hasta querer ser dios
por hambre de absoluto, qué pasión más inútil!
Joseph K es el primero que ha llegado, Saturno,
padre del karma jodido, y del laberinto donde irá
y de las muchas leyes que aún lo persiguen;
tener ansias de diablo y Dios y democracia
y capital y puta burocracia y no saber
quién entrampa primero. O quien da la libertad…

De este proceso injusto nunca sabrás el por qué,
ni qué delito... Llegó un varón. Es absoluto y fino, Siglo,
mira quién es, o escupe, burócrata del siglo, porque quiere
buenos ciudadanos y viene meticulosamente vestido,
con el corazón al revés y habla sobre progreso
y futuro y orden nuevo y ya llegó, disparó
la primera pendejada, al recordar:
«El patriotismo
es mi Dios».
¿Qué hago padre? ¿Lo recibo?

Abrele paso, Siglo. Vienen, vienen... ahí.
No todos son tullidos ni parecen tristes, amargos.
No todos con manos sucias se llegan,
o con náuseas se exhiben; pero, renquean.
Vienen con una pata demás, o el corazón
a sus pies, herido...


08-12-1995 / El libro de anarquistas
___

EL LIBRO DE ANARQUISTAS:
El Libro de anarquistas: Indice Actualizado / Usted va con mucha prisa / La patriotería y el antimilitarismo / A Gustave de Molinari / Hay un mercado natural y que es la Fuente / La tristeza del héroe / El tecnócrata político / Selecciones del Libro de Anarquistas / Letras Kiltras / Tres Textos de «El Libro de Anarquistas» / Conversaciones con la Divina Jane / ELA / Zorro y Aluzina2 / Entrevista / Anarkia cl / Foro / Letanía para agregar a la promesa de lealtad / en: Poetas de la Tierra / El poeta vendido: De Jaime Sabines / Diez cantos de ignominia / ELA / en ColectivosEprosario / Ven a mi, Moab / Carroña en los campos de Gestell / El Reino de las Moscas / El mal guerrero / La violencia romántica

Tierra mía / A Blanca Canales / A Nilita Vientós /


Matría, patria, te buscan los amalecitas.
Enemigos míos son. Condenan tu hembritud.
Se transforman en ácaros, en pulgas
que te comen el útero, que buscan el cobre
en el fondo de tus minas y cordilleras.

Quieren prostituirte y hacerte cascarón
y tikkum, residuo de mundos
de vasijas rotas y vestíbulos demónicos.

A tus enlaces los llamaste santos,
pero con doctrinas de la muerte
te dan besos de Judas. Te afligen.
Te venden en esquinas de piratas.

Te incendian en Arecibo, San Juan,
San Germán, Añasco.
Te bombardean con doctrinas falsas
para que se destruya el Estado Nacional
y soberano de tu Altar en la Tierra.

Amada mía, estás llena de ladrones,
ganapanes que por monedas
te machetean el alma
y te vuelven la crédula de las proclamas
de Miles y siervos de los Imperios coloniales.

El lbro de anarquistas

<>

A Blanca Canales

A Blanca Canales (1906 – 1996)

Llegan a los pueblos soñadores,
ante la gente para quien la libertad tiene un sentido
y la identidad es un orgullo básico, llegan
con un sordo eco de amenaza,
con esas muecas de empecinado desdén.
Se meten a las villas, donde hay hambre,
pero aún la esperanza sobrevive
y el corazón no se vende por raciones.

Días hay en que izar tu propia bandera está prohibido.
Días para sitiar a los pueblos y vigilarlos
desde aviones artilleros, días cuando tu nombre, Blanca,
es temible, grandioso como la gran voz de tu líder,
Pedro Albizu, y días hay... tú también agigantas
tu voz dulce, detienes la vocinglería de los delatos,
cortas líneas telefónicas del pueblo,
subes al balcón más alto y declaras la República
(desafías a los que están vendiendo
al precio de las sangres de tu pueblo,
el proyecto sagrado, protegido de Betances a Albizu).

Días hay como el año en que escuchaste
al Maestro, * al único capaz de hacer su voz la tuya,
pero lo van a enjaular, quienes llegan
triunfalmente mercenarios, nuevos amos que se quedan
con tu pueblo, esquilmándolo en lento proceso
de colonia y mansa obediencia envilenciente.

Y tú no eres así. Así no es Nemecio, socialista,
así no es Elio Torresola, tu hermano,
así no era tu padre ni tu madre, así no es
Lolita Lebrón ni Carlos Irizarry.
¡Son la gente despierta mientras
los otros duermen y se humillan!

Días se asoman para proclamar la Gran Mentira.
El Estado Libre Asociado vendrá para salvar
a todos, vendrá con pan y tierra
(y la libertad que se la metan saben dónde,
porque el Amo viene, con largas cadenas
a esparcir nuestro espíritu de patria en lagos
subterráneos de lágrimas, en alegrías lujuriosas
de jactancia enemiga y en complicidades
conseguidas en violencia desde el aire).

Vienen por tí, Blanca Canales.
En Jayuya dijeron que atacaste los cuarteles,
que izaste la bandera proscrita,
que viajabas en auto cargado de revólveres,
que cortaste los cables de la telefonía,
que incendiaste los correos federales.

Ahora el pueblo está sitiado por tu culpa.
Van a empezar a hablar de lo que tienes en el pecho,
no un corazón, una araña peluda, estrella
conspiradora, anárquica, feroz como un lobo
sediento de la sangre en mansedumbre.

Van a olvidar que leías desde niña sobre héroes
y pueblos sojuzgados; te dirán soñadora, sí,
alucinada en la desobediencia, empero,
sueñas con furia, y van a encerrarte
donde está Lolita, otra que es como tú,
brava, indeteniblemente revolucionaria,
perpetuamente inconforme.

Llegan a Jayuya, tres días libre por causa
de tu voz, llegan al poblado donde no se mueve
ni la hoja de un árbol, sin que tú seas el empeño
de una diosa en la tierra, una diosa entusiasmada
con el árbol de tres días, zarza ardiente
de tu pasión de mártir.

Los aviones lanzan bombas desde el aire.
La Guardia Nacional dispara lo mejor de su artillería.
E irán por tí. Te arrestan, te acusan, te insultan
y decretan 60 años de prisión para tus canales
de blancos, tibios huesos, de calidez
y amor organizador, de patria.

12-12-1996

<>

A Nilita Vientós Gastón

Levántate, José Benigno,
ve a buscar la arcilla a Calabazas,
al sur de Cidral y Piedras Blancas.

Madruga, Antonia Gastón,
madre bendita, y llena jarras
con aguas del Culebrinas,
flujos del Norte de Guacio,
que voy a cocer una vasija:
honra para tu pueblo.

Mi luz la sacaré ex-nihilo de mi aliento vibratorio
de Tiqquim; pero alguien tendrá que ir a recoger
el barro, alguien que sepa de arcilla
y tenga una fragua en Pepino.

A los ríos yo los llamo Consciencia
y los universalizo sobre el Bazo
de los montes, los fluyo
sobre los cuatro elementos
de mi cruz en los mundos; hoy elegí
tu barrio, José Benigno, sal de la sombra,
y aguas del Culebrinas, peces dulces
y amargos, peces de Marah.

Más allá de las luchas en que has estado,
más allá de los triunfos sagastinos,
más allá de arrecifes coloniales,
voy a sembrar una luz en la arcilla.
Y mujer fértil hallé en Ana.
Y de la ostra de su útero fecundo,
se escuchará una perla,
su llanto de soprano.

Vaso de honra, tesoro, dejaré
en sus manos, alfareros.
Han de llamarla Nilita.

La tarea se ha dado, Ana Gastón.
Hazle en el plexo esplénico el Bazo
de su arrecife, házle una kelim de arcilla,
calabaza del alma; yo la transformo
en perla, yo llenaré su corazón
de oro con mi brajá, doy la bendición
del amor trascendente: la hago Honra
y Tesoro, mujer que defienda
a tu pueblo y sea profeta
de hombres libres y buenos.

Coopera, Vientós Lamourt.
Este es el verdadero triunfo:
que nazca con la arcilla que me traes,
que filtro hepático para purificarla
proveas, ángel del hígado,
que el río de Ana lama la perla,
se descanse en mi espacio,
y las Palmas de mis nubes
la protejan cuando comience el parto.
Tráela al Olam Hatikún: voy a llenarla
de mi ley para que mi lenguaje sea
libre y ejemplar, pueblo por pueblo.

Que sea ella quien corrija las naciones,
que parte de mi corona sea,
mi vasija amada en el Caribe,
con arcilla amasada por mis alfareros,
por el Culebrinas abrazada
entre los pepinianos.

NOTA: Nilita Vientós, eximia intelectual y educadora, nacida en 1903, en San Sebastián. Fallecida en 1989. José Benigno Vientós Lamourt fue su padre, nacido en 1889. Este siendo chico, con sus hermanos mayores (Pedro, Felipe y Francisco) participó en las partidas proletarias y anti-invasoras de 1898. José Benigno hizo piniinos en el periodismo y se trasladó a Cuba con su familia, una vez casado

El libro de anarquistas
___

EL LIBRO DE ANARQUISTAS: El Libro de anarquistas: Indice Actualizado / Usted va con mucha prisa / La patriotería y el antimilitarismo / A Gustave de Molinari / Hay un mercado natural y que es la Fuente / La tristeza del héroe / El tecnócrata político / Selecciones del Libro de Anarquistas / Letras Kiltras / Tres Textos de «El Libro de Anarquistas» / Conversaciones con la Divina Jane / ELA / Zorro y Aluzina2 / Entrevista / Anarkia cl / Foro / Letanía para agregar a la promesa de lealtad / en: Poetas de la Tierra / El poeta vendido: De Jaime Sabines / Diez cantos de ignominia / ELA / en ColectivosEprosario / Ven a mi, Moab /

Desóyelos / La palabra amorosa / Kundalini / Coparticipación armónica


Desoye a los que siembran culpas y vergüenzas,
oradores de recato y mojigaterías,
fornicarios autodegradados, caprichudos.
Quien niega la continuidad natural
del mundo y el placer posible,
me ofende. No lo buscaré en el estaque.

Lo dejaré en el pozo por largo rato.
No diré el trecho más seguro para verme, Bodhichitta.
No lo pasearé por los mundos que transitan
los bardos tras la muerte.

5-16-1991

<>

La palabra amorosa

Ha sido una bendición que me quieras.
Había olvidado que nacemos
para alguna canción que vive cada vez menos oída.

¡Qué bien dices en qué consiste soñar
(si es que soñamos)
el completo sueño que escondemos!
¡Qué bien amas si cantas
(porque conmigo cantas y cantando me amas)
con obsesión equivalente!

Habíamos olvidado
(si es que olvidamos por completo
que la dulzura no es un mensaje difuso de la cara,
oscura y temeraria duda ante lo incierto)
... acaso si... la fulgurante risa sigue ahí
y me enciende los rostros al futuro
y todas las pasiones son visibles
(si es que todas sirven, turbias o felices,
como sean, para dar residuales luces
e ironías al pasado,
o al hoy, o a lo que venga...)

Ha sido una bendición
tu corazón que comprende,
sin ninguna obediencia,
si es posible que obedezcamos
sin premeditarlo,
por debilidad que no conviene,
por comportamiento diseñado,
que parece destino...

No, ya aprendimos, por palabra de amor,
a optar y se nos pega la gana,
y somos desobedientes,
y lo que más conviene es sonreír
aunque nos duela la cara.

Había olvidado que hay (y siempre hubo)
tantas fantasías. Tus besos, por ejemplo,
que predican la realidad de los músculos,
la dulzura de las endorfinas, y no mencionan
que el amor existe, pero está el viento de marzo
y su lluvia y tu alfombra verde de prados
y tu piel suave, más suave que el mundo,
menos esquiva que una idea...
y existes, haya palabra o no, para identificarte
y voy sensualmente por tu adjetivo y tu verbo,
por tu cuerpo de onda, por tu ser y sus partos...

(Publicado en Mizares, Núm. 683,
18 de julio del 2000)

<>

Kundalini

Nuestra pasión se vuelve electrostática,
danza que empuja el sodio
hasta deliquios, dentro y fuera,
sobre colchas de piel en primavera.

¡Como es la sal de hembra
que por amor está formada!
¡Y una axona resume nuestro temblor de gozo,
tentación de huesos, paroxismo en llamas!

¡Cuán pequeña eres que en mis pupilas
te detienes y en el centro de tus mitocondrias
quepo y me bastas, me transportas, me redimes!

<>

Coparticipación armónica

Que mis nutrientes sean sus miradas.
Que me toquen en la herida abierta.
Que me sanen en los gritos profundos.
Que escupan sus islotes de ígnea exploración
y ardientes sedes, sombras para el sudor
que está en la rada, en los puertos,
en la simiente posible del pez.

Quizás cosechado en espigas, rencorosamente,
o por amor, por telares en friega,
han de darse, una vez y por siempre,
motores encendidos y manos de cosecha.

Aquí estoy.
Les llamo nubes, aguacero, marisma,
bandera, barcaza, galeones y nada soy sin rescate
de una hélice espiral, mi hermana tierra.

<>

La puerta

Abre la puerta, útero del vacío.
Una ráfaga de contracción me busca.
Remociona mis márgenes, me pierde.
Se solaza con realidades escindentes.
Abreme la puerta.

En lo finito del existir habitó la miseria
que no quise y fundé mi zorrera,
mi tzimtzum, mis residuos
de olvido y te restringiste,
retirándote de mis ojos y de mi entendimiento.

Huíste del olor, de mi primer sentido.
Me echaste como a perro de tu jardín oscuro
y la flor roja en el desierto del dolor
fue creciendo, con aroma de incertidumbre
y la espada de luz, entre cáctus, me fue espino.

Abrete, endija de pelos, vagina
de la impronta residual, recipiente abstracto
para los cuerpos adoloridos, agónicos,
cuando como puerta cerrada permaneces.
Con fe sustanciada, viajo a tu encuentro.

«Pújate hasta mí», misericordia,
rájate en respuesta a la raíz.
La sabiduría de tu belleza en mí no muere.
Así puedo flotar otra vez, libre, o fluir
con los goces del antiguo río.

9-11-1990

<>

Eternidad

Brahman is the door. Valakhilyas

La eternidad es siempre sustancial.
Sustancia que no se ve.
Sustancia que en todo está.
Bienvenido a la raíz, abrid
la puerta a otro ser
que el amor ahí está.
Nadie puede fundar el bien-querer.
¡Sólo la eternidad!

13-07-1990 /
De los poderes sensibles

*

La hilandera amorosa

Tri-netra: Un tercer ojo para mirar lo femenino
desde la carne y entrejer otros planos del Ser:
Marc Roberts

Mi nombre fue tan básico y real:
tierra, agua, fuego, aire,
pero me llamaste Espacio.

Mujer del Eesaana.
Me díste el ojo sagrado, la Tri-Netra,
noción de la hilandera que me quiere.
De la amante, Mahadeva.

De su forma invisible, Sadyojaata
por vibraciones de su presencia
en la bondad del acto.

__

CARLOS LOPEZ DZUR / TANTRALIA

Del libro «Tantralia» / Invocación para el Día de los Enamorados


Genoma

El diccionario del ser
de pequeñas letras sus raíces formó.
Con tres trillones de verdor en sus hojas
abanica un Gran Núcleo que dice:
... Yo unitario...
Ha de ser cromosoma esencial,
texto redondo,
que en 23 parejas de versos
escribe su elegía
porque tres billones de bloques de ADN
atestiguan la mutación del mundo,
sus giros transformados,
sus arterias que circulan invisiblemente
en las ondas, en los saltos cuánticos
de albas, tantra-lokas.

¡Dejad que se dupliquen las palabras,
leed perfectamente,
tras el profundo orden y códigos del ser,
este canto en codones de la biología...

1-9-1999 /
Los tres cuerpos del Kaya

<>

Comunicación del mensajero

Se escurre.
¡El mensajero de lagunas opiáceas,
endorfínicas, bautizado como un gen
en la boca de la ostra!

Sube un pez por mi garganta.
Un invisible pez con mil pendulaciones.
Es un perdido especímen del esqueleto cósmico.

Una perla de mí mismo, intravenosa.
Una araña de miel vuelta sonidos.
Es tan dulce cuando su campana repica
en un cielo kundálico, cavernario, humano,
sucio de vida. Y la Roca es dura
y Pigmalión, un silfo y una llama.

¡Con tanta delicia abro mi boca
en días como hoy cuando se escurre
y sube como poeta con hígado encendido
por ser un pez transmutador
y un ángel con ojos cristalinos!

30-9-1992

<>

Nucleosíntesis

El secreto quiso ser inmortal
como un cadáver que se iluminó
en la llama del silencio.
El secreto anduvo en la pira,
nucleosíntesis, y el sol lo llenó de su olvido
limpiándolo con la prebiótica del Ser
en pos de alborada.
El secreto quiso ser pájaro
donde el metano hedía
¡y hoy está muerto y enterrado!
El sol lo sigue quemando
como a espiga.

9-16-1990

<>

Acuérdate

Soy más real que él.
No soy aquel que promete simulacro y delito.
Sí. El amor tiene fundamentos y generosidad.
El mentís a la dicha es vicio de los truhanes.

Visita el interior de los troncos
donde la savia está.
Clávate como si fueses los colmillos
del ansia más profunda
porque allí yo estoy
por si me quieres
y me haré presente.
Surgiré cuando me invoques.

Acuérdate quién ha vaciado
más aguas en tus hojas,
quién ha bajado
al manantial de las tuyas
en secreto.

<>

El agua en la amiótica grosura

He querido ser agua resfrescante
en tus rincones: las aguas de Hipocrene,
la amiótica grosura que te hizo ninfa
y te dio un corazón para que adores.

Aunque te sumerjan por dañarte
dentro de imágenes vulgares,
flota, inténtalo, guarda tu fruto.

Recibe el sol que te he dado,
las dulces mecidas que te ofrezco
como el vagido de un recién nacido.

He guardado tus lunas en mi cuerpo.
La lealtad de tu cuerpo me alimenta.
El proceso en pleno es nuestro novilunio.

5-4-1984

<>

Tallo embriónico

El pentagrama, piedra angular
con plenitud de ritmo,
pulsada raíz de todo cuerpo,
punto inicial de su estructura,
se irradia con siete voces
¡y te escuchamos, relámpago!
¡y cómo formas
el blastocisto con luz y trueno!

¿Quién escribe la primera canción
sino tú, gusanito de luces,
brizna sináptica,
en óvulo estremecido? ¿Quién se extenderá
sobre la corteza motora
¡sino tú! ... que aprendíste a danzar
en ríos dopaminados?

Nada sucede sin que surjas en colores
con tu voz actuante y tus moléculas y claves
para el pentagrama que bebe en sangre
mi canto y otro canto, la sombra bipolar
de soles míos que te completan lunas, Ellas!...

30-5-1997

<>

Invocación para el Día de los Enamorados

«El inconsciente humano, la zona más amplia y profunda de la psiquis, tiene todas las respuestas a cualquier posible pregunta sobre los orígenes del hombre»: Carl Gustav Jung

Todas las respuestas quiero,
todo el almacén de tus amores y fidelidades,
misterios que tengas escondidos,
delicias que no haya conocido mi conciencia,
la plenitud de tu compañía, porque no soy feliz
y amor quiero, todo lo que tengas que sea consuelo,
todo lo que me suma en certidumbre,
todo el contenido de esa alacena de tu cuerpo,
de esa vasija de luz y tiniebla de tu alma
porque cuando vaya a conocerte,
con el leño encendido, sabrás que soy
un pene de fuego, ladrón que va al Olimpo
y te roba el kerosene de la vulva.

No me interesa, si eres pequeña y juvenil
como una lechuguilla, si son tus senos
grandes como melones, o son chicos
como una guayaba, pero sé cálida, dispersa
ese cariño sabio de tus manos,
esa tibieza rica de tus muslos, si navegas
en medio de mi cama... estoy yendo por riscos
de mi pena y abriendo grutas en mis soledades
porque yo sé que estás en alguna parte
de este vendaval de mi ignorancia
y mi camino andado.

No me interesa este Día del Amor que sigas
escondida. Para eso estoy yo.
Para buscarte. Para eso es voy en friega
con mi pasión de hallazgo,
mi maña de olfato y mi esqueleto
husmeando tus rumbos, desde dentro del pellejo
y desde afuera, donde se dan más tumbos.

No me importa si afeitaste tus axilas
y sexo, si tu pie es delicado, o si ya está
encallecido por trepar a las cúspides,
no me importa el tamaño de tus manos
o si eres ruda con la voz,
aunque sea sutil tu palabra... lo que sé
es que quiero tu presencia y eres más antigua
que los sueños, más remota que los arquetipos
y que se te haya en la carne, porque eres la Compañía
y el Otorgamiento, sede de todas memorias
del género humano. Eres la líbido, la estructura
del amor que dejó de ser tiniebla y alumbró
las pulsiones de la más pequeña molécula,
oh Varona, carne del Emet, supe que comíste
manzanas de sabiduría, y quien está sediento
por este mal de quererte, sólo contigo se cura
y vuelve a verte encuerada, siseante, serpentina,
agitada por las ganas de atrapar
dos cojones que satisfagan tu menstruo
y soy yo, en este Día de los Enamorados,
el pene de tu ladronería, el alma de tu memoria
diferenciada en mi sexo, complemento
para tus emociones.

Yo soy el infeliz que tú amas,
el varón perdido que se antoja de la plenitud
de tu compañía, si es que acaso te internaste
como Eurídice en el infierno, pero yo tengo
el leño, el que sin tí se apaga... es un garrote
en pena, no un inconsciente colectivo,
no un simulacro para tu vagina aislada.

Tu Memoria Objetiva y Creadora
no está conmigo; te internaste profundamente
y fuera de mi alcance, te llevaste el carbón
y dos piedras, tus nalgas curvas
que cautivaron mi frote, te llevaste la suavidad
de la llama, el ámbar de la delicia.

En frío me dejaste
pues te llevaste el fuego, éter del Akasha,
virtud de la zarza ardiente de la que nace
el sonido, tu gemido que ama, y me incita
a cogerte... No me dejes, Eva Congrio,
culo peludo de amores, vaginita anhelada.

No te hurtes de mis ojos, no te ocultes tras un vestido
hilvanado con hojas de parra. Peca delante
de mis ojos, comparte el conocimiento
de tu manzana. Tú eres mi nostalgia
de paraíso y estoy solo.

En el Día del amor y los placeres,
en la efémerides de la invención de compañía,
Adán está solo, Evé, y no soy feliz
y amor quiero.

12-02-2002 /
Tantralia
___

CARLOS LOPEZ DZUR / TANTRALIA

Wednesday, July 07, 2010

El vagabundo / La muerte de mi madre

… y cada ve que saciaron su sed
los caminates y los niños,
les dí agua fresca y espejo cristalino
en qué mirarse:
Maritza Pérez (poeta puertorriqueña)

¿Dónde está la seguridad que yo postulo? En no soportar la calandraca de los grandes positivistas lógicos ni las expectativas de pragmatismo de los positivistas idealistas. Puede que uno ande con la alforja a la espalda, sin bienes, sin hogar, vagabundo, con el mero bastón y el temor a los perros, como los Cínicos, a los que todavía les quedaba un corazón socrático.

Puede que agredamos al mundo con nuestra fealdad, mirándolos a la cara, porque nos hemos aceptado a nosotros mismos. Esto tiene una belleza mucho más profunda que cualquier método y más vital que cualquier racionalidad.

De ninguna manera viviría en una cueva, o moliendo vidrio con el pecho. No quiero andar con un bastón y la boca seca, golpeando los perros en la Loma. Rechazo el amasiato social con los poderosos, pero ésto no implica que me plazca un tonel por habitación, o menos las oscuras suciedades de una cueva. Que lo haga Cleantes, Epiménides o Diógenes, su gusto sería. No el mío. Yo siempre tendré las aguas. Viviré cerca de un río, donde pueda, al menos, ir y lavarme la cara y no beber con miseria una porción.

No soy el cuenta-gotas.

09-12-1982

*

La muerte de mi madre

Cuando mi madre murió, recientemente, estuve una semana con un ataque de risa. Fue el sepelio, las misas, la presencia del Porifiriato de Voisin y detallitos sueltos, lo que me llevaron a la histeria. Se murió al fin. Lloré a solas hasta que se me secaron los ojos. Sucedió, aunque llorar no me gusta y no vale la pena hacerlo porque es hacerse partícipe de la complicidad falsa y precaria de los felices, a través del razonamiento previsor y la prudencia, la solidaridad y las piedades de mierda.

No niego mis años de amor y odio. Pocos pelos, pero bien peinados... ¿Con quién quejarse? No hay marcha atrás. Lo que soy no lo puedo dejar de ser... Uno nunca es tan listo como para burlar a la naturaleza, o sea, a las sustancias, la Gracia, la mujer de nuestra carne y hermanos que Urano da y que Cronos consume. La vida es alimento para la Eternidad. Estas vidas son la irresistible Omecihuatl, la inconmensurable Tonacacihuatl.

Este dolor, que es casi fantasía, nos tiene en sus manos, nos muestra los caminos que hemos de seguir, hasta que nos toque ser barro, o volver a ser agua, o un cristal de jade para el príncipe más evolutivamente solvido por el Tiempo.

12-02-1985

*

El ángel de MAO-A (ma)

Vivimos chupando en las tinieblas de lo angosto, sin trascendencias; pero quitándole la enzima MAO-A de encima a los mamarrachos, mamándolos por el bien de la seratonina. Todavía somos sexuales. La materia sabrosa de ángeles caídos es oxidasa A de monoamino. Una enzima que chupamos para que no haya conducta violenta ni locura blasfema. Ahí vamos, pasito a pasito, hoy fregados. Sin embargo, un día, bendito porvenir, seremos transformados en chuchas cuereras, redentores de cuerpo presente. Trépese este trompito a la uña… Cada célula de mi cuerpo posfetal se comunica a otras. Sufre por otras, obstrusivas al intercambio de sabores y ama a su vecina para la que tiene algún mensaje. Las células tienen emociones y sueños. Las emociones son sabores y los sueños, olores de sabor. Son extensiones de la mente prelógica. Y lo prebiótico para el pan da la masa.

A veces, al cagar (y perdón que mencione a la mierda), estoy en el más pleno y espiritual de mis ejercicios mentales. No sé si habrá tenido esa misma experiencia: Que un pedote le produzca un nirvana y una meada un chorro de inspiración para algunos de sus proyectos, sea de investigación o de arte, o combatir el colonialismo.

Imagínese entonces tantas ideas que acaso serían posibles en esta experiencia para usted, si fuese un sabio verdadero, por decir, tal fue Socrátes, Einstein, Hawkings, es decir, gentes entrenadas para teorizar y narrar sistemáticamente lo que observan. Nosotros, mi amigo y yo, somos exploradores noveleros, pero, al fin y a la postre, penetramos en el campo de batalla. Aquí es más útil Mao que Mahoma.

Afrontamos la tensión y los riesgos del peligro.

De mí sólo ldiré ésto: Sobreviví haciéndome bolas, no digo eclusivamenteen el escenario social, las contradiciones económicas y otros bochiches en la noche del No-Ser. Tuve la necesidad de nacer y el apetito me dio las mañas para encontrar una vulva mensajera. Nací más cabrón que bonito, pero, bendito sea. Estoy en el negocio de la enzima oxidasa A de monoamino que los holandeses llamam MAO-A y mahoma chupa. «Mamáos los unos a los otros. Chúpale, pichón».

Cuando el sabio dice que hay moléculas mensajeras, así como hay palomas mensajeras, yo digo que hay vulvas mensajeras. Que hay radares de factura neurológica y hay ángeles con mensajes eróticos, ¿por qué no? Hay, por igual, mensajes no biológicos para el corazón. Las divinidades son mensajeras del Bien o del Mal. No hay mensajes sin emisor. El mismo caos es un mensaje de sabor y olor.

08-03-1984

*

El transportador

Un día naceré y seré muy hermoso como Quetzalcóatl, sin miserias sociales ni orgánicas. No sé cuándo naceré. Puede que sean tantos años que conozca a Ella, a la que hoy amo, cuando ya esté muy vieja, guanga y climatérica. Tal vez ya no me inspire el apetito que ahora me obsede. También él, su amante, estará viejo. Entonces, mi Ego mayor verá la precariedad real de todo lo visible. Es una lección que no aprendí en otras fases de mi evolución...

Recuerdo la última vez que tuve un cuerpo. Se construía la Gran Muralla. El matarife de Tamerlán destruyó a su paso la cultura china. Esclavizó a muchos pueblos. Tuve la fortuna de escapar y con otras pocas de mis gentes llegué a la Laguna de Texcoco... ¿Adivine para qué? Para edificar una ciudad. Una ciudad de puras ichpocatzintli, chamacotas con hermosura, todas cogibles, generosas de pechos, paridoras como Gaia... una ciudad de hombres de agua, ríos de tlacaxinachyo, el semen creador de la generación humana ic yolli, con corazón.

Me dediqué, desde entonces, a transportar a los enfermos a los pozos afóticos: a curar la demencia, la tristeza, el dolor... En pocos años, ví mi cuerpo reducirse a nada. Y me convertí en el vampiro del Lugar de las Sombras.

22-08-1982

*

Unos minutos con el conquistador

«¿Quiénes son los jóvenes?», preguntó el galante huésped en la casa del Bobo. Lo sorprendieron dos visitantes. ¡Muy dispares entre sí!

«¿Usted qué, o de qué, o con qué? Neta, hijín, ¿qué sopa me guisa, o qué? Soy amigacho del Bobo y de la casa. Soy Jerry. Jerry o el Yeris. ¿Usted qué, o con qué? ¿Cagas gordo o qué, o por qué? ¿Muy gañán, o qué, qué onda o qué rollo me tira, 'ñor? Y ella es mi guarrita, Cèline, celincita... ¿Y qué, o con qué? Jerry me llamo. El Jerry, para los cuatachos... Y la neta, ¿qué traes? ¿Por qué estás aquí… ¿En qué la giras? ¿Eres gato en la casa o qué, o con qué?»

«Entonces: la señorita es su novia... El joven y usted son amigos».

«¿Y a usted qué, o con qué, o por qué? ¿Le cuadra o me orbita con mala vibra, o qué? Conozco esta casa. Es casi mi cantón y a usted ni lo he visto, no sé ni por quién ni a qué cuentas está aquí, ¿no?»

«Pregunté solamente, jovencito, y sea como sea, lo entendí Soy el licenciado Estirado Alcocer...»

«Se estira al dar coces, o cose para estirarse... Yo no entiendo. Yo soy Jerry. Jeremías Campas, el Yeris., uy uy uy… La jorra es la mera maromera, ¿o no, Cèline?»

«Ayer, cuando vine por mi prima, le ví. Nos saludamos de lejos. ¿Cómo está usted, licenciado?»

«Pues, si amigos se hallaron, no hay tos, hijín. ¿O qué? Después de las presentaciones de rigor, llámelo, ¿no? ¿Le llamas o qué? ¿Voy por él? Piiiirrrrriiiiiii...uuuxxx... pirrixxx... Mejor subiré, ¿por qué no, o qué? Con el permisiux, milic... Al cabo, sé que está en el Gym...»

Y Jeremías fue rumbo a una escalera, dejándoles solos.

«¿Se quedará mucho tiempo en México?», pregunta ella.

«Dependerá de algunos factores femeninos... ¿Fuma usted?»

Aprovecha para comérsela con los ojos. ¡Está rechula la susodicha novia de Jeremías.

«No, señor. Mi novio sí fuma».

«De él, lo creo todo. Es un maldito vicio. El cigarro… ¿Le ofrezco algo de beber, Cèline?... Ah, disculpe. Esta es la única casa sin cantina en la ciudad que comienzo ha conocer... Pero, ¿un refresco tal vez?»

«No se preocupe».

«Por favor… ah… ¿Por qué no salimos tú y yo una noche de éstas? ¿Quieres conocer a mi padre?»

«¡Para nada!», reaciona en silencio, «¿Quién se cree él para ofrecerme un cigarrillo o licor, siendo yo menor de edad, luego… prejuzgar al locochón de mi novio? … de él lo creo todo, ¡ay sí!»

«¡Tantas cosas que podríamos planear entre nous! Tengo un mes para dejarme regalar», diría muy lanzado y quitado de la pena. («¡Ni que estuviera tan bueno!», piensa ella).

«Después a los negocios, como siempre».

«Advierto que tengo 16 años, puede ser peligroso. ¡Mas porque mi novio se pone majadero!», expuso con coquetería, también como una amenacilla tácita. Planearía, si acaso, llevarse de caridura a su loco amigo. No se dejará embaucar por esta águila tunante.

«¿Peligroso? ¿En qué sentido? Todavía no entiendo».

El no quiere admitir que le han dicho que no.

«Sí me entiende».

Dio la espalda a su interlocutor para hacer una mueca y susurrar, cuanto más suavemente se lo permitiera su desazón, menso… Su novio que bajaba a la sala por una elegante escalera de la mansión alcanzó a oírlan (¿menso, quié, a quién, o qué?») y Jeremías leyó los labios del conquistador que se relamía al mirar el traserito de Cèline. Que está comible la fulanita es lo que piensa. ¡Qué desvirgable la mociña mañera!

«¿Quién es el menso, o qué? ¿Así nos llevamos, hijín? ¿Quívole, qué rollo, o con qué?»

«Pintémonos de colores,sí».

«Apúrale, Cèline, ¿o qué? A mi carnal, El Bobo, me lo respetan, los dos, o se las ven conmigo».

«¿Qué te diijo? ¿Va o no?», pregunta ella. Invitaron al Bobo a algún reventón.

«Está matando a trompadas al Monje Loco. Lo dejé con su rollo».

«¿Está bien?», pregunta la adolescente, que es una de las primas, que lo proteje.

«Mejor que le digan al brujo. Tiene una manota hinchada por tupirle a la pera… Bah, pero no es nada. Dice que no le duele».

«Llamaré a Doña Catalina, su madre».

«Salió con mi padre y Catherine», comenta el galanteador.

«Ojo al gato… Pues, ahí nos vidrios, milic».

«¿Qué haremos, Jerry?», otra vez pregunta la novia, aún preocupada.

«Nada. Nos pintamos, ya dijíste».

02-08-1984

*

Crecimiento y consuelo

Despierta el día mientras
el lecho de la bestia
se arranca las últimas
espina: Roberto Net (poeta puertorriqueño)

Desde chico, sea entre dientes o a solas, dije leperadas. Alguno creyó que estaba en oración pentecostal. ¡Hablará en lenguas! ¿Será, horda de incrédulos? Además, al decir mis maldiciones en voz alta, las niñas pazguatas se enrojecían. ¡Qué pudor, qué pudor ejemplar! … máxime si tratara de maldecir la verga que hizo a mi madre engendrarme.

Ya no soy el niñito ejemplar que maldecía entre dientes. Escondido del mundo. Ya crecidito no soy ese amor que apariencia no se queja y que todo el mundo se deja querer y malquerer. Ya soy el lépero graduado honoris causa… Mi boca carretonera me delata. Además, es parte de mi libertad y mi temperamento. La mente sana es ser como uno es sin el miedo de ser como otro quiere.

La normalidad lógica jamás aceptará el dolor. Lo sataniza. Lo odia. Y el dolor es inevitable. El dolor tiene que existir. El dolor no se maquilla con palabras bonitas ni neutras. Si maldigo y rezongo es porque he sufrido.

Ha visto cómo lloran las sustancias, ¿o no? Sí las ha visto, me comprenderá. ¿Cree que, en grupo, socializándonos unos con otros, a más de apiadarnos del dolor ajeno, hacemos más llevadero el dolor intransferible de ser, en sustancia dolorosa? Eso no es cierto. Es una interpretación de los malos sufridores. O de quienes no han sufrido.

Mi madre sufría por los malos negocios de un marido asturiano. Quedó en la prángana. Recibió sus golpizas El primer marido de ella fue muy gallón. Fue mi padrastro. Y ella maldecía su presencia, ¿como que no? y no con dulces términos. Aprendí con ella a maldecir requetebonito, si me entiende.

De mi padre putativo, otro viejo cochino, borracho, parrandero y jugador, recuerdo que también sufrí por su causa y también mis hermanas sufrieron y hoy siguen sufriendo por alguna pendejada y forman una tormenta en un vaso de agua. I am against any sort of show. Hablo de sufrir de verdad y sin esperanza de experimentar otro consuelo que sacar un insulto de la boca.

Ya no digo duras palabras, vulgares palabras, porque sufro menos. Hoy, si las digo, es una honestidad de mi alegría porque me ayudaron a vengarme del mundo. Quizás dejé la intensidad de mi vil lenguaje y mi agresión [porque sufro menos]. Hoy, de cierto modo, me dedicó a bendecir y olvidar.


07-12-1982

*

La receta

Me vestí con un cuerpo de penas: un niño con SIDA. Y los curas españoles fueron a pedir una limosna a una mujer muy rica del Patronato del Hospital de la Sociedad Católica de Catecúmenos. Soy el niño con SIDA por lo que fui con ellos, los sacerdotes. Me vestí con cuerpo tal, siendo de alma antigua, para predicar por la causa. La filantropía.

El niño les inspiró una gran ternura. Fue que yo abrí la boca e invoqué la crueldad de España con los indígenas y pedí que, en memoria de Morelos e Hidalgo, fuese generosa. El niño habla con madurez. Y lo fue. Ella me besó y me bendijo. A los curas se le salían los pedos. El cheque les temblaba en las manos. Por cierto, el hijo de la señora es un enfermo mental y se escondió ese día. Los catecúmenos le quitan el apetito, siente náuseas por los religiosos y, ante sus presencias, lo ataca una cierta arritmia cardíaca para la que lo recetaron con beta blockers.
Ella contó la historia de su hijo al niño que la enternecía por su cabeza pelada. Sí, me contó la historia y también yo receté.

En poco tiempo, ya no necesitó de los beta blockers. Dije a la madre del enfermo: «Esto es lo que su hijo necesita: flores de zempasuchitl». Fue un regalo que hice a las pocas horas. Así supo él que yo vine a ver su madre y que los curas no comen gente. Son simplemente ignorantes, hijos de la fantasmagoría de la historia y de la ciencia de los gachupines. El muchacho rico como que presentía que pasaríamos por su casa.

En los tiempos de los tenochas, se llamaba a la hermana menor del enfermo. «Huetzcani iuctli»: Hermanita sonriente. En fin: se decía como les expliqué: Traed agua con semillas de zempasuchitl, acarIcIad con un trapo sus pies, sus rodillas, su pecho, acariciad su cabeza. En esa receta, dí la clave de su curación. La mujer rica leyó la notita que dejé en la bolsita de semillas para su hijo. Al seguir las instrucciones, fielmente, redujo su hipertensión. Ella misma se llenó de una fe extraña porque amaba al hijo.

Aquella misma mañana, él necesitó del remedio. Y ella lo vio mal como creyó que moriría. Mas leyendo mi receta, fue por una de sus hijas, la menor Catherine, la niña sonriente. Y la hizo seguir las instrucciones que dí. Frótesele el pecho con un paño y aplíquesele la cantaplasma con zempasuchitl.

Santo remedio: bajó la presión sanguínea y muscular en un santiamén.

Eso sí: entre nosotros, siglos atrás, no usábamos beta blockers, sólo la sonrisa de una niña... Desde que nadie se brinda para tareas de amor, la cura tarda. Los mamarrachos no curan a nadie. Un niño entristece por tan tontq razón de que nadie le chupe los deditos ni le besa la frente...

02-08-1980

*

La gimnasta masturbada

La muchachita no es vírgen, ¿sabía usted? No lo digo para acusarla ni nada que se parezca. Lo digo, porque es la verdad. A veces, me invisibilizo de modo que su hermanastro no me vea. Voy al ligue cuando él sufre las fugas y está por días y días fuera de la casa y la veo. Entonces, un gemelo que él tiene me hace el paro. Despista a su familia con su clon. El parece que está en la casa y no es cierto. Se fue. Diga usted a qué o a dónde: a mirar un show de rock con el Dr. Cerebro o Fobia, a escuchar una conferencia en la UNAM, o sencillamente a ver alguna novia.

Entonces me persono con mi cuerpo taquiónico, inorgánico o de luz. Los ojos de de su clon me presienten. El me oye, pero sin verme. Me oculto de su poder, me doy mañas y me dedico a chupármela. Me alojo dentro de las pantaletas de la muchacha. Ella se instala en el sótano donde hay un salón de gimnasia. Hará unas rutinas antes de darse un baño e irse a trabajar.

Su hermanastro y su clon se acuestan temprano, casi siempre juntos en la misma habitación. Ella se confía que nadie bajará al sótano. Ninguno la hallará, con facha edénica, en el gimnasio. Enciende la luz y se quita la bata bajo la cual se hallará con uno payasito, a veces en puras bragas y una sudadera. Cuando se queda en pantataletas, inicia con el puente. Hará luego el tendido lateral, equilibrándose en el brazo y pasará después a ejercitarse con veinte lagartijas.

Colgado lateral de chichis: nada de colgaderas, tipo de yema de huevo. Está maciza y sus peras son una ricura. ¡Que bustolandia edénica!

Hará después la vela, balance de hombros, con piernas en alto. Ahí es cuando me vuelvo protagánico. Me le pongo en frente y le agarro por las pantorrillas. Siento la electricidad que me recorre, hormigas sobre mis brazos. Me hace una mierda. Hará otro tendido lateral, equilibrándose en el otro brazo. Nada pendeja. Se arquea elevando las caderas y, entonces, es cuando descorro su calzoncito de un tirón y pego mi hocico a su vulva.

Ella se imaginará que tiene escozores de güila, prurito, o ganas de coger porque abre las piernas como tijera, sin pensar que soy yo quien se las separo. Eleva las caderas para que mi boca se coma el clítoris, con su vecindad de pelos.
Ya no pude más y me desnudé, cósmicamente dicho, aprovechándome que hizo spagat. Unos cuanto saltos y otros tantos puentes. Se tendió otra vez sobre la lona a frotarse los muslos. Tiré mi ropa sobre una banca para ocultar su bata y braga. Colaboré diligentemente con el masajito que se daba en los muslos… y me voy de maldito a intensificar la maniobra de poner su chochito sobre mi cara antes de decidirse por el soporte en V. Ya sí me dejé caer sobre la V, pero donde la V y su vagina se coinciden. Estoy viniéndome en el alma.

El muy suspicaz del clon nos oye gemir. «¿Qué pasa?», dirá se levanta como ladrón en la noche. Oye que ella jadea Ella mira como gata en celo cuando la puerta se abre; él piensa que descargamos la karma en la raja, la dama del loto o la materia prakrítica; pero no es su hermano. Es un clon tan invisible como yo. Era una vibración que entreabrió la puerta. Un chirrido que no la hará prescindir de este gozo. Como en boquita callada no entran moscas, los tres nos hemos hecho cómplices de un sentimiento embrujante: ¡demasiado bonito para ponerlo en palabras! Cuando ella quiso sentarse, tan sudada en el sofá, ya en la arqueada yo tenía su bollo en mi tope. Arched front support, el tamal a la brasa y la fui empujando. El clon, con una mera olidota a sus nalgas, dijo: «Pásala». Cuando la ví tocar el sofá, el gemelo la esperó con un descomunal pene enfurecido y dispuesto a perforarla sin piedad por el más allá. Y si hay masa allá, ¿por qué no preparar tortillas a mano?

02-09-1980

*

El amigo

Estás desorientado. Nadie te entiende como yo. Vives en una sociedad de nativos. No hay nadie interesante con quienes puedas conversar. Yo te comprendo.

Tengo muchos consejos para espabilarte. Te enseñaría, en primer lugar, sobre tus prerrogativas ante las maneras tradicionales y modernas de cultura. ¿Te sirve el náhuatl para algo? Ya se averguenzan de éso hasta los mismos indios. No. Debes irte a Europa; allá te apreciarán... Aquí no. Seguro.

La criada es una putarraca imbécil. ¿Ella te baña? Cuéntame. ¿Te toca la polla? Díme.
Ella sí que es una india. Te diero adorar porque, ¿quién civiliza si no el blanco, al que hoy llaman gachupín con desprecio?

«Mentira, mentira».

¡Ay, llamarás a tu mamita como el faldero mariconcito, ay! Fue una simple pregunta y una más simple observación. ¿Te digo cuál es tu problema? Cualquier sanchopanza te manipula. Se aprovecha de tí. ¡Qué lastima, qué injusticia!

Escucha. Dáme la cara, maricón. No te tapes el rostro para dirigirte a mí o si te estoy hablando… ¿Por qué te enojas conmigo? Somos amigos. Conversar es el comienzo de la amistad. Dos veces lo hemos hecho, ¿recuerdas? Dos veces y ahora es una tercera vez que conversamos. Hemos conversado. ¿Lo sabías?… Vamos a ser amigos. No lo somos ya porque eres muy altanero. Te escondes. Eres agresivo, te ocultas el rostro. Sinceramente me simpatizas por una razón únicamente. Una. Una. ¿Quieres saberla?

«¿Porque soy un nahualtin?»

¿Nahualtin? Olvídate. Apártate de esos cuentos de criadas de culo moreno, indias apestosas y superticiosas! Eso no es nada. Eres algo mucho mejor que todas ellas y sus nahualtines. Eres un jovencito muy guapo; ¿te has mirado en el espejo?

«Nunca, cruz cruz cruz».

¿Le tienes miedo a los espejos? ¿Mientes? Es tu error. Estás majo, mira qué pinta, lotario. Si lo hicieras, en vez de negar tu color y quererte indio, te darías cuenta que hay una chicuela que viene a verte porque le gustas. Ella es otra tarada, otra putarraca. Ella me lo dijo. Tú le gustas mucho. No por indio, por blanco, por tu pajarito rosado.

«¿Qué me importa?»

Sí, importa. Te la puedes comer, gozártela. Se ha desarmado para tí. Simplificó tu dominio sobre ella. Puedes gozártela. ¿Sabes cómo hacerlo? Atiende, mírame... besa su boca, sus tetas, su ombligo... ¡Abrela, levántele el vestido! Dedéala, sin dejar de besar fuerte en los senos y en la boca…

«No, no».

Mira, maricón. No tengas miedo. Son las delicias de la carnalidad... Hay gente muy afortunada: tú eres uno de ellas. Tienes la belleza de un efebo griego.

«Soy ugly ugly ugly».

¿Quién te dijo? Estás acomplejadísimo, qué atropello. Y me gustas mucho, chiquillo. ¿O qué, prefieres acaso los varoncitos? ¡Ya me dijeron ya me dijeron! Lástima, jilipolla... También yo, de vez en cuando, me comería un culito vírgen de muchachito... ¡Uno tierno como el tuyo! Así de fácil...

8-12-1981

*

El número tres

Durante la etapa del PRIsauriato y del auge petrolero y, por ser Voisin uno de esos mexicanos beneficiados del saqueo, se responsabilizó con dar una mensualidad a su hija Porfirita Voisin sólo quería una mascota, un perro, al que puso mi nombre sin permiso. Tres días duró. Amaneció muerto el día que lo sacó de su alcoba. Si yo lo maté, por accidente, ni recuerdo ni sé.

Porfirita es una santa que no acusa a nadie. Tiene muchas delicadezas conmigo, su medio hermano. Voisin, el padre, dio muchísmas cachetadas a Porfirita, por no saber cuidar las cosas. No en balde yo le odié tanto por pegarle a las viejas.

Luego compró el coche americano, compacto, es que Porfirita crecía llena de belleza, como pendeja y santa. Sólo que lo chocó al tercer día, aprendiendo a manejar. Y después, al año, le regaló otro perro de buena raza. ¡Al tercer día! se lo robaron. Sin embargo, es su número favorito. Ahora calcula que todo lo desagradable suceda el tercer día. Cada tercer día, se condiciona a que el dolor se manifieste. No quiere ya regalos de nadie. Nada que pueda morir al tercer día, o al tercer año. Eso es sabiduría.

*

El chupador

Para mí, la dificultad del oficio de chupador es que nos moja la boca con el inmoral deseo por las cosas y las personas, la atracción o la repulsión. Unos al chupar la energía, se sienten humedecidos, impregnados por el primiginio deseo de un corazón. La leche sideral la pescamos por la boca. Cuando el Verbo se pronuncia, ricamente vocalizado y erotizado, y se identifica con la solidez de los montes, los astros, los objetos, los hechos se objetivan, se sujetan a la espacio-temporalidad. Otros desgraciados nacen, bañándose escasamente en tinajas de la cintura para arriba, y son los inmundos estériles. Unos se bañan en Texcoco y otros con gonoccocos. Neisseria gonorrheae.

Si la humanidad cerrara la bocota a tantas sandeces y se pusiera a chupar los peces iluminados que las ichpocatzintli tienen fluyéndole entre los muslos, descubrirían que la boca es un anzuelo, una caña, una antena, un radar y, machistamente dicho, nuestro único propósito en la tierra es chupar de esos mares de péptidos y receptores... Por desobediencia al mamaos los unos a los otros, surgen las catatonías. Se te parte la madre, se te pega en la torre, te hiendes.

Usted cree que soy una evidencia al pelo: I am an schizoid person. Pero es falso. Yo chupo el infinito.

2-09-1980

*

La presencia importuna

Aquella noche del Gran Fornicador escuché sus voces. Ví la mujer que lloraba sobre la falda de un monte.

En la Teogonía Orfica, el monte es llamado Egeo, a las márgenes del río Neda. ¿A quién Hesíodo engaña con esa equivocación? Eso me hicieron creer. Mas yo conozco mi vecindario. Distinguí la voz de mi madre y del hombre que no es su marido.

Ese lugar de mi casa está en el merito Distrito Federal. Ese montecillo es un pedacito de área verde que hay en Coyoacán... Que Egeo ni que Egeo…El fornicador tenía una voz muy autoritaria y la mujer, muy parecida a mi madre, quedó cubierta por él. Es decir, supongamos que no aluciné aquella noche: mi madre dijo que lo que yo ví, o sucedió o lo soñé. Fue una irrealidad, según ella. Otro día me dijo que fue el fantasma de mi padre que regresó a visitarla. Me mentía como Hesíodo. Creen que soy tonto. Pero yo ví el cuerpo del fornicador monstruoso, lleno de pelos de oro, como los de la barba rojiza de Voisin.

Nueve meses después mi madre colocó una piedra en unos pañales porque una niña nació y él regresó a verla, aunque fuese la única y última vez...

No recuerdo más. Cerré la puerta con terror y ellos me gritaron, con insultos, pero yo nos quise responder ni mirar.

04-08-1980

*

El hijo prudente

En la vida real, acepto las cosas como son. La vida es como es: asquerosa, vulgar, hipócrita... y, mal que bien, así es la Naturaleza. Conozco a un fotón que es un bosón. A veces, mis ojos se vuelven tan incisivos que veo a los fermiones. Supongo que tendrán apellidos. Sé los nombres de 200 fulanos, de los que se llaman fundamentales; pero, la Física de la prostitución sistematizó la diversidad en 4 grupos y 4 fuerzas de la Naturaleza... Me han simplificado demasiado las cosas. Hubo un tiempo en que pensé que jamás sería un intruso, como dijo Voisin. Pero tengo una memoria sin límites y sé lo que ví y ví lo que sé.

Conste que no le digo a mi madre veleidosa. Me preguntan, si acaso otros sospechan, y hablo sobre los secretos de una Metis / Prudencia sabia y cósmica que fue tragada. Fue engullida. Aún más, siendo copera de los dioses, bajó la cerviz y se dejó devorar. Visitó los Tártaros y bajó a los infiernos. Aún así, yo ví el estallido seminal en la Vulva de Vulvas, que es Gea. He sido testigo de las Cogidas Infinitas. He visto nacer a niños del Elemento Fértil: las partículas fundamentales que se esconden en el átomo. He visto a los hijos de la Noche y el Día. He visto a Gea-Gaia-Hémera, desnuda, con el chango sangrante, y he temido. Entonces, en silencio, me pregunto: ¿Cuál es el sentido de esa Vulva, cuál es la norma constante, que interviene como ley en el fenómeno de tan infinitos partos? ¿Por qué existen las cosas en vez de no existir?

En ese receptáculo, tamal de tamales, que la Gran Madre abrió al Gran Fornicador, coinciden las cuatro fuerzas del Universo: la gravedad, la unión de las partículas a nivel intranuclear y aún la unificación a nivel de quarks, las fuerzas electromagnéticas y los procesos de desintegración radiactiva.

08-08-1980

*

Entre el dolor y el placer

Jamás el Gran Fornicador dejará de fornicar. El semen de Cronos nunca se acaba. El semen de Urano, o su sangre, nunca se acaba. Lo podrán castrar miles de veces y su sangre goteará, humedeciéndolo todo con las melias del bronce y la crueldad. La materia es la mujer que Cronos mastica, la obsesión orogenital que no se consume, el dolor que no se agota. No hay mundos de anti-materia. Hay una tristeza de la sustancia.

Esto tiene que ser así porque la materia es inagotable en profundidad, infinita en el espacio y eterna en el tiempo. Gea es la Eterna Paridora y Urano jamás descansa, con la escopeta siempre cargada. Es el Gran Fornicador. La mujer está acostada en la Tiniebla del Mundo. Siempre está de plácemes su barriga y su cama. Ovula a cada instante. Va de embarazo en embarazo como una Coneja y, aunque sus dolores de parto son infinitos, también su orgasmo es una eterna luna de miel. La materia es divina por causa de este dolor y su sexualidad se impregna de su tristeza y su alegría con su odio y su amor con su repulsión y su deliquio con más posibilidad de ansiedad y desdicha.

La eternidad vive en movimiento. Hay que danzar a veces con los dioses. Boreas viola a Oritia. Ofión a Eurinome. Los fluídos internos son caóticos. Mis neuronas son el radar de contínuas violaciones. Capto los gritos de los ultrajes a la Madre Tierra. Usted sabe, la mujer de nuestra carne, está siendo ultrajada, dividida infinitamente, por Cronos y Urano.
Los gallos hacen su parte. Fornican y fornican.

¿Cuál es la sabiduría del Tiempo?

Darnos la memoria de ese dolor con que Gea, o sea cada mujer sufre y goza, se abre de piernas para engendrar de su vientre la belleza; darnos la memoria de ese placer con que Urano cinga que cinga. Es la única norma que yo respeto: Urano se complace en manifestar a las partículas fundamentales, que son la sustancia eterna, sus espermas entitivas: bariones, mesones, fermiones y bosones.

10-08-1980

*

El terapista

Un amigo mío, vamos a llamarle consultante, está asustado por las muchas prohibiciones culturales que hay en su mundo burgués. Lo sé. Teme a las emociones fuertes. ¿Cómo lo supe? Sufre amnesia temporalmente y su adrenalina se excede hasta llenarlo de ira y miedo. El tiene más adrenalina que usted. Sus emociones son más claras y perfectas que las suyas. Además tiene más recursos endorfínicos que usted o yo.

La niña, Miztli González, tiene 14 años de edad. ¿Qué importa? Le dije que se pongan a maullar en náhuatl. Es una buena terapia... Yo no creo en su beta blockers. No soy siquiatra. Quizás el peor de los consejeros. Soy un lame-catechola, o como usted dice catecholamine. Yo lamo, chupo, succiono catecholas, endemoniados. Soy un catecoloh o productor de catarsis. Me enuncio en los periódicos, sin credenciales. Usted lo llama endemoniado. Se pregunta: ¿Será capaz de golpearme, será capaz de romper mis aparatos, será capaz de violar a sus hermanas, será capaz de vomitarse en mi alfombra, será capaz de actos indecorosos?

Vea el problema que él tiene en sus neuropéptidos. Es una calamidad. ¿Se irá a chingar el proceso de la creación porque se encuentre con la boca seca? ¿Se acabarán las aguas de los ríos? ¿Se traerá más azúcares para el xochistle? En algún punto de Tabasco, alguien cultiva el cacao y el achiote y los chinamperos siguen, por tradición, rescatando sus parcelas a los lagos. Y, en Xochimilco, entre el olor a meados de los blasfemos y los alcoholes de los valemadres, crecen las flores... La Gracia provee. Usted da tratamientos de insulina y los azúcares regresan a la amargura creciente. Entonces, en su imaginación, son más dulces que la vagina de González succionada a ternura. Yo soy el mal consejero. Si tiene 14 años, la mentada Miztli González, no está mal que le ofrezcas una mamada.

En náhuatl, hay una palabra para la matriz que es cihuatl, pero yo prefiero nenetl porque ésta es la parte chupable de la vulva. Fíjese que la palabra lengua, el órgano del sabor, tiene la misma raíz. La lengua, nenepilli, se hizo para chupar el cihuayo, el liquido secretado por la cihuayotl o ciyuatl, los gentales femeninos. Esta es una enseñanza de Cefalino Cambujo.

Visité su pituitaria, porque vino a mi consultorio clandestino y le quité algunos recuerdos amargos. También ya chupé de la médula de sus glándulas adrenales. Olvídese que los dolores de la migraña no se repetirán. Me lo tengo bien chupeteado. A la verga no le llego. El cabrón da buenas patadas. Sí, señor. Y te pasa pájaros negros. Es un nahaultin.

*

El profesor

Juan Berga, doctor en mieles y delicias, no cree en el pecado original o, si cree, ladjudica como su causalidad temible a la esterilidad. Como gallito inglés, se aterroriza con la posibilidad de la impotencia. Su leyenda será el mérito de su mosquete. Sin sexualidad, según, él no hay belleza ni sentido en la vida. Sin parecerse a Greta Garbo, una mujer está condenada estéticamente. Si no chupa la verga a su padre, la mujer no estará ungida por el rey Ciniras o los sabios de Oriente. Y dice que Démeter será como un buitre si no pasa las nalgas, o le presta a su hermana. Si te huelen las axilas, mejor cágate. Ese mundo es muy externo y determinista. Es el mundo de los gallos ingleses. Por eso Lord Byron es su héroe. Se perfuma hasta el culo. Anda muy catrín, en su creencia, porque por los calzoncillos de seda él paga hasta ochenta dólares.

Sin embargo, él mismo está vacío. No sabe comunicarse de otro modo que no sea en función de la cama. Por su egocentrismo y sexomanía, se desvinculó de la gente sencilla, moral y compasiva y, si da la cara por causa de alguno de esos apuros, lo hace entre las sombras... Cree que una casta iniciática de machistas paganos o de putas le develará lo sagrado. «La moral es ajena a lo sagrado», dice él, apropiándose la frase. Es una cita de Paz.

Supone él que hay un desafío out there, at the Academy, al decir: «Yo soy la ciencia, la prudencia, la lógica positiva». No. No hay mérito alguno en tal postura porque él no sabe ni de lo que discursa. De joder si sabe, aunque va ya de picada. Lo incómodo es decir: I am the crazy one... el enemigo de todos los sistemas aceptados de conocimiento verificable. Los irracionalistas y los ruleteros de lengua verde, están en combate y si buen sexo se trata, asegurarse que tiene con qué y funciona.

El invoca y organiza calandracas. Vive en salones parisinos y cafés-chantants con estafadoras y viejas zuzurronas, puras comadres, que son las que le dieron su familla de Juan Mañara. Es también un lounge lizard aferrado a la belle époque de un París del Novecientos que ya no existe. Cuando regresa a México se comporta como el gallito inglés. ¿Ha reparado en su acento de Cambridge? En México es un gallito criollo pero Del Mónico's, o Jacaranda's o del Ambassador's. Los perros son más honestos. Se cogen en las calles. Estos gallitos implumes se esconden en las sombras. Y no saben de qué carne se hartan. Les pasan gatos por gallinas. Ahora le dan por echarse a las criaditas, pobres gatas indígenas, que una vez se las parcha o medio parcha, callan por la vergüenza y porque no le echen del servicio.

Del extranjero, Juan Bergas viene surtido de unas dosis de pergonal, 3 veces a la semana, cuatro meses del año. Tener esperma en las bolsas de las pelotas importa un carajo a quien lo ve. Ni ya a sus alumnas convocadas a sus calandracas, orgías atediantes, con quien se acompañan o creen en él porque reparte buenas calificaciones a quien le elogie una noche de romance, por así decirlo. No oír Juan ni a sus amigos y colegas, después de todo, será como desligarse de esos erotismos fragmentarios, yendo por uno más pleno, totalizador, órgano por órgano.

19-08-1980

*

El represor

A Mario Benedetti

Mr. La Riegas, yo debo quejarme. O liberarmel del odio. Bastante tengo. Contra tí, jamás urdí un complot homicida. Voy perdonando por la vida cada mierda que piso y cada paoloma negra que me caga la cabeza.

Yo no soy Juan. Si no regreso, lo bautizas. Jamás he sacado un filero a nadie.

Para agredir a los traidores, la Gracia irresistible aprovecha las manos de sus Furias. Ellas persiguen a los delincuentes. Las furias juzgan y reprimen a los criminales. Poco temo si soy inocente. Tampoco me abrogo el deber que no es mío, sino de las Furias. No me ofrezca tal empleo. Delincuente jamás. Mejor sufro a gusto. Si me la hacen, yo no me vengo. Y cuando me vengo, gozo… Dígale a la plana de los represores, que no me eche la biga tan gacho.

Bien sé que el malentendido es su culpa. El vengador se queja de las asociaciones que se formula. Nos mete en el mismo costal. Agua y aceite no se mezclan. Tenemos espacios muy definidos y separados dentro de la Zona del Caos y bajo los Túneles. El ofendido perdona, pero nunca el ofensor. Al inocente yo no la tocaría ni con el pétalo de una rosa. ¿Pero ellos?

19-07-1984

*

La medicina antisocrática

No. Le paran la marmaja. Your income, your money at issue. Sin enfermos, no hay futuro ni carrera para los médicos y siquiatras. La práctica siquiátrica sirve al componente de la admisible normalidad lógica, y se desintegraría , o sería puramente un sinsentido, una escoria de la interpretación, sin este contacto evidencial y remunerado con la sustancia del loco per se. Las ideologías, sin una conexión con la materia y la necesidad real, son caprichos. Estupideces similares a la gallomanía.

Ustedes pudieron haberse especializarse con aquellos que necesitan un interlocutor independizado de las aspiraciones falocráticas que imperan en el mundo. Los adolescentes necesitan de la gente sabia, como Sócrates. Mas dijeron que los irónicos con mayéutica, con grandes secretos de fantasía, eran unos pervertidores de menores. Aislaron entonces a maestros y discípulos, a los adolescentes y a sus mentores.

Con la boca dicen, piedad para los adolescentes, con la cola esculcacaron a los bolsillos de sus familias y trataron en los pubertarios las enfermedades que no tienen...

02-08-1982

*

¿Dónde conocí a la chica más bella?

Precisamente en El Zócalo, frente al Palacio Nacional, y observé de lejos a quien hoy es mi amigo y a su hermana. Discutían. Como una parejita de políticos, uno del PRI, otro del PRD. El no sabía que ella es la bastarda de un politicastro. Al fin se enteró. Mas ella está jalándole y él no dejándose jalar. Chistoso. Entonces, yo intervine. Les caí, «¿qué onda? Se me apaciguan los dos», dije.

¿Dónde estás, lugar de piedras y tunas, compuerta de agua y de mosquitos? Y le dije que ya habían construído la catedral en el lugar que decía y que nosotros, los hijos de siglos del pasado, velaremos el sueño profundo del Tenochtitlán.

Como vivo en el lugar donde las flores y las águilas brotan hasta el infinito, cueponizqueh in xochime, puedo ver desde El Zócalo quién entra y quién de la Catedral. Puedo proteger a los infelices y castigar a los que profanan la memoria de quien ya se fue al cielo, o está dormido.

«¿A qué vienes tú a El Zócalo? ¿Quién te da pájaros negros si eres blanco?», le pregunté.

«El Aguila que habla».

El águila no llegó y se quedó sin quién hablar. Le dije: «Seamos amigos. Habla conmigo. No tengas miedo». Tomé su pulso.

«Puto, no me toque».

Para convencerlo de que no soy maricón, le mostré mi cuerpo de tenocha. El cuerpo verdadero. Le hice unos guiños a su hermana. Pero ella no parecía verme. Su hermano estaba hablando con una fantasmagoría. Eso pensó.

Se equivoca. Para yo platicar, lo primero que hago es ubicar lo hermoso. Ella es la niña que yo llamo Hermosura. Desde que conozco a su hermano, lo invito a desnudarse conmigo y él me presta la alberca de su casa. Pienso entonces que me sumerjo en Texcoco, o Aganipe, o Hiprocrene. ¡Las agua son como palabras que acarician!

Entonces, él es más platicador. No me tiene miedo. Dicen que él habla a solas porque no observan que está conmigo. También su hermana nos acompaña a veces cuando doy hidroterapia a mi cuate. Yo gozo un chingo.

Ella se mete con un bikini azul en el jacuzzi y yo me acomodo, con mi verga parada. ¡Moles, me cae con esas estupendas nalgas y me la atoro ricamente! El me ordena que me vaya. No me permite que me goce a su carnala en su presencia. Algún día yo podré tener un cuerpo, macizo y sólido. Puede ocurrir de un momento a otro y, si con estos conatos de cogida me sorprende la corporeidad, ¿se imagina? Ella se muere de vergüenza y le saco la mierda.

¿Qué hago, cómo justificar la escena? El es capaz de matarme, o ella de sacarme a escobazos como se azota a los brujos. No sé qué pueda ocurrir si ella se halla en el pino, sin saber por qué. A los tres nos llevan a La Castañeda ese día.

29-08-1980

*

Los malos sufridores


Los malvivientes y crueles de la Tierra no entienden que no escaparán al dolor alguna vez. Tisífone irá por ellos. O las Erinas. O las Furias. Xtabai, por ejemplo, castiga a los hombres jamás educados por el dolor. Ella mata a los escapadizos. A los naufragados en los sentidos, a los que tupen mucho al pomo y buscan refugios falsos, sin lealtad para con los hijos de la Tierra, los niños de la Mujer de Nuestra Carne. Hay hombres externos, cirenaicos y son los que jactan como el doctor de la Sorbonne. Y mírelo: es incapaz de ver la belleza real, imperecedera, el ciclo total de las estructuras y sustancias.

Es la razón por la que creo que el aislamiento es un refugio válido. Hay sufridores, como él, que se quejan fácilmente. Sus dolores leves los truenan como bombas. Entonces, se espantan. En la fantasía solitaria, cumbre inaccesible, el dolor no puede llegar. El ruido los anti-sufridores vulgares, los felices externos y frívolos llegará a todos, mas no al Alma, calli sagrado, expresa unity in diversity, que por la eternidad se reconstruye.

Mi soledad me protege. ¿De qué o de quiénes? De ustedes, los explotadores del dolor, que son los verdaderos enemigos de la Naturaleza. El dolor no es enemigo de la naturaleza. Mucho menos es rival de la fantasía, unity in diversity... El ciclo de la estructura de la fantasía es precisamente la unidad en la diversidad. A la Naturaleza no le importa si usted es bueno o malo. Te chinga parejo, te aniquila todo lo que acumulas. Un sismo, un huracán, un maremoto, una creciente de aguas o lavas, un tifón, una epidemia.

Después del huracán viene la calma. La sustancia espacio-temporal y la cronología son cómplices, dos amantes igualmente ciegos. Ambos se inventan el dolor con mil colores... Los que más sufren son los empíricos. Sufren al pretender lo imposible: la parálisis del tiempo para ser siempre los jóvenes, ricos y dinámicos explotadores. La eternidad paralizada es una imaginativa babosada. Hoy eres joven, mañana eres un anciano cacarizo y patiseco. «Cuando la suerte se empeña en joder al desgraciado, por más que se limpie el culo, siempre le queda cagado».

*