A Eloísa y Abelardo
Tú no estás solo.
La atadura de culpa no se hizo para tí.
No te llames perverso.
No sientas vergüenza porque amas
un bello cuerpo desnudo,
objeto tan limpio de tu Deseo.
Rememórala si es que alguna vez la conocíste
y era la dakini que cantaba su entrega
vibrando con el Om / sol de tu abrazo.
Invéntala porque hay muchas gopis despreciadas
buscándote en el camino de la Tala
y están hechas a la medida de tus manos,
con su aroma remoto y sólo a tí corresponde
la saliva de lealtad que a tu beso
ofrece territios de olfato y gemidos.
Vuelve a quererla, así como fuíste
y pon en tu boca la añoranza de quienes
extrañaron la inocencia y el placer
que antes les fue negado.
Que comprendan quienes se dieron puros,
unitarios, sin roturas por amor a Eros
antes que fueran torturados, condenados,
prohibidos, sujetos a ley y desprecio.
2. El verdadero erotismo
La satisfacción del placer no es erotismo.
Quiere tú a la insatisfecha,
a la que es luna y menstruo y espera.
Por las calles van los perros y se comen
del rabo y se trepan sobre hembras
y van sin este amor, sólo buscando
esquinas y huesos...
Pero tú, eres distinto.
Sólo ha de llamarse erótico
a quien no reniega del invisible acto d
el añorar la energía por quienes ya no pueden
porque el mundo los mata o los reprime.
Cuando el sortilegio advenga
y te quiera de cómplice, recuerda el mundo mata
con con canónica plenitud logifificada.
Con la posesión ya nada hecha de menos.
Sexo de máquina y poder no es sex.
El placer más íntimo y supremo escapa.
El placer animal dan por sentado sutlezas
y ki degrada y da paso
a coherencias predecibles.
El placer del hostigador y del blasfemo
es un vulgar simulacro.
3. Ténla y libérala
Haz de la esperanza el ángel de la Líbido.
Ténla eróticamente cautivada
para que puedas cantar el cantar de los cantares.
Ve donde el deseo combate con las incertidumbres
y has el drama heroico que no comprende Maritornes
ni las zafias campesinas que hacen la puta vida
una razón de pago, espasmo contado por monedas.
4. El sexo y la inmanencia
En la ausencia del@ Amad@, no te distenses.
No digas tu secreta sed, no eches cal
a la tumba. Este mundo asesina la inminanecia
y da placer por goteo, oculta con parafilias
el coloquio íntimo, amoroso, con tu fabulas
y con que tú rescatas, a los amantes
que lo injusto evaden y con lo bello abrazan fantasías
aunque se haya perdido la conexión sagrada,
el Eros, eléctrica lujuria del Origen.
No te distenses, así no hay gozo.
Sin Eros, la vida no tiene sentido.
El es la paciente batalla contra todas las plagas,
la dulce solución que calla la Tragedia.
Crécete en los conflictos de este mundo
pornográfico, aberrante, hipócrita;
sal de tí mismo con un ser distinto por pareja.
El hombre teórico no apuesta por tí,
porque eres energía y, en el más oscuro
fondo, caos de esperanza, Eloísa ama
a pesar del vedada gozo vedado a Abelardo.
5. El volcán apagado
El volcán apagado está fuera de ti.
En el orden cotidiano de las normas
donde abunda más el sexo que el disfrute.
En las conveniencias de apropiadores
que despojan tu sustancia para hacerla
segura en sus prisiones.
En la censura donde la cautiva sólo gime
fisiológicamente sin que plazca su deseo
con gozo liberante.
Otros dijeron que el origen es temible,
libidinoso, indeseable; no tú.
Quienes implicitan el desorden de sus vidas,
la fractura del amor y sus fuentes.
Ellos sí son culpables. Apagn el volcán
sin que sepan lo que asumes
y el por qué los desdices.
Que digan ellos «el sexo es animalesco
y el amante, su bestia», no tú.
Los animales son ellos y el volcán es noble.
Dí que el sexo es inocencia, que embellece,
que ilumina, que completa
y sigue siendo tu volcán por dentro...
Ellos se jactan de recorridos
que no llevan al amor,
sino a la perversa bancarrota.
No te suhetesal quiebre de sus sexos,
cuando digan que mata dos pájaros de un tiro:
la inocencia y lo bello del principio.
Dí inventa que no,
dí SI al sexo que libera.
Sexo que admira tu virtud y tu belleza.
6. El sexo y el cofre de Pandora
Ellos son los que mienten.
Tú no estás desorientado: acércate
y mira, huele, toca, ámala a primera vista
y juega con su cercanía, desátala.
Dentro de tí está la estrella del Líbido
como un Deseo maravillo.
Dále tu confianza para salir del encierro
y juntarse contigo, pero no la engañes.
El erotismo quiere hacerse amor y no lo dejan.
En presidios de prejuicio se ha llamado
por siglos, carne impura, hervor del vicio.
Pero sin erotismo: es cierto
que la carne se extingue y se encarcela.
Tú mantén la llama como un tantrika
y observa el imprevisible Caos, porque lleva
un caldero ardiente de luz por caminos de sombras.
El erotismo es fuego de albores, tesoro
de principios, no el final de los decretos.
Es una carga fuerte como el azar,
como lo desconocido que se gurda
en el Cofre de Pandora.
7. Que no se pierda
¡Ay, suéñala! Que las energías más potentes
salgan y se abra ese misterio de esperanza,
que nos tiente con su ola contagiosa...
¡Y nos turbe, pero que no se pierda
el remanente del deseo más magestuoso,
la erótica esperanza!
Abre a la identidad biológica ese otro ser
aún desconocido" ábrela inocentemente,
practicante del placer, añorado y perdido.
Recíbela con estímulo y plenitud.
Tú no necesitas del vicio larvado
por los faltos de amor y energía.
8. Los mercaderes del placer
Estos truhanes mercaderes, ricos
en viles yombinas y viagras
para su feria espectacular de posesiones.
Déjalos que se sequen, pornográficos,
en las secas aguas de sus decadencias,
en la turbia miseria de sus menstruaciones.
Para que ninguno sufra ni permita
que otro lo devalúe, canto al placer
que ni hace daño y ni traiciona.
Placer que no se vende ni blasfema
ni traspasa lo justamente prohibido.
Canto por su coloquio íntimo, amoroso.
Con Eros, festejo las plenitudes hormonales
y a quienes no están castrados en su espíritu.
Del libro Tantralia
___
Del libro Tantralia / Gregorio Morales, Leer, Nº 98, 1998 / Salmos / Fanny en Palabras Salvajes / erotismo /
Inmanentismo
La atadura de culpa no se hizo para tí.
No te llames perverso.
No sientas vergüenza porque amas
un bello cuerpo desnudo,
objeto tan limpio de tu Deseo.
Rememórala si es que alguna vez la conocíste
y era la dakini que cantaba su entrega
vibrando con el Om / sol de tu abrazo.
Invéntala porque hay muchas gopis despreciadas
buscándote en el camino de la Tala
y están hechas a la medida de tus manos,
con su aroma remoto y sólo a tí corresponde
la saliva de lealtad que a tu beso
ofrece territios de olfato y gemidos.
Vuelve a quererla, así como fuíste
y pon en tu boca la añoranza de quienes
extrañaron la inocencia y el placer
que antes les fue negado.
Que comprendan quienes se dieron puros,
unitarios, sin roturas por amor a Eros
antes que fueran torturados, condenados,
prohibidos, sujetos a ley y desprecio.
2. El verdadero erotismo
La satisfacción del placer no es erotismo.
Quiere tú a la insatisfecha,
a la que es luna y menstruo y espera.
Por las calles van los perros y se comen
del rabo y se trepan sobre hembras
y van sin este amor, sólo buscando
esquinas y huesos...
Pero tú, eres distinto.
Sólo ha de llamarse erótico
a quien no reniega del invisible acto d
el añorar la energía por quienes ya no pueden
porque el mundo los mata o los reprime.
Cuando el sortilegio advenga
y te quiera de cómplice, recuerda el mundo mata
con con canónica plenitud logifificada.
Con la posesión ya nada hecha de menos.
Sexo de máquina y poder no es sex.
El placer más íntimo y supremo escapa.
El placer animal dan por sentado sutlezas
y ki degrada y da paso
a coherencias predecibles.
El placer del hostigador y del blasfemo
es un vulgar simulacro.
3. Ténla y libérala
Haz de la esperanza el ángel de la Líbido.
Ténla eróticamente cautivada
para que puedas cantar el cantar de los cantares.
Ve donde el deseo combate con las incertidumbres
y has el drama heroico que no comprende Maritornes
ni las zafias campesinas que hacen la puta vida
una razón de pago, espasmo contado por monedas.
4. El sexo y la inmanencia
En la ausencia del@ Amad@, no te distenses.
No digas tu secreta sed, no eches cal
a la tumba. Este mundo asesina la inminanecia
y da placer por goteo, oculta con parafilias
el coloquio íntimo, amoroso, con tu fabulas
y con que tú rescatas, a los amantes
que lo injusto evaden y con lo bello abrazan fantasías
aunque se haya perdido la conexión sagrada,
el Eros, eléctrica lujuria del Origen.
No te distenses, así no hay gozo.
Sin Eros, la vida no tiene sentido.
El es la paciente batalla contra todas las plagas,
la dulce solución que calla la Tragedia.
Crécete en los conflictos de este mundo
pornográfico, aberrante, hipócrita;
sal de tí mismo con un ser distinto por pareja.
El hombre teórico no apuesta por tí,
porque eres energía y, en el más oscuro
fondo, caos de esperanza, Eloísa ama
a pesar del vedada gozo vedado a Abelardo.
5. El volcán apagado
El volcán apagado está fuera de ti.
En el orden cotidiano de las normas
donde abunda más el sexo que el disfrute.
En las conveniencias de apropiadores
que despojan tu sustancia para hacerla
segura en sus prisiones.
En la censura donde la cautiva sólo gime
fisiológicamente sin que plazca su deseo
con gozo liberante.
Otros dijeron que el origen es temible,
libidinoso, indeseable; no tú.
Quienes implicitan el desorden de sus vidas,
la fractura del amor y sus fuentes.
Ellos sí son culpables. Apagn el volcán
sin que sepan lo que asumes
y el por qué los desdices.
Que digan ellos «el sexo es animalesco
y el amante, su bestia», no tú.
Los animales son ellos y el volcán es noble.
Dí que el sexo es inocencia, que embellece,
que ilumina, que completa
y sigue siendo tu volcán por dentro...
Ellos se jactan de recorridos
que no llevan al amor,
sino a la perversa bancarrota.
No te suhetesal quiebre de sus sexos,
cuando digan que mata dos pájaros de un tiro:
la inocencia y lo bello del principio.
Dí inventa que no,
dí SI al sexo que libera.
Sexo que admira tu virtud y tu belleza.
6. El sexo y el cofre de Pandora
Ellos son los que mienten.
Tú no estás desorientado: acércate
y mira, huele, toca, ámala a primera vista
y juega con su cercanía, desátala.
Dentro de tí está la estrella del Líbido
como un Deseo maravillo.
Dále tu confianza para salir del encierro
y juntarse contigo, pero no la engañes.
El erotismo quiere hacerse amor y no lo dejan.
En presidios de prejuicio se ha llamado
por siglos, carne impura, hervor del vicio.
Pero sin erotismo: es cierto
que la carne se extingue y se encarcela.
Tú mantén la llama como un tantrika
y observa el imprevisible Caos, porque lleva
un caldero ardiente de luz por caminos de sombras.
El erotismo es fuego de albores, tesoro
de principios, no el final de los decretos.
Es una carga fuerte como el azar,
como lo desconocido que se gurda
en el Cofre de Pandora.
7. Que no se pierda
¡Ay, suéñala! Que las energías más potentes
salgan y se abra ese misterio de esperanza,
que nos tiente con su ola contagiosa...
¡Y nos turbe, pero que no se pierda
el remanente del deseo más magestuoso,
la erótica esperanza!
Abre a la identidad biológica ese otro ser
aún desconocido" ábrela inocentemente,
practicante del placer, añorado y perdido.
Recíbela con estímulo y plenitud.
Tú no necesitas del vicio larvado
por los faltos de amor y energía.
8. Los mercaderes del placer
Estos truhanes mercaderes, ricos
en viles yombinas y viagras
para su feria espectacular de posesiones.
Déjalos que se sequen, pornográficos,
en las secas aguas de sus decadencias,
en la turbia miseria de sus menstruaciones.
Para que ninguno sufra ni permita
que otro lo devalúe, canto al placer
que ni hace daño y ni traiciona.
Placer que no se vende ni blasfema
ni traspasa lo justamente prohibido.
Canto por su coloquio íntimo, amoroso.
Con Eros, festejo las plenitudes hormonales
y a quienes no están castrados en su espíritu.
Del libro Tantralia
___
Del libro Tantralia / Gregorio Morales, Leer, Nº 98, 1998 / Salmos / Fanny en Palabras Salvajes / erotismo /
Inmanentismo
No comments:
Post a Comment