¿Quién quiere capturar al Estado?

¿Quién quiere capturar al Estado?

No sea necio.
Un anarquista no quiere capturar al Estado.
No optaría por ese paquete de mala voluntad
en sus manos. No por estar donde esos opresores
se colocan, o esos ladrones se jactan de organizar
servicios que no organizan, los hacen arduos.
Los obtruyen. O niegan.

Un anarquista no coparticiparía en favor
de esa mafia democrática. O si no es eleccionaria
y festiva, tal burla, el anarquista no buscaría
alianza alguna con la mafia de la tiranía.
El Estado es un microuniverso de cínicos,
ventajeros, quincalleros de ética, malversadores
de las ansias libertarias y discursadores
de los deberes que no van a ser cumplidos
por más que los invoquen.

Una feria mal organizada para explotar
a los bobos y entronizar a intrusos
es el Estado y el anarquista no lo quiere.
A más lo estudia, menos amor por sus comportamientos.
Al Gobierno del Estado quien lo busca
es el instructor de robo, el funcionario traicionero
que interesa sus clases sobre delitos insospechados
y controles eficientes; el Estado recluta a gente
que trabaje duro deificando la codicia,
el material del ocultamiento
y, en egoísmo, lo reparta
a sus élites, a otros siervos comprometidos.

17-11-2003

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El Estado y el anarquista, dos enemigos

¿Cómo cree, necio usted, que un anarquista,
lleno de amor por su pueblo,
sus familias, sus vecinos, un militante
del trabajo libre, tiene la aspiración
de tener el Estado en sus manos, funcionar
como un agente del partido, o ser el portavoz
del único partido del Estado?

¡Qué poco conoce usted sobre anarquistas!
¡Qué poco sabe sobre quienes realmente
capturan al Estado y, al hacerlo, se resisten
a soltarlo, lo devoran sin destruirlo,
lo utilizan de mampara permanente!

¿Nosotros?
El anarquista aspira al Estado que sólo se manifiesta
en el Espíritu Honesto, Libre, Organizador,
Voluntario; el estado invisible.
estados emocionales y expresivos
de conciencia y servicio.

Los Estados gubernamentales con edificios públicos
e imponentes palacios, los Estados visibles, materiales,
cuando hay un Gobierno en las Almas,
son prescindibles, contraproducentes
e innecesarios...

23-11-2003

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Los capturadores del Estado

Los Estados, creaciones de políticos
que, más bien, son corruptores de la política pública
y las sanas dirigencias de los pueblos, tienen
por primer adversario a los politicastros,
al empleado que, tarde o temprano,
olvida serlo porque fue elegido,
o designado, o beneficiado por algún otro
que fue elegido, o designado; pero, al fin,
botellero, o chupador de la ubre
o las muchas botellas.
Botella el que fagocita, parasitario,
y no produce nada. Pero ahí están:
enviados a secretas por los electos,
recomendados por los desginados,
nombrados, por las democracias de los facinerosos,
los demagógicos, los que mejor recaudan fondos
y, a la postre, son los arteramente financiados.

08-12-2003

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Como usted verá

Hay un arte para atrapar al Estado y que no se escape.
Hay artilugios para que no sea libre, pero aparente serlo.
Hay élites expertas en tener al estado de rodillas.
Hay Estados / Gobiernos / expertísimos
en darse a desear para que sean capturados.

Estados que dan todas las ventajas
al tiene con qué comprarlos, seducirlos, corromperlos,
bocas que bajan a su mamey,
bocas que le chupan hocicona, hondamente,
el culo, gente que besacola y lame pies
y al Estado / Gobierno / lo tiene contento.

Como usted verá, el anarquista verdadero,
creyente en que éso desaparezca,
sería el último en querer una Ramera de ese tipo,
aunque se llame Incólume, Sublime Democracia.
No es cuestión de nombres y apellidos.
Puede llamarse Libertad y ser un asco
y lupanar de malos instintos
y negocios.

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Ese proxoneta, el Cabildero

El cabildero se la pasa velando
cómo poner su agenda por encima del beneficio
al pueblo; cómo ser el primero escuchado,
el primere en verse servido, el primero en robar
del Estado privilegios y el Estado funciona así,
queriendo ser la puta que derrama placeres
para el que llega, como el cabildero,
a seducirla y comprarla, porque la riqueza
del Estado no es suya; si el Estado tiene cuerpo,
o una rica hermosura, no esa de esa puta gubernamentalidad
del puto funcionario, por eso es que él sale,
emperifollado en su tareas, y se vende por dividendos
a escondidas, a voz de cuarto oscuro con el cabildero.
Dará ventajas y amores que no le pertenecen;
ensuciará las colchas y la cama de habitaciones
del pueblo; hará el Estado, su prostíbulo.
Entienda entonces: ¿quiénes son los primeros
que capturan el Estado, quién lo compra
y quién lo vende y en beneficiode quiénes?

20-10-2003

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Los captores

Un día, cuando se formaron los Estados soberanos nacionales,
cuando al nacer las primeras Repúblicas del mundo
(Francia, que fue la pionera), cuando ya nadie se pretendía
súbdito, o siervo, o hijo de alguna monarquía,
y no se autorizaba, moral ni jurídicamente
a que el llamado Pueblo se viera bajo el dominio
de un hombre, rey o tirano, sino que Pueblo significaba
el conjunto de los seres libres y comunitarios,
seres con voluntad para asociarse, seres coon voluntad
para combatir a quien les niegue felicidad, libertad,
prosperidad y expresión íntima,
cultura e idiosincracia,
un día... un día... los captores del Estado llegaron
con el Gran Embeleco de un Estatuto
escrito, indisoluble, consensual, que se llamó
el Gobierno, un compendio de Leyes
con alguien a la Cabeza que se llame
el presidente, ese día, ese día
llegaron los captores...

30-06-2003 / El Libro de anarquistas

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