Thursday, July 28, 2011

La proclama del General mentiroso / Consolidación de la identidad / Dislocación espacial


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Del libro Anti-manual para microempresarios


«No hemos venido a hacer la guerra contra el pueblo de un país que ha estado durante algunos siglos oprimido, sino, por el contrario, a traeros protección, no solamente a vosotros, sino a vuestras propiedades, promoviendo vuestra prosperidad y derramando sobre vosotros las garantías y bendiciones de las instituciones liberales de nuestro gobierno»: General Nelson Miles, Ponce, Porto Rico, 1898.
El mentiroso engoló la voz y habló
de protección; pero ese mismo día
comenzaba el atropello
y la dislocación espacial
y racial de la isla.

¿Qué mejor ejemplo de guerra
que la Ciudad de las Murallas y El Morro
con su Bahía bombardeada
por el Vecino que habla y viene
cuando ya se ha torpedeado
Guánica y tropas en campo y pueblo
han cruzado de Ponce a Cibao
y de Aguada a las lomas del Asomante?

Y dijo que hemos estado por algunos siglos
oprimidos y, ¿en Norteamérica, qué?
¿No oprime el Ku Klux Klan?
¿no son opresores
los Estados con sus algodoneros
y ricos agricultores; cuentan con derechos
o protecciones el indígena,
el afroamericano, el chino o el judío,
qué salvaguardas traerán quienes
en su propia nación no saben protejer
ni amparar minorías, qué prosperidad
han de dar si al primero
que despojan es al pobre?

El mentiroso engoló la voz
más emocionado por proclamar bonituras
frescas al paladar como el agua de coco,
que si garantías, que si bendiciones,
que si instituciones liberales,
pero el jíbaro dijo: Umjú.

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45. CONSOLIDACION DE LA IDENTIDAD

Siempre hubo y habrá quien sepa
que la identidad nacional es el huevo,
esfera, cascarón, pepa donde estamos metidos:
el klipot, la vasija mística de la luz,
el tesoro en vasos de barro
del que habla la Torá y el rabí.

En El Círculo de Amigos
del artesano Justo López Acevedo
se lo decía a Manuel Court.
«La Patria es el espacio, la pepa
de todo. Si perdemos la pepa
nos jodimos» y antes
de que llegaran los invasores
con su evangelio de promesas,
precedidas de cañonazos,
los defensores de la pepa de la patria
la organizaron con tertulias allá
en corazón-espacio-mental
de «El Culebrinas» y era el año 1897,
aún sin oírse el mínimo resuello
de balasos, aún sin que crujiera el máuser
su mensaje de heridas y hecatombes.

«¿Qué es la patria?», preguntó
José Vidal Cardona, «¿qué?», pidió
Seguismundo Torres Avilés que se dijera,
«¿cómo se preserva y cómo se come
digmanete de ella?», preguntaría
José Beningo Vientós, secundado
por los Méndez Liciaga y un tal
Juan Torres Reyes, que llegó de Quebradillas.

Y se reunían y guardaban cuartillas
con la respuesta posible
e impruimían un periódico de amor
por esa extraña pepa, «El Culebrinas»,
hasta que un día oyeron la respuesta.
La vieron con sus ojos; la olfatearon
con su olor a quemaduiras,
a sangre chamuscada y carne viva.
La escucharon con todos los quejidos
de la boca de cierto maestro rural,
el feo masón, temido y blasfemado.
Guzmán, de Guajataca.
Lo amarraron al rabo de una yegua.
Lo arrastraron, milla tras milla, custodiado
por tropas 'americanas' y al mando
en jefatura de burla y cruel escarnio,
Francisco Arocena y Ozores, su verdugo.
Años antes había sido Juez de Paz
en el Pueblo del Pepino, hoy
caficultor en Mirabales.

Preguntaron por qué castigan
de tal modo a Don Lino cuando ya
el poder de España sobre él
no existe y lo que queda es la «patria».
«Pues ésta es la patria:
un feo viñaco, que amarramos al culo
del caballo y lo pusimos en rodillas
con diez piedras calientes en las manos
para darle escarmiento
antes de arrastrarlo de Guajataca
hasta el pueblo y presentarlo
ante la Justicia de los Yankees».

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46. DISLOCACION ESPACIAL

Hay sólo dos experiencias vivibles
que advierten que no estás en tu salsa,
que ya no tienes yema ni nutrición
desde adentro. Tu protoplasma ha huído.
Puede que frente a tus ojos esté
aún la sombra de lo que fue tu esencia.

Ahora es una mancha seca que el sol
mata y, aún muerta, duele.
Tu cascarón roto, o cuando no,
medio-agúerrado y hediente.

Dislocado especialmente, El Culebrinas
se esparce en fango, se seca
como el lodo y no hay fluidez de vida.
No hay patria y eso se ha cumplido.

Se impuso la industria azucarera
a contragusto nuestro y el pueblo
era entonces de artesanos, cosecheros
de café y frutos menores.

Temíamos mucha miel y hasta tabaco y rones.
Nos regocijamos con muchos sastres como Vives
y muchos zapateros como Cheo Oso
y los Padró y don Lano....

Teníamos ambiciones y cantos de nostalgia,
décimas, guitarras, aguinaldos, trovadores...
Ahora ni patria, nada permanente,
nada húmedo como manantial Adentro.

Todo es orilla de arena y pradejón
de bizarral árido... y el amo viene
con la Operación «Manos a la Obra»,
porque ya la industria azucarera
priva de los viejos dividendos
que el ausentista quiere.

El obrero trabaja desconteto y pide
mejor salario... él mira ya más lejos
que el cascarón de su huevo
y observa el Norte como antes el negro sureño
las ciudades de Detroit y Chicago

Hay sólo dos experiencias para saber
que no estás en tu salsa,
el deseo de irte, emigrar lejos,
dislocarte espacialmente y no tener fe
en quien te dice: «Manos a la Obra»
porque ninguna obra es buena
si no nace en el huevo,
en la interna entereza de tu esencia,
en las virtudes protectivas
de tus nativas demarcaciones.

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47. DE LA CEPA DE «EL CULEBRINAS»

a Juan Evangelista Cortés Rodríguez (1910- f. ?),
ex-Alcalde del Pepino, militante socialista
líder de los Trabajadores de la Central La Plata
y perseguido y encarcelad por el Gobierno, acusado
falsamente de un asesinato...
Ante de la culequera de la modernización
y de los cursos y recursos presuntuosos de Manuales
de inversión de capital en el futuro,
antes de que se hablara de gallinas ponedoras
de los huevos de oro y de Manos A la Obra
para la forja de la ladronería,
el lenguaje que apelaba a todos, tu lenguaje,
borincano de pueblo o campo,
de la costa a la montaña, lo tenía
El Círculo de Amigos, El Culebrinas,
la Alianza Obrera, los grupos de artesanos,
La Tertulia de La Central, los proscritos.
Todos sus nombres los tengo, los protejo
y los guardo en mi Libro de Raziel,
que es el Anti-Manual del Klipot que les ofrezco.

Y a ustedes, pepinianos, les recordaré
a uno que entonces, entre muy pocos, supo
que el Gobierno es un ladrón,
venga de donde venga,
ladrón con España,
ladrón con el gringo.

El Gran Despojador es designado
en su lenguaje: el Gobierno
y si de veras quieren aprender finanzas personales,
cómo invertir sus miserias, téngalo claro
en el curso de los emprendedores.
Un pobre que se cosocia en componendas
con el gobierno de turno es sólo un diablejo
que prolonga su agonía; ningún gobierno desea
ante su pobre pueblo ser el siervo.
El funcionario está para servirse.
El mandamás en jerarquía está para jodernos.

Entonces, desde estas premisas, les hablaré
sobre JuaNito / Evangelista Cortés / el funcionario pobre /
el único Alcalde que lo dijo / «por definición,
todo gobierno es artimaña organizada por sicarios,
mafia de partidos es cada gobierno,
enemigo de quien cuidarnos las espaldas
aunque aprueben una Ley de 500 Acres».

El era uno que entonces, entre los pocos,
que supo que el Gobierno es un ladrón,
traidor tarde o temprano, el Ente que desfigura
la tarea de la Soberanía, despojador por definición
porque vive creando intermediarios,
funcionaroos / lacras / botellas / mameyistas /
gente en la burocracia del Estado
y hay que pagarles cuando te pasan facturas,
cuando pisas el edificio donde te atieden
apenas dándote con respeto
las buenas tardes / o los buenos días.

«Son ladrones todos lo que viven del Estado
y te obstruyen la riqueza que mereces,
seguridad en la obtención de tu alimento,
contuinidad en adquirir bases de bienestar,
educación, vivienda espacio,
transporte, fin de las deudas».
Si no te roba el gobierno con impuestos
e hipotecas, te saquea el banco
en nombre del Gran Comercio,
la Moderndad, la Industria,
el Operativo de Manos a la Obra
y el Progreso de la Civilización.

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48. DEL CASCARON DE JUAN EVANGELISTA

Cuando estuvo entre barrotes del presidio
y no era ya el honorable Alcalde del Pepino
durante aquel primer lustro del '40,
le siguieron hablando acerca de fascinaciones,
anexionismo del PER, la tierra edénica
del Norte, de cómo los sucesores de Abarca
y la Central La Plata cedieron sus grandes
fundos de la caña de azúcar porque el Gobierno
presiona tanto a ricos ausentistas
como a corporaciones con miles de acre
en sembradíos; pero el auge de la caña
hace a Muñoz el ídolo, la Pava está crecida
y el campesino contento con los aspavientos
«y tú en la cárcel, Nito, por culpa
de Felito y republicamos de La Mogolla
que por tí no mueven un dedo».

Como si no fuera ya angustia innecesaria
te dan quejas de El Culebrinas
y la inferioridad genética del pueblo
y que l mejor indio es el indio muerto
y el mejor jíbaro quien se sigue recordando
como un negro esclavo y, pasada la posguerra,
a Nito le susurran sobre las nuevas etapas.
de «La amenaza roja», el McCarthismo,
la «amenaza amarilla» de Mao,
la superpoblación del mundo, desgaste
de vida en los océeanos, agricultura escaseada
que anticipa ya hambrunas, fin de los bosques,
calentamientos globales y «choque de civilizaciones»
y hablan sobre el peligro albizuísta y moreno
y el nacionalismo como un sentimiento peligroso,
peor que el sovietismo y tanto Islam
creciente en las fronteras de Occidente...

Entonces, dice: «Calla, calla.
No vengan. Quiero estar en el viejo huevo
de mi esencia y solo, quiero días
como aquellos junto a Padró y Liborio
y no saber novedades, nada moderno
y tenía nostalgia de sus cursos por correspondencia:
Cómo reparar motores / cómo bregar
con el Diesel
y es que él era
un jíbaro avispado, sin complicados
odios político: sólo una ideología lo sostuvo,
vivamos con la decencia del trabajo
y evitemos depender de intermediarios.
A la hora del despojo del salario
y las compensaciones, son tan ladrones
los colonos de las grandes centrales
como los agentes del gobierno
de turno.

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49. UNO TIENE QUE TENER TODAS LAS ESENCIAS

El era uno que entonces, entre pocos,
supo que el Gobierno es el destructor mayor
de los valores. Y por valor sólo se indica
lo que une, o concilia componentes y nutre.

«Cuando hable sobre valores y caudales de fondos
o capitales, cuando les hable
sobre verdaderas inversiones,
recuerden ustedes, peonaje de La Plata,
el huevo albuminoide, yema, clara
y cáscara, huevo cósmico todo».

Creyó en la multiculturalidad
de la lengua castellana
y todo lo que trajo por raíz, se solazó
en lo que pudo, no con España o su gobierno.
Con la gente, la esencia, la raza.
Juan Evangelista, maestro obrero.

El podía como un visionario observar
en las caras de los jíbaros, jinchos o prietos,
campesinos quemadoa de sol,
pálidos o muy colorados,
a los viejos godos. celtíberos, griegos,
fenicios, romanos, árabes, judíos y vascos.

Sus amigos lo recordaron.
Le gustaba la palabra klipot / esfera externa
del huevo / cascarón santo y, si viviera
en el siglo XIII en la Corte de Alfonso el Sabio
la haría pasar por castellano, siendo
la palabra del hebreo mención
de la visión judaica del Tesoro de Vasos
en barro / vasijas para echar espíritu,
almas para echar luz.

«Desde que perdimos el klipot,
cojones, huevos, no, ganamos,
perdimos», una vez dijo y Muñoz Marín
era dios en la Tierra y HaShem,
dios en los cielos, y se estaban repartiendo
parcelas para el pobre con el lema de la Pava:
Pan, Tierra y Libertad, pero robaron
el Klipot y la Libertad no vino, y el pan
fue insuficiente porque, tarde o temprano,
racionaron y la tierra se abandonó,
tras «Manos A la Obra» y en Edén Americano
hay más futuro y, sin klipot,
«volvimos a lo mismo».


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50. PORTAFOLIO DE 1848 EN LA FRONTERA MEXICANA

Los proclameros de modernidad, beneficios
de instituciones libertales y protecciones
que jamás se cuajan, presentan un portafolio
de espúreas cosas, como nubes que el viento
desfigura y se las lleva la brisa.

«Esas son tus acciones, Bobo.
Esos tus güevos pateados,
cojones a la sartén, tu klipot ofendido».

Si no quieres valiosa, espesa esencia
en los tenates, pónte a glorificar con los cipayos
la deglución de México, el monstruso robo territorial
de 1847 y a la gesta del saqueo, llámala
apopeya patriota.
No creas que son viles ladrones, cuatreros.
Al que despoja, házlo tu héroe; al invasor,
házlo ejemplo democrático,
con virtuoso expansionismo que salva,
ejército imperial de reinvindicaciones
y, en gratitud, págueles impuestos,
aplaude sus rapiñas, felicita al mexicano desposeso
y envídialo, reza para que lo hagan contigo.

Sucesivamente, ellos traerán su show completo
para que te convenzas. Deja que te venda
la ilusión de pertenecer a una parcela
de.imaginaria de pureza, blanca,
edén angloparlante, protestante:
generoso, cristiano y monolingüe
para que no haya problemas.

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