Shevirat ha-Kelim
El que viene entre ustedes a romper las vasijas
dará un beso de judas al enamorado.
Escupirá en Egipto todo lo que le queda
en sus tuétanos de Ka y balará como la bestia
que bala cuando no quiere compañía
sino un cuerno de chivo y una blanca sustancia
de cochambre calcárea que le queme
los sesos y deficite su dopa, minas de paz
para estar en la carne y seguir cuando venga
la existencia, otra vez restaurada en las sendas
de la muerte. El que viene en cementerios
vive. Con cadáveres ilusiorios
imagina la vida.
El rival está en acecho; yo lo ví en Palestina.
Inventaba contracciones, el Tzimtzum
de la burla, formando su tiniebla, su nihilidad
como el vacío, porque él nada dejará
con vida que fluya una vez que destroza la vasija.
El dice que vale la moneda un punto indivisible
que no tiene otros límites que su ego, ser rival
donde comienza y jamás se termina
a menos que su honda dispare la pedrada
y él pega en la frente del que levanta el amor
como una nueva chispa
y a todo ojo ajeno él pone el velo de sangre
que ciega. Lo pone a merced de los instintos
porque Nefesh es sólo la Carne y la ira
que ante más ira se somete, o ataca.
Son estos reinos más que depredatorios.
Los verdaderos animales ante los cuales el bestializador
está en acecho. Provocante. Diente armado, insolidario.
Acosador será del enamorado y por él envía al Cochero,
su pistolero armado, con órdenes de manejar
hacia el rumbo peligroso, donde teme
el caballo, donde se esconde suelta la culebra
y su veneno, la mentira, la vanidad,
la disolución de to cuanto fue luz
en la vasija. O un tesoro que proteje
con rabia, mordiendo las collejas.
El rival ha dejado escrito su mensaje:
Dáme la mujer, violaré a la Shekinah; hollaré a la serpiente,
la síntesis de reunificaciones; soy el secuestrador
de la Sabiduría, pirata que pide botín,
pillaje del encanto, me alimentaré de sus quejidos
y sus placeres; beberé su veneno, mujer quiero
para la ofrenda negra de mis perpetuaciones
porque es enemiga de mi Deseo, ser yo
en el Otro Lado, yo sin nadie que compita
por el disfrute del Reino / Malkut / o Tiferet.
Yo soy el hombre celoso, el que no comparte,
el quiere a los enamorados.
03-08-2002
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El origen del dolor
a Isaac Luria (1533-1572), padre de la Kabbalah práctica modernaEste deseo no sabe darse un Nombre de Luz.
«A lower world was created from a light 'without brightness,'
which represents a lower consciousness»: Book of Splendors
Es alma viva y quiere ser instinto,
buscar el resplandor donde no existe,
sufrir con los caballos del Deseo,
trotar como una líbido, a capricho.
El Deseo quiere ser Tirano y salvarse
a sí mismo, tomar rienda del Carruaje
de su alma, pelearse con la emoción
que súbitamente cambia rumbos.
A las alturas de la luz no va.
Está queriendo las sobras de caverna,
la chatarra endiosada por el Neshamá
del ego. Y la vida está triste, sufriendo.
Cinco nombres tiene este dilema
y la Unidad es uno, pero Iejidá
es la ausente.
Iejidá, luz de los resplandores.
03-08-2002 / Indice: Teth mi serpiente / Carlos López Dzur
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