1. El referente ha caído
«Nadie habla sino de su propio síntoma...Las ideas pueden tener otra forma de pensarsey de entenderse»: Jacques Lacan
El referente ha caído y abajo lo esperan
los colmillos de una Náusea asesina,
anarco-estructurada, y el rebaño
de voces aberrantes y alucinatorias
que gritan que lo real no sobrevive,
'no existe, se pierde, es imposible',
como simulacro que engaña
y se resiste a ser símbolo, habita
en lo irreductible de la maña.
2. Y una vieja ayuda a levantarlo
La esperanza es la Anciana remota,
única compadecida, arcaica sombra
que se inventa el proceso
de manos / hebras a los cielos
de luces tendidas como si implorara.
A Ella se le llama Metáfora,
Conectadora fantasmática,
maga de la paradoja,
conversadora con lo real
que se anuncia perdido.
‘La palabra es la muerte de la cosa’,
pero lo indefinido en lo real es
todo lo que se muere
a falta de la objeto
y la memoria que evoca.
3. Es una vieja terca la metáfora
«La palabra es memoria», ha dicho
la Vieja que inventa la esperanza.
Es el síntoma de todo
y aún de lo que no percibimos,
o que por no ser evidente, hicimos
el cementerio de obvios signos
donde se descuelga la metáfora
nunca muerta, tal como dijeron,
y aunque abajo el mundo la asesina.
Es porque quiere. Por el ritual
de la palabra y la metáfora tan terca,
que se escucha y dice: 'te prometo, mundo,
revelación de la revelación,
el mundo materialmente hermoso',
y la tarea preferible,
que 'hay que ayudar a forjarlo
y yo lo quiero así, en cada época
espacio y tiempo... mundo,
objetividad, certidumbre...
4. La paradoja es el ancla
... pero sin una paradoja auxiliadora lo real,
no se diga posible; «Mejor pues que renuncie
quien no pueda unir a su horizonte
la subjetividad de su época
Preciosa sea la convicción de alma
y sea la geografía, un mundo sin mentira
y que exista lo Ontico, Sensible.
No esta cloaca, vómito expandido
que han propuesto ess otros saciados
por compulsión de consumo.
El trabajo puede ser honorable,
el verdadero apero de labores
y que redime, la ilusión
de cada mañana productiva,
el anhelo que se tiene
después de la noche de reposo.
Yo quiero ese trabajo, creativo,
dignificador de mi día; pero,
fatigado de acoso por explotadores,
condenado a la voluntad del miserable,
el trabajo aliena, empobrece
y yo misma digo: No es realmente trabajo.
No existe. No es creación.
Deseo siempre insatisfecho configura l
esta falta-en-ser ('manque à être').
Es referente caído.
La producción se vuelve la factura
que encadena. La mentira, el cebo
para engranar el sistema al oprobio.
5. Soy sed de alimento, hambre de ser
«Yo pienso donde no soy,
yo soy donde no pienso»:
Jacques Lacan
Una cosa que sea sujeto del conocimiento.
allí donde esta el hambre y no soy saciada
todavía. Otra que sea yo el sujeto del significante
y con significantes, metaforice y piense.
Y esto digo, como madre de las paradojas:
'Quieran ser y el conocimiento
que se vuelva el misterio más amado,
lo inagotable, lo indispensable, la esencia,
la victoria que corona a los que buscan
y lo van a necesitar / conocimiento /
donde no somos ni seidad identitaria /
donde no pienso.
Alimento.
Sin sentido... las cosas no brillan en sus méritos.
Sin esa luz, el mundo está en lo oscuro;
pero, mire usted, lo novedoso y atrayente
sea convertido en ídolo carente de verdad,
de valía. Es sólo una lujuria de los ojos.
Un yo totalizador y unitario. torpe-no-ser
de externa psicología, pretensiones
universalizadoras
toda filosofia de manipulacionm,
discursos por las Grandes mentiras
No quiero este infinito bombardeo
de la costumbre vestida de palabra
y dobles intenciones.
No esos medios que para comunicar
mercadean, reprograman, aturden,
reconstruyen su parche de malicia.
Manipulan, mienten, aridecen.
6. Del amor evanescente
Quiero el amor, lo que da paz y empatía.
Lo llamo conformidad, aceptación, convivencia,
lo sospecho porque sujetos del inconsciente
somos y de una cifra de destino
que no es posible que sepamos
de modo conclusivo, positivo, anticipable.
Quiero el amo, pero, incondicional no es.
Y lo que doy y lo que tengo parece evanecente
y me siento que no puedo merecerlo.
Orilladas están sus mil invocaciones.
Mi amor se ha convertido en soledad,
anónimo llanto, dolor escondido
en la sonrisa hasta que venga
esa muerte transmoderna
y me recoja en el seno de su anhelo.
7. De la humilde tarea que me doy
Hay grandes figuras carismáticas,
modelos de ser que no son tal vez celebridades;
pero son lo profundo,lo ejemplar, lo modélico,
yo quiero amarlas.
Las admiro y no puedo alcanzarlas
porque son como ajenas y ellas
no están conmigo.
Son como divas que hacen
lo que les da la gana.
O los centros de poder las ocultan,
vedándolas, las manosean a gusto
y le quitan el lustre.
Son el lujo de aquel que las controla
y las pasea como a perros de raza
por las plazas de sus presunciones.
Entonces, me conformo con los seres sencillos,
humildes, olvidados, simplemente mediocres,
aislados, en el mercado de la cultura popular.
Seres como yo, quizás incomprendidos.
pero que tienden sus brazos implorantes
como hebras, como habitantes
en lo irreductible de la maña
cuando le informan:
'El referente ha caído y abajo lo esperan
los colmillos de una Náusea asesina,
anarco-estructurada, y el rebaño
de voces aberrantes y alucinatorias'.
Pobre de lo real no sobrevive,
'no existe, se pierde, es imposible',
como simulacro que engaña
y se resiste a ser símbolo, habita
en lo irreductible de la maña.
8. De la ideología y el materialismo vulgar
... porque ya la ideología está desmeritada
y el contenido del mensaje se condiciona
y se vende, el mundo está rehenchido
de mejores postores.
Con la imagen decorada, todo se sustituye;
ya nadie quiere amar lo profundo,
ya no se cree que haya verdades,
no se cree en nada que no se venda
y no se toque.
Lo mismo vale una ilusión con los pequeños ídolos
que te dañan los ojos y la ansiedad del alma.
Las convicciones valen lo que el apetito
y te alimentas con escoria y formas vanas,
bisutería de cínicos, correctamente audaces
que devoran y corrompen.
Por eso lo que no aparezca admitido por ninguno
es lo que a mí pertenece. Estoy donde no está nadie
y nadie quiere estar.
Ahora que a pocos interesa el mundo hermoso,
ni el avatar de los célebres, me quiero.
Sospecho del mundo de grandes triunfadores.
No me interesa el amor de los felices
ni el dolor de los grandes sufridores.
No me interesa el sentido del fracaso
ni las revalorizaciones fragmentarias
del cosmos y el origen.
No me interesan las Grandes Ilusiones.
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