FACEBOOK / Carlos López Dzur / Diálogo Digital / UPR / Revista TRIPLOV de Artes, Religiões e Ciências / Amor a la Vida / Youtube / Carlos López Dzur: Indice / Teoría de la sustentabilidad / El Vigilante y la Consciencia (Frags. 3 al 7) / Homenaje a Hebe / Vuelo de las Grullas / Kool Tour Activa / Letras Under / Revista / Revista Sequoyah #82 / Microrrelatos / Carlos Lopez en PR / La Naranja de OC / Ahamkara / Sadhana / ArgenPress / La casa y la Invasión de 1898 / LIBROSComo ella comenzó su carrera profesional en el 1989, viendo cómo se poblara su nativa Isabela con longevos, arrugas, el paso del tiempo, el deterioro de los rostros y los cuerpos, la deformación de huesos y de miembros, miserias externas que tal vez son síntomas de estigmas interiores, se juró como servicio a la patria adorar el maquillaje, replantear el ajuste bello de las pantaletas en los cuerpos de las 'jibaritas'.
Para el maquillamiento de todo lo viejo
«... yo soy una senadora de 'A', y para los zombis mi cerebro hubiera sido como un filé miñón»: Evelyn Vázquez Nieves, Senadora de Puerto Rico, Distrito IV
Desde que es Directora del Centro de Envejecientes del Municipio y, simultáneamente hasta el 1993, directora nocturna de una escuela especializada en idiomas, turismo y hotelería, Benedict School, perfecciona estos conceptos en la medida de su inteligencia: (1) cómo detener la decadencia (obsesivamente, es la decadencia de la belleza) y hacer que, como cantara La Salsera de «Azúcar», Doña Celia, que la vida en Puerto Rico sea un carnaval; (2) cómo hacer que la colonia / está de moda decirlo, antes mencionar la 'colonia' por su nombre era entrar en pánico y temblequera, sea un mero ritual de pasarela.
... porque cree que hay que presentar la «cara linda» del país al extranjero, el Turismo le importa. La gente del PNP en Isabela sabe cómo se desvela la 'directora de los viejitos' por obtener esa plaza, la Oficina de Turismo del Municipio y, mucho que presionó que le dieran la dirección para no ver más la cara a muchos ancianos que la deprimen. En 1995 logró la meta y, por cinco años estuvo allí, mamándose un sueldo. En el 2001, ya creyó que en el proceso de plantearse unas soluciones para la detención del mundo feo, el morbo de la soledad que acarrea la desfiguración por la vejez, pescó una idea.
Se iluminó su bombillo de neuronas. Evelyn Vázquez fundó la escuela de talento D’Queens Institute, y, posteriormente, se dio cuenta que quien nació para feo, feo se queda y que a la vejez nadie la detiene. «Cuando llega, llega y no se presta a jueguitos de esconderse, detrás de maquillajes, o de cirugías». Fue por lo que el Instituto d' Queens tuvo que echar mano otra vez al currículo de Turismo y Hoteles y sufrir críticas por la falta de originalidad.
«Este instituto es una copia mal copiada de Benedict School, sucursal mal hecha que siquiera enseñan idiomas», le dijeron. La enojaran más que las ancianas más majaderas del Centro de Envejecientes.
Ella, quien ha querido representar dignamente a la mujer puertorriqueña, haboemdp sido «Señora. Puerto Rico» y «Dama Elegante», versión local de MS American Woman (2002), cree que el turismo es algo así como vender posturas y maniquíes, o enseñar pantaletas y bikinis, al estilo «Miss Latin Look» / o «Miss. Fashion Model», eventos en los que inserta algún varon medio gígolo, adolescentes con complejo de Adonis o Narciso.
Cuando sorprende patas de gallinas en el rostro, Evelyn se deprime. Enciende el CD con una pieza magistral de la Guarachera Celia: «Todo aquel que piense que la vida es desigual, / tiene que saber que no es asi, / que la vida es una hermosura». Entonces, comienza unos rituales de decreto mágico-persuasivo. Se va a su casa. Deja la oficina y se mete en la braga más sexy que tenga, tras humectar su rostro, sus muslos, todo su cuerpo, con 'baby oil'. Y dice que la vida hay que vivirla. Pata de gallo, tú no existes y no me pondrás triste, medita al repasar la letra. «Todo aquel que piense que esta solo y que esta mal, / tiene que saber que no es asi, / que en la vida no hay nadie solo, siempre hay alguien».
A su mente llega la imagen de la Presidenta de la Cámara de Representantes, Jenniffer González, y ¿cómo no querer a la gorda?, si siempre le dice: «¡Qué hermosa estás, Evelyn! Tú no e envejeces. No engordas. No te afeas, ¿cuál estu secreto?» Por de pronto, huir de las donas grasosas y empalagosas de Krispy Kreme y, sea por piedad, Evelyn aconseja a Jenniffer: «¡Cuídate de comerlas tanto!», se ríen. Las dos son cómplices del Partido Azul-de-La Palmita y las traiciones a las promesas de dietas. «Si hay que bajar el peso, que sea del fisco pa'l presupuesto».
«Ay, no hay que llorar, que la vida es un carnaval. / Es mas bello vivir cantando. / Oh, oh, oh, Ay, no hay que llorar, / que la vida es un carnaval / y las penas se van cantando». Para que las penas se vaya, echando la crueldad a los abismos, ella echas al olvido los «momentos malos». Cree que todo pasa, o debe pasar. Todo cambia, aunque haya gente que diga que no. Al mal tiempo, buena cara.
No creyeron que ella lograría los éxitos que reclama. El Partido rojo / la oposición / le hizo fama de frívola y casquivana y no lo es. Es tan sensible que cuando canta «Oh, oh, oh, ¡ay! no hay que llorar», lo hace «con lágrimas de mis ojos», muy visibles hasta que siente que las penas se van, cantando a medida que se frota los muslos con Baby Oil para que nunca advenga una celulitis y dañe su día. Asertividad, auto-motivación, ap;íquese en si misma todo lo que enseña su escuela de talntos hotelería y turismo.
¿Para qué quejarse en demasía si con pequeños rituales coloca en control lo que se desproporciona? Aún dentro del Partido Nuevo Progresista, hubo uno que otro que que no saldrí electa en las primarias del 9 de marzo de 2008 como candidata al Senado por el distrito Mayagüez-Aguadilla. «Para aquellos que se quejan tanto, / para aquellos que solo critican / ... para aquellos que viven pecando, / para aquellos nos maltratan, / para aquellos que nos contagian», con sus dudas a la capacidad. la guapa mujer anunció en noviembre su triunfo. «El año 2008 es histórico para el partido azul. Soy la primera mujer Senadora del PNP por el Distrito Mayagüez -Aguadilla». Y, admite Evelyn, que siempre desde que está en política, se ha visto bajo fuego.
Una de las legislaciones, en cuya redacción Lucy Arce colaboró, con su 'expertise', es «salvar la economía del país con la búsqueda de galeones hundidos con tesoros en las costas de Puerto Rico». ¿Por qué dudan que es posible el hallazgo de galeones? ¿Y de tesoros en los galeones? «¡Qué poca fe tiene los puertorriqueños!» si hasta los domininicanos, que «no son tan brillantes como los puertoriqueños», son capaces de hallar reliquias en el fondo del mar... Que se juntaron la mediocridad con la imcompetencia para proponer «proyectos de ley» sin sustancia, claro que la enojó y se acuerda de cómo en Isabela dijeron que lo que sabe de turismo, no llena una muela... Entonces, en el Senado, cambió su énfasis legislativo por la meta de «garantizar la seguridad a la mujer y erradicar la violencia en todas sus manifestaciones», «más orientación y protección a víctimas de violencia doméstica al radicar órdenes de protección» y la Ley 193 del 2011, de la autoría de Vázquez Nieves), «hoy ley, gracias a la firma de Fortuño», prueba una capacidad para legislar en ese riumbo y lo presume. Todo el 2009 se dedicó a perfeccionar esa ley y se buscó al asesor Peter Muller.
En el Capolio, Evelyn le abrió su corazón a Peter, contándole las inquietudes filosóficas qie tiene. Es cierto que su formación académica no son las humanidades, sino que se instruyó en las área de Mercadeo y Administración en la Inter y en Universidad de Phoenix. Le dice que tiene una Maestría y él le mira la boca, «linda boca y dientecitos, ah» que él quisiera que atenuaran sus erecciones, «sin morder», ahí donde la becaria Lewinsky compadecía con frioción a Clinton. Mas ella estaba meditando en serio filosóficamente, con ritmo guarachero, planteándose asuntos como la paz mundial, la contaminación de los ecosistemas, el afeamiento del ser humano, en alma y cuerpo, por tanta codicia y corrupción. «Para aquellos que usan las armas, / para aquellos que nos contaminan, / para aquellos que hacen la guerra», Evelyn hablaba.
«¿Decías?»
«Que estoy contigo y te hablé».
«¿Que me dijíste?»
«Que no tengo complejo de grabadora».
Sorprendió a Peter Muller en las batuecas, y siempre en el gesto de ver cuando ella cruza la pierna. El caza sus incentivos para seguir como el combatiente 'boina verde', arrastrándose hacia sus ciénagas.
«¿En qué piensas? ¿Por qué no me escuchas?»
Sócrates sabía que la vejez es un hecho objetivo, «momento fatal en la vida humana», pero renegaba de ella y, en parte, porque, como lo decía una anciana del Centro en Isabela, «cuando se transforma el cuerpo, se origina el pecado. La vejez es lo decadente y trágico de nuestra esencia y querer verla, como Aristóteles, sólo como hecho biológico, es un error de miopía».
¡Ah, cómo a Evelyn la llenó de culpa y de asco aquella anciana, que catalizó toda su preocupación por la belleza, ese análisis en torno a cómo embellecer lo que se pudre, o se degrada, aunque sea maquillándolo, cómo se podrá llevar otra vez la dignidad de la ancianidad a las pasarelas, no sólo que sea la moza la que llene los ojos y ofrezca la alegría. «Te decía que tengo preocupaciones filosóficas, humanísticas; me acuerdo de una anciana, sin dientes, más arrugada que una pasita en un pastel de ñame, y me decía que fue Platón quien dijo que el anciano es el único portador de las virtudes, el mejor conversador, el creador de la Dialéctica».
Y él, como asesor, quiere «abrirse» / como ella hizo con el corazón / él, más bien, de patas / para cubrirla con confesiones más prácticas. Se quejó de que su esposa Maribel Cartagena es una babosa. Es la pasita de uva Del Monte. Su esposa le recuerda esas viejas que Evelyn le describe, o esos pasajes filosóficos sobre la eticidad concreta de la ancianidad. «No hay por qué endiosar a los ancianos; tampoco, demonizarlos. Los semitas deificaron a los ancianos. Dios era el Anciano de los Días... Vamos, Evelyn. Te corresponde alabar otras cosas; ser más pagana. Imagínate que eres como la hembra de la Grecia Arcaica, modelo de la naturaleza idealizada en cuanto es bella y feraz».
Sí, él la anima a que haga y publique su calendario.
«Como aquellos que hacía La Trevi, ¿has oído de Gloria?»
¡Vaya si Peter Muller sabía trabajar, persuasivamente, hacia variedad de intenciones con la guapa senadora! que, en mayo del 2009 le dijo, como si fuese una promesa de amantes consensuales, que se divorciaría de Maribel y que, una vez logrado ésto, se fraguarían como el dueto de profesionales sin par, a fin de cumplir los proyectos que ella, sí, ella... tiene en su cabecita incomprendida.
El siguió adelante con el plan de divorcio porque ya le surgió la fama de adúltero. «No es bueno que la prensa diga que llevamos una relación extramarital», le dijo Vázquez, «primero porque no nos acostamos. No dormimos juntos». Se enteró que su esposa, en documentos legales sobre división de bienes gananciales, se menciona a Muller como persona inclinada al trato cruel, además de adúltero.
«¿Me golpesarías si fieses ya mi parela?»
Lo ha dejado mudo y lelo.
Vázques Nieves preside las Comisiones de Asuntos de la Mujer y es integrante de las Comisiones Conjuntas sobre la Revisión y Reforma del Código Civil. En rigor, lo que a él recuerda es: «... yo soy una senadora de 'A', y para los zombis mi cerebro hubiera sido como un filé miñón». Se ha enterado que Maribel, de 53 años de edad, es la propietaria de la embotelladora de agua purificada, «La Cascada» y le pide a Muller que le diga qué espera de esa relación y de la división de bienes gananciales. El miente; pero la senadora lo investiga porque, por su cargo en las Comisiones, tiene acceso a información y el derecho a pedirla. Hace su trabajo. hará apenas una horas tuvo que tomar la decisión de hacerlo.
El cadáver de una mujer fue localizado en un pastizal aledaño a su residencia, enAlturas de Caguas. Aún no había la seguridad de que el cuerpo fuese el de Maribel, la ex-de Muller. Lo confirmado objetivamente fue que murió de una herida punzante en el abdomen; propinada con arma blanca y tenía marcas de golpes y una herida sobre una ceja.
Evellyn tiene mucho coraje y angustia y saldría de Capitolio a poner el CD con música de carnaval. Se humectaría de pies a cabeza con Baby Oil y se pondría un panty thong o un hilo dental. Lo modelaría ante el espejo, adorándse.
Para aquellos que usan las armas de la ocultación, para aquellos que nos contaminan con su insinceridad, para aquellos que hacen la guerra al corazón con las aproximaciones malintenciondas y ventajas arteras, puso oídos sordos a lo que dijo el hombre. Lo mando a que se entere. Hay algo que él debe saber, si no es culpable del horrendo delito; pero, Evelyn lo oye, sin da muestra de saber lo que ha pasado: «Que se trata de una mujer esquizoide, que le huye a las verdades del presente, que se repliega en sus creencias y esos pocos espacios que tuvo en el sector Alturas de Caguas, Barrio Beatriz para ser más exactos, y lo forzaba a que él, marido joven, se quedara allí, como en una rata en rincón ante tremenda Felina, en caída». No es justo para él, quien no desea un asilo, con angustia y soledad como fondo de patología.
«Yo soy más como tú: una jiribilla, no un muerto-vivo, o un zombí como los ancianos. No me gusta ver a esos viejitos que se babean cuando conversan» o mientras se amarran al pasado de sus nostalgicias. Mas bien, quedan silenciosos. Como búhos. Para ellos, la noción de futuro es la muerte deseada.
«Que no me hablen de eso... no, Evelyn».
Escuchó a la artista Álida Arizmendi, hermana postiza de la mujer de Muller y se lo informó como para dar una pista. «No me hables de ninguna de esa gente. Estoy divorciado y no quiero cuenta con ninguno de ellos», contestá él.
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