A manera de Misa Lacrimosa
La Muerte /
Nefasta Entrenadora de los karmas /
ya había
definido el día, el lugar, la coyuntura
para dar a
quien no bebe caldo
de su tazón
tres tazas. O tres tragos
de la copa
amarga.
La Muerte
quiso una cuota.
No más de
2,000 vidas de la pútrida Derecha
que pueda por
carajuda hasta comerse vivas:
pidió a los
falangistas de hueso colorado
por
platillo, católicos de mucha cruz,
en aras de
darles azotes,
monaguillos
imprudentes,
malafeístas
inquisitoriales, burgueses,
conspiradores
a la sorda, ideólogos
del tipo
que tiran piedras y esconden la mano.
No más de
2,000. No sea que,
por
añadirse demás, rompan
las
balanzas que pesan a estas almas
que ha de comerse
el infierno.
Al final,
como pescaditos
de
invención musarañera, se multiplicaron
las
víctimas adversas... y dijeron
lo que las
máquinas
de
propaganda goebbelsiana,
que son
10,000 los asesinatos,
que se
llenaron los convoyes con presos
y, con Franco
de presión, bombardero a sus espaldas,
los
desviaría hacia lugares del arroyo San José,
en la vega
del río Jarama, y a un caz o canal irrigatorio
fuera de
uso, en la vega del río del Henares.
En fin, que
hicieron que comieran su mierda
por ser
fascistas, enemigos jurados
del
ministro de Gobernación Ángel Galarza
y de los duros
del Consejillo en Madrid.
La Muerte,
no el Gobierno Rojo,
de Santiago
Carrillo. Ella eligió los días.
Quiso 2,000
almas de esas que fundan Hermandades
de Nuestra
Señora de los Mártires y, por causa
de sus
manipulaciones, llenan a Paracuellos del Jarama
de muchos
miles de traidores, chusma sediciosa
de Falange,
Ellos sí que han clamado
por sangre
y van a tenerla. Lloverá a chuzos.
La Muerte
tiene el fino oído de una zorra implacable.
II.
Es Doña
Muerte, enemiga de los réquiem
y los días
de la tristeza que falsamente
le achacan;
ella no canta
'Grande messe des morts',
Lacrimosa dies illa
Qua resurget ex favilla
Judicandus homo reus'.
Ella no
espera para juzgar tardíamente.
Castiga en
caliente. Claro que primero
tasa sus
almas con la mirada fiera
y no se
apiada (Franco no piensa hacerlo)
y cuando
detecta al culpable oculto
entre sus
cómplices, la Muerte es Devoradora.
Abundan los
perversos que inventaran
sus
cuentos: «Que en Paracuellos fusilaron
entre
10.000 y 12.000 presos; y tú,
Santiago
Carrillo diste el comando...
y hay que
abonar con mierda, a ti junto
a Largo
Caballero, Federica Montseny,
Juan
García; sea idóneo acusarles
de sacas
criminales, de sumir en terror
el mundo
junto a Brigadas Internacionales
porque
viene el Santo Franco
y debe ser
bendito...
y, desde
hoy, hagamos lápidas sepulcrales,
a los
mártires de Almagro en la iglesia
y su
convento dominico de la Asunción
de
Calatrava de Almagro (Ciudad Real),
Beatificados
sean estos
y deben ser
benditos / y Franco viene
ya santo y
quienes han azuzado
la guerra,
prepararon el camino de Franco:
y deben ser
benditos y, aunque no hayan muerto,
todos mentarse
como mátires....
Ay, que
descanse en paz
José Delgado Pérez
Ay, que
descanse en paz
José Prieto
Fuentes
Ay, que
descanse en paz
Manuel
Santiago Santiago
Ay, que
descanse en paz
Francisco Fernández
Escosura
Ay, que
descanse en paz
cada uno de
los asesinados
en
Paracuellos del Jarama...
Ay, que
descansen en paz
los doce
mil mártires
enterrados
en la ignominia de las fosas comunes
en
noviembre de 1936.
«Huic ergo parce, Deus:
Pie Jesu Domine,
Dona eis requiem. Amen».
07-2-1998 / De Yo soy la Muerte / Carlos Lopez Dzur
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