Monday, September 29, 2008
Moral de trabajo
Por un trabajo, ni se imagina usté
qué hago je, por doblar el lomo y esperar la paga,
por ligar cemento, por sudar la zafra,
vous ne savez pas, qué maroma doy
por ver que al fin del día comeré,
que puedo pedir agua y me la dan.
Por trabajo y donde no muera
sin paz, el día es corto o es largo
y el espacio existe y lo llamas el taller,
l'endroit de travail, le batey...
Ni sabe usté cómo me las busco je,
où que j'ai besoin d'aller
je serai là-bas de travailler;
por el trabajo que ninguno quiso,
digo je suis ici, por la labor del que otro dice...
«me avergüenza», je no.
No digo me avergüenzo: je suis ici.
Vous ne savez pas, monsiur, ce que je veux faire
quand je digo sí, quand je brinco alambradas,
y salto por montes y salgo a nados...
Hago como mi padre en La Vega
de la Dominicaine, mom père
quien llegó, jovencito, al Santo Cerro,
y vio los espantos, sus gens par cents
(en el '37, ya hedientes, ya con gusanos,
600 ouvriers de canne, de jus de sang,
pas de jus de sucre, 600 ouvriers de Haïti,
enterrados, atteint par les fusils),
por un trabajo, la bénédiction d'avoir un travail...
Hoy no tengo uno; y estoy triste, monsiur,
ni se imagina qué hago cuando se tiene
ganas de comer, cuando se tiene que llorar,
si no trabajas, quieras o no, no se puede vivir.
De Cuadernos de amor a Haití
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Indice / El pueblo en sombras
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