Textos de El libro de la guerra

La gangrena

¿Quién gana en un sistema injusto,
sustentado con meras opiniones, estructuralmente
preservado para sus ficciones y oficios
de una tradicción de vaguedades
que pudren silenciosamente?

... Y son tan huecas que ninguno se atreve
a llenarlas con virtud y justicia
en atención a la sangre pura que falta?

¿Quién lucra cuando todo se torna
en relatividad, en no arriesgarse y seguir
en marometas sobre el filo de navaja?

Siempre se pide dar al césar más que lo que merece
porque se tiene miedo

a que él algo nos quite por innovar,

por la ventaja del paso
adelante, y ser los atrevidos, los que van
a las raíces y, por el futuro anhelado,
dar la medicina amarga, esa que realmente cura
(aunque no se quiera beberla).

¿Quién apuesta a la vida, a salvar
una parte, o el resto antes que muera

o se condene a la gangrena,

traicionera y silenciosa?

Unos pocos o nadie...

17-08-2005

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Falsa equiparación

Hacen creer / ventilan que todo el mundo es listo,
honesto, buenamente intencionado.
Que por tener la democracia en la boca
como un chicle, o pastilla para el mal aliento,
se han quitado la torcida, desinformada y tóxica
naturaleza de la credulería que los daña.

Pero no es verdad: hay idiotas ilustremente
ilustrados con mentira y lógica falsaria.
Hay empeños de presumir lo que no se es
ni se quiere, ni se entiende ni se trascenderá

a menos que la fuerza los aplaste.

... porque no todo el mundo es tan prudente

ni participa de una noción dialéctica de mundo
ni forja una virtud discernitiva ni coopera

ni se echa a un lado cuando no sabe nada.

Están adoctrinados para que el Bien social

se diluya, se obstruya, lo venzan

ellos mismos aunque sea inconveniente,

Lo más prioritariamente afianzable que se hunda

ante un mezquino y personal egoísmo.

Y yo no culpo a las mayorías, ellas son víctimas.
Son la cola del perro del razago,
son apaleadas voces de la falsa equiparación
crédulamente introyectada,

siempre por adoctrinadores
que evangelizan desde tiempos remotos

que el mundo es una fábrica feliz de ensueños,

que basta sólo repetir
el mantra y llevarse un chicle
a la boca para el mal aliento.

Entonces, se cree a cualquier líder
como se cree a la irrebatable Shasta
y la novia que se arrastra por las calle

por tener una en la mano.

Así nos tratan a los consumidores.
Con la compulsiva pamplina de una Tecate en la mano

y eres superpatriota
en tus nativos lares y demócrata virtuoso
en el Norte que oprime, seduce
y te da perras nostalgias.

27-08-2005

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Lexicología de los cobardes

Es casi risible y, si uno tiene algún conexo
en la Academia, sabe que es la asquerosa demagogia
(que fuerza a todos, del más sabio al cobarde,
a jugar con terminología, a tapar lo que se aprende,
a buscar eufemismos para no nombrar
las cosas por su nombre.

Es que ya no se consiente que se digan
las verdades. Vale más la maraña confusora.

Hoy poder es la mala palabra
(porque el poder corrompe y hay que decir
que no se tiene poder, evitando que se designe
al corrupto); ya no hay soberanía del pueblo,
ni nacionalismo noble; si uno lo defiende
por afán de autodeterminación,

no es ciudadano obediente.
Estará sin el amparo de la ley.

Si no asume que todas las leyes son justas,

se define subversivo, retardario, potencialmente proscrito.

Uno tiene que jugar a ser cobarde y desterrar
de su lenguaje la palabra imperialismo,
aún de jactarse de la 'patria soberana'.

El imperialismo es más fuerte que nunca
pero no se debe mencionar si quieres un respeto
que te internacionalice. Si quieres un trabajo venturoso.

Habla sobre globalidad, interdependencia,
neoliberalismo; pero no te atrevas a mencionar
la soga en la casa del ahorcado.

El imperialismo no existe y patria tiene aquel
(¡aquel a quien le sobra Big Money!
patriota el empresario que a su gente trata
como a siervos, patriota el que vende
el alma al diablo (entiéndase a las corporaciones),
al progreso que no llega a nadie que no sea patriota
de nuevo cuño, no les digas, vendepatria ni lacayo,
aunque sea el esbirro de algún amo, no...

Sé de los que juegan
con las enfemísticas retóricas

de tecnócratas socio-pentagonales
y de politólogos de think-tanks o comités interagenciales...

no digas que el poder más poderoso existe
en los secretos, a puertas cerradas

y en cuartos oscuros, tras velos del trono.

No digas que existe
el imperialismo ni siquiera las derechas
o las izquierdas en conspiraciones.

Están buscando una palabra que sustituya

la noción de liderazgo interno

y de derechos humanos.

27-08-2005 / El libro de la guerra
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