El remordimiento
No hay verdad en su cuchillo que despierta.
Y cuando está aún dormido él sabe que muerde
a los espectros y sus luces.
No hay hecho ni derechoni certeza.
El margen de placer es ilusivo: el victimario escapa
lo mismo que la víctima.Y su lloro, déficit de ser,
se duele inversamente. Remuerde.
El ser es asesino; su crimen insolícito está en él,
transgresión impune y helado en el espasmo
de las úlceras, no se declara acusador de sí mismo.
Ni me habla. Se remuerde, nomás.
Se remuerde.
9-16-1990 / El hombre extendido
No comments:
Post a Comment