Genoma
El diccionario del ser
de pequeñas letras sus raíces formó.
Con tres trillones de verdor en sus hojas
abanica un Gran Núcleo que dice:
... Yo unitario...
Ha de ser cromosoma esencial,
texto redondo,
que en 23 parejas de versos
escribe su elegía
porque tres billones de bloques de ADN
atestiguan la mutación del mundo,
sus giros transformados,
sus arterias que circulan invisiblemente
en las ondas, en los saltos cuánticos
de albas, tantra-lokas.
¡Dejad que se dupliquen las palabras,
leed perfectamente,
tras el profundo orden y códigos del ser,
este canto en codones de la biología...
1-9-1999 / Los tres cuerpos del Kaya
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Comunicación del mensajero
Se escurre.
¡El mensajero de lagunas opiáceas,
endorfínicas, bautizado como un gen
en la boca de la ostra!
Sube un pez por mi garganta.
Un invisible pez con mil pendulaciones.
Es un perdido especímen del esqueleto cósmico.
Una perla de mí mismo, intravenosa.
Una araña de miel vuelta sonidos.
Es tan dulce cuando su campana repica
en un cielo kundálico, cavernario, humano,
sucio de vida. Y la Roca es dura
y Pigmalión, un silfo y una llama.
¡Con tanta delicia abro mi boca
en días como hoy cuando se escurre
y sube como poeta con hígado encendido
por ser un pez transmutador
y un ángel con ojos cristalinos!
30-9-1992
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Nucleosíntesis
El secreto quiso ser inmortal
como un cadáver que se iluminó
en la llama del silencio.
El secreto anduvo en la pira,
nucleosíntesis, y el sol lo llenó de su olvido
limpiándolo con la prebiótica del Ser
en pos de alborada.
El secreto quiso ser pájaro
donde el metano hedía
¡y hoy está muerto y enterrado!
El sol lo sigue quemando
como a espiga.
9-16-1990
<>
Acuérdate
Soy más real que él.
No soy aquel que promete simulacro y delito.
Sí. El amor tiene fundamentos y generosidad.
El mentís a la dicha es vicio de los truhanes.
Visita el interior de los troncos
donde la savia está.
Clávate como si fueses los colmillos
del ansia más profunda
porque allí yo estoy
por si me quieres
y me haré presente.
Surgiré cuando me invoques.
Acuérdate quién ha vaciado
más aguas en tus hojas,
quién ha bajado
al manantial de las tuyas
en secreto.
<>
El agua en la amiótica grosura
He querido ser agua resfrescante
en tus rincones: las aguas de Hipocrene,
la amiótica grosura que te hizo ninfa
y te dio un corazón para que adores.
Aunque te sumerjan por dañarte
dentro de imágenes vulgares,
flota, inténtalo, guarda tu fruto.
Recibe el sol que te he dado,
las dulces mecidas que te ofrezco
como el vagido de un recién nacido.
He guardado tus lunas en mi cuerpo.
La lealtad de tu cuerpo me alimenta.
El proceso en pleno es nuestro novilunio.
5-4-1984
<>
Tallo embriónico
El pentagrama, piedra angular
con plenitud de ritmo,
pulsada raíz de todo cuerpo,
punto inicial de su estructura,
se irradia con siete voces
¡y te escuchamos, relámpago!
¡y cómo formas
el blastocisto con luz y trueno!
¿Quién escribe la primera canción
sino tú, gusanito de luces,
brizna sináptica,
en óvulo estremecido? ¿Quién se extenderá
sobre la corteza motora
¡sino tú! ... que aprendíste a danzar
en ríos dopaminados?
Nada sucede sin que surjas en colores
con tu voz actuante y tus moléculas y claves
para el pentagrama que bebe en sangre
mi canto y otro canto, la sombra bipolar
de soles míos que te completan lunas, Ellas!...
30-5-1997
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Invocación para el Día de los Enamorados
«El inconsciente humano, la zona más amplia y profunda de la psiquis, tiene todas las respuestas a cualquier posible pregunta sobre los orígenes del hombre»: Carl Gustav Jung
Todas las respuestas quiero,
todo el almacén de tus amores y fidelidades,
misterios que tengas escondidos,
delicias que no haya conocido mi conciencia,
la plenitud de tu compañía, porque no soy feliz
y amor quiero, todo lo que tengas que sea consuelo,
todo lo que me suma en certidumbre,
todo el contenido de esa alacena de tu cuerpo,
de esa vasija de luz y tiniebla de tu alma
porque cuando vaya a conocerte,
con el leño encendido, sabrás que soy
un pene de fuego, ladrón que va al Olimpo
y te roba el kerosene de la vulva.
No me interesa, si eres pequeña y juvenil
como una lechuguilla, si son tus senos
grandes como melones, o son chicos
como una guayaba, pero sé cálida, dispersa
ese cariño sabio de tus manos,
esa tibieza rica de tus muslos, si navegas
en medio de mi cama... estoy yendo por riscos
de mi pena y abriendo grutas en mis soledades
porque yo sé que estás en alguna parte
de este vendaval de mi ignorancia
y mi camino andado.
No me interesa este Día del Amor que sigas
escondida. Para eso estoy yo.
Para buscarte. Para eso es voy en friega
con mi pasión de hallazgo,
mi maña de olfato y mi esqueleto
husmeando tus rumbos, desde dentro del pellejo
y desde afuera, donde se dan más tumbos.
No me importa si afeitaste tus axilas
y sexo, si tu pie es delicado, o si ya está
encallecido por trepar a las cúspides,
no me importa el tamaño de tus manos
o si eres ruda con la voz,
aunque sea sutil tu palabra... lo que sé
es que quiero tu presencia y eres más antigua
que los sueños, más remota que los arquetipos
y que se te haya en la carne, porque eres la Compañía
y el Otorgamiento, sede de todas memorias
del género humano. Eres la líbido, la estructura
del amor que dejó de ser tiniebla y alumbró
las pulsiones de la más pequeña molécula,
oh Varona, carne del Emet, supe que comíste
manzanas de sabiduría, y quien está sediento
por este mal de quererte, sólo contigo se cura
y vuelve a verte encuerada, siseante, serpentina,
agitada por las ganas de atrapar
dos cojones que satisfagan tu menstruo
y soy yo, en este Día de los Enamorados,
el pene de tu ladronería, el alma de tu memoria
diferenciada en mi sexo, complemento
para tus emociones.
Yo soy el infeliz que tú amas,
el varón perdido que se antoja de la plenitud
de tu compañía, si es que acaso te internaste
como Eurídice en el infierno, pero yo tengo
el leño, el que sin tí se apaga... es un garrote
en pena, no un inconsciente colectivo,
no un simulacro para tu vagina aislada.
Tu Memoria Objetiva y Creadora
no está conmigo; te internaste profundamente
y fuera de mi alcance, te llevaste el carbón
y dos piedras, tus nalgas curvas
que cautivaron mi frote, te llevaste la suavidad
de la llama, el ámbar de la delicia.
En frío me dejaste
pues te llevaste el fuego, éter del Akasha,
virtud de la zarza ardiente de la que nace
el sonido, tu gemido que ama, y me incita
a cogerte... No me dejes, Eva Congrio,
culo peludo de amores, vaginita anhelada.
No te hurtes de mis ojos, no te ocultes tras un vestido
hilvanado con hojas de parra. Peca delante
de mis ojos, comparte el conocimiento
de tu manzana. Tú eres mi nostalgia
de paraíso y estoy solo.
En el Día del amor y los placeres,
en la efémerides de la invención de compañía,
Adán está solo, Evé, y no soy feliz
y amor quiero.
12-02-2002 / Tantralia
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CARLOS LOPEZ DZUR / TANTRALIA
todo el almacén de tus amores y fidelidades,
misterios que tengas escondidos,
delicias que no haya conocido mi conciencia,
la plenitud de tu compañía, porque no soy feliz
y amor quiero, todo lo que tengas que sea consuelo,
todo lo que me suma en certidumbre,
todo el contenido de esa alacena de tu cuerpo,
de esa vasija de luz y tiniebla de tu alma
porque cuando vaya a conocerte,
con el leño encendido, sabrás que soy
un pene de fuego, ladrón que va al Olimpo
y te roba el kerosene de la vulva.
No me interesa, si eres pequeña y juvenil
como una lechuguilla, si son tus senos
grandes como melones, o son chicos
como una guayaba, pero sé cálida, dispersa
ese cariño sabio de tus manos,
esa tibieza rica de tus muslos, si navegas
en medio de mi cama... estoy yendo por riscos
de mi pena y abriendo grutas en mis soledades
porque yo sé que estás en alguna parte
de este vendaval de mi ignorancia
y mi camino andado.
No me interesa este Día del Amor que sigas
escondida. Para eso estoy yo.
Para buscarte. Para eso es voy en friega
con mi pasión de hallazgo,
mi maña de olfato y mi esqueleto
husmeando tus rumbos, desde dentro del pellejo
y desde afuera, donde se dan más tumbos.
No me importa si afeitaste tus axilas
y sexo, si tu pie es delicado, o si ya está
encallecido por trepar a las cúspides,
no me importa el tamaño de tus manos
o si eres ruda con la voz,
aunque sea sutil tu palabra... lo que sé
es que quiero tu presencia y eres más antigua
que los sueños, más remota que los arquetipos
y que se te haya en la carne, porque eres la Compañía
y el Otorgamiento, sede de todas memorias
del género humano. Eres la líbido, la estructura
del amor que dejó de ser tiniebla y alumbró
las pulsiones de la más pequeña molécula,
oh Varona, carne del Emet, supe que comíste
manzanas de sabiduría, y quien está sediento
por este mal de quererte, sólo contigo se cura
y vuelve a verte encuerada, siseante, serpentina,
agitada por las ganas de atrapar
dos cojones que satisfagan tu menstruo
y soy yo, en este Día de los Enamorados,
el pene de tu ladronería, el alma de tu memoria
diferenciada en mi sexo, complemento
para tus emociones.
Yo soy el infeliz que tú amas,
el varón perdido que se antoja de la plenitud
de tu compañía, si es que acaso te internaste
como Eurídice en el infierno, pero yo tengo
el leño, el que sin tí se apaga... es un garrote
en pena, no un inconsciente colectivo,
no un simulacro para tu vagina aislada.
Tu Memoria Objetiva y Creadora
no está conmigo; te internaste profundamente
y fuera de mi alcance, te llevaste el carbón
y dos piedras, tus nalgas curvas
que cautivaron mi frote, te llevaste la suavidad
de la llama, el ámbar de la delicia.
En frío me dejaste
pues te llevaste el fuego, éter del Akasha,
virtud de la zarza ardiente de la que nace
el sonido, tu gemido que ama, y me incita
a cogerte... No me dejes, Eva Congrio,
culo peludo de amores, vaginita anhelada.
No te hurtes de mis ojos, no te ocultes tras un vestido
hilvanado con hojas de parra. Peca delante
de mis ojos, comparte el conocimiento
de tu manzana. Tú eres mi nostalgia
de paraíso y estoy solo.
En el Día del amor y los placeres,
en la efémerides de la invención de compañía,
Adán está solo, Evé, y no soy feliz
y amor quiero.
12-02-2002 / Tantralia
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CARLOS LOPEZ DZUR / TANTRALIA
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