Orígenes del Pepinito / Auge
[1] Adolfo de Hostos, Diccionario histórico bibliográfico comentado de Puerto Rico (A.P.H., Barcelona, 1975).
[2] Raúl Hernández Vélez, San Sebastián en el siglo XIX (Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, 1970). Monografía; y Fray Iñigo Abbad y Lassiera, Historia geográfica, civil y natural de la isla de San Juan de Puerto Rico (Edición Acosta, San Juan, 1966). En este trabajo suyo, en 1788, se censó el vecindario de El Pepino, contándose 190 familias, con 1,053 vecinos. El sector urbano constaba de 17 casas alrededor de la Iglesia, según Abbad.
[3] Rafael Picó, Geografía de Puerto Rico (Editorial UPR, Río Piedras, 1954), p. 18. Con referencia a la hidrografía de San Sebastián del Pepino, se informa: «(Pepino) está regado por los ríos Grande de Añasco, que le sirve de limite por el sur con el municipio de Las Marías; Culebrinas, que atraviesa su territorio de este a oeste, y Guajataca, que penetra en su territorio a la altura del limite entre los barrios Juncal y Cibao. Los afluentes del Grande de Añasco que también riegan a San Sebastián son las quebradas Sumaria, Las Cañas, Alto Sano, Caña India y La Mona. Al Culebrinas tributan sus aguas los ríos Juncal, Guatemala, que nace en el barrio Aibonito, y Sonador, que nace en el Calabazas. El Guatemala tiene de afluentes a las quebradas Chicharrones, de la Boca y del Guano; y el Sonador a las llamadas Quintana, del Anón y de las Lajas. Además, al Culebrinas tributan sus aguas las quebradas Grande, Lajas, Collazo, Moralón, Bejuco, Zalla, Salada, otra más de nombre Grande, Loro y El Salto. En el cauce del río Guajataca, entre los barrios Guajataca de Quebradillas y Aibonito de San Sebastián, se forma el lago Guajataca» (Citado de Angel Ortiz, de su Página Virtual Historia de San Sebastián).
[4] Eugenio Fernández Méndez, Crónicas de Puerto Rico (Editorial UPR, Río Piedras, 1969), ps. 18, 316-16, 342.; Ciríaco Pérez Bustamante, «Las regiones españolas y la población de América», en; Revista de Indias, Año 2, núm. 6, 1941.
Durante la administración del Gobernador Meléndez Bruna, en El Pepino, como en otros pueblos de Puerto Rico, comienza a verse el resultado de un programa de estímulos tributarios para promover un mayor poblamiento de las villas. Este gobernador creó una promoción de cartas de domicilio, cuya fase final fueron las cartas de naturalización para extranjeros. Las normas para la solicitud en dicho programa fueron expedidas el 15 de enero de 1816. Según éstas, al inmigrante o solicitante se le ofrecía tierras sin pago por las mismas y exención de pago de impuestos por un periodo de 5 años, después del cual los extranjero podían convertirse en súbditos españoles o regresar a su país de origen. La solicitud para acogerse a estos beneficios incluía como requistos informar sobre lo siguiente: nombre del inmigrante, nombres de la familia inmediata, evidencias de su carácter moral, confirmación como profesante católico, cantidad de capital líquido traído al país anfitrión, nombre del pueblo o villa en que le interesaría domiciliarse y el oficio o negocio en que se desempeñaría, una vez fuese aprobada su petición de domicilio. Cf. vid. Jane Wooldridge, Puerto Rican Records in the National Archives (Knight Ridder Newspaper, 17 de abril de 1994).
A partir de la investigación que iniciamos sobre la genealogía de la familia Prat-Ayats, acogidos por el beneficio de estos estímulos tributarios y de concesiones de hatos, llegó de Martinica, al El Pepino la familia de Hermida Gavarres —quienes solicitaron más tarde a sus parientes Hermida Rizal y Hermida Jorge, los que se radicadoron en San Juan.
Al parecer, la familia Hermida Gavarres, cuando radicó en Martinica, tuvo relaciones de amistad con Francisco Permayer y Tuyet, de oficio maestro, y Eugenia Ayats, por lo que solicitaron amparar al hijo de ésta (fallecida circa en 1812), trayéndolo a la Martinica, al surgir una guerra entre España y Francia y Luis XIII, de Francia, elevar al rango de Ministro de Guerra al mariscal Laurent de Gouvion-Saint Cry. No es claro el por qué p el motivo final del domicilio de Manuel Praty-Ayats en El Pepino, pese que a que la familia de Venancio Hermida Gavarres también se establecería en este pueblo y el que Prat-Ayats se comprometió con casarse con una mujer mayor que él, parienta a la que dio palabra para honrarla ante Josep Vélez, su potencial suegro y quien murió antes que él diera confirmación de que honraría su palabra. Prat-Ayats fue carecía de oficio y de mayoría de edad cuando hizo su primera visita ante su anfitrión en Mirabales... Además, hay indicios informativos del hecho de que Prat-Ayats fue catalanista y repudió la invasión francesa de España, mientras que a Hermida Gavarres tales incidencias históricas no le importunaron. En este entrejuego ideológico cobra su importancia la distinción entre lo que Lucien Goldman distinguiera como «conciencia real» y «conciencia posible». El hecho fue, tras el segundo viaje de Prat-Ayats a América, ambos familias coincidieron, se acogieron a las normas de programa de Meléndez Bruna y, ante los funcionarios del Cuartel de Bernardino López de Victoria y el Cura Delgado, cuando se les dio «a Gavarres y Ayats cédulas de vecinos» (sic.) como extranjeros y ambos dieron la concesión como agravio, porque se consideraban súbditos españoles «aunque no hablaban el castellano». Cf. vid., «Solicitud de Domicilio fulminada para un reclamo de Los Velez», 17 de julio de 1820, AGHPR, Caja 580, s.f. Según un testimonio documental, para el avecindamiento de Prat-Aysts, elalcalde José de la Xara solicitó a Los Velez una carta dotal para Nicasia Nicasia Vélez (que Josep Vélez Güemes no produjo) y un nombraniento de Manuel Prat como albacea y apoderano de bienes. Prat-Ayats presentó cartas de ejecutoria que la favorecían por informes de una familia Gavarres y Tuyet (en el documento, Tullet).
[5] Entrevista con Doña Dolores Prat, loc. cit.
[6] Pedro H. Hernández Paralittici. Album de Utuado (Imprenta Modelo, 1967), ps.29-36.
[7 [Dr. Generoso E. Morales. Fundación del pueblo de Lares (1946). Explica sobre las funciones de un Capitán Poblador, en ps.45-46, 52 y 85-87.
Fotografía del pueblo de San Sebastián. Cortesía de Jimmy Valentín
[8] Entrevistas con D. María Luisa Rodríguez Rabell; Pablo Arvelo Latorre y Antonio González Rodríguez, esta última realizada el 16 de julio de 1978. Entre genealogistas que confirmaron, en la tarea de recaudar datos sobre sus familias, las más antiguas rivalidades por el asunto de su procedencia, encontré al Dr. Gualberto Rabell Fernández, con quien efectué varias Entrevistas, realizadas en 17 y 21 de abril de 1974. El distinguido pepiniano, residente en la capital, San Juan, proveyó a mi persona copia de sus escritos sobre historia pepiniana, en especial, sobre los períodos alcaldicios, a principios de siglo, del farmacólogo Narciso Rabell Cabrero (1904-1910), así como fotos del álbum familiar.
Véase, además: María L. Serrano Méndez, La clase dominante en San Sebastián, 1836-1856 (Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, 1978). Monografía del Departamento de Historia. Vid. cf. ps. 88-90, 117-19 y 125-28; la monografía de Serrano Méndez se publica con igual título en (Puerto Rico, Núm. 2, 1975); Protección a los venezolanos con motivos de la guerra a muerte de Bolívar, 5 de noviembre de 1823, en: Boletín Histórico de Puerto Rico, citado por Coll y Toste; Pierre Vilar, Ensayo sobre Cataluña del siglo XVIII (1973), en: BCIAC (Madrid); Raquel Rosario Rivera, Los emigrantes llegados a Puerto Rico procedentes de Venezuela entre 1810-1848. Comisión para la Celebración del Quinto Centenario de América y Puerto Rico (San Juan, 1995) y David Stark, Political Power and social networks in 18th century's Puerto Rico: The Genealogy of Faustino Martínez de Matos, Founder of Mayagüez (Boletín de la Sociedad de Genealogía Puertorriqueña, 1993, Núm. 1/2, pp. 48-50) y A. G. Quintero Rivera, Conflicto de clase y política en Puerto Rico (Ediciones Huracán, CEREP, Río Piedras), ps. 28-29, 124-129.
[9] Andrés Méndez Liciaga, Boceto histórico del Pepino (Tipografía La Voz de la Patria, 1924), ps. 2, 9, 28, 84-85 y 117; además, Cayetano Coll y Toste, Boletín Histórico de Puerto Rico, tomo 12, p. 42. y Reseña del estado social, económico e industrial de la isla de Puerto Rico (Imprenta de La Correspondencia, San Juan, 1899), ps. 15, 314-316; Real Cédula al Gobierno de Puerto Rico para que informe sobre la Iglesia de San Sebastián del Pepino, 14 de octubre de 1778, en: A.G.I., Secc. Santo Domingo, legajo 2380 y Carta del Consejo de Indias solicitando informes sobre la petición de José Feliciano González, 16 de noviembre de 1776, A.G.I., Secc. Santo Domingo, legajo 2283.
[10] Joaquín Oronoz Font, Portón histórico, en: Revista del Café (Año 15, Núm. 6, 1960), sf. p. 7
Vid. cf. Carta del Gobernador Ramírez de Estenoz, 16 de agosto de 1757, en: A.G.I., Sección Santo Domingo, legajo 2282, fol. 5.; Carta de Muesas a J. Arriaga, 29 de diciembre de 1769, en: A.G.I., Secc. Santo Domingo, legajo 2300; Carta a S. M. de Francisco Danio, 1 de octubre de 1710, A.G.I., Sección de Santo Domingo, legajo 2295, núms. 6, 17 y 38; legajo 538, núm. 26, folio. 4; legajos 162 y 559, ramo 4 y Testimonio de la causa fulminada por el Provisor y Vicario General del Obispado contra el Padre Don Manuel de Mirabal. Año 1711, en: A.G.I., Secc. Santo Domingo, legajo 2295.
[11] Gramci define el centralismo orgánico
[12] Pedro H. Hernández Paralittici, Album de Utuado (Imprenta Modelo, 1967), ps.29-36. Al referirse a las Partidas Sediciosas, Hernández dice:
...Hubo que lamentar muchos atropellos, fuegos, robos y muertes que las partidas facciosas llamadas tiznaos cometieron contra las familias españolas antes de que las tropas americanas pudieran ofrecer la protección necesaria. Al principio, estas partidas facciosas se componían de hijos respetables del pueblo, que sólo los impusaba un deseo de venganza. Pero luego éstas se convirtieron en bandas de ladrones que se aprovechaban de la situación para robar las haciendas de los acomodados españoles. Esto hizo que un número crecido de la llamada colonia española dejara Utuado y se trasladara a otros pueblos de la isla (loc. cit., p. 34).
[13] Antonio S. Pedreira, Insularismo (Editorial Edil, Río Piedras, 1971), ps. 74-75, 147.
[14 Juan Manuel Delgado, Las Partidas Sediciosas, en: Claridad (En Rojo, 17 al 23 de marzo de 1978), p. 6.; La Conspiración Cialeña de 1870, loc. cit., En Rojo, 12 al 18 de mayo de 1978, p. 3.
[15] Gabriel Baldrich y Paláu (1814-1885), militar español, fue Gobernador de Puerto Rico y Capitán General de Cataluña. Combatió a los carlistas y secundó a Juan Prim y Prats, quien también fue gobernador de la Isla.
[16] Arsenio Bastide Chambort, Viajes y Notas de Cortesanas de Prats de Lluçanes (Taller Tipográfico de Rabassa, Barcelona, 1909, 124 ps.). Introducción de Rita Eulalia Alicea Prat de Bastide (1852-1917). Es una recopilación de cartas, diarios incompletos de cinco mujeres de la provincia barcelonesa (se incluye Berga, Vich y Llobregat). Estas damas hicieron vida en cortes y salones literarios en París, Madrid, Barcelona y Londres, y fueron respetadas por su cultura, belleza y acompañantes. Bastide Chambord no sólo reúne cartas personales, trozos de memorias autobiográficas, sino que conoció a los hijos, amigos y parientes, de algunas. E hizo con tal material su propio ejercicio de historia oral y documentación... Posiblemente, los informes que Dominga Prat (1826-1867) dio a su hija Rita Eulalia y al esposo de ella (Arsenio), co-autores del libro, motivó la inclusión de la tía Josefa Vélez y Llera, única de las mujeres antologadas no nacida en Barcelona, sino en Ultramar, i.e., (Mirabales) San Sebastián de Puerto Rico.
Aunque escasamente veinticinco páginas del libro se dedican a ella (sumando las acotaciones de Bastide y el citado Diario), la pretensión historiográfica de Bastide y su interés personal en hallar la evidencia de sus méritos para biografiar su vida lo trajo en viaje a Puerto Rico con su esposa, donde recaudaría informes, conocería otros parientes suyos y obtendría el remante de diario o anotaciones de la aludida.
Al parecer, el viaje se celebró en noviembre de 1903. Para tal fecha, Nicasia Prat Hermida, hija de Edelmiro Prat, había regresado de México, con su esposo médico, Salvador Alicea, y hubo un encuentro en San Juan entre Rita E. Prat de Bastide con tal prima de Mirabales que ya no recordaba, por sus edades al partir, y cuyo esposo fue el Dr. Salvador Alicea. Por las acotaciones en el libro, se infiere la visita hecha a Los Velez (en Mirabales) y el obsequio que Dolores Prat de Alicea, hizo del diario y otros documentos de familia, incluyendo los diseños y notas sobre barcos, inventos y electricidad, que motivaron a Manuel Prat Ayats (1800-1866) y quien copia de periódicos o revistas toda alusión a los temas de su interés.
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Abreviaturas
A.G.I. —Archivo General de Indias, cuya sede es la Casa Lonja de Sevilla (España).
L.S.D —Last Days Saints 's Archives —Microfilms
A.G.H.P.R. — Archivo General Histórico de Puerto Rico (con sede en San Juan de Puerto Rico).
A.R.A.P.R. —Archivo de la Real Audiencia de Puerto Rico, donde se contiene el Archivo General de Protocolos (de 1790 al presente, de las Escribidurías de Guerra y Marina), sede en San Juan de Puerto Rico.
A.C.A. —Archivo de la Corona de Aragón, Provincia de Barcelona, Cataluña. colecciones o libros de la Editorial Universitaria).
B.C.I.A.C. —Biblioteca del Centro Iberoamericano de Cooperación (Madrid). España.
* f.s.n. — folio sin numerar
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