Por Dr. Sirio López Velasco, profesor de la Universidade Federal do Rio Grande, Brasil)
Obviamente, no cumpliría a cabalidad mi tarea de filósofo de la liberación, si no manifestara, a partir de mi propuesta ecomunitarista, algunas reservas críticas que apunto en el intento de ayudar a mejorar las transformaciones que practica la revolución bolivariana orientada hacia el socialismo del siglo XXI; el cuadro general en el que se enmarcan las mismas se puede ver en mi artículo El ecomunitarismo y algunos problemas del socialismo del siglo XXI en A. Latina, incluido en mi reciente libro Ecomunitarismo, socialismo del siglo XXI e interculturalidad (Ed. FURG, Rio Grande, Brasil, 2009), donde, a partir del concepto de ecomunitarismo, reflexiono sobre: 1) la perspectiva intercultural, 2) la perspectiva socioambiental, 3) la cuestión de la satisfacción de las necesidades básicas, 4) el peligro del Partido único, 5) el peligro de los líderes vitalicios, 6) la cuestión de la educación ambiental problematizadora, 7) la cuestión erótica, 8) la libertad de prensa, 9) la burocracia estatal, 10) la defensa armada del pueblo, y, 11) las grandes cuestiones de la vida y de la muerte.
1 . Los últimos resultados electorales
Como se sabe, el Referendo del 15/02/2009 decidió en Venezuela acerca de una enmienda constitucional que permite la postulación a la reelección, sin límites del número de mandatos, al Presidente, a los Gobernadores, Alcaldes y Diputados (nacionales y regionales). Según los primeros números divulgados por el Consejo Nacional Electoral la misma noche del 15/02/09, cuando se había escrutado el 94.2% de los votos, de los casi 17 millones de inscritos habían votado 11.043.676 electores, lo que arroja una abstención del 32.95%; el "Sí" (defendido por Chávez) obtuvo el 54.36% de los votos (6.003.054), y el "No" obtuvo el 45.63% (5.040.082 votos). Como lo había dicho en e-mail enviado a l@s amig@s venezolanos a principios de año, como la suerte ya estaba echada con el lanzamiento de la enmienda por el Pte. Chávez a través de la Asamblea Nacional, para el bien de la continuidad de la revolución bolivariana, deseábamos la victoria del "Si" por el mayor margen posible, aunque no creemos que la permanencia de un mismo dirigente en su cargo sea positivo para el socialismo del siglo XXI, por razones que explicaremos brevemente al final de este artículo; ahora bien, la continuidad del proceso bolivariano permite que esa cuestión, como otras de capital importancia, se dirima en la marcha de la revolución, al tiempo que un triunfo del "No" podría significar el fin de la misma.
Ante los primeros resultados divulgados por el CNE nos regocijamos por el triunfo bolivariano y, al mismo tiempo, no podemos dejar de señalar como datos preocupantes los siguientes: a) a diez años de revolución bolivariana, aún se eleva al 32% la abstención (recordemos que en el Referendo Constitucional celebrado en Bolivia el 15/01/09, la abstención fue del 10% y el "Sí" obtuvo más del 61%), y, b) la mayoría obtenida por el "Sí" es significativamente inferior a la registrada por Chávez en su reelección (cuando obtuvo un 63%), y aún a lo que obtuvo en 1998 (56,3%). Esos datos, sumados al muy importante resultado obtenido por el "No" deberían blindar a los bolivarianos contra todo triunfalismo, y obligarlos a una permanente autocrítica y búsqueda teórico-práctica.
En el mismo sentido apuntan la derrota en el Referendo Constitucional del 02/12/2007 (derrota apretada de menos del 51% contra más del 49%, pero derrota al fin), y algunos de los resultados de los últimos comicios del 23/11/2008. En ellos el Partido presidido por el Pte. Chávez (el PSUV) obtuvo un importante avance en la conquista de Alcaldías; si en las elecciones de 2004 los bolivarianos habían conquistado 226 Alcaldías (de las 330 que tiene Venezuela), ahora ese número se elevó a 264 (o 265), lo que significa un avance del 15%, pues se pasa del 65% al 80% del total de Alcaldías (mientras que la derecha ganó ahora unas 60; en el resto, por un motivo u otro no hubo esta vez elecciones); ese dato muestra el arraigo bolivariano en las bases, y creo que la principal sugerencia que de él emana, es que hay que consolidar ese arraigo, transfiriendo cada vez más poder al pueblo, en especial a través de los Consejos Comunales (hoy ya son 25 mil en Venezuela) y las Comunas Socialistas, por crearse; esa es la única forma de construir con raíces sólidas y duraderas el socialismo del siglo XXI (que, precisamente, tiene en la democracia directa una de las características que lo distingue del estatista, nomenclaturista y burocrático "socialismo real" del siglo XX, que abandonó el camino que le trazaba la consigna original-fundamental "todo el poder a los soviets", y transfirió el poder de hecho al Partido, y luego a la cúpula del Partido representada por su dirigente máximo). No obstante hay que registrar en la elección del 23/11/08 la pérdida de la Alcaldía Metropolitana de Caracas y de la de Maracaibo, las dos más grandes urbes del país; allí la derecha vencedora centró su campaña en la inseguridad (asignatura pendiente del proceso bolivariano) y en problemas de recolección de basura y del tránsito, lo que demuestra la importancia del enfoque socioambiental en el socialismo del siglo XXI, con la consiguiente educación socioambiental de los dirigentes, militantes, activistas y ciudadanía en general, en especial en las grandes urbes venezolanas.
En esas mismas elecciones del 23/11/08 los bolivarianos del PSUV ganaron el 77% de las Gobernaciones; pero hay que registrar que el chavismo no ganó en ninguna Gobernación donde ya no lo hubiera hecho en 2004, al tiempo que perdió la Alcaldía Mayor de Caracas y el Estado de Mérida, y no pudo recuperar ni Zulia (donde además perdió la Alcaldía de Maracaibo en disputa con quien enfrentó a Chávez en la última elección presidencial), ni Nueva Esparta. Nótese que de los Estados ganados, sólo en 2 el chavismo sobrepasó la cómoda barrera del 60% (Lara, con 73%, y Monagas, con 65%); a eso súmese que en Barinas, donde gobernaba el padre de Chávez y ahora el candidato a su sucesión era el hermano de Chávez, Adán, su victoria se dio por sólo 49,63% contra 44,58%; hay que registrar también la derrota de cinco "pesos pesados" del PSUV, apoyados por el Pte. Chávez: Giancarlo Di Martino (alcalde saliente de Maracaibo y candidato a la Gobernación del Zulia), Diosdado Cabello (derrotado en la aspiración a la reelección en el Estado Miranda), Jesse Chacón, derrotado en el Municipio Sucre), Mario Silva (conductor del programa diario "La Hojilla", difundido en la televisión pública), y Aristóbulo Istúriz (derrotado en la disputa por la Alcaldía Metropolitana de Caracas, y también conductor, con una periodista, del programa diario Dando y Dando divulgado en la televisión estatal VTV); a Cabello y Chacón, por cierto, el Presidente otorgó sendos sillones ministeriales tras la derrota, cuando quizá lo mejor fuese dejar a esos cuadros provisoriamente en el llano para que procesaran su autocrítica alimentada con la crítica popular; a propósito del caso Silva dijimos que quizá parte de su derrota haya que buscarla en el estilo provocador y agresivo que usa en su programa, cuando nos parece que la actividad político-pedagógica del socialismo del siglo XXI requiere el tono más didáctico y respetuoso posible, máxime cuando, más allá de los dirigentes derechistas aliados a los EEUU, el mensaje bolivariano ha de llegar a casi la mitad de los votantes venezolanos que han dicho "No" este 15/02/2009, y al 32% que ni siquiera se dignó participar; parece evidente que el socialismo del siglo XXI no se construirá nunca de forma duradera con tan sólo la mitad más una de las voluntades (aunque la norma democrática de la mayoría habilite a tomar decisiones con esa escasa diferencia); aunque el estilo de Istúriz es respetuoso, hay que destacar que perdió la elección a pesar de la gran ventaja que en los tiempos que corren significa la exposición diaria en la TV (no en vano digo que la TV es hoy el principal aparato ideológico del capitalismo, y por ello reclamamos su democratización, para ponerla en manos de los ciudadanos; atención: digo de los ciudadanos organizados, y no del Estado o de un Partido).
Desafíos y amenazas inminentes
Desafíos y amenazas inminentes
Si la victoria del "Sí" ofrece al Presidente Chávez la posibilidad de volver a presentarse a la elección presidencial en 2012, no es menos cierto que la derecha se sentirá fortalecida con el 45% de los votos que acaba de obtener, y, con ello, redoblará su agresividad, pues sabe que no tiene hoy ningún candidato que pueda rivalizar personalmente con Chávez en la disputa por la Presidencia; tal circunstancia llevará a la derecha (y a EEUU) a insistir en sus planes de asesinar a Chávez. Por otro lado es de prever un aumento de las acciones desestabilizadoras, con agitación callejera protagonizada por los escuadrones universitarios de la derecha.
Viendo como se distribuyen las preferencias en la sociedad venezolana (las encuestas revelaron que de cara al Referendo del 15/02/09 se decantaba por el "Sí" la mayoría de las clases menos favorecidas, al tiempo que lo hacía mayoritariamente por el "No" la clase media, además, por supuesto, de la clase alta), parece que los bolivarianos tienen por delante por lo menos cinco grandes desafíos: a) como dijimos, consolidar el poder popular a partir de los Consejos Comunales y Comunas Socialistas, donde son protagonistas las clases más pobres y los activistas de la clase media que militan en filas bolivarianas; esa consolidación incluye la necesidad de un gran incremento de la socialización de los medios de producción, o sea de la economía manejada sin patrón por los propios trabajadores y ciudadanos organizados, para resolver cada vez más y mejor las necesidades que pone el desarrollo universal de los individuos; b) propender a la unificación voluntaria del movimiento obrero, hoy dividido en diversas centrales y sindicatos; esa unificación debe ser entendida como unión protagónica crítico-propositiva en y de la pluralidad, y nunca según el modelo estalinista de la "correa de transmisión del Partido" ; c) disputarle a la derecha la clase media, fortaleciendo de forma muy especial el trabajo teórico-práctico en las Universidades y sus áreas de influencia (tarea en la que esperamos que nuestra Red Universitaria Simón Rodríguez pueda contribuir con su grano de arena); d) promover una política continuada de formación, promoción y rotación de cuadros en las funciones dirigentes que no sean pasibles de anulación por la democracia directa; e) combatir el culto a la personalidad.
La cuestión de los dirigentes
Aunque se ha referido con más insistencia a un tercer ciclo revolucionario decenal que iría hasta el 2020 (el primero se habría abierto con el "Carachazo" en 1989, y el segundo se habría iniciado con la llegada de Chávez al Gobierno en 1999), hemos oído al Presidente Chávez decir en los últimos meses algunas veces en sus discursos que quizá podría quedarse en la Presidencia hasta el 2030, o aún más; y ello es preocupante (más ahora que la posibilidad de presentarse a la reelección sin límites de mandatos se ofrece también a los Gobernadores, Alcaldes y Diputados).
La experiencia del socialismo real del siglo XX, nefasta en ese aspecto, nos hace temer que el "Si" ganador el 15/02/09 abra las puertas a la instalación de una nomenclatura compuesta por dirigentes que querrán su eterna reelección, apoyados por los adulones que nunca faltan y que se benefician con migajas (a veces no tan migajas), mediante mecanismos de corrupción o simple favoritismo. Contribuye a esa amenaza el evidente culto a la personalidad devotado hacia Chávez, y que cada dirigente estadal o local trata de reproducir a su escala; sabemos que el culto a la personalidad es una infantil y mortal enfermedad del socialismo del siglo XX, inaugurada por Stalin, y que en mucho contribuyó a sepultar el intento socialista en la URSS y en los ex países socialistas de Europa que desde 1991 han retornado al capitalismo (claramente mafioso en varios casos).
En óptica ecomunitarista, defendemos la idea de que la democracia debe ser, siempre que sea posible, ejercida de manera directa; que los dirigentes deben ser electos y revocables a cualquier momento por quienes los eligieron; que la educación socioambiental problematizadora ecomunitarista, diseminándose por toda la sociedad (a través de instancias formales y no formales) forma cada vez más a un sinnúmero de ciudadan@s apt@s a ejercer las funciones dirigentes, lo que torna posible la superación del culto a la personalidad y la rotación periódica de las personas en tales funciones (evitando así el cáncer de la nomenclatura, que acaba indefectiblemente por matar todo intento socialista); por otro lado es bueno que se destaque que la salida (aunque sea temporal) de un dirigente para volver a la condición de simple ciudadano, es una medida que le permite (usando los transportes públicos, haciendo colas, etc.) constatar en carne propia y como ciudadano de a pie los avances y las carencias de la Revolución, pertrechándolo mejor para un eventual retorno a actividades de dirección; no olvidemos que el desarrollo del individuo universal supone la superación de las 'especialidades' unilateralizantes (entre ellas, también la unilateralidad de la función dirigente), para que cada uno pueda expandir sus múltiples vocaciones al servicio del bienestar colectivo (regido por la frugalidad ecológica determinada por la tercera norma de la ética ecomunitarista); hay que destacar también que la salida (a veces temporal) de un dirigente de su condición de tal, no significa que la Revolución se prive de su ejemplo y de su consejo (Gandhi nunca tuvo cargos en el Partido del Congreso o en el Gobierno y vaya si guió con su ejemplo y consejos; que la India no haya sido después la de sus sueños no quita nada al valor de su conducta ejemplar, que ahora reivindicamos como modelo inspirador para los llamados a ejercer temporalmente funciones directivas en el socialismo del siglo XXI).
lopesirio@hotmail.com / Madrid, 16/02/2009
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