LA PATRIA GRANDE:
Epica de la solidaridad
[Celección del Fauno,
Casa de los Poetas Editores, 2015]
110 PágInas
Epica de la solidaridad
[Celección del Fauno,
Casa de los Poetas Editores, 2015]
110 PágInas
RESEñA: Carlos Lopez Dzur advierte que, para fundar y edificar la Patria Grande, el continente unificado por patriotas valientes, por lo menos, hay que haber sido coherentes en el proceso de rechazar o superar:
«el desorden, el caos, el dolor,
el colonialismo inmundo» (p. 9).
Este poemario, matizado con ciertos simbolismos cabalísticos, que López Dzur describe en términos de dientes y colmillos, letras de Elokim, la Llama de Shin. O «espíritu que anima al creciemiento», «proceso de porvenir», «Shin de sagradas patrias unitarias del Mundo», La «Shin cotidiana, evolucionaria, (es) el diente de leche de sabios» y que, al final, «se obtiene y mastica por colmillos y molares eficientes del espíritu» (p. 25). Con espíritu que anima al crecimiento, crecen los dientes espirituales, la imagenes funcionales. Con dientes, se forjan las patrias y se masca el alimento, Algunas individuaidades en batalla. crecieron con insuficiente vitamina, en condiciones históricas de violencia e ignorancia, por lo que no se expresaría todo el esplendor que Shin potenciaría, como Dialéctica. desde un Reino de Consuelo, Voluntad y Porvenir. ¿Qué faltó?
«Vergüenza cristalina para un diente blanco
y combate a las crueles anemias del alma» (p, 12).
Los poemas son una convocatoria a la Unidad, a la alegre dialéctica. Se implicita, el candelero de luz. El brazo que combate acumula su luz en el Alba. El corazón de los revolucionarios nutre el simbollo y para que no haya equivocación en los contemporáneos del proceso, desde el primer texto de este conjunto, la continuidad sicológica e ideológica del ALBA se describe como alegría, porvenir y valor. Quienes en el momento más actual de las luchas y el avizoramiento del porvenir son los optimistas, los fuertes, los alegres y generosos de esta America robusta y profunda que reunió como su vanguardia a Hugo Chavez, los hernanos Fidel y Raúl Castro, Lula Da Silva, Daniel Ortega, Evo Morales, Rafael Correa, Néstor Kischner, José Mujica y otros. (p 8.)
Pero, una tarea previa a esta cumbre primicial del ALBA fue entender que sólo Simón Bolívar, por su valor espiritual, pudo ser la Encía saludable que cobijara cada diente [diente=como símbolo de semilla y alimento sólido]. El el Gran Padre bolivariano fue el Gran Rostro que representó el afecto, el gesto de unidad, de cada pueblo que se uniría, con sonrisa de su simpatía al parto de naciones libres.
El poeta López Dzur en su texto, al referirse a las letras del Alef sagrado y revoluclucionario: «Son como toda idea, en proyecto / e infinito trasiego. Semilla que vale/ más que el oro y, por ser vida, germina / en cumplimiento, forja destino/. Cuando se muere se vuelve / letras de la memoria y mensaje / ... / Son letras vivas dichas por la boca/ de ancestros cacicaes» (p. 17).
Se invoca en el mismo texto no sólo «Cómo hay que leer (las letras) y vivirlas», sino vivenciar los tiempos en el Valle de Caracas, cuando se atestigua la explotación de Los Teques en las minas.
«Jefe de jefes, Gacaipuró codificó
la idea, la puso en marcha en los predios
de Turgua; se la entregó con fervor
a Baruta, su hijo. Y juntos para una tarea
que retaba la historia y trascendía
el tribalismo, estructuró las alianza
como el tejido interior que cubre el huesos» (p, 17),
Hay otras metáforas que sirven a López para destacar el carácer activo y épico de este proceso del Diente mistico, o vigésima primera letra del alfabeto hebreo. La letra se desliza en el devenir, Se inserta en el movimiento incesante del Universo y se asocia a la historia como símbolo de la fuerza vital del espíritu y el constante movimiento. Es ahora el fuego americano que se coloca en el Brazo de un candelero.. Salimos de la historia de;la Encía. «Y podemos sonreir con dientes sanos / al alimento del Alba» (p. 26)
Otros, con menos salud y menos luz, serán el «colmillo sangrador que destroce / el sueño de unidad», apenas capaces de estar «la más grande nación del mundo» (p. 29). Doblaron rodillas y sirvieron con deslealtad y ambición como divisores. Algunos generales realistas rehusaron ir a combatir contra el poderoso ejército de Sucre. también, con colmillos sanos y estrategia, en unidad, destacó la Batalla de Junin. Bolívar credita a los que merecen distinciones en las luchas no apropiándose de titulos por afán de grandeza,
A quien sea un Padre de República, vaya el mérito. Muchos son liberador de naciones, otro el jefe supremo, etc.. Al Gran Mariscal de Ayacucho, José A. de Sucre los siguió la conjura, al igual que a Bolívar. No falte en el libro un poema que retrata a los «Cinco asesinos Barruecos», como antes se destacara la sicologia perversa de José Boves, del León de los Llanos (p. 21).
Metáforas asociada a Bolívar son «Ante ángel de la Bondad» (p, 86), «La bondad dosificada» (p. 88), «La república que llamaste etérea»; se festeja en el libro «La Patria Grande», desde el foco de un crecimiento y solidaridad que asocia al proceso liberador muchos otros gestos y ánimos de luchadores. Tropas rebeldes venezolanas desembarcaron en el puerto oriental de Fajardo, Puerto Rico el 25 de enero de 1816.
Al quehacer bolivariano, se interconecta hechos y patriotas caribeños que se fraguaron con la misma dentición / Shin cósmico-histórico de un crisol de razas, héroes, necesidades e ideologias.
La Patria Grande: Épica de la solidaridad es, en primer lugar, un libro de homenaje al proceso bolivariano, a sus próceres y precursores. El sublime significado de la unidad continental es asociado a la estética de crecimiento y conciencia total de las almas. Puede que nazca en la boca, pero la descodificación trasciende. Va a dientes que coartan y trituran a colmillos que desafían los escollos de una lucha.
Considerado así, es libro de sutiles simbolismos, kábalah y política, para la libertad. Y tan importante ha sido el eslabonamiento de vidas (e.g. de Juana de Chuquisaca, La Cacica Guaitiana. Andrea de Bellidos, Manuel Beltrán, Andrés Bello, Antonio de Miranda, Antonio Nariño, E, M. De Hostos, José Martí, Pedro Albizu Campos, hasta e influjo actualísimo del Ché) en cualquier parte del Continente.